domingo, 7 de octubre de 2012

- Tasermiut (Groenlandia).............el fiordo eremita

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Un "foehn" de 150 km/hora nos dio la bienvenida al apartado fiordo de Tasermiut. Ese fuerte viento que desde la masa glaciar del inlandsis, sopla por esos enormes brazos de mar con los que cuenta Groenlandia, dirigiéndose hacia el mar, no dejando navegar por sus aguas. Es como si los dioses se resistieran a que pudiéramos llegar a este agreste, inhóspito, hermoso e impresionante lugar apartado de la humanidad, situado en lo más recóndito del sur de esta gran isla helada. Pero aun así pudimos remontar sus aguas, toda vez que Njordera, dios vikingo de los vientos, aplacó su cólera con nosotros por traspasar sus recónditos reinos. No sin antes habernos encomendado a San Canuto (santo cristiano danés del siglo XI), colocando en sus manos nuestro devenir por estos hermosos y furtivos lugares, tan apartados de las deidades. 
 
Tasermiut o Ketils Fjord en danés, no es un fiordo mas de los que salpican las costas de Groenlandia, se trata de un enclave único, una lamina de agua que se introduce 75 km. hacia el interior de estas tierras en busca de los dominios del hielo. Un valle glacial inundado por el mar hace millones de años y modelado por los hielos que a través de él han buscado su liberación por estas tranquilas aguas. Un mundo mágico y casi inaccesible, rodeado de imponentes agujas de roca que se pierden en el horizonte ante nuestra vista. El espectáculo al recorrerlo y caminar por sus gargantas, en el más completo aislamiento, genera una sensación difícil de trasmitir, solo el estar allí  puede generar ese estremecimiento que los lugares mágicos tienen. 

Qaqortoq
Para llegar hasta allí partimos de Qaqortoq (lugar blanco), la colorida capital del sur que con sus 3.500 habitantes es la "gran urbe" de la zona. En ella pasamos una noche y paseamos entre sus gentes, disfrutando de su transparente luz y de algunos de los lugares con que agasaja al visitante. Esparcidos por sus calles se pueden ver esculturas talladas en la roca viva sobre la que se asienta la ciudad, formando el famoso proyecto "Piedra y Hombre", iniciado entre 1993 y 1994 por el escultor Aka Hoegh vecino de la ciudad, en el que dieciocho escultores de Groenlandia, Islandia, Dinamarca, Noruega, Suecia, Islas Aland y Finlandia crearon un total de 24 esculturas, transformando la población en una galería al aire libre.
 
 
Por su puerto, donde atracan buques de gran calado, pasamos por el club de kayak y visitamos (10 uretes/for person) la fábrica de pieles de foca "Great Greenland", donde curten y trabajan estas, confeccionando "bonitas y calientes" ropas para nosotros los humanos. Quiero poner desde estas notas mías un acento especial sobre esta actividad; durante nuestro recorrido por las instalaciones de la factoría, insistentemente se nos comentaba que sus productos son únicamente adquiridos a los cazadores inuits del país, que los cazan para su propio sostén, reiterando que la campaña internacional de Greenpeace en contra de esta actividad, les está haciendo mucho daño sobre sus ventas en el mercado Europeo y Norteamericano, siendo en la actualidad Rusia y China sus clientes más importantes..........Pero a mí no me cuadraban las cuentas y tras insistir, me  pude informar de que había en ese momento 200.000 pieles en la fábrica, la mayoría de ellas de un tamaño muy pequeño .........¿cómo es posible que incluyendo a toda la población de Groenlandia (57.000 habitantes), cacen 4 focas cada uno para su sustento, cuando durante el recorrido por sus aguas, el número de cazadores (que si los vimos) de estos simpáticos fócidos era insignificante?...¿de dónde pues, sacan el resto de las pieles?......¿tendrán razón los incómodos chicos de Greenpeace?...............las respuestas, las podéis poner vosotros mismos. 

Cercano al puerto recorremos su barrio colonial, fundado como asentamiento danés por el comerciante noruego Anders Olsen en 1775, a donde los esquimales (inuits) iban a vender sus pieles y grasa de foca, convirtiéndolo en pocos años en un importante centro comercial al que se le denominó "Julianehaab", en honor de la reina Juliane Marie, por aquellos años soberana consorte de Noruega y Dinamarca. Entre casas de madera de finales del siglo XVIII y comienzos del XIX, la más antigua datada en 1797, encontramos en medio de su plaza, la primera y más antigua fuente de Groenlandia, con más de 200 años, centro de reunión y buen lugar para satisfacer las miradas de sus agradables habitantes. En una de las edificaciones más añejas de Qaqortoq se halla el museo de la ciudad, en él podemos observar gran variedad de utensilios de la cultura inuit, bellos y curiosos cuadros en los que se representa su forma de vida, y las reconstruidas habitaciones "Azul" y "Roja" donde se alojaron el explorador polar Knud Rasmussen y el aviador Charles Lindberg.

Muy próximos están tanto la lonja de los cazadores y pescadores con las capturas diarias, como también la roja y blanca iglesia del Salvador, consagrada en 1832, construida y varias veces reconstruida en madera, en la que en su interior, si está abierta, podemos encontrar un salvavidas de la nave Hans Hedtoft, que naufragó en aguas al sur del Cabo Farewell el 30 de enero de 1959, al colisionar con un enorme bloque de hielo durante su primer viaje, al regresar a Copenhague. Una copia de lo que ocurrió por aguas no muy alejadas de estas con el Titánic en 1912, pero en este caso sin ningún superviviente.
Fisgoneamos en unas pequeñas construcciones de madera que nos encontrábamos de vez en cuando por las calles, se trata de fuentes públicas para el invierno, en las que los vecinos se pueden surtir de agua cuando todo esta helado, provistas de un curioso sistema que impide su congelación. Refrescamos nuestras gargantas durante el paseo con unas cervezas en uno de los más famosos bares del país, el Artic café, paraíso o infierno de la ciudad según la dividida moralina visión de los vecinos de la urbe, pero que a nosotros, blasfemos e impenitentes pecadores, nos pareció a esa hora de la tarde un lugar de lo más normal y tranquilo.
 
Hvalsey
A menos de una hora de  navegación desde Qaqortoq, es posible visitar Hvalsey (Hvalso) o "isla ballena", donde destacan, en un entorno silencioso y tranquilo, las ruinas de su iglesia que aún se mantienen parte en pie, las más sobresalientes y mejor conservadas de la época nórdica de todo Groenlandia. La Iglesia se edificó en piedra sobre el año 1300, y mide 16 x 7 mts. de ella proviene la ultima evidencia escrita de la actividad vikinga en estas tierras. El documento describe una boda que se celebró en este templo en septiembre de 1408 entre Thorstein Olafsson y Sigrid Bjornsdatter, hallándose custodiado tan histórico manuscrito en las cálidas aguas mediterráneas de un registro parroquial del Vaticano, muy lejos de las frías árticas de su origen.
La evidencia arqueológica muestra que durante el siglo XV los últimos asentamientos vikingos en Groenlandia fueron desapareciendo. No fue hasta 1721 cuando una expedición encabezada por el misionero noruego Hans Egede, descubrió que estas colonias del sur groenlandés habían dejado de existir sin dejar ningún rastro del motivo. De todas las comunidades europeas medievales, las de la Groenlandia vikinga son las que mejor conservan sus ruinas, precisamente porque sus poblados fueron abandonados intactos.

