viernes, 27 de diciembre de 2019
jueves, 19 de diciembre de 2019
- Viaje al exilio - Languedoc y Occitania (Francia)
Durante los meses de enero y febrero de 1939, hace ahora 80
años, se desarrolló en
nuestro país uno de los mayores éxodos de toda su historia. Con la derrota del
ejército fiel a la Republica Española en el frente del Ebro, infringida por
las tropas
sublevadas al mando de Franco, se inició por parte de los militares rebeldes la
toma de Cataluña, siendo ocupada Barcelona el 26 de enero de 1939. Generándose con
ello la "Retirada" hacia tierras francesas de gran parte del ejercito
republicano, así como un número muy importante de población civil que escaparon de
las represalias, escarnios, tropelías y vendettas por parte de los sediciosos,
siendo más de 500.000 las personas que huyeron de nuestro país durante 1939 camino
del sur francés.
El concepto y la visión de lo hispano por parte de nuestros
vecinos galos en aquella época, no es la que ahora hay sobre nuestra cultura,
forma de vida y hábitos. Nos veían atrasados (que seguramente lo estábamos),
llevábamos tres años inmersos en una guerra fratricida además de sangrienta y
con malas artes en las retaguardias. Siendo como si el estrecho de Gibraltar
estuviera en los Pirineos y España fuera el apéndice norte del continente
africano, y aunque la izquierda francesa asumía el asunto de los refugiados
españoles con cierto interés, los conservadores del vecino país se mostraban recelosos
y contrarios a la entrada en su suelo de dichos expatriados. Existiendo un
decreto del gobierno francés del 12 de noviembre de 1938, en el que nombraba a
los exiliados como "extranjeros indeseables", proponiendo la
expulsión de todos ellos.
La llegada de una ingente cantidad de refugiados, en un
espacio de tiempo tan escaso, a través de una frontera que se había mantenido
cerrada desde junio de 1938, provocó el colapso de las estructuras de asilo de
toda la región del sur francés. Que junto con la coyuntura política de la
Europa de aquel tiempo, a punto de comenzar la Segunda Guerra Mundial, generó
que la situación de estos luchadores por la libertad y la legitimidad de la Republica
Española, no fuera la que debería de haber sido ofrecida por un país vecino.
Estando hacinados, sin apenas comida, sin higiene, y sin lugares donde
resguardarse en ese invierno en el que llegaron durante "La Retirada".
Teniendo que cobijarse en tiendas de campaña construidas con sus mantas,
aseándose en las playas o cocinado con agua salada del mar, hasta que poco a
poco y con sus manos tuvieron que construirse sus propios "campos de
concentración", a los que las autoridades francesas dignamente denominaban
"campos de internamiento".
A rememorar sus carencias y pesadumbres, sus miserias y
penalidades, como asimismo homenajear a estos anónimos compatriotas, nos hemos
acercado hasta el "medio día francés" casi medio centenar de personas
a las que nos uncen solidaridad, compromiso, conciencia social y humanidad. Un
variopinto grupo de gentes con la sensibilidad suficiente para poder comprobar
in situ a través de los lugares donde estuvieron recluidos estos sufridores de
la libertad, en varios de los cuales se han dedicado espacios para rememorar su
recuerdo, siendo en algunos de los casos sus descendientes quienes dirigen
estos lugares.
Han sido unos días de enorme y emotiva intensidad, con
diversidad de momentos vividos de enorme sensibilidad, en el que más de una vez
los ojos se trasformaron vidriosos. Siendo algunos de los partícipes, herederos
directos de estos españoles exiliados y por lo tanto actores directos de esta
pesadilla del pasado, haciéndonos al resto, a través de sus historias cómplices
de aquellos padecimientos.
Llegados a estas tierras del "midi", el sureste
francés, y antes de ponernos a recorrer los lugares del éxodo español al
terminar la guerra civil, transitamos en la noche las calles y callejuelas del
centro histórico de Perpignan, ciudad que también nos trae nostálgicos
recuerdos a los que nos tocó vivir la última etapa del franquismo. Evocaciones de
esa época por falta de libertades, tiempos en los que aspirábamos a ser un país
como el resto de nuestros vecinos europeos.
Perpignan es una urbe del meridión galo, que se hizo famosa por ser a donde se viajaba a visionar las películas subidas de tono que en España estaban prohibidas, curioso es saber que se organizaban excursiones en autobús desde Madrid y otros puntos de la geografía hispana para poder ver "El último tango en Paris" de Bernardo Bertolucci. También hasta aquí se trasladaba la gente para conseguir alguno de los libros o publicaciones de la editorial "Ruedo Ibérico", creada en Paris por parte de un grupo de exiliados españoles, con la intención de rellenar la falta de pluralidad informativa y superar la censura que dominaba nuestra maltrecha piel de toro………., algunas de sus obras están en mi estantería como si fueran de oro puro.
Perpignan es una urbe del meridión galo, que se hizo famosa por ser a donde se viajaba a visionar las películas subidas de tono que en España estaban prohibidas, curioso es saber que se organizaban excursiones en autobús desde Madrid y otros puntos de la geografía hispana para poder ver "El último tango en Paris" de Bernardo Bertolucci. También hasta aquí se trasladaba la gente para conseguir alguno de los libros o publicaciones de la editorial "Ruedo Ibérico", creada en Paris por parte de un grupo de exiliados españoles, con la intención de rellenar la falta de pluralidad informativa y superar la censura que dominaba nuestra maltrecha piel de toro………., algunas de sus obras están en mi estantería como si fueran de oro puro.
Tomamos dirección a Argelés-sur-Mer, población donde en su playa se instaló el primer campo de internamiento para los refugiados españoles, que en numero próximo a los 100.000 estuvieron recluidos en él. Visitamos en plena calle principal del pueblo el Memorial dedicado a los exiliados hispanos, viviendo emotivos momentos llenos de sensibilidad y recuerdo. También nos acercamos a la playa (ahora urbanizada por chalets de verano) donde se ubicó el campo de concentración, donde un monolito evoca su pasado, así mismo visitamos el cercano cementerio donde descansan los restos de los españoles allí fallecidos.
