Para ello debió horadar durante miles de años una profunda grieta
entres los calizos roquedos que forman estos desperdigados montes, decidiéndolo
hacer por las Sierras de Huma, Almorchón y
Pizarra en su camino hacia el mar. Mar (el de Tetis) al
que ya pertenecieron estas tierras hace millones de años, como se puede
comprobar por los innumerables fósiles de animales marinos que por ellas se
pueden encontrar.
Este profundo, estrecho e impracticable barranco, cincelado
por las aguas del rio como si fuera una verdadera tajadura o diaclasa, forma lo
que se conoce como Desfiladero de los Gaitanes o Garganta del Chorro. Un
abrupto paraje, en medio de un singular entorno natural de alto valor
paisajístico, que conforma uno de los lugares más sorprendentes de las comarcas
malagueñas. Ubicado entre los municipios de Antequera, Ardales y Álora, se
sitúa en el lugar conocido como El Chorro (Álora), final y salida de la angosta
garganta que conforma un cañón de tres kilómetros de longitud, alturas de hasta
400 m. y anchuras menores a los 10. Este encajamiento del rio a través del
tiempo ha propiciado la formación de dos barrancos sucesivos, uno situado más
al norte denominado "Gaitanejos" y otro al sur conocido como "Los
Gaitanes o Gran Gaitan", separados por una zona más abierta llamada La
Hoya o Valle del Hoyo.
Toda la zona se halla compuesta por múltiples karst (simas
y cuevas generadas por la erosión del agua), encontrándose más de una veintena
cavidades de gran dimensión tanto geológica y arqueológica, habiéndose hallado
igualmente muchos yacimientos neolíticos por sus alrededores. La existencia de
tres significativos ríos: Turón, Guadalteba y sobre todo el Guadalhorce, la
convirtieron en un estratégico lugar de trasiego entre las distintas culturas a
lo largo de la historia, generando bonanza a los pueblos y civilizaciones que
se asentarnos en sus valles, desde los tiempos pretéritos hasta los árabes,
pasando por los romanos y godos. Habiéndose confirmado en algunas cuevas y apriscos de esta garganta que fueron habitadas desde la
prehistoria, cuando aun se podía navegar por el río hasta este intransitable y
escabroso desfiladero.
Siendo además sus
proximidades, el lugar de acomodo y refugio del líder rebelde Omar ibn Hafsun durante
el siglo IX y X, del que ya me ocuparé en otro artículo dedicado a estas
tierras de la Comarca de Antequera.
Al igual que el rio
buscó su salida por estas peñas horadando sus rocas, los ingenieros de mediados
del siglo XIX escudriñaron por este paraje el lugar por donde trazar el ferrocarril
que uniría Madrid con Málaga pasando por Córdoba a través de este espectacular
trazado, perforando prolongados túneles entre sus paredes para hacerse paso,
constituyendo la primera obra relevante de comunicación por el desfiladero. La necesidad de atravesar el rosario
de sierras que surcan la provincia de Málaga, planteó a diseñadores el reto de
tener que traspasar esta infranqueable muralla natural siguiendo el curso del
río Guadalhorce, entre la Vega de Antequera al norte y el Valle que lleva el nombre
del río hasta llegar a las marinas aguas. Teniéndose que ejecutar una
espectacular obra a través de trabajosos viaductos y túneles que se asoman sobre
el abismo, en consonancia con la inclinación de las paredes del desfiladero, para
que el ferrocarril pudiera estas finalizado en el año de gracia de 1865. Siendo
a partir de esta fecha en la que se “descubre” este mágico espacio para la burguesía
de por aquel entonces, comenzándose a valorar este desconocido lugar, en gran medida
a través de las recién creadas estaciones de El Chorro y Gobantes (esta última condenada
y sumergida por el pantano del Guadalhorce en 1972 al cegar la población de
Peñarrubia a la que pertenecía).
Es así como también los ingenieros de por aquellos tiempos, se percatan de que las diferencias de altura que existen en este sinuoso cauce fluvial podrían servir para obtener energía, ejecutándose, por la margen contraria a la del ferrocarril, de un canal de agua y una central eléctrica. Hallándose ya un proyecto elaborado para aprovechar el desnivel del río Guadalhorce en la zona comprendida entre los estrechamientos de Gaitanejo y Los Gaitanes, con el fin de originar un salto de agua capaz para generar energía hidroeléctrica, tan demandada ya por aquel entonces.