Alluitsup Paa
Partimos de Qaqortoq navegando por un complejo sistema de fiordos e islas que nos asemeja estar en Escocia, pero con multitud de icebergs. Esta zona es ideal para el avistamiento de ballenas y teniendo suerte, las podremos ver durante la travesía. Pasamos próximos la pintoresca población de Alluitsup Paa, situada a la entrada del  fiordo de Lichtenau y calificada como una de las aldeas más bellas de la zona. Aun pequeño, con cerca de 500 habitantes, es el pueblo más grande del distrito, apodando como la "capital de las ballenas del sur".
En el interior del fiordo, a unos 5 km. de navegación se halla la antigua misión morava de Lichtenau "El agua, la luz". Fundada en 1774, fue durante un tiempo el mayor asentamiento permanente en Groenlandia. El fiordo Lichtenau se ramifica en dos partes al final, uno de los cuales alberga la cascada más grande de Groenlandia, Qorlortorsuaq, en la otra rama, Sioralik, podemos encontrar las ruinas de una casa, perteneciente a una antigua granja vikinga.

Uunartoq
Continuamos en busca de la pequeña y deshabitada isla de Uunartoq, situada a unos 60 km. de navegación en dirección sur, famosa por sus agradables fuentes de agua caliente, ya conocidas en tiempos vikingos y en las que dejamos depositar nuestros maltratados cuerpos. El espectáculo roza el surrealismo, mientras nuestras desnudas carnes reposan entre los cálidos fluidos hídricos de los que manan burbujeantes pompas, los bloques de hielo rezumados por los glaciares nos acompañan apeados en el continuo fiordo, como curiosos vecinos de este mágico y sereno momento............. una placentera experiencia para el cuerpo y para el alma. 

Este grato e inolvidable instante es truncado por las noticas que nos llegan de que se aproxima un fuerte foehn, ese grotesco viento del que ya os he comentado. Cenamos en la pequeña y cómoda cabaña que allí tiene Aju, nuestro inuit piloto. Abandonamos la idea de hacer una fogata cerca de las tiendas de campaña para después de la cena, y mientras nos nutrimos a la luz de las velas, Aju atento a las noticias radiofónicas, confirma las informaciones que nos han hecho llegar los chicos de Tierras Polares a través de los teléfonos móviles por satélite "Iridium". Tenemos que salir de allí con las primeras luces, antes de amanecer, sin desayunar y con las tiendas de campaña recogidas, si no tendremos que quedarnos dos días aislados en este minúsculo enclave apartado del resto del mundo.............. A las 4,30 del amanecer..................diana. 

En esta pequeña isla de apenas 5 km2. se hallan ruinas de finales del siglo XVIII y comienzos del siglo XIX. Podemos encontrar cerca de las fuentes termales, los vestigios de un convento benedictino, construido alrededor del año 1000.Hot springs in Greenland are a common natural phenomenon, but the island of Uunartoq is home to the only place where the springs are warm enough to bathe in. On the uninhabited island between Alluitsup Paa and Nanortalik in South Greenland there are three naturally heated springs which run together to a small stone-dammed pool. Entre los restos de este arcaico cenobio, tuvo lugar a mediados del pasado siglo el curioso hallazgo de un pequeño trozo de madera de abeto o alondra. Se trata de un fragmento de un disco semicircular, en forma de media luna, de 70 mm de diámetro, 10 mm de espesor y con un orificio central de 17 mm. La parte más curiosa de esta especie del aro, es tener talladas en su redondeado borde unas muescas triangulares, equivalentes a una rueda dentada, marcadas de forma muy parecida a las que existen en la brújula actual. Es un dato contrastado que la brújula magnética fue conocida en el norte de Europa después de la época de los vikingos. El descubrimiento en Groenlandia de una brújula solar con anterioridad, fortalece la teoría sobre como los vikingos solucionaron el enigma de navegar por el Atlántico Norte sin instrumentos de orientación. Hay especulaciones de que el utensilio encontrado en Uunartoq es el "húsasnotra" que citan las sagas medievales islandesas. 

Sermersooq
Con las primeras claridades del día ponemos rumbo a Nanortalik, pasando por las cercanías de isla Sermersooq. No tenia referencias de ella, pero su contemplación al rodearla me causo una enorme sensación de asombro. En sus apenas 130 km2 esta ínsula tiene varias montañas que superan los 1.200 mts. pero lo que más llamo mi atención es lo escarpado de sus paredes y lo tétrico de sus pequeños pero profundos valles glaciares en perfecta U, que llegan casi  al mismo mar por el que navegábamos. La imagen de ese amanecer húmedo y plomizo en medio de esas bestias de granito, no es fácil que se borre prontamente de mi mente. 

Tasiusaq
Con las primeras ráfagas del foehn, llegamos al fiordo Tasermiut, alcanzando la colorida y pintoresca aldea de Tasiusaq, que  ni siquiera ha existido en los mapas durante mas de70 años. Situada en una protegida bahía, a unos 30 km. de la entrada del fiordo, es una pintoresca población de alrededor de 80 personas, con una trágica historia, que refleja con pesadumbre el modo de vida, penurias y vicisitudes que en otros tiempos padecieron los habitantes de estas tierras. En el invierno de 1856, la caza era escasa y la hambruna mucha, los intentos desesperados de sus habitantes para ir a lo largo de los 35 kilómetros por el agrietado hielo del fiordo, con el fin de llegar al pueblo más cercano para abastecerse, terminó sin éxito. Todos los lugareños murieron de hambre y frío, uno por uno, antes de que poder llegar a su destino. Los familiares supervivientes repoblaron nuevamente el lugar en 1933, dedicados fundamentalmente a la pesca y a la cría de ovejas. 

 El pueblo poseía una fábrica danesa de productos marinos hace 10 años y por aquel entonces todo el mundo tenía trabajo. Sin embargo, año tras año, como resultado de la implacable pesca industrial, las focas y el salmón de la región están en al límite de su extinción, el bacalao se ha reducido a la mitad y el pescado seco que les sirve como dieta básica para pasar los largos inviernos se ha reducido drásticamente. 

Hoy en Tasiusaq no hay una sola persona que se gane la vida como pescador. Apenas hay 10 personas empleadas, el resto, si todavía está en circunstancias de trabajar, se dedican en lo posible a la cría de ovejas y al cultivo de patatas, pero situados a estas latitudes y en esta climatología, las condiciones no son muy favorables para estos menesteres. Sus campos compuestos fundamentalmente de tundra húmeda y pedregosa, serían desechados por los agricultores europeos o americanos como no aptos para el cultivo, pero estas hospitalarias y honestas gentes no tienen otra opción. La hierba, insignificante para nosotros, tiene aquí un valor extraordinario por la dificultad de poderla cultivar. Siendo el 70% de la paja o forraje necesario para dar de comer durante el invierno a las ovejas, transportada desde Europa por buques, lo que significa una fortuna para los granjeros de Tasiusaq.

Viven en condiciones muy duras, su vida cotidiana está llena de extremos retos. El pueblo está a menudo dominado por un viento de hasta 300 km/h procedente de las tormentas árticas. Es común que enormes icebergs bloqueen el pequeño puerto o que rebaños enteros de ovejas desaparecen en las montañas y hasta no es extraño que durante la primavera aparezca algún aislado oso polar por sus aledaños. Comen de lo que tienen, cortan generosas rebanadas de grasa de ballena y piel seca de foca, comparables al sabor salado de los neumáticos y a masticar un correa de pantalón, casi imposible de digerir, sin que peligre alguna de nuestras piezas dentales, pero para ellos un placer..............un verdadero manjar.  


