Creo que me vuelvo a mi Socialdemocracia…………. el problema es donde está.
domingo, 24 de abril de 2016
- El futuro de Iñigo Errejón....... y la utopía
Desde estas páginas he aplaudido en varias ocasiones la
frescura que representaba para nuestra vieja política los movimientos afines al
15-M. Necesitábamos, los que creíamos en cambios radicales del actual sistema
social, a estos "perroflautas", como necesarios fuimos los que en los
años 70 y 80 también nos sentimos "pre-perroflautas" de aquel entonces, para trasformar un país. Una sociedad
que quiere cambiar, necesita ilusiones para hacerlo y estos jóvenes que
sentados en la Puerta del Sol, día si y noche también, nos hacían creer en un
futuro previsiblemente mejor…………. Bendita utopía, si no fuera por ella, en que soñar.
Utopía es nuestra religión, nuestra "fe", nuestra zanahoria.
Podemos dejará de
ser el gran contenedor ideológico en el que cabe toda la izquierda -heredero
intelectual del 15M- para ser simplemente un partido cesarista en línea con lo
que lleva en las venas el
pequeño Robespierre.
Ha pasado el tiempo desde aquel 15 de marzo de 2011 y
algunos de esos mozalbetes de Sol, que hasta se atrevieron a llamarnos a
algunos "casta", hoy salen a diario en los medios y luchan por
audiencias en las teles. Uno que algo sabe de parlamentos, reconoce que la gestión
política es compleja, tendiendo a suavizar con el tiempo ciertos planteamientos.
También el paso de los años nos modera, pero eso también el tiempo de nuevo se
encarga de corregir, y cuando los cabellos comienzan a tornarse más claros,
volvemos a recuperar la savia revoltosa de los años locos. Debe ser algo
parecido lo que les está pasando a algunos "podemitas", pero con el
fragor y la rapidez de los tiempos que vivimos, pues la sociedad no para y los
motores del tiempo cada vez tienen más bríos. El dedicar tiempo a la gestión política,
a las intrigas de tus correligionarios y a la presencia en los medios (de comunicación),
nos hacen perder el pisar las calles y tomar el pulso de las necesidades
cotidianas para gestionar el cómo cambiar el mundo (algo de experiencia en lo
que digo tengo), y eso les está pasando a estos chicos de Vallecas.
Mentes claras como las de algunos de estos miembros de la
"nouvelle gauche divine" son necesarias para el futuro de nuestro País.
Habiendo seguido con atención a algunos de ellos que me han sorprendido gratamente
por sus posicionamientos, es el caso de Errejón fundamentalmente, no el caso de
algunas "otras" que ya sabía por dónde iban a pajear. ¿Y ahora que se
empieza a despejar el galimatías de estos movimientos convertidos en partidos………
que será de ellos?......... ¿que será de los valiosos que apartan a las cunetas?...........
y sobre todo, ¿que será de los que como yo tuvieron una "utópica" esperanza?
Creo que me vuelvo a mi Socialdemocracia…………. el problema es donde está.
Creo que me vuelvo a mi Socialdemocracia…………. el problema es donde está.
Os dejo aquí un buen análisis sobre la situación que vive
la izquierda en nuestro país, pero que podría extrapolarse a esa Europa
insolidaria, globalizada, liberal y mercantilista, que hoy (24/04/2016) he
podido leer en EL CONFIDENCIAL con la firma de CARLOS SANCHEZ.
La inevitable marcha de Errejón al PSOE
Sostenía hace
algún tiempo el historiador económico Gabriel Tortella que la izquierda había
muerto de éxito. Y lo explicaba en los siguientes términos. Ningún dirigente
podía pensar hace un siglo que los países que hoy llamamos avanzados -la
mayoría europeos- hubieran podido levantar un Estado de bienestar tan
formidable como el que se ha construido, fundamentalmente a partir de 1945.
Las cifras le dan
la razón. El gasto público se situó el
año pasado en el 48,6% del PIB de la Eurozona, lo que se explica por
la universalización de derechos esenciales como la sanidad, la educación, las
prestaciones sociales de carácter económico, las pensiones o la cobertura de
desempleo, que han evitado la exclusión social de millones de familias. Un
logro inimaginable para quienes, en el primer tercio del siglo XX, luchaban por
la generalización de los derechos económicos y sociales.
Aunque es
evidente que la crisis ha afectado negativamente al tamaño -y a la calidad- de
ese Estado de bienestar, y todavía demasiados ciudadanos están fuera del
progreso económico, lo cierto es que el viejo sueño de Beveridge y de la
socialdemocracia europea se ha cumplido con creces. Hoy, casi la mitad de la
riqueza generada por un país en un año se destina a gasto público,
que, por lógica, beneficia en mayor medida a quienes tienen menores recursos
para destinar sus magros ingresos a educación o sanidad privadas. La revolución
tecnológica, igualmente, ha influido de forma decisiva en el sujeto del cambio
político, que ya no es el obrero industrial fordista (que requiere altos
salarios para que el sistema funcione) o el proletariado clásico enajenado de
sus derechos sociales.
Esto explicaría, según Tortella, que la izquierda,
fundamentalmente a partir de los primeros años 80, que es cuando comienza a
quebrarse la hegemonía del pensamiento keynesiano en favor del liberalismo (una
especie de triunfo casi póstumo de Hayek sobre el sabio de Cambridge) comenzara
a volcarse en todo tipo de revoluciones: la revolución feminista, el pacifismo,
la ecología o los derechos de las minorías marginadas.
Es decir, se pasó
de un movimiento político basado en cuestiones económicas y sociales -la
situación de millones de trabajadores era angustiosa en la primera mitad del
siglo XX y en el último tercio del XIX- a otro muy distinto en el que los
derechos civiles formaban parte central del discurso político. En el caso de
España, con otro factor de carácter 'nacional': la cuestión territorial, una
rara anomalía en el espectro de la izquierda europea. Hoy, un porcentaje no
despreciable de la izquierda española se ha hecho nacionalista desafiando el
tradicional internacionalismo que históricamente ha configurado sus señas de
identidad.
