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Lugo no solo es San Froilan y murallas romanas que también, decadente y señorial la urbe gallega nos sorprende con sus gentes elegantes en el vestir y en sus formas, modos que suelen compartir muchas de las pequeñas capitales provincianas de nuestro país. Recorrer su perímetro amurallado perfectamente conservado es obligado, desde él tendremos una primera impresión de su carácter, recorrer el viejo, encantador y destartalado barrio de A Tinería próximo a la Catedral, visitar la Plaza Mayor, “tapear” en una de las pocas ciudades en donde aún no cobran la tapa al consumir porque............. “si la cobraran no iría nadie” !!!tomemos nota!!!, pasear por el interior de su caserío descubriendo rincones o dejarnos llevar por la gula en alguna de las
mesas corridas de las pulperías situadas extramuros, en las proximidades de la Puerta Toledana por donde los peregrinos compostelanos acceden a la ciudad, tomando alli un simple pulpo cocido con muy poco pimentón o unas patatas con carne, por daros una pista Pulpería Palmira.
En su rededor dos joyitas, una al sur a 14 km, Santa Eulalia de Bóveda un conjunto termal (S. III) de la época romana con importantes pinturas murales que se han conservado al edificarse encima una iglesia románica , la otra alhaja al norte en dirección Ribadeo a 24 km, el Castro de Viladonga, uno de los mas importantes de Galicia y que estuvo habitado hasta el siglo V.

Conoceremos el interior de estas tierras adentrándonos en lo que fueron dominios del rebelde Mariscal Pardo de Cela, que pago con su ajusticiamiento en Mondoñedo, el no sometimiento de Galicia a la castellana y católica Reina Isabel. En Castro do Ouro se haya su castillo con la bien cuidada torre del Homenaje y anexa la iglesia del San Salvador (S. XIV) con un interesante fresco mural gótico en su interior. En Ferreiras preguntaremos como ir al Pozo da Onza, bucólica cascada que nos da la bienvenida con unas estrofas:
Hay remansos de paz en las cañadas
y conciertos de amor en la espesura
y serpentean regatos de agua pura
desgranando sus célicas tonadas.
De camino a Mondoñedo ascendemos a la Peña da Frouxeira donde Parco de Cela tenia su fortaleza hoy unas casi inexistentes ruinas, pero la visión del todo el Valle del Río de Oro bien merece el paseo.
Desde aquí a otro Mondoñedo, a San Martín o como le llaman San Martiño de Mondoñedo, este situado cerca de Foz y de su Ría, el motivo de la visita no es otro que ver el esplendor de su magnifica Basílica-Catedral, la mas antigua de España originaria del siglo VI, reconstruida entre los siglos X-XII por el Obispo San Rosendo, ¿os suena? ........ si, el de Caaveiro, en Las Fragas do Eume. Admirar este sobrio y magnifico

En la orilla del mar a unos 6 km de Foz, solitario y con la música de las olas de fondo nos encontramos el asentamiento del Castro de Fazouro, habitado hasta su romanización en el siglo III, desde allí las vistas de la costa son excelentes.
Camino de Viveiro podemos ver la fabrica de cerámica de Sargadelos, de cuya decoración podría decir no encontrarme entre sus admiradores, y hacemos también una escapada al curioso
Antes de adentrarnos en Viveiro, por el valle del río Landro investigaremos el camino hasta encontrar el Pozo da Ferida, solitaria fervenza (cascada) y mas bucólica aun si cabe que la que visitamos en Valdouro, una caída de mas de treinta metros a una poza de aguas impolutas, el sonido de sus aguas al caer se nos asemeja a una música agradable y cantarina.
Ascendemos al mirador de San Roque desde donde la visión de toda la Ría, la población de Viveiro y gran parte de sus alrededores nos hace impresionar.
Viveiro merece una parada, su primitivo casco medieval, las puertas de su antigua muralla, sus callejuelas y el románico de alguna de sus iglesias bien hacen merecerla, pero también el poder degustar sus platos de mar, Norberto y Cecilia del
El Río Sor hace de frontera provincial y su viejo puente de hierro sobre la Nacional 642 ya es parte monumental del entorno, ascender el cauce del Sor en dirección sur, recorriendo sus meandros por la infinidad rutas que de el parten es toda una aventura, hay momentos en los que los que la orientación es compleja y donde informarnos una quimera, salimos de sus barrancos sin saber donde estábamos, esta excusión que nos sorprendió, bella e interesante la volveremos a realizar con mas tiempo y mejor documentados.
Desde Espasante camino de Ortigueira las vistas de la Ría de Santa Maria de Ortigueira son para
Rodeamos esta gran Ría camino de Cariño, población de afectivo nombre aunque el mismo le puede venir de la raíz celta kar-kor = lugar rocoso, escarpado. Luminoso y colorido no es lo que podría decirse un pueblo bonito, pero tampoco lo contrario, una definición que me gusto
De vuelta a Cariño una desviación nos introduce en plena sierra de A Capela, esta serpenteante carreterilla nos eleva por la sierra hasta el mirador de Vixia de Herbeira (Garita de Herbeira) donde a nuestros pies unos poderosos acantilados nos recuerdan otras latitudes europeas, ahora descendemos hasta San Andrés de Teixido, ancestral punto de peregrinación abrigado por los altos acantilados, es una de las características de los enclaves celtas que buscan los espacios mágicos que penetran en el mar. Envuelto en muchas y enigmáticas leyendas, una de ellas nos relata que "A San Andrés de Teixido vai de morto o que non foi de vivo", este Santuario en el siglo XII perteneció a la Orden de Malta

Ya esta próximo el termino de nuestra ruta, Cedeira señorial y cuidada villa marinera en la orilla del Condomiñas, donde recorrer sus callejuelas al atardecer es casi una obligación, su colorido puerto pesquero es uno de los mas abrigados e importantes del norte gallego y degustar sus ricos pescados y percebes una necesidad, tomar nota de dos sitios para ello que ademas están juntos El Náutico y Brisa.