Los niños pequeños, aparte de las 3 horas en la escuela, no tienen tarea, por lo que pasan todo su tiempo de juego. Ellos sin duda nos puede enseñar a disparar con rifle, pues han aprendido antes su uso que a leer, pues en Tasiusaq la defensa sobre el oso polar ha sido una prioridad durante mucho tiempo. No encontraremos juguetes por sus arenosas calles, sin embargo, los niños aquí crecen como felices aventureros, pueden dedicarse a trepar por escarpadas rocas o perseguir las sabanas de ropa tendida. La cama elástica ubicada en medio de la población es el sustituto del juego de pelota, su patio de recreo es la plataforma de aterrizaje para los helicópteros, jugando en manga corta, aun cuando las temperaturas de la noche se aproximan a los 0 grados. Ahora su educación es obligatoria, siendo la primera generación que la disfruta y la escuela es el edificio más moderno de la aldea, en él que hay internet vía satélite, también han sido los primeros en comer alimentos importados. Al comienzo de cada semana, cuando el fiordo no está helado o la aldea no está bloqueada por el viento "foehn" de las tormentas árticas que aparecen con frecuencia, los estudiantes viajan en barco durante más de una hora para llegar a la escuela secundaria de Nanortalik. 

En este pueblo Inuit (esquimal) se pueden observar hechos curiosos y situaciones enormemente interesantes. Como, por sorpresa recalar en su minúsculo fondeadero una antigua nave militar,  oriunda de las bacaladeras Islas Feroe "milagrosamente" reciclada en "barco iglesia". Durante el verano, cuando los puertos están libres de hielo, navega a lo largo de la costa groenlandesa, parando en cada pueblo para predicar la doctrina luterana de Cristo. 

La noche del 1 de septiembre tiene un significado especial para los habitantes de Tasiusaq. Es la fiesta del pueblo, tomando nota de los 79 años transcurridos desde su nuevo establecimiento después aquel fatal invierno de mediados del siglo XIX. Los más viejos recuerdan como sus padres habían llegado hasta aquí con sus kayaks y se habían establecido en tiendas de campaña hechas de piel de foca. Pero en las mentes de las gentes de esta hermosa costa, ya no cabe el pensamiento de poder a repetirse el "volver a morir de hambre". La gente Tasiusaq ya no tienen miedo de la falta de provisiones para el invierno, su vida parece mucho más segura de lo que fue en el pasado. Sin embargo una incertidumbre les acecha, de carácter totalmente diferente. El gobierno de Groenlandia tiene previsto abolir las pequeñas aldeas con población inferior a 100 habitantes. Debido a los recortes presupuestarios (hasta aquí llegan también los puñeteros recortes y los hombres de negro), los vuelos en helicóptero a los pueblos se han reducido y las escuelas y centros asistenciales se están cerrando. 

Otro peligro que temen es una próxima invasión minera, con la que el viento sería sustituido por el sonido de las explosiones y las máquinas de trabajo, haciéndoles perder esa sincera sonrisa que nos trasladan junto a sus saludos, en medio de esos paisajes sorprendentes, trastocando su vida totalmente, a lo que se niegan.................... Eso arruinaría nuestra felicidad y nuestra tierra, ¿quién aceptaría sustituir todos los encantos por una gris ciudad groenlandesa, llena de fabricas y plataformas de gasolina?............ no importan lo duras que sean las condiciones de vida, hay que luchar por la felicidad y la sonrisa de todos los días ...  

Este poblado, representa de manera clara esa sensación de aislamiento de las pequeñas poblaciones inuit en donde sus habitantes deben ser autosuficiente, esa incomunicación acompañada de unas condiciones de vida difíciles que han hecho de ellos unas gentes afanosas, sinceras y duras. Tasiusaq y sus historias, son como tantas otras pequeñas aldeas, llenas de nostalgia y de vida. Coloridas poblaciones por las que pasamos en nuestro navegar por estas frías aguas, en las que vemos a través de los rostros y las sonrisas permanentes de estas gentes, su total conformidad con la forma de vida que les toca vivir y la esperanza en un futuro feliz y en paz. 

Kuusuaq
Desde Tasiusaq caminamos algo más de tres "leguas" por un completo escenario alpino cual es el "sendero Saputit". Creado por los habitantes de Tasiusaq para ir a pescar al gran lago Tasersuaq, repleto de truchas, encerrado entre impresionantes picos, donde el aire es de cristal claro y la vista se desliza sin esfuerzo. Entre hermosos lagos cruzamos por las granjas de Saputit (Saputit Tasia), llegando a la desembocadura del río Kuusuaq, entre el lago Tasersuaq y el fiordo Tasermiut, el más corto de Groenlandia, apenas 700 mts. y  también el más famoso del sur de Groenlandia para capturar salmón. En su ribera, curioseando entre sus ruinas, encontramos en unas rudimentarias tumbas restos óseos de algún inuit de otros tiempos. 
 
Al final del paseo divisamos al otro lado del fiordo, la esbelta y puntiaguda silueta del Kirkespiret. Junto a ella podremos apreciar el valle Kirkespirdalen o Itillersuaq, por el que trascurre una antigua ruta denominada "Paso de Reyes", ya utilizada desde los tiempos vikingos para cruzar desde el fiordo de Tasermiut al de Saqqa, cuando el hielo bloqueaba la salida de los fiordos y no permitía la navegación por ellos. Comienza este atajo en Arpatsivik, rodeado de colinas con cantidad de pequeños lagos, recorre terrenos típicos de encharcada tundra por los que se encuentran cantidad de hongos. Finalizando próximo a la mina de oro de Nalunaq, bajo el inmenso picacho del Kirkespiret, la montaña que domina toda la zona. 

Tasermiut
A medida que nos vamos introduciendo en Tasermiut percibimos la ausencia de cualquier rastro de humanidad, solo queda de ella, los restos esparcidos por el fiordo de los vikingos que habitaron sus riberas hasta llegado el siglo XV. Durante la Edad Media Tasermiut fue unos de los lugares elegidos por los nórdicos para realizar sus asentamientos. Entre las numerosas ruinas que en sus orillas se encuentran destaca el monasterio agustino de Klosterdalen, no por su vistosidad, si no por su aislamiento. Se me hace difícil imaginar como pudieron vivir, o mejor dicho sobrevivir, entre esta áspera naturaleza esos monjes ascetas, en aquellos tiempos de dios.  

Es salvaje, hermoso, añejo, imponente y sugestivo. Con sus escarpados acantilados de granito, ríos de aguas cristalinas, icebergs, glaciares y majestuosos paisajes, asemeja un paisaje sacado de una irreal película.  

Navegamos entre enormes paredes de roca que descienden hasta posarse junto al agua, pasamos junto a los impresionantes paredes verticales del Ketil (2.003 m), Ulamertorsuaq (1.858 m), Nalumasortoq (2.045 m), Napasorsuaq (Kirkespiret) (1.590 m) y Tininnertuup (1.720 m), llegamos hasta casi tocar el glaciar Sermeq, una gigantesca cascada de hielo de 1.300 que muere sobre las frías aguas, descubriendo por encima del glaciar Sermitsiaq las hermosas y sugerentes agujas del "Minster" (El Monasterio) 1.940 m. y La Catedral con 2.030 m. Todo el paraje que vamos divisando es una sorpresa continua, el agua del fiordo es como un espejo donde las brutales montañas se reflejan en él,............. las vistas sorprendentes. Visitar este gran valle inundado por el mar y donde se hallan las cimas más bellas y grandiosas de todo Groenlandia es una experiencia única e irrepetible. 