Hegemonía e impuestos
Como consecuencia
de estas transformaciones, la socialdemocracia tradicional se ha visto
arrinconada. Al fin y al cabo, la generalización de las prestaciones sociales
(incluso en países con gobiernos conservadores) hace menos necesario su
discurso. Y de ahí que nuevas formaciones hayan horadado su hegemonía. Hasta el
punto de que hoy, utilizando la célebre metáfora de Marx, la
socialdemocracia clásica es un fantasma que recorre Europa, pero en
sentido contrario al que predecía el filósofo alemán. Sus electores
tradicionales están hartos de pagar tantos impuestos para financiar el Estado
de bienestar y por eso votan a los conservadores. O a los partidos
socialdemócratas cuando se hacen ‘de derechas’.
Ese paraíso
perdido -o crisis de identidad- lo ocupan hoy, en el caso español, formaciones
como Podemos o,
en mucha menor medida, Izquierda Unida, con un doble anclaje ideológico. Por un
lado, sus dirigentes se sienten herederos de las viejas reivindicaciones de la
izquierda de carácter material (más gasto público); pero, por otro lado, han
articulado un discurso populista, sin consistencia intelectual alguna, que se
basa más en el activismo social que en el sistema de representación
parlamentaria, algo consustancial a las democracias más avanzadas. Cualquier
reivindicación callejera, en este sentido, sirve para moldear el discurso,
aunque sea incoherente y a veces trasnochado. Lo importante es ‘estar’ allí
donde hay una reivindicación, aunque sea profundamente reaccionaria. A eso lo
han llamado algunos la ‘nueva política’.
Esta
esquizofrenia ideológica, basada en un tacticismo muy primario, sin embargo, es
la que tiende a hacer irrelevantes a las formaciones populistas en situaciones
de 'normalidad' política y económica (si es que alguna vez se puede utilizar
este término). El tiempo corre en contra del oportunismo político, y en la
medida en que la situación se vaya ‘normalizando’, los nuevos populismos irán
perdiendo fuelle y adeptos.
Pero por el
momento ocurre todo lo contrario. Tras la crisis y el ensanchamiento inmoral de
la desigualdad, se ha producido una verdadera eclosión de esa izquierda. Una
parte tiene un componente estrictamente coyuntural, pero otra ha venido a
quedarse. Fundamentalmente, porque el ecosistema social en el que se
desenvolvía tradicionalmente tanto la izquierda política como la sindical ha
desaparecido, haciendo buena aquella descripción de Peter Glotz cuando hablada
de la sociedad de los tres tercios.
Es decir, un tercio de ciudadanos puede considerarse
satisfecho con el sistema económico (lo que en el lenguaje
coloquial se denomina ricos); otro tercio de la población vive cómodamente
instalado gracias a su trabajo más o menos bien remunerado, mientras que un
último tercio de empleados o subempleados sobrevive a duras penas: trabajadores
precarios pese a su sobrecualificación, expulsados del mercado de trabajo antes
de alcanzar la edad de jubilación, jóvenes sin formación condenados al paro de
larga duración o mujeres que viven de las prestaciones sociales como único
recurso de vida.
Iglesias vs Errejón
La consolidación
de este último tercio es lo que explica, sin lugar a dudas, el éxito electoral de Podemos, complementado con la cuestión
territorial mediante pactos con las célebres confluencias como un movimiento
puramente táctico. Tarde o temprano, sin embargo, este delicado equilibrio
basado en unas circunstancias excepcionales e irrepetibles tenderá a
agrietarse, probablemente después de las próximas e inevitables elecciones. Y
es muy probable que lo haga por la dirección política de Podemos.
Parece evidente
que las posiciones de Iglesias-Echenique,
por un lado, y de Íñigo Errejón y sus seguidores, por otro, tenderán en el
tiempo ensancharse, toda vez que Podemos solo es capaz de
sobrevivir unido cuando las encuestas y los votos juegan a su favor y el viento
está de cola, pero difícilmente una amalgama ideológica como la que representa
puede aguantarle el pulso a una situación adversa.
Entre otras
cosas, porque la posición de Iglesias es incompatible
con la construcción de nuevas mayorías de carácter transversal que reclama
Errejón, seguidor
de Gramsci (uno de los fundadores del Partido Comunista Italiano) y su
teoría de la hegemonía: una victoria política siempre viene precedida de una
victoria ideológica (como Thatcher y Reagan demostraron a principios de los
80). Y hoy, le guste o no a Iglesias, los grandes partidos europeos tienen un
carácter transversal (agrupan a todas las clases sociales) que parece
despreciar el líder de Podemos, y que ha sido la causa de que Izquierda Unida
nuca haya superado los 23 diputados.
En este sentido,
la incursión de Podemos en la estrategia clásica izquierda-derecha (proponiendo
la integración de IU) será su suicidio político, salvo que logre adelantar al
PSOE en las próximas elecciones. Y no basta hacerlo mediante una distancia
escuálida, toda vez que las confluencias, por sus propias características, son
todo lo contrario que la integración orgánica. La unión temporal tiene más que
ver con un sindicato de intereses.
El frentismo que
reclama ahora Iglesias por razones puramente electorales es, precisamente, lo
que acabará empujando
a Errejón y a los suyos al PSOE tarde o temprano. Como en su día hizo
Enrique Curiel o tantos dirigentes del PCE que acabaron en el Partido
Socialista. Lógicamente, siempre que este partido se regenere, lo cual no será
fácil con un líder como Sánchez. Los populismos son transversales por
naturaleza (como el nuevo peronismo de Laclau que reivindica Errejón), y
Podemos ha iniciado el camino de la irrelevancia política alejándose de su
horizontalidad.
No es un fenómeno
nuevo. La historia de Izquierda Unida, que ahora parece entregarse con armas y
bagajes a Podemos por su angustiosa situación económica, no es más que el
reflejo de ese tacticismo infantil que le ha llevado a alejarse de los nuevos
actores sociales despreciando la nueva realidad socioeconómica. Como ha recogido en
este periódico Iván Gil, ese sectarismo de clase (IU nació también como una
confluencia ideológica) ha sido consustancial a una parte de la
izquierda política, que desde los primeros años 80 ha confundido la acción
política -que tiene un carácter más estratégico- con el activismo social, sin
duda necesario en un contexto de agresión a derechos que se consideraban
garantizados, pero ineficaz a la hora de construir un discurso político de
largo recorrido.