A principios del siglo XX se ejecuta la construcción de un
incipiente embalse que además serviría para mitigar la falta de agua en la
zona, surgiendo así el la Central del Salto de El Chorro. Siendo en 1907 cuando
el rey visitó por primera vez las obras del pantano que se estaban realizando,
que también servirían para regulación de sus aguas, previniendo desbordamientos
e inundaciones como las producidas en Málaga durante esa época.
Con el paso del tiempo, al crearse estas nuevas infraestructuras, se fue estableciendo un pequeño asentamiento junto de la estación de El Chorro. Que sirvió para dar acomodo a los trabajadores de las centrales hidroeléctricas, e incluso se emplazaron algunas instalaciones industriales auxiliares.
Con el paso del tiempo, al crearse estas nuevas infraestructuras, se fue estableciendo un pequeño asentamiento junto de la estación de El Chorro. Que sirvió para dar acomodo a los trabajadores de las centrales hidroeléctricas, e incluso se emplazaron algunas instalaciones industriales auxiliares.
La realización del canal llevó aparejada la adecuación un
camino o pasarela por la cual los responsables del mantenimiento trasladaban
los materiales y utensilios necesarios para las reparaciones, puesta a punto y
vigilancia de la central hidroeléctrica, así como del canal de agua que
recorría el desfiladero, que por aquellos tiempos y hasta los años setenta sus
aliviaderos y compuertas se controlaban de forma manual. También para el sostenimiento
de dicha instalación, pues la construcción de la presa, azarbes, centrales
eléctricas y su mantenimiento, obligaba a los operarios a desplazarse de un
punto a otro del desfiladero a través del trazado ferroviario o por los canales
de agua, lo que no era ni seguro, ni rápido, ni efectivo. Éste fue el motivo
por el que se montó el paso de "Los Balconcillos", que ahora
conocemos como "Caminito del Rey".
El sendero fue encargado por la
propietaria del Salto de El Chorro (1904) y Salto del Gaitanejo, la Sociedad
Hidroeléctrica del Chorro (la segunda empresa hidroeléctrica creada en España),
cuyos dueños como de costumbre, es la oligarquía de siempre, formando parte de
su dirección Francisco Silvela que por aquel entonces era Presidente del
Consejo de ministros (lo que sería el "Rajoy" de ahora, pero más
espabilado). Contando entre sus primeros clientes "malagueños":
la Compañía Inglesa de Luz Eléctrica conocida por “La Inglesa”, la Siemens
Elektrische Betriebe llamada vulgarmente “La Alemana”, la sociedad Constructora
del Ferrocarril Málaga-Torre del Mar (de capital belga) y la Compañía Belga de
Tranvías, así como las fabricas de la malagueña familia "Larios" (los
de la ginebra para los "gin tonic"). Estamos situados en la
"ejemplarizante" España de finales del siglo XIX y comienzos del
XX……….. a la que algunos nos invitan a regresar………. no hay más que ver la
prensa diaria, y no lo digo por el coctel de moda.
Esta aérea y voladiza trocha de algo más de 3 km. de longitud construida en los murallones del Desfiladero de los Gaitanes, tuvo y aun tiene dos parte enormemente vertiginosas, elaboradas a través de plataformas de cemento hormigonado ancladas y "colgadas" a las verticales paredes con barras de hierro, así como un puente que une las dos paredes del desfiladero a gran altura de curso del rio por encima del canal de agua.
Esta aérea y voladiza trocha de algo más de 3 km. de longitud construida en los murallones del Desfiladero de los Gaitanes, tuvo y aun tiene dos parte enormemente vertiginosas, elaboradas a través de plataformas de cemento hormigonado ancladas y "colgadas" a las verticales paredes con barras de hierro, así como un puente que une las dos paredes del desfiladero a gran altura de curso del rio por encima del canal de agua.
Su construcción, realizada entre los años 1901 y 1905, causó
gran impresión pues precisaron de trabajadores colgados de cuerdas y tablones
como asientos. Que en contra de lo que se comenta en otras informaciones, no
fue a cargo de reos condenados a muerte al ser estos los únicos capaces de
poner en riesgo sus vidas a cambio de un presunto indulto, sino por expertos
marineros gaditanos y malagueños, acostumbrados por aquellas fechas a subir y
bajas de los mástiles que sostenían las velas de los barcos.
