miércoles, 4 de octubre de 2023

- Bardenas Reales…… en buggi

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De nuevo siento el rebato de las Bardenas Reales para volver de nuevo, hasta ese espacio tan baldío, reseco, árido y agreste, pero que rezuma belleza y extremas sensaciones de sosiego, quietud y placidez al visitarlo. Fue en el año 89 del siglo pasado cuando pisé por primera vez estas extrañas y áridas tierras. Por entonces no estaban tan publicitados sus paisajes y solamente algún perdido articulo en revistas de montaña y sobre todo los libros de Miguel Angulo, daban reseñas de este lugar que hoy se colma con viajeros de otras latitudes, sobre todo franceses. 

Repleto de extraordinarios horizontes por sus cuatro puntos cardinales, se sitúa en el sureste navarro de la Ribera del Ebro, casi en los límites de Aragón, La Rioja y la Castilla más oriental (Soria). En la franja de lo que correspondería a esa España Verde y sin embargo nos muestra un secarral desierto, donde no existe ningún núcleo de población desde tiempos inmemoriales, apenas algunos yacimientos de la Edad del Bronce de hace unos 4.000 años, estando catalogado como el espacio no habitado más extenso de Europa. 

Una de sus singularidades es la no pertenencia a ningún termino municipal, estando su propiedad desde tiempos inmemoriales en poder de la realeza, y de ahí sus apellidos de “Reales”, aunque aprovechamiento, explotación y beneficios recayesen sobre un grupo de 22 entidades (pueblos, valles e incluso un monasterio) denominadas “congozantes”, a las cuales, desde el siglo IX, los sucesivos monarcas le fueron cediendo sus derechos, hasta que en el año 2008 el estado, a través del gobierno de turno (Rodríguez Zapatero), les traspasa definitivamente la propiedad. Nadie vive en su interior, pero su territorio ha sido usado desde tiempo inmemorial para uso del ganado trashumante que se desplazaba desde los valles pirenaicos de Salazar y Roncal, recompensa real a estos valles por su apoyo en las luchas contra los musulmanes durante la reconquista. Llegando a establecerse en las Bardenas hasta 300.000 ovejas, más de la mitad de ellas de los pirineos navarros, manteniendo en la actualidad cada 18 de septiembre como fecha anecdótico-festiva para conmemorar la entrada de ganado a estas tierras, recorridas por cañadas reales (Cañada de los Roncaleses) y otros caminos ganaderos.


 No encontramos ante un paisaje duro, donde el viento, el sol y las fuertes lluvias con sus correspondientes escorrentías sobre unos suelos frágiles de arcilla y yeso, han moldeado un agrietado y singular panorama, conformado por altivos acantilados, potentes barranqueras (Barranco Grande o Barranco de Las Cortinillas) y cerros de verticales paredes que superan los 500 mts. (Piskerra, Rallón o Estroza), todo alternado con extensas llanuras de aluvión. Un entorno semidesértico en medio de una fantástica y frágil naturaleza de increíbles paisajes y formas, que le ha valido como reconocimiento para ser catalogado como Reserva Mundial de la Biosfera, Parque Natural, Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA) y Reserva Natural (Vedado de Eguarás, Rincón del Bú y Caídas de La Negra), un espacio único donde recrearse de la naturaleza y el sosiego. 

Sosiego, cuando no se realizan prácticas de destreza los aviones de la OTAN, pues en su interior está instalado un campo de tiro-aéreo, que formando parte de lo que en su tiempo fuere una Base Militar "americana", establecida en plena dictadura y promovida por el general José Lacalle Larraga, que nacido en Valtierra (uno de los pueblos de las Bardenas) fue creada en 1951. Debo destacar que el mencionado militar, siendo procurador (diputado) de las Cortes Generales (franquistas), voto en contra (con otros 58 personajes mas) de la reforma política que abría el camino a la democracia en nuestro país. Polémica instalación que paso a ser usada por OTAN durante los años 80 del siglo pasado, al entrar nuestro país en esa organización militar (tiempos de Felipe González). Polémica instalación, con sus defensores (sobre todo las poblaciones que se benefician de su cuantioso alquiler) y sus detractores, que no entienden cómo se pueden lanzar bombas en un Espacio Natural. 

Nos encontramos ante un territorio singular por su composición geológica, debiendo de retornar veinte millones de años para entender su formación, tiempo en que estos suelos se encontraban delimitados y "cerrados" por la Codillera Pirenaica, el Sistema Ibérico y la Sierra de Catalanides, generándose con las consiguientes lluvias un gran lago sin salida, creándose a través de los millones de años unos enormes sedimentos. Pasado el tiempo y llegando a hace unos diez millones de años, esta enorme laguna consigue salir hacia el Mediterráneo, por la costa catalana, creando la cuenca del río Ebro. Con el transcurso del tiempo la acción del agua y del viento generan una potente erosión que aun continua, creando estos insólitos y espectaculares paisajes. 

Con una superficie de 42.500 hectáreas, lo que supone el 4% de toda Navarra, se extiende unos 45 kilómetros de sur a norte y alrededor de 24 de levante a poniente, conformando excepcional y extraordinario entorno, que a tan solo 70 km. de los Pirineos podemos calificar de desierto, pero no un desierto cualquiera. Visitarlo es casi imprescindible, conocerlo debería ser una obligación y recorrerlo una seducción. 



Un coctel de sensaciones nos encontramos al transitar por sus desnudos espacios de estéril aspecto, pero respirando vida, pulso vital observamos en sus humedales, cultivos y los aislados bosquetes de pinos, que entre los socárrales podemos vislumbrar. Un sobrecogedor entono de caprichosas y erosionadas formas que nos trasladan lo enigmático y mágico de lugar, que nos traslada a través de su orografía una enorme fuerza, pero que sin embargo alberga unos ecosistemas de suma fragilidad que debemos cuidar, proteger y mantener. 

Hacia las Bardenas Reales debemos acercarnos pero hasta que te decidas a ello, las puedes conocer mejor pinchando en estos enlaces:

- Piskerra y Rallón, que custodiando la Bardena Blanca, domina los entornos más claros, formados fundamentalmente por sustratos de yeso, que generan una vegetación esteparia, conformando su entorno la zona más visitada y espectacular.

- Vedado de Eguarás y Rincón del Bú, pudiéndose admirar en el primero, un pequeño circo rodeado de barrancos de yeso y poblado de sabinas, rebollos y romeros. En el caso del segundo abundan los cortados donde anidan los búhos reales (de ahí su nombre "bu"), alimoches y hasta águilas reales. 

Esta vez las hemos recorrido en "buggi", un alegre, atrevido y novedoso forma de transporte por el que se pueden transitar algunos de sus recorridos. Espero os guste.



3 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy bonito reportaje Pablo y como siempre bien documentado.

Anónimo dijo...

Espectacular paisaje solo le falta Mel Gibson y Tina Turner en Mad Max en la cúpula del trueno el buga ya esta.
El fotógrafo debería salir en alguna imagen. Un abrazo Pablo

Recomenzar dijo...

Fascinante las iáagenes las letras y el Jeep
Una maravilla