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Pablo Font
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jueves, 21 de abril de 2016
- Morrocoy y Coro.... el Caribe Venezolano
Volamos desde Santa Elena de Uairen, en la frontera
brasileña y base para la ascensión al Tepuy Roraima, hasta Ciudad Bolívar, donde hicimos escala y pasamos una noche antes de
nuestra nueva singladura aérea hacia Caracas para tomar camino al Caribe Venezolano.
El colonial casco antiguo de la ciudad que lleva el nombre del
"libertador"; llamada Angostura hasta mediados del siglo XIX, pues se
sitúa en un estrechamiento (tan solo 800 m.) del enorme y ancho rio Orinoco; es interesante de visitar, aunque como cualquier
concentración urbana de este país no es muy seguro, solo recomendable recorrerlo
de día, a plena luz y con ojo avizor.
Una vez llegados al aeropuerto Simón Bolívar de Caracas;
que en realidad está en la población de Maiquetía a unos 50 Km. en la orilla
del mar; nos recoge Leo (Lebsky Zamora) un apuesto y joven mocetón venezolano
de negra, larga y bien cuidada cabellera, cual protagonista candoroso de uno de
esos televisivos culebrones criollos que de vez en cuando llegan también a las pequeñas
pantallas de nuestras latitudes. Más tarde nos comentaría que su origen era
hispano, así como que su padre y tío fueron también protagonistas del secuestro
por los años 60 del
fenómeno futbolista "blanco" Alfredo Di Stefano. Pero este sin formar parte de un serial de televisión, sino la pura realidad de la Latinoamérica de aquellos años, en los cuales las guerrillas populares luchaban por conseguir la libertad de unos regímenes pseudo-dictatoriales que se generalizaron por esta América sureña prácticamente desde que alcanzaron la independencia de España durante el siglo XIX. Este bonachón muchachote que nos trasportaba ya no formaba parte de esa historia, Venezuela había cambiado y ahora los secuestros se libran en gran parte por el aumento de la delincuencia social, motivada por las carencias de una población sin futuro, ¿nos suena esto ha algo?. Fue este fornido y lozano joven, quien nos cruzó en su todoterreno la peligrosa Caracas camino a Chichiriviche en el Caribe venezolano, alertándonos al atravesar la capital, de los riesgos de esta gran urbe para unos incautos y extraños foráneos como nosotros.
fenómeno futbolista "blanco" Alfredo Di Stefano. Pero este sin formar parte de un serial de televisión, sino la pura realidad de la Latinoamérica de aquellos años, en los cuales las guerrillas populares luchaban por conseguir la libertad de unos regímenes pseudo-dictatoriales que se generalizaron por esta América sureña prácticamente desde que alcanzaron la independencia de España durante el siglo XIX. Este bonachón muchachote que nos trasportaba ya no formaba parte de esa historia, Venezuela había cambiado y ahora los secuestros se libran en gran parte por el aumento de la delincuencia social, motivada por las carencias de una población sin futuro, ¿nos suena esto ha algo?. Fue este fornido y lozano joven, quien nos cruzó en su todoterreno la peligrosa Caracas camino a Chichiriviche en el Caribe venezolano, alertándonos al atravesar la capital, de los riesgos de esta gran urbe para unos incautos y extraños foráneos como nosotros.
Después de unas cuatro horas de viaje (algo menos de 300
km.) y de comernos unas buenísimas "arepas" (bocadillos venezolanos)
por el camino, llegamos a la localidad de Chichiriviche, que para nada tiene
nombre de novelón sudamericano, pues en ellas suelen llamarse Santa Rosa o
Santa Marta. Ya era atardecido y Leo (que además de conductor practica la escalada
y hace de guía "Cattleya Tours"), motivado por
nuestra candidez, no se marchó de nuestro lado hasta que no hubimos conseguido
un alojamiento decente, el cual lo encontramos en el Hotel Caribana, muy
recomendable para esta marinera población.
Acomodados, y ya en oscura noche nos dispusimos a buscar
sitio para cenar, el día había sido intenso y nuestros estómagos nos lo
demandaban. Frente al puerto había unos cuantos restaurantes, llamándonos la
atención por su estilo (menos exótico que los demás) el "Txalupa",
que elegimos para esa noche como para alguna otra. Nada más entrar nos
sorprendió una fotografía en blanco y negro que colgaba de su recepción, no nos
era extraña habíamos visto más
en nuestra época moza, y hasta lo habíamos
vivido en nuestras carnes……….. ni más ni menos se trataba de una instantánea de
unos "grises" (los policías del franquismo) dando palos a unos
manifestantes, también había un cuadro tallado en madera con un emblema de tipo
vasco. A ambas cosas, por aquel entonces sin dejarnos de sorprender, no las
dimos mayor relevancia; cosas más extrañas hemos podido observar a lo largo de
los periplos recorridos por el mundo y que acarreamos a nuestras espaldas, los
que dedicamos nuestro tiempo a sobrellevar la sufrida vida del viajero; no
siendo hasta años después cuando me di cuenta de la realidad del lugar que
habíamos elegido para alimentar nuestro cuerpo en las cálidas noches caribeñas.