En apenas un recorrido de 8 km. hacia el sur encontramos, acurrucada bajo las defensas de los potentes baluartes de su fortaleza, la pequeña pero coqueta localidad de Colliure, que situada apenas 20 km. de la frontera española, fue población hispana hasta mediados del siglo XVII, fecha en la que el Rosellón pasó a pertenecer a territorio galo (Tratado de los Pirineos). Es en esta aldea donde falleció el gran poeta hispalense-soriano Antonio Machado, y donde se encuentra enterrado en su viejo cementerio. Un día gris y medio lluvioso nos da la bienvenida al lugar, para que sirva como complemento idóneo y atmosfera escénica, del nuevo y emotivo momento allí vivido ante la tumba del destacado escritor hispano.
Partimos ya en dirección noroeste camino del Valle del río Aude hacia Carcassonne, dejando a un lado las poblaciones de Rivesaltes y Le Barcarés, donde también compatriotas nuestros huidos de las bestialidades de la guerra, estuvieron recluidos en otros tantos campos de concentración.
Es de noche ya cuando llegamos a Carcassonne, la capital de los "cataros", pero aun así recorremos las enmarañadas calles de su medieval ciudadela, donde las sombras de los viandantes se nos asemejan espadachines de la época de los mosqueteros. En verdad que esta ciudad es hermosa y está bien cuidada, lo que nos anima a pasear sus calles en casi soledad, una situación que contrasta con lo que debe ocurrir en los meses de canícula, donde posiblemente no se pueda dar un paso. En la mañana con la luz de un esplendido y soleado día complementamos la visita, deambulando por sus callejones y travesías, rematamos la ruta accediendo a la monumental Basílica de San Nazario, que fuera catedral de la urbe hasta 1801, pero con méritos suficientes para seguir siéndolo.
En apenas un recorrido de 8 km. hacia el sur encontramos, acurrucada bajo las defensas de los potentes baluartes de su fortaleza, la pequeña pero coqueta localidad de Colliure, que situada apenas 20 km. de la frontera española, fue población hispana hasta mediados del siglo XVII, fecha en la que el Rosellón pasó a pertenecer a territorio galo (Tratado de los Pirineos). Es en esta aldea donde falleció el gran poeta hispalense-soriano Antonio Machado, y donde se encuentra enterrado en su viejo cementerio. Un día gris y medio lluvioso nos da la bienvenida al lugar, para que sirva como complemento idóneo y atmosfera escénica, del nuevo y emotivo momento allí vivido ante la tumba del destacado escritor hispano.
Partimos ya en dirección noroeste camino del Valle del río Aude hacia Carcassonne, dejando a un lado las poblaciones de Rivesaltes y Le Barcarés, donde también compatriotas nuestros huidos de las bestialidades de la guerra, estuvieron recluidos en otros tantos campos de concentración.
Es de noche ya cuando llegamos a Carcassonne, la capital de los "cataros", pero aun así recorremos las enmarañadas calles de su medieval ciudadela, donde las sombras de los viandantes se nos asemejan espadachines de la época de los mosqueteros. En verdad que esta ciudad es hermosa y está bien cuidada, lo que nos anima a pasear sus calles en casi soledad, una situación que contrasta con lo que debe ocurrir en los meses de canícula, donde posiblemente no se pueda dar un paso. En la mañana con la luz de un esplendido y soleado día complementamos la visita, deambulando por sus callejones y travesías, rematamos la ruta accediendo a la monumental Basílica de San Nazario, que fuera catedral de la urbe hasta 1801, pero con méritos suficientes para seguir siéndolo.

Seguimos nuestra ruta a poniente, 95 km. y algo más de una hora separan Carcassonne de Toulouse la Tolosa francesa, poderosa capilar del sur francés y reina del Languedoc "Lenguaje de Oc", idioma que se hablaba antiguamente en estas regiones. En esta población cercana a los pirineos y a la frontera española, se instalaron el mayor número de refugiados durante el exilio, por lo cual hoy un 10% de su población son origen español, siendo definida como “la ciudad más hispana de Francia”.
Toulouse es una elegante y distinguida ciudad
presidida por su amplia y señorial Plaza del Capitole, donde se ubica el
magnífico y significativo edificio del Ayuntamiento. Es partiendo desde aquí,
centro incuestionable de la urbe, donde comenzamos, en tarde lluviosa, gélida y
ventosa, el recorrido por las partes más significativas del Toulouse de nuestra
posguerra-civil: la esquina de la Place Capitole donde se juntaban los círculos
anarquistas, el refectorio de la Iglesia de los Jacobinos (templo donde está enterrado
Santo Tomas de Aquino y donde se celebraron congresos de U.G.T. y P.S.O.E. en
el exilio), la calle Pargaminieres donde en su número 51 se instaló la Cruz
Roja Republicana Española, lugar también donde se decidió por parte del Partido
Comunista de España la invasión por el Valle de Aran durante el mes de octubre
de 1944, fracasado intento de cambiar el régimen de Franco. También en el numero
30 de la cercana rue de Velade, donde junto con el sindicato francés
"Force Ouvrière " se reunían gentes del
sindicato U.G.T. en el exilio. O la rue du Tau (Calle del Toro), donde tenían
en los números 69 y 71 tanto la sede el P.S.O.E. como la U.G.T.
Tuvimos tiempo durante una soleada
mañana, antes de partir de retorno a España, a recorrer sus interesantes calles
y a visitar algunos de sus espacios más singulares, amén de ir a observar como
el río Garona la cruza por mitad, así como degustar unas buenas cacerolas de esos pequeños mejillones que también saben preparar en esas latitudes.
Coincide nuestro periplo por estas tierras, con un homenaje
de escritores franceses hacia al que fuera el último Presidente de la II
Republica Española Manuel Azaña, fallecido en 1940 en la población de Montauban, en donde está enterrado y a donde nos dirigimos. En su bucólico cementerio, un coro de niños junto a un pequeño grupo de jóvenes músicos interpretan "Bella ciao", la hermosa canción italiana que se ha convertido en himno antifascista, discursos ensalzando la figura del político republicano, ofrendas florales y banderas republicanas........... convierten el acto en un emotivo momento entre breves palabras (todas en castellano) y viejos militantes de izquierda.