El 21 de mayo de 1921, la zona es visitada en segunda
ocasión por el rey Alfonso XIII, para inaugurar de la recién terminada presa
del pantano del Chorro, al que más tarde le cambiarían el nombre por el de Conde
de Guadalhorce. Invitado a conocer la obra del impresionante y espectacular,
las crónicas oficiales comentaron que el monarca recorrió el camino seguido por
un asustado séquito, pero la realidad parece ser que fue otra. Si bien es verdad
que el día estaba muy nublado y barruntaba lluvia que en algún momento descargó,
que si las inauguraciones, que si los discursos, que si las ultimas piedras que
poner, que si las firmas de las actas, que si el banquete para doscientos
comensales………. y que si mas discursos………. hicieron "que" el día se
quedara corto y "que" por lo tanto su "Católica Majestad"
(esto no lo digo yo, forma parte de la crónica del evento), apenas solo pusiera
unos pies sobre la terrorífica pasarela (adornada para el
evento con guirnaldas patrias sostenidas por cuatro águilas disecadas),girándose de inmediato y marchándose del lugar con prisas. Es desde ese momento cuando este bellísimo y sobrecogedor sendero tendría el honor de llamarse "Caminito del Rey".
evento con guirnaldas patrias sostenidas por cuatro águilas disecadas),girándose de inmediato y marchándose del lugar con prisas. Es desde ese momento cuando este bellísimo y sobrecogedor sendero tendría el honor de llamarse "Caminito del Rey".
A partir de la visita del noveno de los Borbones, la afluencia
a tan significativo lugar aumenta de forma considerable, organizándose ociosas excursiones
por parte de la aristocracia y burguesía locales, como también asiduos curiosos
de los círculos reales madrileños. Las vistas que podían contemplar estas, y
otras gentes menos haraganes, desde los diferentes puntos del sendero eran tan llamativas
y sensacionales para época, que el ingeniero jefe D. Rafael Benjumea y primer
Conde de Guadalhorce por designio real, modificó alguno de sus parajes más incómodos
para que fueran algo mas “adecuados” a los nuevos viandantes. Transformándolo
de esta manera en una importante vía de comunicación que sirvió para que los
habitantes del poblado El Chorro y los caseríos aledaños, lograran llegar sin un
mayor esfuerzo a la estación de ferrocarril de El Chorro, y los vecinos de las poblaciones
de ambas zonas del desfiladero podían estrechar mejor sus lazos de convivencia.
Las habitantes de la zona norte o Gaitanejo, transitaban de día o de noche (pues
estaba provisto de iluminación para las travesías nocturnas) para ir la aldea
de El Chorro, donde se ubicaba la única escuela próxima, además de haber cantina,
así como la "tienda de "ultramarinos y coloniales" (que es como
se llamaban por aquel entonces a los supermercados de ahora).
Sus escenarios son usados para el rodaje de películas como "El coronel Von Ryan" (Von Ryan´s
Express) de 1965, con actores transcendentales (o no) como Frank Sinatra, Trevor Howard y Raffaella Carra, siendo sus
localizaciones también utilizadas en 2004, para filmar algunas
escenas de "El Puente de San Luis Rey",
en la que participaron Robert De Niro, Geraldine Chaplin y Pilar López de Ayala.
Estuvo funcionando tal
cual hasta finales de los años 70, pero, el paso del tiempo, el impacto de la
naturaleza, la falta de utilidad ante el acceso de la población a otros medios de
trasporte, y el abandono por falta de mantenimiento, dañaron de forma
irremisible algunos tramos del camino, haciéndolo prácticamente impracticable y
extremadamente inseguro.