Fue aproximadamente hace un año, cuando en la prensa me
sorprendió leer el nombre de la agradable población de Chichiriviche en la que
habíamos pasado aquellos sosegados días allá por septiembre de 2010. Me
sorprendió, porque no es muy usual que te lleguen noticias de por esas
latitudes que no sean por críticas a sus gobernantes, a su excesiva peligrosidad
o a similares y
maléficos designios……… o tal vez la noticia fuera por eso mismo. En ella se hacía referencia a la llegada a esa población de José Ignacio de Juana Chaos, en la que había fijado su residencia y donde regentaba una licorería (por cierto no muy alejada de nuestros lugares de paso). No sé bien si el susodicho etarra, en su huida o exilio, pues uno ya no sabe bien distinguir estos términos, había elegido esta población por lo idílico del lugar o por el grupo de amigos y correligionarios que por aquellas tierras tenía. Lo que sí que pude confirmar a través de las informaciones que me trasladaron la prensa de por aquí, es que a su llegada a la localidad le esperaba Xabier Arruti Imaz, propietario del Restaurante Txalupa, en donde cada tarde, desde la terraza del primer piso observábamos el atardecer entre dos luces, con la compañía de unas frías cervezas, algunas insulsas gambas y unos pescados con aderezo.
maléficos designios……… o tal vez la noticia fuera por eso mismo. En ella se hacía referencia a la llegada a esa población de José Ignacio de Juana Chaos, en la que había fijado su residencia y donde regentaba una licorería (por cierto no muy alejada de nuestros lugares de paso). No sé bien si el susodicho etarra, en su huida o exilio, pues uno ya no sabe bien distinguir estos términos, había elegido esta población por lo idílico del lugar o por el grupo de amigos y correligionarios que por aquellas tierras tenía. Lo que sí que pude confirmar a través de las informaciones que me trasladaron la prensa de por aquí, es que a su llegada a la localidad le esperaba Xabier Arruti Imaz, propietario del Restaurante Txalupa, en donde cada tarde, desde la terraza del primer piso observábamos el atardecer entre dos luces, con la compañía de unas frías cervezas, algunas insulsas gambas y unos pescados con aderezo.
Espero que esta confesión escrita, no
llegue al conocimiento del ministro en funciones Sr. Fernández Díaz, y como si
fuera "titiritero" me impute, aplicándome la nueva "ley
mordaza" por colaborar con el terrorismo…… !que la condecorada Virgen de
los Dolores me ampare!. Confieso señor "juez", que para nada
participe en política por esos lugares, que lo único de esta actividad acaecido
por aquellas fechas y en esta localidad de Chichiriviche, es que nos pillo la
"ley seca" debido a unas elecciones de Chavez, teniéndonos sin beber
cerveza tresssssssssssssss………….. días, creo que esto ya sirve como suficiente
condena penal por los hechos cometidos.
Por lo demás, Chichiriviche es un
agradable y colorido pueblo, algo destartalado eso sí, pero ni más ni menos que
otras localidades de por aquí, donde no sentimos ninguna inseguridad al pasear
por sus calles en la noche. Tal vez fuera debido, a que al ser de origen
hispano y frecuentar el susodicho restaurante, los malotes de la zona tuvieran
reparos o temor a interferir con nosotros, pero eso es una reflexión a
posteriori. La verdad es que nos encontramos muy a gusto en ella, disfrutando del
relajo merecido tras las intensas jornadas vividas en la zona del Tepuy Roraima y
en la Laguna de Canaima, además de ser un lugar donde prácticamente no hay
foráneos, a donde acuden únicamente venezolanos.
Durante los días que por este lugar
estuvimos, nos dedicamos a visitar el marítimo Parque Nacional de Morrocoy y los
cayos situados frentes a las poblaciones de Chichiriviche y Tucacas. Los cayos son un conjunto de once pequeños islotes solo accesibles
en lancha, donde se hallan
las mejores y más hermosas playas venezolanas sin ninguna duda. De espectacular belleza, con una vegetación formada fundamentalmente por manglares y palmeras, están rodeados por finísimas arenas, cristalinas y poco profundas aguas, corales y peces de colores, viniéndome a la mente ese sugerente anuncio televisivo sobre los "limones salvajes del Caribe".
las mejores y más hermosas playas venezolanas sin ninguna duda. De espectacular belleza, con una vegetación formada fundamentalmente por manglares y palmeras, están rodeados por finísimas arenas, cristalinas y poco profundas aguas, corales y peces de colores, viniéndome a la mente ese sugerente anuncio televisivo sobre los "limones salvajes del Caribe".
Desde nuestro lugar de alojamiento nos acercamos, en
temprana mañana, hasta el puerto a contratar un recorrido marinero para todo el
día que nos llevara a recorrer algunos de los cayos más sugerentes (Cayo Varadero, Cayo Sombrero, Cayo Sal, Los Juanes, Cayo
Muerto y Playa Mayorquina), así como algunas grutas costeras
solo accesibles por mar: Cueva del Indio donde se observan petroglifos indígenas que nos trasladan el
modo de vida de los oriundos venezolano, y la Cueva de la Virgen o de los
Pecadores como también la denominan. Este lugar no puede ser más sorprendente y
surrealista, estando repletas las oquedades de las paredes de su acantilado
hasta donde llega la mano humana desde las aguas, de la más variada iconografía
religiosa, fotos, carteles, santos, santones, vírgenes y no vírgenes, cruces,
hornacinas………. hasta poemas escritos pudieron vislumbras mis ojos.
Nos dirigimos a la población de Tucacas, la otra localidad
desde la que se accede al Parque Nacional, para disponernos a visitar su zona meridional,
acercándonos entre otras a la Isla de Pájaros en la Reserva de Avifauna Cure. Impresionante
lugar donde se refugian entre sus manglares de tupida vegetación más de
doscientas cincuenta especies diferentes de vistosas y coloridas aves
migratorias, entre las que destacan un gran número de cócoras rojas, garzas,
pelicanos, águila pescadora, flamencos rosas y el curioso macho de "fragata
real", que infla su buche de intenso color rojizo cuando se encuentra en periodo
de reproducción, una completa colección de tropicales aves, verdadero paraíso
para los ornitólogos.
Otro de los momentos surrealistas vividos en estas tierras
fue el traslado en taxi hacia la ciudad de Coro, ya que nunca había montado en
un Ford Lincoln del siglo pasado, el coche más grande y lujoso en el que yo
haya viajado nunca. Es como si me llevaran en "limusina" con chofer y
librea por la Quinta Avenida Neoyorquina, pero por una carretera con algún que
otro bache de vez en cuando………….. la experiencia fue gratificante y cuando
menos curiosa. Doscientos kilómetros a los que dedicamos unas de tres horas de
recorrido por entretenida carretera, llegando a nuestro destino y encontrado
como alojamiento el Hotel Miranda Cumberland, digno y bien situado. Frente a él
se encuentra la Terraza-Restaurante "Estancia Da Doménico",
confortable y tranquilo sitio donde cenar agradablemente, sin tener que buscar
problemas.