Como colofón nos desplazamos otros 30 k. al noreste hasta la pequeña y acogedora población de Septfonds,
donde a sus afueras (2,5 km) se sitúa el Memorial del Campo de Internamiento de
Septfonds, en el mismo lugar donde se habilitó hace ahora 80 años y donde un
reconstruido barracón con unos paneles informativos y un monolito de granito,
rememora donde estuvieron internados más de 16.000 españoles. Fue aquí, en
estos terrenos donde vino a vernos Joaquín Prades, el último refugiado que
queda aun con vida, con sus 95 años llego allí con 14. Este hombre con mirada
triste y observando la planicie anexa a donde nos situamos, ahora dedicada a producción
agraria, lugar en el que se situaba el campo de concentración, comenta con melancolía
"hay…….. si estos campos hablaran".
En esta población se da el curioso caso, solo repetido en
otro único lugar, de que los españoles "retenidos" se dedicaron a
pintar, habiendo dejado prueba de ello en el mural "Vía Crucis", pintada por Joseph Marti y
Bonaventura Trepat que podemos observar en la Iglesia, y una expresiva
pintura representando la llegada de los
españoles al campamento en 1939 obra de Joseph Ponti, que se
conserva en lugar prominente del ayuntamiento, y del que su regidor se
encuentra orgulloso.
También en sus alrededores (2,5 km.
en dirección sur) se encuentra el conocido como Cementerio de los Españoles
Refugiados, donde dignamente (desde 1978) descansan los cuerpos de 81 de estas víctimas
del exilio.
El libro "Exiliados republicanos en Septfonds
(1939)", escrito por el profesor José Antonio Vidal Castaño en 2013, en el
que narra las vicisitudes de algunos de los 15.000 "internados" de aquel campo de concentración.
No soy muy de agradecimientos en estas
páginas, "pero de bien nacido es ser agradecido" y a las personas que
quiero darles su reconocimiento se lo merecen de sobra, pues son los que mantienen
en vivo; con ilusión trasmisora, con ganas de hacerlo y una sonrisa en sus labios;
la memoria de aquellos españoles que huyendo de la atrocidad y la bestialidad del
fascismo español se vivieron a estas tierras en busca de sus salvación.
A:
A:
- Jean-Pierre Amalric, historiador y
presidente de la asociación Presencia Manuel Azaña en Montauban.
- Geneviève Dreyfus-Armand, historiadora francesa, ex
directora de la Biblioteca de Documentación Internacional Contemporánea (BDIC) así
como del Museo de Historia Contemporánea, presidenta honoraria de Caminar
(Coordinación Nacional de Descendientes y Amigos de Exiliados de la España Republicana),
y vicepresidenta de la asociación Presencia Manuel Azaña en Montauban.
- Jacques Tabarly, alcalde de la pequeña población de Septfonds,
persona dedicada a la causa de los refugiados, por lo cual ha recibido amenazas
por parte de gentes próximas a ISIS (Estado Islámico), al dar cobertura humanitaria
en su población a "yazidíes" (kurdos), considerados por DAESH como
subhumanos.
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Pablo Font
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sábado, 7 de diciembre de 2019
- Soria - Entre el Amazonas y Abu Dabi
Estamos en plena "euforia" de la conferencia para
salvar la Tierra, la COP25, a la que hoy se ha unido la ciudadana sueca Greta
Thunberg, que por cierto no comparto nada su forma de actuación………… y menos que
no vaya al colegio como forma de protesta por el maltrato al planeta. Además
tiene cara de enfadada, y si tengo que elegir entre una niña, sueca, rebelde y
transgresora, me quedo con Pippi Långstrump (Pippi Calzaslargas en España), que durante los años 70 del
siglo pasado, y a través de una televisión en blanco y negro, en un país del mismo
color, nos animó a la anarquía infantil. Esto no quiere decir que me ponga a
favor de las tesis del ominoso Federico
Jiménez Losantos, que como suele ocurrir con este elemento (que ha sido
favorecido con licencias de radio y tv. por parte de los chicos del P.P.
durante años para expandir su propaganda) se ha prodigado en descalificaciones
de mal gusto hacia esta niña de 16 años en la emisora de su posesión "es
Radio" y su tele particular "Libertad digital".
Pero independientemente de cómo cada uno creamos luchar contra
el cambio climático, o de como otros lo nieguen, estos días
estamos observando y escuchando en los distintos medios de comunicación una avalancha
de información sobre este tema, ahora en boga. Quiero de entre ellos resaltar; el
que para mi por su proximidad y conocimiento del lugar, ya que mis venas llevan gotas de agua del rio Izana; el editado por Carlos Martínez
Mínguez, alcalde de la capital soriana (P.S.O.E.) desde hace 12 años, en el que nos muestra como la España vaciada,
es también buena muestra de la España sostenible. Deberíamos saber que Soria cuenta con alrededor de 227 millones de árboles, lo que supone un total de unos 2.500 ejemplares por habitante.
Más interesantes que mis letras son las suyas, plasmadas en
una ponencia presentada en la conferencia de Madrid el pasado día 5, y que el periódico
digital "Publico.es" se hace cuenta de ella:
Soria - Entre
el Amazonas y Abu Dabi
de Carlos Martínez
Cerca de 8.000 kilómetros separan Soria del Amazonas en una
dirección y aproximadamente otros 8.000 la separan de Abu Dabi en la opuesta.
Pero, en un mundo global, Soria podría entenderse como un punto de intersección
equidistante de ambos, dibujando una bisectriz cuya ‘x’ indica el foco
sobre el que debe reflexionar la acción por el clima.
Dejemos de mirar sólo aquellas instantáneas de centros
colapsados, tráfico, grandes urbes y polución y, como si en Soria estuviéramos,
abramos la mente a un horizonte más despejado y asomémonos a una ventana de
oportunidades para las personas y para los territorios, a un balcón con más de
400.000 hectáreas de masa forestal. No es el gran Amazonas, obviamente, pero sí
es nuestro pequeño ‘Amazonas’ y la suma de muchos árboles es lo que acaba
dibujando un bosque.
Pero, además, aún en ese mirador, dejemos la mente volar
hacia el año 2050 cuando, según la Comisión Europea, el uso de fuentes de energía
renovables debe superar el 60% para poder llegar al objetivo de emisiones netas
nulas. Entonces entenderemos que Soria sí puede ser el nuevo Abu Dabi con
agua, sol, aprovechamientos maderables y mucho aire.