Este deterioro ha sido precisamente el que le ha fraguado
su fama mundial, siendo durante decenios mítico destino para escaladores, buscadores
de aventura y practicantes de deportes de riesgo. Creando sobre él una nueva
"leyenda negra", llegándolo a catalogar como uno de los senderos más
peligrosos del mundo, siendo esa denominación su más efectiva publicidad. Acrecentada
mediante los nuevos y cibernéticos sistemas de traslación informativa, siendo
conocido a través de internet como "caminito de la muerte". Como son los
cuantiosos videos que de todas las partes del planeta pueden verse en la página
de YouTube, en la que entre otros podemos examinar, con casi 13 millones de
visualizaciones, el realizado con una cámara de alta resolución por el alpinista
alemán Daniel Ahnen en el año 2008, que poco tiempo después murió trágicamente
en el Himalaya al caer por una grieta, siendo también el cámara de la
expedición:
Una
invitación más para que gentes de todo el mundo se acercasen hasta estas
sierras malagueñas en búsqueda de aventura y riesgo, que se añade a la cantidad
de sugerentes fotografías que de él se pueden encontrar en la web, con solo
'googlear' Caminito del Rey. Notoriedad amplificada por algunos periódicos de
su "graciosa majestad" como el "Mirror'' o el "Daily
Mail", que lo promocionaban, como el más de lo mas, de lo último en
deportes de riesgo. Habiendo proliferado años atrás "tours"
clandestinos de esta actividad desde Inglaterra cuando el sendero ya estaba
prohibido y clausurado.
A causa de su evidente peligrosidad; pues entre 1999 y 2011 perdieron la vida ocho personas (en agosto del año 2000 de una sola vez murieron tres jóvenes al practicar tirolina, cuya placa de homenaje se puede ver justo antes de cruzar el puente colgante), a las que hay que sumar cinco heridos más, sin contar los que han salido ilesos pero que han tenido que ser rescatados; en el año 1992 la Junta de Andalucía cerraró sus accesos, haciendo volar los tramos inicial y final en el 2001 en el intento impedir el paso de los osados alpinistas, que aun con la prohibición seguían acudiendo con ansias de riesgo y aventura. Aun así eran numerosos los que se atrevían a recorrerlo por la “estimulación eufórica” que producía. Muchos de ellos han dejado pruebas graficas de aquella época y de su accidentado recorrido desde distintas latitudes del mundo, pues esta actividad no entendía de nacionalidades:
A causa de su evidente peligrosidad; pues entre 1999 y 2011 perdieron la vida ocho personas (en agosto del año 2000 de una sola vez murieron tres jóvenes al practicar tirolina, cuya placa de homenaje se puede ver justo antes de cruzar el puente colgante), a las que hay que sumar cinco heridos más, sin contar los que han salido ilesos pero que han tenido que ser rescatados; en el año 1992 la Junta de Andalucía cerraró sus accesos, haciendo volar los tramos inicial y final en el 2001 en el intento impedir el paso de los osados alpinistas, que aun con la prohibición seguían acudiendo con ansias de riesgo y aventura. Aun así eran numerosos los que se atrevían a recorrerlo por la “estimulación eufórica” que producía. Muchos de ellos han dejado pruebas graficas de aquella época y de su accidentado recorrido desde distintas latitudes del mundo, pues esta actividad no entendía de nacionalidades:
Esta situación de permanente reto hacia la dificultad, el
riesgo y la transgresión, que cada uno de nosotros llevamos en nuestro interior
en mayor o menor medida, motivo que las autoridades se planteasen su rehabilitación
a través de un reformado trazado que ha eliminado estos riesgos. Después de 25 años oficialmente cerrado, en marzo de 2015 se inauguró
su rehecho trazado. Ahora es visitado como recurso turístico de la comarca, con
un potencial futuro importante, debido a la espectacularidad del entorno, la buena reconstrucción llevada a cabo y la magnífica
aceptación de los visitantes que hasta ahora lo han transitado. Ese es el gran reto del Caminito del Rey, que brinda la oportunidad de recorrer uno de los parajes naturales más sugerentes de Málaga. Aun así, el Caminito del Rey no es un paseo normal por el campo, el recorrer sus aéreas pasarelas, cruzar puente colgante a más de cien metros de altura y el estar suspendido en medio de verticales paredes crearán una cierta sensación de vértigo en algunas personas.
aceptación de los visitantes que hasta ahora lo han transitado. Ese es el gran reto del Caminito del Rey, que brinda la oportunidad de recorrer uno de los parajes naturales más sugerentes de Málaga. Aun así, el Caminito del Rey no es un paseo normal por el campo, el recorrer sus aéreas pasarelas, cruzar puente colgante a más de cien metros de altura y el estar suspendido en medio de verticales paredes crearán una cierta sensación de vértigo en algunas personas.