Acampando en las orillas del fiordo, debajo de los inmensos muros verticales del Ulamertorsuaq, recorremos algunos de sus valles caminando entre paisajes glaciares y alpinos, con extraordinarias vistas de la cara sur del Ketil y la norte del Ulamertorssuaq, enormes paredes de 1.400 y 1.200 metros respectivamente, hasta llegar al plateau del circo glacial bajo la impresionante mole granítica del Nalumasortoq. Dividida en dos pulidas paredes gemelas, separadas por una fisura vertical asemejando un "libro", apodo con el cual también se le conoce, esta montaña  es de las más apreciadas por los escaladores de todo el sur de Groenlandia.  

Nos podemos acercar hasta la base de la muralla cilíndrica del Ulamertorssuaq, considerada el mejor "big wall" (gran pared) del Ártico y una de las 10 mejores escaladas del mundo. Su cara oeste se equipara en dificultad con las más conocidas de El Capitán en Yosemite o el Cerro Torre en la Patagonia, siendo un gran desafío para escaladores de todo el mundo.  La vista de su pared y los glaciares adyacentes es sobrecogedora. 

A las orillas del fiordo y a unos 4 km al norte de campamento se encuentra la montaña Ketil o Uiluit Qaqqaa, una de las más altas de la región con sus 2.010 metros. A sus pies se encuentran las ruinas medievales del antiguo monasterio agustino de Klosterdalen, que dan nombre al valle. La ubicación no es sorprendente, ya que toda esta zona está repleta de vestigios de las antiguas colonias vikingas.

Catalogado como una de las diez maravillas del Ártico, esta Patagonia del norte, es uno de los lugares más ansiados hoy en día por osados escaladores de alto nivel, siendo sus graníticas y erguidas paredes comparables a las de los Alpes, Yosemite o Andes, superándolas incluso en inaccesibilidad, longitud y dificultad. 
 
Solo tres grupos de alpinistas han recalado este año en el campamento Tasermiut....entre ellos, unos checos, y unos españoles miembros de las expediciones Next Stop Greenland y Wild Wolf Sky Force, que terminaban con éxito sus objetivos cuando nosotros llegamos. Consiguiendo llegar los escaladores Iñaki Ituarte, Alex Txikon y Darío Barrio, a la cima del Ulamertorsuaq por una nueva ruta en la cara suroeste, desde la cual posteriormente, los miembros del "Proyecto Alas" Álvaro Bultó, Armando del Rey, Toni López y Santi Corella se lanzaron en Salto Base desde la cumbre de esta gran pared.

El tiempo no fue del todo nuestro aliado durante los días que por aquí estuvimos, pero aun así, entre las nieblas, pudimos contemplar estas inmensas montañas y sus umbrías paredes de las que cuelgan vertiginosos glaciares. La práctica inexistencia de caminos marcados, la grandiosidad de sus cimas sin apenas referencias, los impredecibles vientos, los grandes ríos difíciles de cruzar por la inexistencia de puentes, los mosquitos en verano, el estar en una zona casi virgen y con un clima de alta montaña, hacen de Tasermiut una indudable aventura. 

Agradables son los recuerdos que me han dejado algunos de momentos vividos por allí: de la llegada a la grata y acogedora cabaña de Malaquías en Nuugaarsuk para protegernos del foehn, de la cena de mejillones a dos salsas que recogimos por la tarde, del perro camarada que desde la granja Saputit nos siguió durante día y medio hasta nuestra partida, gimiendo al vernos alejar por las gélidas aguas fiordo arriba, camino del campamento Tasermiut, del viento, del olor a día gris, de la mágica perspectiva de las agujas del Ulamertorsuaq al atardecer y amanecer envuelto por la niebla proyectando su silueta por el cielo, un espectáculo pocas veces visto, del olor de los arándanos y la dimensión de los boletus, de la tenebrosa visión de las agujas de los picos al llegar al campamento, del regalo de una nueva aurora boreal por encima de la picuda silueta del Kirkespiret ............... Un sin fin de sensaciones que por muchas fotos que se obtengan, en ninguna de ellas se pueden representar los instantes y la intensidad vivida.  

Tasermiut, sigue siendo por el momento un insólito y extraordinario enclave ártico, solo perturbado por un puñado de humanos, por el que suspiro para que continúe así para perennemente. 

Al igual que el resto de la región del Ártico, el fiordo Tasermiut y sus glaciares están sintiendo los efectos del calentamiento global. El glaciar Sermitsiaq ha estado retrocediendo durante el siglo XX estando ahora está a 2 km. del fiordo en el que desaguo una vez. El poderoso glaciar Sermeq también está en retirada y su hielo apenas puede tocar las aguas marinas.
Otros signos de que el clima está cambiando en torno a Tasermiut, se detecta en el creciente número de icebergs que se desprenden del glaciar Sermeq, y en el crecimiento de vegetación donde antes sólo había hielo y nieve. Los científicos creen que la masa de hielo de Groenlandia ha alcanzado un umbral crítico y puede perder su capacidad de progresar. Esta es una muy pésima noticia para los inuit de la isla, que han adaptado su estilo de vida durante cientos de años a vivir en este frío clima del Ártico.

Nanortalik
Después de  recular todo el fiordo de Tasermiut en un día frio y gris plomizo, llegamos a Nanortalik ateridos y entumecidos por frio y el viento de la lancha. Menos mal que nos esperaba el Sol, con esa claridad que solo en estas tierras tiene, también la agradable calefacción del hotel Tupilak y la seductora emoción de poder dormir en cama tras tantos días de techados de nailon y duros suelos. 

Nanortalik que permanece aislada por el hielo durante gran parte del año, es la ciudad más meridional del país, la mas "habitada" de todo el sur, unos 1.500 habitantes y la decima "aglomeración urbana" del toda Groenlandia. Está situada en una pequeña isla a 85 km. al noroeste del Cabo Farewell, el extremo más austral del país y su nombre significa "lugar de los osos polares". Debido a su situación, esta zona fue una de las primeras partes de Groenlandia donde en el siglo X y XI se establecieron los vikingos, y uno de los últimos al que llegaron los inuits. La ciudad fue fundada en 1770 como Nennortalik. En 1797 comerciantes de Julianehaab (Qaqortoq) establecieron un puerto comercial permanente en Sissarissoq, pero debido a lo limitado de su fondeadero en 1830 la población fue reubicada tres kilómetros el norte, donde hoy la encontramos. 

Tiene más encanto que Qaqortoq y merece la pena peregrinar por ella, sobre todo por sus increíbles vistas, su museo y sus gentes. Posee un bien conservado barrio colonial, donde que encontramos una curiosa y atractiva iglesia de principios del siglo XX. Construida en madera blanca y roja, sigue siendo en la actualidad la única iglesia que sirve a la congregación religiosa (luterana), considerada como un elemento cultural importante, goza de un estatus de protección desde el año 2.004. Punto de referencia en la población, es la llamada  Knud Rasmussen Rock o Roca de Cara de  Piedra, que se encuentra justo a la iglesia. Muy próximo está el museo, el mejor de toda la zona sur de Groenlandia, que se encuentra distribuido por cinco casas y bastante completo, una pena el no poderlo visitar por falta de tiempo. Junto a él, una especie de mástil hace las veces de mirador y las vistas desde este altozano, con las coloridas casas de la ciudad y su bahía, son de no perdérselas. 