Nadie, salvo incorregibles negacionistas, discutiría, por
lo tanto, que el Amazonas es el pulmón del planeta y que su supervivencia es
esencial para la de todas las personas que lo habitamos. Tampoco nadie podría
rechazar que Abu Dabi ha sido y es el motor ‘fósil’ de le economía mundial y
que la dependencia internacional de los combustibles es incuestionable.
Pero… ¿y Soria?, ¿De verdad que nadie va a reflexionar
sobre el papel de Soria y todas las Sorias? ¿Nadie va a apostar por cuidar cada
pequeño Amazonas? ¿Nadie va a invertir en los nuevos Abu Dabi de las
renovables? Nuestro modelo debe servir, por lo tanto, de punto de
inflexión para entender el papel de las pequeñas y medianas urbes en la lucha
contra el cambio climático, deben ser miradas como una solución y como ciudades
aliadas, entendidas como un verdadero ‘balón’ de oxigeno literario y literal y
como un destino prioritario de inversión porque ninguna sostenibilidad
ambiental es posible si primero no existe una sostenibilidad humana. Y ahí, en
este equilibrio, entra la economía circular que permite esta apuesta por los
recursos propios que fijan población, sostenibilidad humana, y con ella
alimentan el territorio, sostenibilidad ambiental.
Soria y otras Sorias deben ser a las grandes urbes lo que
el Amazonas es al Planeta y, por ello, precisa de atención, tanto en la agenda
política, y por eso queremos estar en esta Cumbre, como en la económica cuando
se diseña las acciones y se aprueba la financiación para actuar contra el
cambio climático.
Para entenderlo de una forma sencilla, podemos hablar de
una Soria proactiva y comprometida con el entorno y que pone en marcha medidas
concretas para la reducción de emisiones, auditadas cada año. Pero también
podemos hablar de su rol de provincia que ‘exporta’ oxígeno con más de 400.000
hectáreas forestales, más de 30.000 sólo en el término de Soria capital, de las
que más de 140.000 están verificadas liderando el ranking de Castilla y León e,
incluso, sumando más que toda Asturias y Cantabria juntas, según los datos de
PEFC de la memoria de 2018.
Esta masa forestal hace además que la generación de energía
por biomasa sea ya una realidad con una red de calor promovida por la empresa
REBI en la ciudad que llega a más de 16.000 sorianos, casi un tercio de la
población, con una central térmica que suministra 80 GWh/año, de manera que se
ahorran más de 28.000 Tm/año en emisiones de CO2, utilizando combustible local
y creando puestos de trabajo en la zona.
Pero si hablamos de energía eólica, según datos de APECYL,
la provincia dispone de 40 parques en funcionamiento y genera 1178 mw,
duplicando y triplicando a cualquiera de las otras provincias de Castilla y
León salvo Burgos.
El liderazgo de Soria en energías limpias queda también
patente si pensamos en energía solar y no sólo por sus 2.821 horas de sol al
año, según los últimos datos del INE, sino por la apuesta de empresas como
Solaring, considerada líder mundial, con una producción anual que ha alcanzado
la cifra acumulada de 544 GWh lo que en términos económicos se traduce en 17,29
millones de euros generados durante el año 2018 y un total de ahorro de
emisiones de unas 234.000 toneladas de CO2.
Con este pequeño esbozo, parece claro que estas ciudades y
territorios intermedios tienen que tener voz, tenemos que tener voz en una
acción contra el clima y no podemos pasar ni como convidados de piedra ni ser
invisibles. El “no dejar a nadie atrás” de la Agenda 2030 y los Objetivos de
Desarrollo Sostenible se asienta en esta recortar diferencias entre territorios
y en trabajar alianzas. Nosotros estamos preparados, tenemos soluciones, pero
también necesitamos compromisos. Si la tala indiscriminada de árboles en el
Amazonas hace que nos duela el planeta, el olvido de las distintas Sorias que
se reparten por el mundo, impedirá aliviar esas heridas.
Publicado por
Pablo Font
en
12:30
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domingo, 16 de junio de 2019
- Shiraz…… al final de Irán
Era viernes y festivo para los musulmanes, estaba como
nublo, con una especie de calima que tamizaba la transparencia de la luz. Las
calles con apenas gente a primera hora de la mañana, pero a medida que avanzaba
el día iban acogiendo cada vez más animación, con ciudadanos, que como nosotros
dedicaban el día de asueto a pasear y a visitar lugares singulares de la urbe.
Cruzamos el seco rio que atraviesa por la mitad la ciudad, y al pasar por
delante del Hospital Shahid Dastgheib, vemos como una inquieta madre lleva en brazos
hacia la puerta de urgencias a su niño de apenas unos días............ estamos
en Shiraz al sur de Irán y es nuestra primera jornada en esta población.
Dedicamos la mañana a visitar el espacio donde está la
tumba del querido poeta Hafez, un
columnado templete cilíndrico en medio de unos jardines. Pero lo que más me
llama la atención, a la salida, es un gran mural urbano con la bucólica y
serena imagen del ilustre rapsoda en tonos azul pastel, que a modo de grafiti
ocupa toda la pared de una casa de tres pisos en Azadi
boulevard. Este sí que es un verdadero homenaje al gran juglar y místico sufí,
coetáneo de nuestro Arcipreste de Hita (siglo XIV) y como él halagador del amor.
Siembre envuelta su vida en un aire de misterio y leyendas, los poemas de Hafez
elogian los placeres de la seducción, la caza y el vino………. que similitudes con
mi querido Omar Khayyam.
El vino, es también otro de los elementos que le forjan
singularidad a esta población, dándole nombre a la afamada uva francesa "shiraz" o "syrah" originaria de Persia, y que
tan buenos caldos produce en el Valle del Ródano. También en esta provincia
iraní se elaboraron buenos vinos y de ello quedan recientes constancias (aun
hoy, pero de manera clandestina se obtiene vino de forma familiar), pero el
fanatismo y la intolerancia de los regímenes de los ayatolas a partir del 1967,
prohibió su consumo y producción. Intransigencia que no existía en tiempos
pretéritos, donde el islán era totalmente compatible con el consumo de estos
fermentos de la uva.