Pasados 95 años y ochos días de la
visita del monarca, somos nosotros los que nos decidimos a recorrerlo. Sobre su
recorrido está todo dicho o escrito, no teniendo más que ir buscando por este
medio del WWW. Aun así puedo indicar
que: es espectacular, seguro, no requiere un esfuerzo físico especial, y aunque
desde su rehabilitación el número de visitantes es impresionante (alrededor de 1.000 visitas diarias y unas 300.000 al año),
estas están perfectamente organizadas, no sintiendo en ningún momento agobio
humano, pues su grandeza es capaz de absorber a tal gentío sin sentirte molesto
de esa presencia.
Solo unas sensaciones: Nada mas traspasar cualquiera de los
dos túneles que dan acceso al recorrido, nos encontramos en un mundo diferente
a por donde hemos entrado, es como si hubiéramos atravesado el espejo de Alicia
en el país de las maravillas, a un lado el ajetreo de la gente, los coches, las
laminas de aguas embalsadas, los chiringuitos y la humanidad, al otro se está
en medio de la pura escarpada y agreste naturaleza.
Aunque todo el recorrido es
sobrecogedor, la parte más impresionante de todo el camino es la segunda pasarela,
que transita por la mitad de la pared del desfiladero del Gran Gaitán. Más aérea e
impresionante que la primera, aunque más ancha, nos genera la impresión de
estar caminado entre la tierra y el cielo, una especie de limbo terrenal en el
que nos encontramos rodeados de agua, roca y el firmamento por encima de
nuestras cabezas, cruzando a la otra vertiente del farallón
por un puente colgante. Este pasaje es perfectamente visible desde la vía del
tren y todo aquel que la oportunidad de observarlo queda perplejo ante su osada
ejecución.
Llegados a las proximidades de la población de El Chorro,
contrastamos la quietud de las aguas remansadas con lo escabroso del
"camino" recorrido, esa paciente dualidad de que este ahora sereno
elemento que se refleja ante nosotros con los rayos del sol reflejándose plácidamente,
haya barrenado estas sierras hasta rajarlas en dos partes.
Solo me queda comentar algunos datos sobre tan sugestiva
ruta: El recorrido se realiza en un único sentido, descendente, con un desnivel
de apenas 100 m. En total son 7,7 km, de los que 4.8 km.
son de accesos (2,7 km. o 1,7 km. en la entrada dependiendo de por donde se efectúe,
y 2,1 km. en la salida) 2,9 km de recorrido en sí, de los cuales 1,5 km. son de
pasarelas voladizas (900 m. en la primera y 600 m. en la segunda), y 1,4 km. de
sendero entre ellas por el Valle del Hoyo. La altura por las que discurren las
pasarelas desde el fondo del barranco alcanza una altura de media de
80/100 m. El tiempo estimado para realizar el recorrido
completo es de unas 3 a 4 horas. Casi al final de la segunda pasarela se cruza
de una orilla a otra de desfiladero por un nuevo puente colgante de 34 m. con
una altura sobre el vacío del cauce de 105 m. Habiendo sido catalogado
por la Junta de Andalucía como paraje sobresaliente en 1987 y como Paraje Natural
en 1989, con más de 2.173 hectáreas de tierras protegidas.
Lo mejor para hacerse una idea de
este mágico enclave, es visionar las fotos que coronan este artículo o los
videos que en él he descargado, en verdad impresionantes. También en esta página, se pueden observar una sucesión de fotos a 360º por las
que podemos movernos con el manejo del ratón: http://www.elcaminitodelrey.com.
En resumen, un lugar para los que gustan de escrudiñar la historia, porque ese original
desfiladero está lleno de ella. De historias industriales y de sobre todo ingeniería,
del ferrocarril,
de imposibles canales de agua, de sendas colgadas a las paredes, de saltos
hidroeléctricos y de embalses. También de los que gustan de los atractivos
naturales, de la singularidad y en parte de los que quieran sentir el vértigo y
el riesgo. Un lugar único, solo comparable con
otro mítico desfiladero hispano, el del Cares en los
Picos de Europa.
Aquí os dejo otro sugerente video
que espero os de una idea del estado en que se encontraba antes de su reforma:
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