viernes, 29 de agosto de 2008

- Lugo y el Cantabrico Gallego

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Lugo no solo es San Froilan y murallas romanas que también, decadente y señorial la urbe gallega nos sorprende con sus gentes elegantes en el vestir y en sus formas, modos que suelen compartir muchas de las pequeñas capitales provincianas de nuestro país. Recorrer su perímetro amurallado perfectamente conservado es obligado, desde él tendremos una primera impresión de su carácter, recorrer el viejo, encantador y destartalado barrio de A Tinería próximo a la Catedral, visitar la Plaza Mayor, “tapear” en una de las pocas ciudades en donde aún no cobran la tapa al consumir porque............. “si la cobraran no iría nadie” !!!tomemos nota!!!, pasear por el interior de su caserío descubriendo rincones o dejarnos llevar por la gula en alguna de las mesas corridas de las pulperías situadas extramuros, en las proximidades de la Puerta Toledana por donde los peregrinos compostelanos acceden a la ciudad, tomando alli un simple pulpo cocido con muy poco pimentón o unas patatas con carne, por daros una pista Pulpería Palmira.
En su rededor dos joyitas, una al sur a 14 km, Santa Eulalia de Bóveda un conjunto termal (S. III) de la época romana con importantes pinturas murales que se han conservado al edificarse encima una iglesia románica , la otra alhaja al norte en dirección Ribadeo a 24 km, el Castro de Viladonga, uno de los mas importantes de Galicia y que estuvo habitado hasta el siglo V.

Siempre al norte en busca del añorado mar que nos encuentra en la Ría del Eo, y a su orilla Ribadeo, modernista como su Torre de los Moreno emblema de la ciudad, lastima del abandono a la que esta sometida, los miradores y la ruta de las playas, la mas famosa de ellas As Catedrales a la que ya me he referido en un apartado especifico de este blog, del que puedes disfrutar pinchado aquí.
Conoceremos el interior de estas tierras adentrándonos en lo que fueron dominios del rebelde Mariscal Pardo de Cela, que pago con su ajusticiamiento en Mondoñedo, el no sometimiento de Galicia a la castellana y católica Reina Isabel. En Castro do Ouro se haya su castillo con la bien cuidada torre del Homenaje y anexa la iglesia del San Salvador (S. XIV) con un interesante fresco mural gótico en su interior. En Ferreiras preguntaremos como ir al Pozo da Onza, bucólica cascada que nos da la bienvenida con unas estrofas:



Hay remansos de paz en las cañadas
y conciertos de amor en la espesura
y serpentean regatos de agua pura
desgranando sus célicas tonadas.