Islán clave de Irán, en el que todo se mueve a su alrededor
y además estamos a comienzos del Ramadán. A cada paso que damos algo de este
credo hay en nuestro entorno: una mezquita o dos, un mausoleo, una medersa, un
minarete al fondo, una cúpula en el horizonte o un imán callejeando con su
maletín en la mano. Es imprescindible, dicen, visitar la Mezquita Rosa "Nasir ol Molk" a primeras horas de la
mañana, para observar como traspasa la luz por sus coloridas cristaleras,
crenado en su interior un bello y cromático efecto. Pero creo que es totalmente
prescindible, pues es tal el guirigay, algarabía, alboroto y griterío que se forma,
que la magia del instante que se pudiera percibir, se evapora al momento. Mejor
no entretenernos mucho y continuar hasta el cercano mausoleo de Sayyed Alaeddin Hossein, donde somos tratados e
informados con gran amabilidad por los responsables del mismo, al igual nos
ocurre en el mausoleo de Ali Ibn Hamza, donde somos casi agasajados. Estos recintos que desde el
exterior podemos confundir con mezquitas, ya tienen al igual que ellas
minaretes y cúpula. En su interior observamos un mundo casi de magia, pues
están totalmente recubiertos: paredes columnas y techos, con pequeños trozos de
espejos generando formas cóncavas y simulando arabescos, con el añadido de unas
fluorescentes luces verdes. La visión y el espectáculo no puede ser más irreal
y fantástico, brillando todo a nuestro alrededor. Hasta llegar a Irán nunca
había visto algo así, aunque a mí me parece sobrecargado y hasta hortera.
Relajamos nuestras recargadas vistas entrando en la medersa (escuela coránica) de Khan, su
patio es agradable y tranquilo. El edificio y toda la manzana esta en
rehabilitación, edificando un centro comercial de esos que tiene escaleras
mecánicas………. el progreso. Algo más adelante nos topamos con el gran mercado de
Shiraz, el Bazar Vakil, uno más pero
con su especial encanto y ajetreo. Por una de las salidas del zoco, accedemos
directamente a la Mezquita Vakil,
una joyita del siglo XVIII. Con una esplendida sala de oración, conformada por un bosque
de 48 robustas columnas de piedra talladas en espiral, que junto a la luz filtrándose
por su sugerente patio, crean una atmosfera o encantamiento del que cuesta
salir.
Pero salimos, a
una plaza recién remodelada que también es un acierto. En ella los foráneos no
musulmanes podemos superar el Ramadán, ya que en una especie de medio galería
de arte vanguardista, medio restaurante muy a la moda "Vakil Cultural
House", se apiadan de estos
humildes mortales y nos dan de comer. Justo enfrente y anexo a la mezquita se
sitúa el interesante Hamman Vakil,
que como casi todos los baños públicos de Irán han sido reconvertidos en museo,
por la irracionalidad de los clérigos-gobernantes del país. Cruzando el
peatonal y ajardinado Zand boulevard, veremos la ciudadela "Arg" Karim
Khan, edificada en 1766 y si bien su exterior resulta interesante, con una de
sus cuatro torres algo inclinada como la de Pisa, su interior no debe de ser
muy llamativo.
Dirigimos nuestros pasos a los Jardines Naranjestan Qavam, una bella casa
tradicional de 1879. Su nombre le viene por la abundancia de naranjos en su hermoso
y bien cuidado jardín repleto de rosas. Un estanque en medio de este, hace las
veces de anfitrión a lo que fueran las dependencias del palacete, que
lujosamente decoradas se ubican orientadas hacia el suroeste. Es aquí donde se
demuestra la ostentación y el gusto de
estos opulentos y ricachones
comerciantes persas del siglo XIX. Sus dos pisos incluyen un porche todo de
espejos, con dos columnas de piedra acompañadas por puertas y ventanas con
incrustaciones y techo de madera con pinturas. Esta sala espejada se sitúa en
el centro, estando rodeada a derecha y a izquierda por elegantes y luminosos
salones, desde ella podemos contemplar todo el jardín con sus hermosas palmeras.
En el sótano se halla un interesante museo. Remata el conjunto
un agradable café en un patio interior. De esta manera completamos una visita interesante
que rompe algo la monotemática ruta de los minaretes.
Tanto este artículo como el viaje
por estas tierras han comenzado con el Islán, y como no podía ser de otra forma,
en un recorrido por Irán, terminamos con el Islán, visitando el complejo mahometano
del Mausoleo-mezquita Shah Cheragh.
El columnista del "Muslim Heritage" (Legado
Musulmán), Cem Nizamoglu, nos comenta que: "hay
muchísimas mezquitas en el mundo, cada una con diseño propio. Sin embargo, para
que una destaque por sobre las otras, necesita ser única y poseer
detalles irrepetibles". Éste es el caso de Shah Cheragh, el templo iraní de Shiraz que sorprende por
su belleza y magnificencia.
Flanqueada por dos esbeltos minaretes, que escoltan su original y magnífica cúpula con forma de cebolla. Su interior custodia las tumbas de Amir Ahmad y su hermano Mir Muhammad, hijos de Musa al-Kadhim, 7º imán de los musulmanes chiíes, que fueron asesinados por el Califato (sunita) en el año 835, cuando se refugiaron en esta ciudad al ser perseguidos por sus creencias chiitas.
Flanqueada por dos esbeltos minaretes, que escoltan su original y magnífica cúpula con forma de cebolla. Su interior custodia las tumbas de Amir Ahmad y su hermano Mir Muhammad, hijos de Musa al-Kadhim, 7º imán de los musulmanes chiíes, que fueron asesinados por el Califato (sunita) en el año 835, cuando se refugiaron en esta ciudad al ser perseguidos por sus creencias chiitas.
Su nombre se traduce como "señor de la luz", pues
según la leyenda, un hombre fue atraído por un gran resplandor que le condujo hasta
estos enterramientos. Durante el siglo XIV, en el lugar, se erigió este templo
tal y como hoy lo conocemos, ordenando cubrir paredes y techos con millones de pequeños
espejos y cristales de colores para así lograr la curiosa y recargada (para mi
gusto) atmosfera interior.