Sin casi enterarnos de por donde pisábamos, caminamos por el viejo cementerio al ascender unas grandes rocas lajas para admirar el espectáculo de nuestro rededor. Nos acercamos a la lonja del pescado y al puerto, donde juegan pescando unos niños con las inagotables sonrisas en sus caras. Atravesamos la aldea con sus casas de atractivos y sugerentes colores, para acercarnos al bar del hotel Kap Farvel, donde tomar una cerveza y contemplar como la parte "beoda" de la urbe, danza y juega a un caprichoso billar con bolos. Y nos preparamos para disfrutar otra noche de Auroras Boreales, esas "luces del norte" que bailan graciosamente en medio de este magnífico escenario celeste.

Acompaño mi relato con el video  The Arctic Light, de TSO Photography (Terje Sorgjerd) grabado en tierras árticas (Islas Lofoten), seducido con la mágica música de Marika Takeuchi.


Haciendo mías las palabras de Karlos Simón, que escudriñando por este medio he encontrado................ me despido hasta el proximo escrito. 
 
Os puedo asegurar que he visto paisajes que no imaginaba que existían. He visto gente, niños y cazadores que cuando te veían siempre sonreían. Este país es diferente, vive gente en paz, viven para vivir, se conforman con lo que tienen, que en realidad, es todo, es la naturaleza, es la vida. 

Este artículo, junto con Groenlandia.........la blanca "Tierra Verde" completa la serie sobre la visita a esas tierras, realizada entre los meses de agosto y septiembre de 2012.

miércoles, 3 de octubre de 2012

- Manifestarse

Si que soy asiduo a vindicar mi descontento de forma pacífica en las calles, lo soy desde hace muchos años y reclamo mi derecho a "MANIFERSTARME". No he estado esta semana atrás en Neptuno, pero me siento identificado con los que allí estuvieron. Esta vez he sido uno de los 47.000.000 de ciudadanos de este país (como nos ha recordado nuestro ínclito presidente Rajoy) que aun no estando en esa Atlética plaza me he sentido representado por los que estuvieron en ella.

Ahora la actual delegada del Gobierno en Madrid, Cristina Cifuentes............Cristina se tenía que llamar.......... nos vuelve a regalar unas declaraciones sobre el mal uso que hacemos al MANIFESTARNOS. Nos lo quiere regular, o dicho en "verbum vulgaris" nos quiere quitar de las calles,............ le molestamos. De siempre, en los teatros y auditorios, en los tiempos en que sus suelos eran de madera y su arquitectura no era de "diseño", cuando a los espectadores no les gustaba la representación, existía y aun existe el derecho al pataleo, por eso crearon los empresarios teatrales  la "clá", gentes pagadas que asistían al evento, sentados en las últimas filas aplaudir como descosidos. Pues esto, el derecho al pataleo es lo que nos quieren quitar...........A los de la clá, los podéis reconocer en las tertulias radiadas o televisivas, hoy muy de moda o en los retrógrados artículos de la rancia nueva prensa.......... son los mismos de siempre, sus hijos, sus nietos,............. de los de siempre.

Aunque veáis que mis letras son abundantes en este blog, no por ello suelen ser fluidas a través de  mis dedos, y siempre encuentro las de otros para trasladar mis reflexiones, este es el caso del articulo de Gabriela Cañas, publicado por "El País" el martes 2-10-2012

Como interpretar a la "mayoría silenciosa"
“¿Por qué hay manifestaciones?”, se preguntaba Mariano Rajoy en 2005 cuando era líder de la oposición para luego responderse a sí mismo: “Pues hay manifestaciones de millones de españoles para que el Gobierno cambie una disparatada política antiterrorista. Y hay manifestaciones en Salamanca porque a la gente no le gustan los trágalas”... “Y hay manifestaciones y las habrá en defensa del Plan Hidrológico Nacional”.

Siete años más tarde, una vez que Mariano Rajoy ha logrado ocupar La Moncloa, las manifestaciones ya no son de su agrado. Él, que durante los dos primeros años de Gobierno de Rodríguez Zapatero promovió e incluso convocó una media de una protesta cada dos meses [por la política antiterrorista, por el traslado a Barcelona de los archivos de la Guerra Civil, por el matrimonio homosexual, por el aborto y por el Plan Hidrológico Nacional], el mismo que se puso a la cabeza de tantas manifestaciones, ha logrado soliviantar a una gran parte de la opinión pública contraponiendo el número de manifestantes [unos pocos miles] de la protesta "Rodea el Congreso" del martes 25 de septiembre a los 47 millones de españoles que conforman la " mayoría silenciosa". Sus palabras, expresadas en la sede neoyorquina de Americas Society / Council of the Americas, todavía resuenan. Estas fueron exactamente: “Permítanme que haga un reconocimiento a la mayoría de españoles que no se manifiestan, que no salen en las portadas de la prensa y que no abren los telediarios. No se les ven, pero están ahí, son la mayoría de los 47 millones de personas que viven en España. Esa inmensa mayoría está trabajando, el que puede, dando lo mejor de sí para lograr ese objetivo nacional que nos compete a todos, que es salir de esta crisis”.

Las palabras de Rajoy, pronunciadas el miércoles 26, fueron contestadas por dos manifestaciones más a las que muchos acudieron espoleados por las palabras del presidente del Gobierno, ha habido airadas reacciones en contra y este periódico ha recibido decenas de cartas al director quejándose del asunto; mostrando su indignación. “Me sentí insultada y venir aquí es mi respuesta”, resume una abogada que acudió el sábado a la concentración junto al Congreso de los Diputados.
¿Pero acaso no tiene razón Rajoy cuando habla de una mayoría silenciosa de millones de personas que no se manifiesta? “En democracia, la mayoría nunca es silenciosa”, explica la socióloga Belén Barreiro, directora del Laboratorio de la Fundación Alternativas y expresidenta del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) en la etapa de Zapatero. “Hay multitud de herramientas para saber lo que opina la gente: desde las mismas elecciones hasta los sondeos de opinión. Las encuestas de opinión son un utensilio habitual en todas las democracias. Pero, además, las manifestaciones son importantes. No son solo un derecho constitucional, sino que indican también el malestar de una parte de la ciudadanía”.