Santa Ana de Coro como así es su nombre, fue fundada el 26
de julio de 1527 por Juan Martín de Ampíes, convirtiéndose en la primera
capital existente en tierra firme del continente Americano. Interesante en ella
es recorrer su cuidado y colorido barrio colonial en el centro de la ciudad,
que a pesar de los años y con construcciones de adobe de los de entre
los siglos XVI y XIX está bastante bien conservado, habiéndole valido el titulo
concedido por la UNESCO como Patrimonio de Humanidad.
Calles empedradas, edificios religiosos, antiguos
palacetes, un cementerio judío y hasta una cruz de madera elaborada con el árbol
bajo el cual se fundó la población forman su original casco histórico. Lo que
más resalta al visitante cuando recorre sus calles, es el colorido de sus
edificios coloniales, los añiles contrastan con los carmesí, los blancos con
los ocres, los verdes con los amarillos, todo ello junto con su
original estilo
barroco, consiguen generar en toda ella una atmosfera de grata satisfacción
mientras la recorres durante las luces diurnas. Pero ya al caer la tarde la
ciudad se transforma, y esos vistosos colores se convierten en los tonos
oscuros que nos traen a la memoria las turbadoras escenas plasmadas por Goya en
sus inquietantes caprichos. Debido al interés por conseguir una figurita de D.
José Gregorio Hernández, que trajeado en negro o blanco y con hechura del siglo
XIX, había visto posada en su hornacina correspondiente en prácticamente la
totalidad de las iglesias de todos los lugares visitados del país, cual se
tratase de una virgen o uno más de los miembros del santoral, viene a mi memoria
el que parase a un callejero policía indicándole mi intención por encontrar una
"santería" en donde hacer mi adquisición, informándome el agente
uniformado que apenas dos cuadras (manzanas de viviendas por allí) había una,
pero que a esas horas de la tarde no eras lugar para foráneos como nosotros.
Al final
la figura del médico-santón Gregorio la conseguiría en una tienda de suvenires
en el aeropuerto antes de partir de regreso.
Curiosos por conocer los lugares atractivos de
los alrededores, contactamos con Roberto Stiuv propietario junto con su mujer Marnie
de la posada "Casa de los pájaros", donde
también se puede uno alojar en un ambiente grato y familiar. Roberto,
arquitecto de profesión y especializado en la rehabilitación de edificios de la
época colonial construidos en barro, nos hace de guía durante los siguientes
días, trasladándonos al Parque Nacional de los Medaros de Coro, la Península de
Paraguaná y a la Sierra de San Luis.
Ubicados muy próximos a la ciudad de Coro, el istmo que
forman los Médanos (formación de dunas) y que une
tierra continental con la Península de Paraguaná (en tiempos remotos una
isla), nos muestra un desértico paisaje
de una singular belleza.
Declarados como Parque Nacional en el año 1974, son un inmenso depósito de arena que se desliza de forma continua por a la acción de los vientos alisios, que de este a oeste soplan modificando su orografía de continuo. Sus dunas, que en algunos casos alcanzan los 20 m. de altura, le dan la apariencia de un extenso desierto de unos 30 Km. de largo por 5 de ancho, como si de un pequeño Sahara americano se tratase. Bajo sus montículos, existen algunos restos precolombinos de antiguas calzadas indígenas, que a veces se pueden observar entre sus arenas.
Declarados como Parque Nacional en el año 1974, son un inmenso depósito de arena que se desliza de forma continua por a la acción de los vientos alisios, que de este a oeste soplan modificando su orografía de continuo. Sus dunas, que en algunos casos alcanzan los 20 m. de altura, le dan la apariencia de un extenso desierto de unos 30 Km. de largo por 5 de ancho, como si de un pequeño Sahara americano se tratase. Bajo sus montículos, existen algunos restos precolombinos de antiguas calzadas indígenas, que a veces se pueden observar entre sus arenas.
Entrados ya plenamente en la Península de Paraguaná nos
disponemos a recorrerla, no sin antes llamarnos la atención una señal de
tráfico indicativa de peligro con la estampa de un burro, y efectivamente
cantidad de estos asnos pacen a uno y otro lado de la carretera. Son animales
ahora salvajes que debido a la modificación de los sistemas de trasporte han
sido en tiempos abandonados por sus amos y ahora se reproducen en libertad
completamente asilvestrados, una circunstancia que ha provocado enormes y
funestos accedentes en esta carretera. Con la imagen predominante del Cerro de
Santa Ana, visitamos alguna de sus poblaciones coloniales como la de Santa Ana
(por aquí todo lleva el nombre de esta santa), sus pequeños, animados y
coloridos puertos como el de Adicora, sus espacios plenos de naturaleza como
Reserva Biológica de Montecano, las salinas de Cumaraguas o la laguna de Boca
del Caño, y degustamos su gastronomía en una perdida "estancia"
(quinta o casa de campo), surrealista y naif lugar donde los haya, como lo es
su regente, un curioso, bonachón y ascético pintor.
De retorno y antes de detenernos nuevamente en los Médanos
para contemplar caer la tarde, nos paramos en la capilla donde se rinde
homenaje a las piadosas "Ánimas de Guasare". Lugar donde se
encontraron en los años 40 algunos de los cuerpos de las personas que murieron de
hambre y sed durante 1912, cuando se trasladaban a pie en busca de agua
obligados por una terrible
sequia. Como todos los santuarios de estas
latitudes, la sensación que genera su simple visión es como poco de sorpresa. Su
espacio está repleto de elementos del más variado origen: notas manuscritas
enmarcadas, oraciones, coloridas vírgenes y santones de todos los tamaños,
fotos de bodas y familiares, así como objetos de lo más diverso y una tienda
con merchandising del lugar, todo amalgamado
rellenado sus paredes, sin faltar el lugar donde depositar las velas, en el que
siempre hay algunas encendidas. Al contemplarlo, vienen a mi memoria algunos
lugares similares de nuestra geografía patria, donde sus "propiedades"
milagreras han hecho llenar sus paredes con encerados exvotos o "vintages"
aparejos ortopédicos.