Shah Cheragh es apreciada como uno de los lugares más sagrados de Irán, considerada como auténtica joya
de Shiraz y una de las mezquitas más bonitas de todo
Irán, sobre todo al atardecer cuando las luces de la noche generan es sus
patios sorprendentes sensaciones.
El complejo, que ocupa una extensión
de 90.000 m2 en medio del barrio más antiguo de todo Shiraz, tiene 6
entradas por distintos lugares, varios minaretes, dos fabulosas cúpulas y
comprende: bibliotecas, mezquitas, los dos mausoleos y varios sepulturas de "imamzadehs" (descendientes de
Imanes), medersa, así como tres grandes y espectaculares
patios. Entre las nuevas construcciones se halla la
Mezquita-Santuario Imán Khomeini Shabestan de Shahecheragh, que como
curiosidad cuenta con escaleras mecánicas para acceder a
los baños y lavatorios que están en el sótano.
Desde uno de sus patios se accede a la vieja mezquita Jameh Atigh, que datada en 894 representa
la estructura islámica más antigua de Shiraz. En medio de su atrio se encuentra
la curiosa construcción en forma de torre, denominada Khoday-Kahe (Casa de
Dios) a semejanza con la Kaaba de La Meca. Edificada a mediados del siglo XIV con
el fin de custodiar los valiosos Coranes que la mezquita poseía, se cree que el
poeta Hafez trabajó aquí.
El conjunto que forman todas estas
edificaciones, la devoción de la gente que al visitarla notamos (y no soy sospechoso
de ser seguidor de ninguna religión, al contrario), la espiritualidad que se
palpa y la naturalidad en el trato con los que de fuera somos, hace que tanto
los locales, como los turistas, nos sintamos maravillados al estar en este espacio,
una de las mezquitas más admirables del planeta
y un sitio de enorme fervor sin duda.
Nos despedimos de Irán, un país que nos ha sorprendido favorablemente, a la espera de que algún día, no tardando, cambie hacia una mayor libertad, pero no se lo están poniendo fácil los EE.UU del impresentable Trump, solo hay que ver la prensa de estos últimos días. Estas gentes tan maravillosas y hospitalarias, amables y educadas, sensibles y avanzadas, se merecen un futuro sereno y prospero sin que nadie les hipoteque el porvenir, poder vivir sonriendo como hasta ahora pero sin sentirse presionados por nadie, ni de dentro, ni de fuera…………… poder respirar la ansiada liberación que sus rostros expresan.
Nos despedimos de Irán, un país que nos ha sorprendido favorablemente, a la espera de que algún día, no tardando, cambie hacia una mayor libertad, pero no se lo están poniendo fácil los EE.UU del impresentable Trump, solo hay que ver la prensa de estos últimos días. Estas gentes tan maravillosas y hospitalarias, amables y educadas, sensibles y avanzadas, se merecen un futuro sereno y prospero sin que nadie les hipoteque el porvenir, poder vivir sonriendo como hasta ahora pero sin sentirse presionados por nadie, ni de dentro, ni de fuera…………… poder respirar la ansiada liberación que sus rostros expresan.
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Pablo Font
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Etiquetas: - Shiraz...... al final de Irán
martes, 11 de junio de 2019
- Persépolis…… el orgullo persa
Estamos en el año 521 anterior al nacimiento de Cristo,
Darío I el Grande, de una forma "no convencional" (despojando del
trono al usurpador del legítimo rey), se ha hecho con el poder de toda Persia. Alcanzando,
durante los 35 años de su mandato, el Imperio Persa su máximo esplendor. Territorio
que se extendía desde Tracia (Bósforo) y Grecia, hasta el río Indo, incluyendo
Egipto y Libia, así como Siria, la Tierra de Israel, Uzbekistán y el Cáucaso.
Una vez sofocados los escarceos y rebeliones posteriores a
su llegada al trono, a los nueve años de su reinado opta por consolidar su corte.
Tomando en el año 512 a.C. la decisión de crear en las proximidades de la
confluencia del río Pulwar con el rio Kur, una gran urbe palaciega que sirviera
de capital ceremonial (que no política) del imperio. Esa ciudad seria Persépolis, eligiendo este emplazamiento por ser el centro
geográfico del vasto imperio aqueménida al que pertenecía. Aparte de su ubicación, son dos las causas que le motivan
hacerlo: la primera mejorar su imagen, ya que su ascenso al poder ha sido un
tanto anómalo, la otra hacerse valer entre súbditos, que procedentes de
civilizaciones muy antiguas y cultas, consideraban a sus nuevos regidores como advenedizos
o barbaros. Para lo cual perfiló un lugar que pudiera competir en grandeza con
las Pirámides de Egipto o los Jardines Colgantes de Babilonia.
Darío diseña una metrópoli-capitalina únicamente protocolaria,
para impresionar con su fastuosidad a las delegaciones procedentes de las
provincias del imperio o de los estados vasallos, durante las recepciones que
en ella se realizaban. El complejo de
edificios donde se celebran las ceremonias está en una impresionante terraza
parcialmente cortada en una colina y en parte apoyada por muros. Esto hace visibles los monumentos de Persépolis
desde una gran distancia. Se diseña una doble escalera de entrada con peldaños muy bajos para facilitar el
acceso a la terraza por las comitivas que acompañan al rey a su regreso de una exitosa
campaña guerrera. Estos escalones
bajos consiguen que el avance sea necesariamente lento, acrecentando la
solemnidad del cortejo.
Opta como localización para su nueva ciudad la parte baja
de la formación rocosa del Kuh-e Ramat (Monte de la Misericordia), que se convierte
de esa forma en el emblema de la dinastía aqueménida. Hace erigir la terraza,
los palacios de Apadana y Tachara, las salas del Tesoro, así como las murallas.
Es difícil datar con precisión la construcción de cada uno de estos monumentos,
sirviendo como datación la proporcionada por las tablillas de arcilla
encontradas entre sus ruinas, que a modo de legajo testifican la existencia de la
labor constructiva.