Tal como están las cosas, esa contraposición de cifras que Rajoy pretendió en Nueva York es algo que se le vuelve en contra. Esos pocos miles de manifestantes expresaban un malestar social hacia la clase política española que comparten millones de españoles. “No se puede contraponer ciudadanía activa reivindicativa contra ciudadanía pasiva sufridora porque en el momento presente son dos caras de la misma moneda”, alerta el sociólogo Carlos Lles.
Los sondeos de opinión del CIS, un organismo público, así lo indican. Para la mayor parte de los españoles los políticos, los partidos y el Gobierno son el tercer problema más grave que tiene España, solo después del paro y la coyuntura económica. Con Rajoy ya en el Gobierno, en julio de este año, el mismo CIS señala que el 84,9% de los ciudadanos considera que la gestión del Gobierno es regular, mala o muy mala. Y el 62%, según una encuesta de Metroscopía desaprueba la reforma laboral.
Ante tales datos, las palabras de María Dolores de Cospedal, secretaria general del PP y presidenta de Castilla-La Mancha, cobran un significado diferente. Ella comparó la marcha del 25 de septiembre con el golpe de Estado de 1981. “Ambos han pretendido taparnos la boca a todos los españoles”, dijo. La declaración de su jefe en Nueva York introduce una inquietante variante: ¿quién trata de tapar la boca a quién?
Es famoso el discurso de un expresidente de Estados Unidos, Richard Nixon, titulado La gran mayoría silenciosa. Todavia se puede escuchar completo en Internet. Data de noviembre de 1969, cuando EE UU registraba violentos disturbios contra la guerra de Vietnam. “Como presidente de los Estados Unidos, traicionaría mi juramento del cargo si permitiera que la política de esta nación la dictara la minoría de los que sostienen ese punto de vista y quienes tratan de imponerlo en una nación mediante la organización de manifestaciones en la calle”... “Si una minoría, fuese lo enérgica que fuese, prevaleciera sobre la razón y la voluntad de la mayoría, esta nación no tendría futuro como una sociedad libre”.
 
En ese mismo discurso, sin embargo, Nixon explicaba sus planes para que EE UU abandonara aquella guerra en una retirada de tropas que duró cuatro años. En 1972 revalidó su mandato con una amplia mayoría. En el extremo contrario está la mayoría silenciosa que mantuvo en el poder al franquismo. El miedo a manifestar sus opiniones —prohibido, por otra parte— y un crecimiento económico sostenido hizo posible que el dictador se perpetuara en su puesto.
Barreiro dice que no siempre el malestar social se traduce en un castigo electoral a través de las urnas. Eso dependerá de un cúmulo de factores, entre los que está la calidad de las alternativas que vislumbre el votante a la hora de depositar su voto.

Sin ir tan lejos, historiadores y sociólogos critican el mero hecho de lanzar un concepto, el de las mayorías silenciosas, tan intangible. “Por definición, una mayoría silenciosa necesitaría un intérprete”, dice Miguel Martorell, profesor de Historia Contemporánea de España en la Uned. “Un Gobierno democrático tiene plena legitimidad. El uso de un concepto tan intangible es una manera de intentar legitimar una determinada posición. No tiene ningún sentido. Apelar a la mayoría silenciosa es como intentar descifrar un mensaje en los posos del café”. Otro historiador, Ángel Viñas, cree que en democracia la opinión pública se manifiesta en las urnas. “Cuando hay un malestar social profundo, hay una minoría que sale a la calle”, explica. “Las palabras de Rajoy son un truco viejo, pero también es propio de un régimen autoritario: ‘Quien no se manifiesta contra mí está conmigo”. Pero hay otro ángulo: el miedo a que la calle, como alertaba Nixon, imponga su criterio. El secretario de Estado de Cultura, José María Lassalle, daba ayer argumentos en un artículo publicado en este periódico con el título Antipolitica y multitud, en el que alega que sustituir la institucionalidad deliberativa por el griterío de la población no es democracia, como tampoco es defender que la voluntad de un pueblo está por encima de las leyes.

Tanto Viñas como Barreiro hacen hincapié en la profundidad del malestar social que se vive en España; una situación de desánimo que no tiene parangón con ninguna parecida en los últimos 70 años. Mariano Rajoy, dispuesto a intentar mejorar la pobre imagen actual de España en su viaje a Nueva York, tuvo que tragarse, en este contexto, un par de sapos. El primero fue el sombrío reportaje de The New York Times sobre la situación social en España con fotos de ciudadanos rebuscando en las basuras. El segundo fue la manifestación frente al Congreso. Un hombre que conoce bien la fuerza (y la debilidad) de las protestas callejeras, Toni Ferrer, secretario de Acción Sindical de UGT, lo tiene claro: “Ese discurso de Rajoy es una manera de no afrontar la realidad. La mayoría está rechazando sus reformas y él mira para otro lado. Los psicólogos sociales lo definen como el odio al espejo de la madrastra de Blancanieves”.

En efecto, el reflejo que ofrece hoy el espejo no es el mejor que ha tenido España. Tampoco lo es la violencia de algunos en las protestas, pero esconder la realidad es una tentación todavía actual. “Es un disparate que se televisen todos los problemas del orden público con cámaras de televisión, porque incitan a manifestarse”, dijo ayer el presidente del Grupo Popular en el Parlamento Europeo, Jaime Mayor Oreja, que puntualizó en su entrevista a la Cope que lo que menos le gusta es que se televisen las cargas policiales. El sociólogo Lles puntualiza: “Cuando los políticos en sus expresiones optan solo por aquella que mas les conviene en cada caso y obvian —o desprecian— el resto están alimentando la crisis de legitimidad que las encuestas del CIS revelan”.


sábado, 22 de septiembre de 2012

- Groenlandia...........la blanca "Tierra Verde"

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Desde niño me han gustado siempre los mapas, ahora al pasar de los años más aun si cabe, y de los libros con los que antaño iba cargado a la escuela, la geografía era la asignatura que mas llamaba mi atención. Recuerdos tengo de cuando en el colegio, ya con el babi blanco de párvulos, admiraba ese globo terráqueo intrigándome con esa aislada gran mancha blanca que destacaba cercana al Polo Norte.......... Quien me iba a decir entonces; en esa España rancia y gris de finales de los 50; a la que añoran volver televisivos tertulianos decrépitos, y mediocres columnistas de nuevo cuño; que mis botas pasados "algunos" años pisarían esas tierras y que la lejana isla blanca del mapa dejaría de ser por fin una desconocida para mí.



Groenlandia (Greenland), la "tierra verde", a la que sus habitantes los inuits, llaman Kalaallit Nunaat "tierra de las personas", es una gran ignorada. Dependiente aun políticamente de Dinamarca y con una autonomía que ya quisieran los de la "Diada"; su extensión 2.166.086 km2. cuatro veces la península ibérica está ocupada en un 81%  por el Inlandsis, es la segunda concentración de hielo de nuestro Planeta. Una masa helada que en algunos lugares llega a los 3.000 mts. de espesor y de la que descuelgan miles de glaciares que han modelado su geografía durante millones de años, horadando sus rocas, formando profundos valles y configurando hermosos fiordos.

Solo parte de sus costas están libres de esa inmensidad de hielos, siendo en esa franja verde donde se agrupan sus gentes, en total unas 57.000 almas que habitan diseminadas poblaciones, denominándole ciudades  a las que superan los mil habitantes. De estos el 80 % son esquimales, aunque a ellos no les gusta ser apodados así, les gusta más ser llamados "inuits" (que significa "personas"). Siendo ellos sus primeros pobladores, llegados a estas frías tierras hace 4.000 o 5.000 años provenientes del Canadá, al que con anterioridad habían cruzado desde las estepas asiáticas; el resto son daneses y algunos otros occidentales aislados, que mantienen sus negocios o sus pequeñas granjas desde antaño.

Su mayoritaria población que no hace muchos años, sobrevivía de la caza de foca y la pesca, han pasado en apenas unas décadas prácticamente de la edad del hierro a la del electrodoméstico, siendo en la actualidad sus mayores problemas: el mantenimiento futuro de los subsidios daneses, de los que viven prácticamente en la actualidad y sobre todo el acentuado alcoholismo que pude observar en algunas de las poblaciones que visitamos.