Durante la jornada siguiente conducimos nuestros pasos
hacia la Sierra de San Luis, mil metros por encima de la costa, donde la
vegetación cambia sustancialmente introduciéndonos en un vergel de "bosque
tropical húmedo". Mientras ascendemos contemplamos increíbles vistas sobre
la ciudad de Coro, los Medaros y la Península de Paraguaná. Nos dirigimos hacia
el antiguo Camino Real de los Españoles, un tramo todavía empedrado del que
fuera en tiempos coloniales la vía de comunicación de la ciudad de Coro con los
pueblos de la sierra. Entre exuberante vegetación caminamos un trecho por esta
histórica ruta, accediendo a desde ella a las cuevas de Acarite y de Zarraga
que se localizan en sus proximidades. Más
tarde nos acercamos hasta el Haiton del Guarataro, profunda sima o sumidero
calcáreo que con sus de 305 m. de caída en vertical y 12 de embocadura, es la fosa
más profunda de toda Venezuela.
De vuelta a Coro, solo nos queda pasear de nuevo por sus animadas calles intentando llenar nuestras retinas de sus vivos colores y nuestro espíritu de esos momentos vividos. Es hora de despedirnos de este maravilloso país lleno de naturaleza, de la que hemos podido disfrutar durante nuestro periplo por lugares tan sugerentes y mágicos como: el Delta del Orinoco, Laguna de Canaima y Salto Ángel, así como del ascenso al Tepuy Roraima. No sé que le deparará a estas gentes el incierto devenir, pero si les deseo a todos los que con nosotros convivieron durante esos días lo mejor………….. se merecen un futuro.
De vuelta a Coro, solo nos queda pasear de nuevo por sus animadas calles intentando llenar nuestras retinas de sus vivos colores y nuestro espíritu de esos momentos vividos. Es hora de despedirnos de este maravilloso país lleno de naturaleza, de la que hemos podido disfrutar durante nuestro periplo por lugares tan sugerentes y mágicos como: el Delta del Orinoco, Laguna de Canaima y Salto Ángel, así como del ascenso al Tepuy Roraima. No sé que le deparará a estas gentes el incierto devenir, pero si les deseo a todos los que con nosotros convivieron durante esos días lo mejor………….. se merecen un futuro.
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jueves, 14 de abril de 2016
- San Baudelio…… enigmas, magia y expolio en un eremitorio prerrománico Soriano
Por aquellos tiempos, estas inhóspitas tierras
"fronterizas" eran disputadas tanto por el Califato Cordobés como por
los cristianos reyes, siendo muy común durante esta época de reconquista que en
ciertos rayanos territorios castellanos, se desarrollase un arte mestizo oriundo
de los pueblos hispano-árabes del sur, que a través de los pobladores que
decidieron quedarse en los feudos cristianos, se propagó por gran parte de
nuestra geografía, siendo la ermita de San
Baudelio uno de esos ejemplos de lo que se denominó arte "Mozárabe"
(cristianos que observaban el rito visigótico de lengua árabe), además de ser
la situada más al sur del territorio cristiano en este tipo de arquitectura. Con
bastantes rasgos islámicos, se convierte en un ejemplo de la coexistencia entre
culturas y creencias religiosas dispares, que nos han dejado como herencia esta
irrepetible y bella construcción, maravilloso legado artístico de
aquellos lejanos tiempos.
Para poder entender
esta incomparable construcción; una de esa docena de singulares y únicas
edificaciones religiosas que encontramos esparcidas por nuestra piel de toro; debemos
retrotraer nuestra mente hasta la lejana época visigoda, allá por los siglos VI
y VII, cuando los verdaderos cristianos escudriñaban ubicaciones por apartados
lugares para dedicar su vida hacia el recogimiento místico de aproximación a su
dios. Solían ser solitarios enclaves retirados de cualquier concentración
humana, donde se situase alguna cavidad y con cercana fuente. Así tenemos el
rosario de eremitorios rupestres de la zona del Alto Ebro, o los más próximos
del cauce del rio Duratón en tierras segovianas, por poner unos ejemplos de los
múltiples que se repitieron por nuestra geografía aun no denominada España. Y
así es como comenzó la historia que hoy me toca comentar, la de un antiguo
cenobio dedicado San Baudelio, predicador y mártir en tierras galas, y que por
los avatares históricos, parece ser que algunas de sus reliquias llegaron hasta
estos paramos arévacos, toda vez que la devoción a este clérigo al que le
seccionaron la cabeza los romanos, estaba extendida por aquellas fechas en las
tierras de Hispania.
Cimentada sobre la propia roca; y anexa por la parte de la cabecera del ábside a una necrópolis rupestre con más de treinta tumbas cinceladas en la viva roca; se edificó este ermita a comienzos del siglo XI, o incluso antes, sobre la aun existente cueva de un ermitaño transformada posteriormente en cenobio, junto a una fuente que hasta en los estíos más cálidos sigue manando cristalinas aguas. Elegido lugar por los primitivos ascetas a semejanza de la Nimes francesa, donde Baudelio fue enterrado en el cuarto siglo de la cristiandad. La primera mención documentada sobre ella data de 1136, en donde se alude a este templo como parte a un antiguo monasterio, que en la segunda mitad del siglo XII ya había perdido la categoría de iglesia transformándose en una simple capilla rural. Posiblemente debido a la invasión almorávide, quedando abandonada hasta la recuperación de estas tierras por parte de Alfonso I de Aragón en 1118.
Se tiene constancia de la existencia en sus proximidades de
un poblado agrícola, que abastecido por la cercanía de la fuente o manadero,
estuvo activo hasta el siglo XVII, manteniendo el templo como centro religioso.
Siendo a principios del siglo XIX, con la desamortización de Godoy en el que ya
su abandono es patente, cuando pasa a manos de particulares, desentendiéndose
de ella la jerarquía religiosa.