La urbe engloba un formidable complejo palacial sobre una
monumental terraza que soporta los múltiples edificios. Y en contraste con
otras fastuosas edificaciones antiguas: romanas, griegas o egipcias, la
construcción de Persépolis no es ejecutada por esclavos, sino que en ella
trabaja mano de obra artesana procedente de todos los lugares del imperio:
Babilonia, Jonia o Egipto. Posee
un sistema defensivo formado por tres murallas, junto a las
que hubo de haber torres de vigilancia. Pese
a lo cual no es un reducto inexpugnable, confiando su regidor Darío, más en
el pánico y respeto que generaba en sus adversarios que a sus propias defensas.
Y es que los ejércitos persas fueron los dueños y amos de toda esta parte del
mundo durante más de dos siglos.
El proyecto de Darío es tan
ambicioso que no puede verlo acabado y tras su muerte prosigue la obra su hijo
Jerjes, que añade al complejo la Puerta de todas las Naciones, el
Hadish, un palacio para él, e incluso el Tripylon. Y aunque la importancia de
la gran capital persa va decayendo, se continúa edificando en ella, ya que sigue siendo vista como la cuna de la dinastía
Aqueménida, eligiendo ser enterrados muchos de sus reyes en las proximidades.
Jerjes I, consorte de la bíblica Ester, es el que
reconocemos por la película "300", en la cual se recrea la batalla de
Las Termopilas entre persas y griegos, acaecida en el
480 a. C. seis años después de la muerte de Darío. Su nieto Artajerjes I
continúa las construcciones, constatando que durante su mandado se encuentran
trabajando en Persépolis 1.149 artesanos. Prosiguiendo el desarrollo de Persépolis durante
doscientos años, hasta la conquista de Persia por parte de Alejandro Magno.
Lo que primeramente deslumbra a los embajadores y
dignatarios de otros países o gobernaturas que se allegan
hasta Persépolis, es la majestuosa y sublime puerta de acceso al recinto
palatino, la conocida como Puerta de Todas las Naciones.
Se trata de dos columnas delanteras y dos posteriores de 5.5 metros de altura,
decoradas con sendos y enormes toros o leones alados con torso humano
o "lamassu". Estos mitológicos y legendarios seres protectores,
colocados a los lados de las dos
entradas eran un tributo a los asirios y a Mesopotamia, la provincia más fértil
del imperio, y en las columnas ser pueden apreciar elementos con flores del
loto egipcias y espirales jónicas. En honor al monarca que mandó
edificar la puerta (Jerjes I), se dejó constancia a través de un grabado cincelado
en babilonio, antiguo persa y elamita, las principales lenguas del imperio por
aquel entonces.
Tras atravesar la monumental puerta, a nuestra derecha se
encuentra la Apadana o sala de audiencias. Palacio
edificado sobre-elevado, al que se accede a su interior por sendas escaleras
(norte y este) con frisos de bajorrelieves de muy buena confección. Donde se
pueden admirar hileras de emisarios de diferentes satrapías del imperio pagando
tributos al rey persa, así como representaciones de soldados persas en actitud guerrera.
Con una extensión de 12.000 m2 y 72 columnas
de 20 metros de alto, de las que el ejército de Alejandro Magno a su
paso por Persépolis, solo dejó una en pie. Gracias a los trabajos de
restauración se han podido reconstruir y erigir de nuevo 14 de ellas (en el
siglo XVI aun quedaban 40).
Los bajorrelieves esculpidos en las escalinatas y puertas
del palacio representan la diversidad de los pueblos que componían el imperio.
Las múltiples inscripciones reales en escritura cuneiforme están redactadas en
persa antiguo o babilonio. Están grabadas en lugares concretos para este fin,
especificándose en ellas qué monarcas decidieron la construcción de cada uno de
los edificios.
Otro de los edificios más
impresionantes de su tiempo es el Palacio de las 100 Columnas, dedicado a
residencia real. Con una altura de 20
metros y una longitud de 60 por lado, se estima que su interior permitía
recibir a unas 10.000 personas. Asentado sobre 36 columnas en 6 filas, de las que en la
actualidad solo se conservan 13, en las que
podemos apreciar unos curiosos capiteles de doble pròtomo (busto de toro, león o grifo) típicos de la
arquitectura aqueménida, en especial de Persépolis, y que podemos
observar esparcidos por muchos lugares de entre las ruinas.
El edificio conocido como Tripylon (tres puertas), se encuentra
también copiosamente decorado con bajorrelieves, dedicados fundamentalmente a
de hechos guerreros. En sus accesos, al igual que en la Apadana, se encuentran
elegantes escaleras con proliferación de relieves de muy buena realización.
La
enemistad Griego-Persa era por aquellos tiempos manifiesta, las dos potencias
de la época competían por el dominio de los territorios situados entre el Asia
occidental y el extremo meridional de Europa, unas veces con dominio persa, otras
con poderío griego. Como es el caso de la llegada al poder del
macedonio Alejandro Magno, quien emprendió una campaña contra los persas, decidido
a extender los confines de su reino. Llegando a Persépolis en el año 330 a. C,
quedó hechizando por el esplendor de la urbe y la suntuosidad de
sus
edificaciones. Tras dejar en ella parte de su tropa, prosiguió su cruzada por
tierras persas, pero un año después en el 331 a.C. regresó. Los anales
históricos no nos han dejado testimonio de la motivación del Gran Alejando,
pero el hecho es que tomó la decisión de arrasar la que fuera excelsa capital
del Imperio Persa. Pudo mandar incendiarla como represalia al anterior saqueo y
destrucción de Atenas por parte de los persas. Pudo de esta manera significar
el fin del poder persa y el inicio de un nuevo dominio. La historia nos ha
dejado esta incógnita, pero al parecer el mismo Alejandro se lamentó posteriormente
de esta decisión.
Tras el incendio muchos
de los edificios se vieron reducidos a escorias, en algunos casos llegando a
tener las cenizas un grosor de entre 30 y 40 ctm. Por si no
fuera poco, con la invasión musulmana del siglo VII, y con la proscripción
islámica de representar figuras humanas, algunos
de los relieves fueron destruidos. Completando el desaguisado los occidentales, quienes contribuyeron al saqueo de
gran parte de su patrimonio, encontrándose mucho de él expuesto en los grandes
museos europeos y americanos.