De su forma de vivir originaria casi nada queda, es lógico para el siglo XXI en el que estamos, pero si no hubiera sido entre otros estudiosos, por Knud Rasmussen, que entre los años 1902 y 1924 habitó con ellos al norte, en la zona de Thule, legándonos sus estudios antropológicos sobre su cultura y sus formas de vida, estas se hubieran perdido en el tiempo o el olvido y no podríamos hoy saber, las difíciles condiciones y carencias con las que el pueblo inuit ha conseguido sobrevivir a estas latitudes, en este territorio tan hostil y áspero.

La autonomía con la que mantienen su autogobierno y el gran valor que les confiere su tierra, les ha llevado a mantener casi intactos los recursos naturales de que disponen, habiendo decidido clausurar una importante mina de uranio. Dudo, sobre cuánto durará esta defensa de sus recursos naturales. La pérdida del estado subsidiado ante su inminente independencia política, las presiones de intereses espurios, la llegada de los hombres de negro, sus insaciables vecinos del norte americano ...........etc., pueden llegar a que esta hermosa isla sea colonizada nuevamente, esta vez por los infames "Mercados", sin si quiera enterarse de que han perdido su independencia antes de conseguirla.
Hemos recorrido durante dos semanas parte del sur de estas tierras, un viaje diferente a lo que se entiende como turismo, un itinerario que nos ha llevado a conocer sus gentes, su forma de vida, parte de su cultura, sus coloridas y originales poblaciones, sus hielos, sus valles, su vegetación, sus costas, sus glaciares y sus inmensos y extraordinarios fiordos.
Un periplo de unos 650 km. en lanchas por sus marinas aguas y 80 en helicóptero por encima de algunos de sus islotes. Rodeados en muchos momentos por los hielos, verdadero protagonista de estas inhóspitas tierras, recorriendo en total unos 100 km. y más de 4.000 mts. de desnivel por encantadores senderos, entre paisajes únicos y sobrecogedores, al margen de la vorágine multicolor del turismo. También pudimos "disfrutar" de un par de días de foehn (vientos de unos 150 km. hora, que impiden la navegación), y vigilados por hielos milenarios nos hemos sumergido, rodeados de  una naturaleza virgen en sus insólitas aguas termales.
Pero sobre todo, además de los centenares de fotos, lo que me he traído de estas fías tierras son las sensaciones de la inmensidad de sus paisajes, en cualquiera de ellos, todo a mi rededor eran grandes espacios.
Partiendo de Narsarsuaq, el valle de Blomsterdalem o de las Mil Flores fue nuestro preludio, el recorrerlo hasta el glaciar Kiattuut se convirtió en el bautismo de hielo groenlandés. Visitamos al retorno Narsarsuaq, antigua base Americana y hoy aeropuerto a donde llegan las gentes que quieren descubrir estas zonas de suroeste groenlandés, entramos a su pequeño museo y transitamos por entre sus coloridas casas. Poco mas hay para ver en esta minúscula población, solo tomarse unas cervezas en la terraza del Blue Ice Café, eso, si no es fin de semana en el que está en vigor la ley seca.................., como colofón del día, una despejada y fría noche nos regalo el primer espectáculo de auroras boreales.
En la otra orilla del fiordo y separada por 4 km. de agua, se encuentra la aldea de  Qassiarsuk, desde ella dedicamos una jornada a recorrer los senderos que cruzan hasta el vecino fiordo de Sermilik y las granjas de Tasiusaq. Por un recorrido que tiene su encanto entre pastos y verdes lomas, ascendemos por el camino alto de los lagos, bordeando varios de ellos con ovejas en sus inmediaciones, bucólico y sereno recorrido que trascurre sin el mayor esfuerzo  hasta divisar en la lejanía la Bahía de los Iceberg. Es espectáculo es magnífico, sobre un agua azul con tonos color a frio, vemos como gran cantidad de bloques de hielo remansan, sobre la calmada lamina de la bahía que forma este brazo de fiordo, al que nos acercamos y donde se puede disfrutar de una serena tarde de navegación en Kayak, sorteando de los enormes témpanos de hielo que el vecino glaciar Egalorutsit Kangillit desprende al caer. La visión es de almanaque, las sensaciones placenteras...................la compañía inmejorable.
Qassiarsuk está asentada sobre las ruinas de Brattahlíð, en ella rememoramos las hazañas de Erik el Rojo, que expulsado de Islandia, fundó en el 985 en este lugar el primer asentamiento vikingo en Groenlandia, a la que dio nombre de "Tierra Verde".
Las "Sagas Islandesas" (escritas en el año 1261) describen minuciosamente la llegada de los vikingos a estas tierras y son a través de ellas como sabemos que,.................. en el año 982 Eirikr Rauði Þorvaldsson, "Erik el Rojo", apodado así por el color de su pelo y barba o más seguramente por su impetuosa condición. Cuentan estas sagas como su padre, Þorvaldr Ásvaldsson, fue desterrado de Noruega en el 960 por ocasionar algunas muertes, teniendo toda la familia que asentarse en Islandia. Erik se casó allí con Tjodhilde, pero en el 982 fue condenado a un destierro de 3 años por la muerte de dos hombres durante una reyerta. Animado por informaciones que poseía, orientó hacia el oeste su drakkar (embarcación vikinga), rumbo de una misteriosa y desconocida tierra mencionada con anterioridad por marinos y poetas, llegando a las costas Groenlandesas, mas concretamente al fiordo de Tunulliarfik, en donde fundó Brattahlíð la primera capital vikinga en Groenlandia.
En ella se edificó la que sería la primera iglesia cristiana del continente americano, Þjóðhildarkirkja (iglesia de Tjodhilde), así llamada en honor a Tjodhilde (Þjóðhildr's), la esposa de Erik. Cuenta la leyenda que fue el propio Erik el que se vio obligado a construirla, al negarse su mujer a dejarle entrar en el lecho conyugal hasta que no la edificara. El propio Erik nunca abandonó el paganismo, aunque según los mitos cristianos, se habría convertido al cristianismo en su lecho de muerte gracias a su esposa. En realidad se trata de las ruinas de una pequeña capilla. Al realizar excavaciones en sus alrededores, se  han hallado un total de 144 esqueletos humanos, correspondientes a personas altas y fuertes, no muy diferentes a los actuales nórdicos. En uno de los restos, procedente de un hombre adulto no escandinavo, se encontró incrustado entre las costillas un cuchillo, seña innegable de enfrentamientos en las límites de la colonia, en otro cementerio ubicado más hacia al sur, todos los cuerpos muestran amputaciones y lesiones, ocasionadas de forma innegable por un combate.
El entorno de Brattahlíð (Qassiarsuk) hoy en dia, aún ofrece las mejores tierras cultivables de Groenlandia debido a su ubicación al final del fiordo Tunulliarfik, que las protege de las inclemencias de su entorno.
Sobre la ubicación correcta de Brattahlíð, que quiere decir "ladera inclinada", los arqueólogos están trabajando sobre otras dos hipótesis: en las proximidades de Narsaq y otra situada en Quinngua, al fondo del fiordo Tunulliarfik.
Nos cuentan también, esta vez, las "Sagas Groenlandesas" (escritas en el año 1200) como desde este emplazamiento Leif Eriksson, hijo de Erik, partió en el año 1000 para descubrir el territorio Americano, quinientos años antes de que lo hiciera Cristóbal Colón, y al que denominó Vinland (tierra de viñas),.................. pero eso es otra historia que espero contar en otro momento.