De aspecto sencillo en su exterior; un par de adosados edificios cúbicos de mampostería, no pudiendo ser más austero y simple su visión desde fuera; sin ningún tipo de ornato, al igual que otras feligresías erigidas en el siglo XI por estas tierras, como las de San Miguel de Gormaz, Fuentearmegil o Los Llamosos (pedanía de Quintana Redonda), e incluso la malograda de esta población de Quintana Redonda, vencida por el fuego y su mala calidad constructiva en 1918.
De aspecto sencillo en su exterior; un par de adosados edificios cúbicos de mampostería, no pudiendo ser más austero y simple su visión desde fuera; sin ningún tipo de ornato, al igual que otras feligresías erigidas en el siglo XI por estas tierras, como las de San Miguel de Gormaz, Fuentearmegil o Los Llamosos (pedanía de Quintana Redonda), e incluso la malograda de esta población de Quintana Redonda, vencida por el fuego y su mala calidad constructiva en 1918.
Todo su interior estuvo cubierto por unos extraordinarios
frescos, hoy considerados plenamente como del siglo XII. Y aun declarada
Monumento Nacional en 1917, estas pinturas fueron vendidas por la irrisoria
cantidad de 65.000 pesetas de la época, siendo arrancadas entre 1922 y 1926, desollando
los muros de sus paredes, en uno de los hechos más vergonzosos de la extensa tradición
de destrucción, dilapidación y expolio del patrimonio que en gran medida sufrió
nuestro país durante la primera mitad el siglo XX, y que aun hoy en menor grado
sigue sucediendo.
Las pinturas, propiedad de doce vecinos de la cercana
localidad de Casillas que habían usado la ermita como "taina" de
ovejas, fueron compradas por el anticuario barcelonés León Leví, intermediario
así mismo del marchante estadounidense Gabriel Dereppe, quien a su vez mediaba
para un anticuario de entramado mundial. No sirviendo para nada: la negativa de la Diócesis de Sigüenza a la que dependía
el templo, ni los informes contrarios de la Junta de Excavaciones y del Ministerio de
Instrucción Pública, ni la denuncia de la Comisión Provincial de Monumentos,
ni tan siquiera
la suspensión de la venta a través de una Real Orden. Ya que tras un dudoso litigio,
en 1925 se falló a favor de la legalidad de la transacción, basándose en que la
notificación de la declaración de Monumento Nacional, no se le había notificado
a sus propietarios.
Mientras estos pleitos se desarrollaban tras la denuncia de
la Comisión de Monumentos, y toda vez que las pinturas habían sido extirpadas
con anterioridad de los muros por hábiles expertos italianos, se obligó a su reposición,
pero tras la inaudita sentencia que declaraba legitima la venta, fueron arrancadas
de nuevo, traspasadas a lienzos y transportadas (de forma ilícita) a Estados
Unidos, quedando en sus paredes solo los lienzos en peor estado y los de dificultosa extracción.
Este siniestro personaje "Leví", verdadero
"león" y ávido carnívoro de esquilmar obras de arte impropias,
mercenario a sueldo de coleccionistas internacionales, intermediario sin
escrúpulos, fatídico tratante, expoliador y ladrón, mantenía influyentes
contactos en la corte madrileña, quienes trasladaron su affaire a influyentes comisionados
regios. Sus padrinos palaciegos conseguirán que finalmente
el borbón Alfonso XIII, dispusiera que todos los hechos del usurpador judío
habían sido legales, teniendo derecho a mercadear esos bienes como mejor le parezca.
"S.M. el
Rey, ha tenido a bien resolver que no ha lugar a exigir responsabilidades a los
señores Barral ni a D. León Leví, pudiendo este último disponer de las piedras
que le fueron detenidas en la estación de Morrot… (22 de julio de 1925)"
En julio de 1926, veinticuatro pinturas murales fueron arrancadas
de los muros de San Baudelio por un equipo italiano contratado por Leví, tomando
camino a Londres, donde se ensamblaron sobre lienzo siendo selladas con un
marco de madera. En febrero 1927, Gabriel Dereppe mandó embarcar 23 de los
frescos camino a la rica América, en la cual fueron vendidos por lotes al mejor
postor: Colecciones Privadas, Museo de los Claustros del Metropolitan Museum de
New York, Museo de Cincinnati, Museo de Arte de Indianápolis y Museo de Bellas
Artes de Boston, donde aún se encuentran la mayoría de ellos. La vigesimocuarta
pintura, perteneciente a San Baudelio, fue sustraída de la capilla, pero no fue
incluida entre los cuadros trasladados a Nueva York por Dereppe, siendo su
localización en la actualidad desconocida, en la creencia de que fuera destruida
por el tal Leví.
En 1954 la Fundación
Lázaro Galdiano compró la ermita cediéndola al Patronato Artístico de
España, pasando de nuevo a control público, pero el atropello ya estaba consumado.
Siendo una pequeña parte de las pinturas que llegaron al Metropolitan Museum de
Nueva York, recuperadas en 1957 a cambio de ceder el ábside románico de la
iglesia de San Martin de Fuentidueña (Segovia), que ahora muestra su taciturna silueta
sobre un altozano
de Tyron Park……… en la "medieval" isla de Manhattan. Estando depositados
actualmente estos rescatados lienzos en el Museo del Prado, junto con las
pinturas de la Iglesia
de la
Vera Cruz del segoviano pueblo de Maderuelo.
Es también León Leví, o "judío errante" como le
llamaban algunos cronistas de la época, el responsable del saqueo arquitectónico
de la vieja iglesia románica de San Esteban "el viejo" en San Esteban
de Gormaz, también en tierras de Soria, así como de sus pinturas. Al ver las
informaciones diarias de los telediarios y de la prensa en general, ahora con
"Los papeles de Panamá", me pregunto si este elemento, sería
antepasado de la "pepera" diputada catalana Andrea Levy, ahora
flamante nueva cara del corrupto partido, pues los mecanismos de funcionamiento
son similares……… y hasta podrían ser genéticos.
Sobre
el conjunto de los elementos pictóricos, son de destacar los vínculos de estos bocetos
con las de la iglesia de Santa María de Taüll en el encantador y pirenaico
Valle de Boí, como así mismo sus posibles lazos con los frescos de la ermita de
la Vera Cruz en Maderuelo.