Hoy en día las ruinas de Persépolis tienen un valor histórico mucho más que vistoso, y aunque su nombre esté asociado al gran Imperio Persa, hay por la geografía mundial otros restos de antiguas ciudades capitalinas que las superan en seducción. Pero si que destacan los restos de esta antigua capital por los bajorrelieves tallados en las piedras de sus monumentales escaleras, verdaderas joyas del arte esculpido en piedra, que han quedado hasta nuestros días porque prácticamente han estado enterrados entre arenas y escombros.
Hoy en día las ruinas de Persépolis tienen un valor histórico mucho más que vistoso, y aunque su nombre esté asociado al gran Imperio Persa, hay por la geografía mundial otros restos de antiguas ciudades capitalinas que las superan en seducción. Pero si que destacan los restos de esta antigua capital por los bajorrelieves tallados en las piedras de sus monumentales escaleras, verdaderas joyas del arte esculpido en piedra, que han quedado hasta nuestros días porque prácticamente han estado enterrados entre arenas y escombros.

Naqsh-e Rajab
A escasos 3 kilómetros de la ruinosa Persépolis, pasamos
justo al lado de un escondido y no muy grande conjunto de bajorrelieves de gran
valor, aunque de un período posterior a la antigua capital persa. Nos los
encontramos por desgracia, con los rostros de las principales figuras destruidos
por los árabes tras su
conquista del país, hecho que ya hemos visto repetido en cantidad de lugares no solo en Irán, la intransigencia religiosa produces estos estragos. En el yacimiento se pueden observar 4 grabados en roca en el que representan varias escenas históricas.
conquista del país, hecho que ya hemos visto repetido en cantidad de lugares no solo en Irán, la intransigencia religiosa produces estos estragos. En el yacimiento se pueden observar 4 grabados en roca en el que representan varias escenas históricas.
De este lugar se conoce perfectamente la datación, por los
personajes fundamentales cincelados en las rocas. En uno de ellos se localiza al
rey Sapor I (siglo III de nuestra era) sobre su caballo y tras él, posiblemente
su hijo y heredero Ormuz I. En
otro de los grabados se representa la proclamación del soberano Ardacher I, creador del
imperio sasánida y padre de Sapor I. Siendo este último quien también aparece
en otro bajorrelieve el día de su
investidura, en año 242. Habiéndose realizados estos trabajos muy poco
tiempo des pues de las ceremonias en ellos representadas.
Naqsh-e Rustam o el Valle de los Reyes Persas
Como
representando a una copia en miniatura de las Tumbas Reales de Petra, pero sin
que su modesta mesura le quite ningún ápice de merito y valía. Nos encontramos
a unos 12 km. al norte de Persépolis, un conjunto funerario con los mausoleos reales de los reyes más importantes del período aqueménida,
donde al parecer se encuentran las sepulturas de Darío I,
Jerjes I, Artajerjes I y Darío II.
La visión nada más llegar allí es ya impactante, ante nosotros, elevadas sobre una pequeña colina y talladas en las verticales paredes rocosas de Naqsh-e Rustam "el Retrato de Rostam" (Rostam para los sasánidas en un héroe mitológico Persa), se encuentran las impresionantes y monumentales tumbas de los más importantes soberanos Persas. Comenzado por Darío este colosal proyecto, en el quiso plasmar un mausoleo a la altura de su imperio y su prestigio, donde pudieran reposar sus restos y los de sus sucesores.
La visión nada más llegar allí es ya impactante, ante nosotros, elevadas sobre una pequeña colina y talladas en las verticales paredes rocosas de Naqsh-e Rustam "el Retrato de Rostam" (Rostam para los sasánidas en un héroe mitológico Persa), se encuentran las impresionantes y monumentales tumbas de los más importantes soberanos Persas. Comenzado por Darío este colosal proyecto, en el quiso plasmar un mausoleo a la altura de su imperio y su prestigio, donde pudieran reposar sus restos y los de sus sucesores.
Al pasear y recorrer por sus base estos espectaculares y titánicos
panteones nos sentimos pequeños, además la afluencia de gente no es muy grande,
al contrario, apenas una decena de personas estamos a estas horas por aquí, y
la visita de hace agradable y tranquila. Podemos acercarnos a observar los
bajorrelieves existentes por debajo de las tumbas, que se realizaron por parte
de las dinastías sasánidas 700 años después.
Además de ser la necrópolis más importante de los
emperadores persas, fue también un centro religioso de primer nivel. Frente a
la pared rocosa y separado de ella, se encuentra el cuadrado y perfectamente
conservado Ka'ba-i-Zartosht
"Cubo de Zoroastro", lugar donde se mantenía viva la llama del fuego
eterno, símbolo del zoroastrismo, la religión original persa.
Todas las tumbas poseen la misma estructura con una
peculiar forma de cruz, y se ubican elevadas a media altura de la pared para
que no fueran accesibles. Pero esto no impidió su saqueo por los ejércitos de Alejandro Magno tras el incendio
y destrucción de Persépolis.
El llegar hasta estas arcaicas tierras donde se asienta Persépolis y las tumbas de los soberanos persas, es un recorrido a los anales de las crónicas que han ocupado momentos de gran trascendencia en la pasada historia de la humanidad. Una sucesión de hechos y testimonios que han definido la evolución del mundo.
El llegar hasta estas arcaicas tierras donde se asienta Persépolis y las tumbas de los soberanos persas, es un recorrido a los anales de las crónicas que han ocupado momentos de gran trascendencia en la pasada historia de la humanidad. Una sucesión de hechos y testimonios que han definido la evolución del mundo.
Pasagarda
Situada a algo menos de 80 km. al noroeste de Persépolis se
ubica Pasagarda, primera capital del Imperio Persa creada por Ciro I el grande
sobre el 550 a. C. Su visita tiene un valor más simbólico que otra cosa, pues
de la antigua ciudad de los "aqueménidas" poco queda, solo la tumba
de Ciro tiene relevancia y es por ello que nos hemos llegado hasta aquí. Un
sarcófago con forma de templete y tabernáculo en piedra al que rodean un
conjunto de 6 escalones corridos. Fue también Alejandro Magno cuando llegó
hasta aquí, quien lo saqueó, habiendo encontrado en su interior un féretro de
oro, algunos ornamentos con piedras preciosas y una inscripción sobre el
monarca muerto, de lo cual no queda nada…………….. como en tantos y tantos otros
lugares.
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Pablo Font
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