Sorprendente es después de esta reseña histórica, navegar por el fiordo Tunulliarfik, también denominado Erikfjord, hasta colarnos en las entrañas del gregario fiordo de Qooqqut. Los bloques de hielo que en su parto final, suelta sobre la lamina de este brazo de mar el glaciar Qooqqup lo ocupan prácticamente todo, el caos es absoluto, el blanco es el color predominante, solo roto por el azul intenso del cielo. Los icebergs casi nos rozan en nuestra navegación, casi podemos sentir sus caricias a nuestro paso, todas las formas imaginables, todos los tamaños posibles, un sin fin de tonos blancos y azules intensos; la impresión de grandiosidad del paisaje, nos haces aquí mas pequeños a los que humanos nos sentimos.
Continuamos navegando hacia el embarcadero de Itilleq, desde el cual caminaremos hasta la aldea de Igaliku por el sendero "Kongevejen" o "Camino de los Reyes", bautizado así después de la visita realizada en el año 1952 por Rey Federico IX de Dinamarca. Por la vereda, al remontar la suave cuesta, disfrutamos de unos de los panoramas más hermosos y serenos del país. La calma del valle incita a la contemplación de este verde paisaje, el azul del cielo y del fiordo, contrasta con las coloridas casas de la población que al fondo divisamos esparcidas en su fértil campiña.
Por encima de la bahía, contemplamos orgulloso la silueta del pico Illerfissalik (1752 m.) en un  discordante entorno árido y desolador. Pero esta trocha que ahora recorremos ya era utilizada por los vikingos de la edad media, que cargando con las naves a sus espaldas, tardaban solo unas horas en atravesar el pequeño istmo de tierra, ahorrándose dos días de navegación en rodear toda la península, para llegar a través del Mar de Gardar, por el fondo del fiordo Igalikup Kangerlua, hasta Igaliku, la antigua Gardar.
En Igaliku se encuentran las ruinas del llamado Gardar vikingo, la primera capital religiosa de la Groenlandia vikinga emplazada en 1121. Después de la introducción del cristianismo por los nórdicos en los nuevos territorios, hubo tantos adeptas a la nueva fe, que en el año 1125 se nombró obispo a un joven cura. El nuevo obispado se estableció en ella, pasando el clarico a ser el mayor propietario de tierras de toda la comarca.Se edificó la catedral de San Nicolai, siguiendo los esquemas de la construcción groenlandesa, erigida enteramente con la roja piedra arenisca del lugar, el interior fue adornado con esculturas realizadas con " piedra de jabón” y las ventanas se elaboraron con tripas de animal. En la nave principal podían entrar más de un centenar de personas y disponía de un establo para más de cien vacas, un granero donde acopiar las provisiones que eran cosechadas por los granjeros, para después enviarlos a Roma. Fue la mayor iglesia que durante la edad media hubo en la isla, hoy solo podemos admirar su parte superior y los cimientos de la granja.
La actual población de Igaliku "chimenea abandonada ", fue fundada en 1783 por el colono noruego Anders Olsen y su mujer groenlandesa Tuperna, dedicando este lugar a San Nicolás, el protector de la gente marinera. Tiene fama de ser la población más bella de toda Groenlandia y una de las mejores tierras de Groenlandia. Hoy la aldea es un pequeño poblado inuit de apenas 40 habitantes, dedicados fundamentalmente de la cría de ovejas, en el que hallamos, una pequeña escuela, una tienda, un pequeño hotel con cafetería donde tomar algo y su pequeña iglesia donde podemos visitar su pequeño museo, en el que encontramos la reciente historia de este hermoso, tranquilo  y colorido lugar.
Qalerallit es un escenario vivo de imágenes sobrecogedoras en el que uno se puede imaginar cualquier escena. Los días, con sus noches, que allí pasamos no son fáciles de que se nos borren de la memoria. Su luz tiene algo de magia, es especial, crea brillos de una transparencia que solo se pueden apreciar en estas latitudes, los colores resaltan de forma especial y hasta se puede respirar la calma y la grandeza del entorno.
Llegamos al fondo de este fiordo un plomizo día lluvioso y aun así disfrutamos, descargamos nuestros bártulos de la lancha y cargamos con ellos ascendiendo hacia el balcón donde está situado el campamento Fletanes. Durante los días que por allí estuvimos el tiempo mejoró, siendo obsequiados en varias ocasiones con vistosos arcoíris y el espectáculo fue completo. Pateamos por sus lomas para ver la inmensidad del Islandsis, nos acercamos hasta el lago Kangerluatsiup por un paisaje casi lunar, caminamos entre las grietas por el hielo de unas de sus lenguas glaciares, jugamos con los icebergs varados en la playa que la marea baja dejaba esparcidos, recorrimos en lancha sus cerca de 10 km. de frentes glaciares, introduciéndonos entre miles de gaviotas, que extrañas de nuestra visita nos regalaban con magníficos vuelos, una mágica sensación que pocas veces, este que os reseña la historia ha vivido.
Pero sobre todo y como colofón final fuimos agasajados por el firmamento con dos noches de excepcionales auroras boreales. Un espectáculo único, el cielo se movía con cambiantes tonos verdes, en algunos instantes el efecto era completo..............cuerpos celestes bailando para nosotros una danza única y singular que solo se repite en estas latitudes, como si fueran fuegos artificiales sin pólvora ni sonido. No es de extrañar que los inuit, cuya ancestral religión ha sido la naturaleza crean que las almas de los fallecidos en espera de nacer de nuevo, forman las Auroras Boreales o "Luces del Norte". Un mito Inuit de la Península del Labrador cuenta que al final del mundo hay un gran abismo con un peligroso sendero que pasa por un agujero del cielo y llega hasta la tierra de los muertos. Las almas de quienes lo han cruzado encienden antorchas para guiar a los recién llegados, y quienes ya están allí festejan un banquete y juegan al balón con un cráneo de morsa, lo que origina las Auroras Boreales.
Especiales son también sus pequeñas ciudades con de un colorido único y peculiar. Narsaq, Qaqortoq, Nanortalik, nombres difíciles de pronunciar para los foráneos, con sus casas diseminadas, donde sus gentes te saludan al pasar, algunos hasta en castellano, siempre con el obsequio de una sincera sonrisa y donde comentábamos con tono ocurrente que todos, los pocos coches que había, tenían todos matricula de Granada (GR).
Especial es también el fiordo de Tasermiut y sus alrededores..................pero eso ya os lo contare en otro artículo.
Un viaje diferente por estas frías tierras, no sin un cierto grado de dureza, que hemos podido realizar gracias a la infraestructura de Tierras Polares, la empresa que Ramón Larramendi dirige desde el Albergue Leif Eriksson Hostel en Qassiarsuk, convertido en verdadero consulado español en Groenlandia y desde el cual, sentado en su terraza tomando una fría cerveza en las tardes o al amanecer cuando el fiordo comienza en estos días ya fríos de septiembre a estar cubierto por una lamina de escarcha, contemplaba los icebergs pasar y meditaba sobre como afectara en el futuro a esta tierra el llamado Cambio Climático.

Acompaño mi relato con el viedo The Aurora, de TSO Photography (Terje Sorgjerd) grabado en el sur de Groenlandia, con música de Hans Zimmer y Lisa Gerrard del tema de la película "Gladiator", Now We Are Free.


Un agradecimiento a Virginia y sobre todo a Jorge, por su compañía.