En el frontis de su cuadrado ábside y separados por la luz
que entra de la ventana están representados San Baudelio y San Nicolás. Superpuestos
a ellos Melquisedec y Abel, y
entre estos, por encima del ventanuco un Espíritu Santo boca abajo, bajando
hacia la tierra o hacia la luz, y por debajo de ella la representación de un ibis.
Completando el espacio, una Resurrección de Cristo.
El resto de las pinturas que llenaron los espacios de la
nave principal, representan en su parte superior escenas de nuevo testamento:
Las Tres Marías con un "Noli me tangere" ante el sepulcro de Cristo,
Curación del Ciego y resurrección de Lázaro, Bodas de Caná, Tentaciones de
Cristo, Entrada en Jerusalén, La Ultima Cena, Prendimiento y calvario,
Adoración de los Magos (Capillita). En la bóveda, entre las nervaduras y en muy
mal estado, ocho escenas del nacimiento de Jesús.
En la parte inferior, se encontraban unas enigmáticas
pinturas de aparente temática profana e impropias de la iconografía religiosa:
leones, toros, elefante, dromedario, oso, águilas, un ave zancuda identificada
a menudo como un ibis o pelicano, así como imágenes de cacerías y motivos decorativos
geométricos, que entre los estudioso han
generado múltiples e imaginativas interpretaciones.
Con entorno de espectacular y
apartado paisaje en medio de la naturaleza y la nada, hay hasta quienes ven en
ella y en sus representaciones pictóricas, múltiples
enigmas, misterios y símbolos mágicos, así como prodigiosas energías que desprende
su interior. Muchas de ellas relacionadas con la simbología numérica del "8"
(numero del infinito y de los Templarios), que podemos constatar en las ramas
de la palmera. Así como de la capillita situada tras la palmera en la tribuna
superior, donde podría ser el lugar de iniciación de los caballeros del Temple,
donde pasaban la noche en vela para demostrar su valor, donde están las 12
referencias a la Jerusalén Celestial, el arcángel San Miguel matando al dragón,
y por encima la mano de Dios. También las trompas o apéndices de las figuras
zoológicas, que marcando los puntos cardinales confluyen en la palmera.
Planta que así mismo representa la unión de lo terreno con
lo celeste, árbol que se localiza en el centro del Edén, metáfora del paraíso,
Árbol de la Vida como corresponde a todo árbol sagrado, que enlaza la tierra
con el cielo (el suelo con la bóveda), árbol iniciático, símbolo de la
ascensión mística. Estando toda esta simbología visiblemente clara en su
característico elemento estructural, siendo en San Baudelio, mejor que en
ningún otro lugar, donde la representación de "El Paraíso" como ejemplo
característico de espacio arquitectónico en un recinto cerrado está patente, ya
que si la cuadratura es una de sus características más sobresalientes, también
lo es su ensimismamiento, reclusión y hermetismo. Personificando su
construcción el Arca de Noé o Arca de Salvación, en plena frontera religiosa del
cristianismo con el Islam, acreditada por la práctica ausencia de todo ornato
externo, al ser erigido en un territorio hostil del que se protegió a través de
sus rudimentarios muros.
Su
estructura, como
la del
"arca
bíblica", consta de varios espacios diferenciados, cada uno de
ellos con sus respectivos simbolismos: el primero representa el paraíso, el segundo
la tierra nueva donde se asentara la Jerusalén Celestial, y por último el reino de
los cielos. Culminando ese "ascenso místico" en el pequeño habitáculo
que domina la palmera sagrada, lugar que encarna el paraíso celeste, "ámbito
de la absoluta contemplación divina", el éxtasis total. Siendo este espacio el elemento más
enigmático y controvertido de esta ermita, pues este ínfimo nicho con cúpula
de nervios cruzados de tipo califal, que se encuentra en la parte alta de la
palmera por encima de sus nervaduras, para algunos puede ser un enclave de posible
significación edénica, siendo para otros, este disimulado y misterioso reducto el
"fruto sagrado" o la fuente de la ansiada inmortalidad.
Estos frescos que revestían toda la superficie interior del
templo; y que ya sufrían el gamberrismo desde el siglo XVII, período en el que se
comenzaron hacer pintajos y rallajos (los grafitis de la época) en las paredes
y pinturas; están considerados como unas de las mejores y más antiguas representaciones
de pintura mozárabe y románica que existen en toda España, y si bien aún no se
ha logrado aclarar plenamente en conjunto su simbolismo, hay quien se
atreve a catalogar este humilde eremitorio como la "Capilla Sixtina del Mozárabe
Español". La inusual circunstancia de coincidir en un mismo recinto
pintura y arquitectura tan particulares, así como su exótico y oriental diseño dentro
en un templo cristiano, en sintonía con las dos culturas, hacen de esta
maravillosa ermita un lugar digno de visitar y proteger.
Las siguientes fotografías, fueron tomadas en 1920 por Juan Cabré Aguiló, ilustre arqueólogo de principios del siglo XX, del que ya comenté en el artículo dedicado en este blog sobre Arte rupestre en Madrid, el cual realizó un trabajo documental sobre esta edificación y sus pinturas entre 1911 y 1920. Miembro de la Real Academia de la Historia, creó un archivo fotográfico durante toda su dilatada carrera de investigación de 5.558 negativos en placas de vidrio y nitrato de celulosa, que tras su muerte fueron cedidos al estado a través del Instituto del Patrimonio Cultural de España (IPCE).
Para terminar podemos acércanos hasta la cercana e interesante población de Berlanga de Duero, y en ella visitar el Centro de Interpretación de San Baudelio, donde entre paneles, imágenes y un video explicativo, saciar nuestra curiosidad por esta mágica y enigmática ermita. Si ya queremos completar nuestros conocimientos místicos con el sibaritismo del placer, solo nos queda acercarnos a la también atrayente localidad de Burgo de Osma, donde podemos disfrutar de las aguas medicinales del Hotel Termal, en el que han recreado una reinterpretación de la ermita mozárabe de San Baudelio, con piscina incluida.
Publicado por
Pablo Font
en
18:01
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Etiquetas: - San Baudelio...... enigmas. magia y expolio de un eremitorio prerrománico Soriano
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