De camino a Mondoñedo ascendemos a la Peña da Frouxeira donde Parco de Cela tenia su fortaleza hoy unas casi inexistentes ruinas, pero la visión del todo el Valle del Río de Oro bien merece el paseo.
La que fuera en el siglo XVI capital de la provincia, Mondoñedo conserva su casco histórico en muy buenas condiciones, paseamos entre casas y palacios blasonados, la Fuente Vella, el Seminario, el Hospital y sobre todo la Catedral con su hermosa plaza que nos da la bienvenida.
Desde aquí a otro Mondoñedo, a San Martín o como le llaman San Martiño de Mondoñedo, este situado cerca de Foz y de su Ría, el motivo de la visita no es otro que ver el esplendor de su magnifica Basílica-Catedral, la mas antigua de España originaria del siglo VI, reconstruida entre los siglos X-XII por el Obispo San Rosendo, ¿os suena? ........ si, el de Caaveiro, en Las Fragas do Eume. Admirar este sobrio y magnifico románico aunque su ábside esté reforzado con contrafuertes nos llena de admiración, pero sobre todo su interior en donde encontramos unos interesantes frescos románicos, los mejores de toda Galicia.
En la orilla del mar a unos 6 km de Foz, solitario y con la música de las olas de fondo nos encontramos el asentamiento del Castro de Fazouro, habitado hasta su romanización en el siglo III, desde allí las vistas de la costa son excelentes.
Camino de Viveiro podemos ver la fabrica de cerámica de Sargadelos, de cuya decoración podría decir no encontrarme entre sus admiradores, y hacemos también una escapada al curioso faro de San Cibrao. En las proximidades de esta población esta la playa de Lago y eso es lo que precisamente hay, una enorme balsa tipo “Boliden-Aznalcóllar” con los residuos industriales de la factoría que allí tiene Alumina-Aluminio, ........seguimos sin aprender.
Antes de adentrarnos en Viveiro, por el valle del río Landro investigaremos el camino hasta encontrar el Pozo da Ferida, solitaria fervenza (cascada) y mas bucólica aun si cabe que la que visitamos en Valdouro, una caída de mas de treinta metros a una poza de aguas impolutas, el sonido de sus aguas al caer se nos asemeja a una música agradable y cantarina.
Ascendemos al mirador de San Roque desde donde la visión de toda la Ría, la población de Viveiro y gran parte de sus alrededores nos hace impresionar.
Viveiro merece una parada, su primitivo casco medieval, las puertas de su antigua muralla, sus callejuelas y el románico de alguna de sus iglesias bien hacen merecerla, pero también el poder degustar sus platos de mar, Norberto y Cecilia del Bar Bossanova se esmeraron en hacernos agradable la tarde que allí cenamos y O Recuncho en la calle Pastor Diaz del casco viejo, donde el pate de mejillones, el pulpo y la tortilla de patata regado todo con el consiguiente ribeiro, hicieron que nuestro camino fuera mas llevadero.
El Río Sor hace de frontera provincial y su viejo puente de hierro sobre la Nacional 642 ya es parte monumental del entorno, ascender el cauce del Sor en dirección sur, recorriendo sus meandros por la infinidad rutas que de el parten es toda una aventura, hay momentos en los que los que la orientación es compleja y donde informarnos una quimera, salimos de sus barrancos sin saber donde estábamos, esta excusión que nos sorprendió, bella e interesante la volveremos a realizar con mas tiempo y mejor documentados.
Así mismo el Sor en su despedida como río, forma para mi entender la mas bella de todas las Rías Gallegas, la de O Barqueiro, así llamada porque hasta 1901 que se construyo el puente de hierro había que pasar el río en una barcaza. Es imprescindible entretenerse en visitar los minúsculos puertos de O Barqueiro y de Bares, dicen de este ultimo su origen fenicio, ascender hasta el Semáforo convertido actualmente en hotel con encanto, visitar el cabo de Estaca de Bares limite septentrional de la Ibérica, desviarnos al retornar hacia la playa de Esteiro donde la soledad y el cristalino riachuelo que la forman nos invitan a caminar durante un rato.
Desde Espasante camino de Ortigueira las vistas de la Ría de Santa Maria de Ortigueira son para quedarse, pero nos llama la ciudad del Festival de música Celta, su barrio antiguo esta muy reformado y la ciudad ha crecido con ese urbanismo que no deja huella y si la deja.............puffffffffffff. Ortigueira es una ciudad con todos los servicios, capital de la comarca, en donde visitamos su mercado y su campo santo, para saber como se cuidan los vivos y como descansan los muertos.
Rodeamos esta gran Ría camino de Cariño, población de afectivo nombre aunque el mismo le puede venir de la raíz celta kar-kor = lugar rocoso, escarpado. Luminoso y colorido no es lo que podría decirse un pueblo bonito, pero tampoco lo contrario, una definición que me gusto sobre él la asemeja a una mujer, “piensa en una chica sin maquillaje, pero sin espinillas, no hay imperfecciones que tapar con cremas, transparencia es la palabra que me viene a la cabeza”. Desde él partirá la ruta que primeramente nos llevara al Cabo Ortegal, mágico enclave como ninguno de estas lindes y punto de inflexión de las aguas atlánticas y cantábricas, aquí se dividen los dos mares, donde según Tácito "cielos, mares y tierra se acaban", es decir, se trataba del fin del mundo, en verdad que se respira algo especial. Como una lanza sus rocas pelean con las fieras aguas de estas costas y como adelantadas en esa batalla los tres islotes de Os Aguillóns frenan como escudos los embates de las espadas de las olas marinas.
De vuelta a Cariño una desviación nos introduce en plena sierra de A Capela, esta serpenteante carreterilla nos eleva por la sierra hasta el mirador de Vixia de Herbeira (Garita de Herbeira) donde a nuestros pies unos poderosos acantilados nos recuerdan otras latitudes europeas, ahora descendemos hasta San Andrés de Teixido, ancestral punto de peregrinación abrigado por los altos acantilados, es una de las características de los enclaves celtas que buscan los espacios mágicos que penetran en el mar. Envuelto en muchas y enigmáticas leyendas, una de ellas nos relata que "A San Andrés de Teixido vai de morto o que non foi de vivo", este Santuario en el siglo XII perteneció a la Orden de Malta siendo el edificio actual del siglo XVI, a su alrededor veremos multitud de comercios callejeros en los que nos ofrecen la “herba de namorar” y gran cantidad de quincallería milagrera, esto y los exvotos que podemos contemplar en el interior de la iglesia me hace compararlo con la santería y otros ritos caribeños.
Ya esta próximo el termino de nuestra ruta, Cedeira señorial y cuidada villa marinera en la orilla del Condomiñas, donde recorrer sus callejuelas al atardecer es casi una obligación, su colorido puerto pesquero es uno de los mas abrigados e importantes del norte gallego y degustar sus ricos pescados y percebes una necesidad, tomar nota de dos sitios para ello que ademas están juntos El Náutico y Brisa.

Hasta aquí este trozo de tierra y mar, con sus gentes y su magia.....................porque, haberlas ailas!!!!!!.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Gracias por descrubrirnos sitios tan maravillosos, como bien dices haberlos ahilos, solo hay que saber encontrarlos.
Me gusta tu blog, tus relatos junto con tus fotografías son magia pura.

Un saludo