La línea ecuatorial de
nuestro planeta atraviesa en su imaginario recorrido 13 países: 1 país oceánico
(Kiribati), 2 asiáticos (Indonesia y Maldivas), 7 africanos (Santo Tomé y
Príncipe, Gabón, Congo, Congo Democrático, Uganda, Kenia así como Somalia) y 3
países americanos (Brasil, Colombia y Ecuador), siendo este ultimo el que
recoge su nombre. Situado en el occidente de la parte sur del continente
americano, en la costa del Pacifico, Ecuador tiene una extensión de
283.561 km2, algo menor que Arizona, donde viven 17.300.000 habitantes, de los cuales 1.200.000 se hallan fuera del país, principalmente en EE.UU. y España.
La historia de estos territorios desde los asentamientos de
los pueblos preincaicos, ha estado marcada por la inestabilidad social. Las
tribus primigenias sufrieron durante el siglo XV la invasión y colonización de los incas
provenientes del sur, que a su vez fueron colonizados por los españoles
mientras mantenían una importante guerra civil entre ellos. Los castellanos
llegaron a estas tierras comandados por Pizarro en 1531, fundando las
poblaciones de Guayaquil y Quito, San Pedro de Riobamba fue constituida por
Diego de Almagro en 1534, y Cuenca se creó en 1557 por Gil Ramírez Dávalos
sobre las ruinas de la ciudad inca de Tomebamba.
Francisco de Orellana en 1541 se introdujo (en busca de
canela y oro) hacia el oriente por la selva y el rio Napo descubriendo el
Amazonas, el cual tuvo que navegar hasta su desembocadura al no poder remontar
su curso, recorrido que le llevo unos 7 meses, con innumerables y complicadas
peripecias.
Todos estos mal llamados "descubridores" y tenidos
como héroes en estas tierras hispanas con amplias calles con sus nombres y
apellidos, no eran nada más que unos buscavidas sin escrúpulo ninguno, que lo
único que buscaban era su lucro y enriquecimiento personal a cualquier precio y
sin miramiento ninguno. Siendo sus descendientes y con las mismas raíces
genéticas, quienes formando parte ya de la burguesía de estos nuevos
territorios, pasados casi tres siglos en pleno declive monárquico del inefable Fernando
VII (este sí que era un "felón") y con el apogeo de los nuevos y
modernos tiempos generados por los ideales de la
Ilustración (Descartes, Rousseau, Voltaire, Mostesquieu, Locke…) , materializados
a finales del siglo XVIII por la Revolución Francesa y la Independencia de los
Estados del Noreste Americano, se creó el caldo de cultivo para mandar a
la "Madre Patria" a freír espárragos y quitar a unos para poner a
otros………….. Situación que prácticamente en la totalidad de los pueblos del sur
americano se sigue dando, estando la población sin desarrollar y el poder así
como la riqueza mal repartida, en manos de los que 500 años antes despojaron a
sus originales pobladores indígenas de sus tierras.
Poniendo como ejemplo el país que nos ocupa "Ecuador", desde su independencia de España en 1822, ha habido más de 90 cambios de poder, un promedio de un gobierno, ya sea civil o militar, cada dos años, así como 20 constituciones en 190 años (a constitución por década). También unos límites territoriales con vecinos que no se han cerrado hasta mayo de 1999, apenas anteayer, habiéndose creado por este motivo varios conflictos armados.
Poniendo como ejemplo el país que nos ocupa "Ecuador", desde su independencia de España en 1822, ha habido más de 90 cambios de poder, un promedio de un gobierno, ya sea civil o militar, cada dos años, así como 20 constituciones en 190 años (a constitución por década). También unos límites territoriales con vecinos que no se han cerrado hasta mayo de 1999, apenas anteayer, habiéndose creado por este motivo varios conflictos armados.
Tras su emancipación del reino español, formó parte por
unos años junto con Panamá, Colombia y Venezuela de La Gran Colombia, el estado
soñado y creado por Simón Bolívar apodado "El Libertador" (entre otras cosas menos bondadosas), que duró lo
que duró terminar la tuberculosis con su fundador, y en el año 1831, se
disolvió por los intereses de unos y otros en las distintas regiones. Pasando
la tierra ecuatoriana y sus gobernantes a tener una fuerte influencia de la
Iglesia Católica, dominio que aun hoy se mantiene en parte.
De esta huella hispana de cerca de trescientos años, en
Ecuador quedan bastantes elementos aun visibles, y otros que no son tan
palpables pero que se dejan notar en algunas de sus gentes. Muchas de sus
históricas ciudades mantienen un barrio y una arquitectura colonial en general
bien conservada, y sus templos muchos de ellos levantados por los españoles,
siguen cumpliendo con la "fe" de sus seguidores.
Quito, la capital del país, es un buen ejemplo de ello. San
Francisco de Quito, nombre oficial de la ciudad, se extiende alargada por el
enorme valle que forma la hoya de Guayllabamba - Pichincha, y debe su fundación
a Sebastián de Belarcázar en diciembre de 1534, que llegó hasta ella buscando
en la antigua capital de los Incas el tesoro del gran Inca Atahualpa.
Recorremos sus cuadriculas travesías descendiendo desde el Cerro-mirador del
Panecillo, y por la calle de las 7 Cruces (García Moreno) entre edificaciones
de la época hispana, visitando la afamada iglesia de la Compañía de Jesús con
su trabajada fachada barroca (la mejor de toda América) y también el templo del
Sagrario, llegar a la Plaza Grande (plaza de la Independencia), donde se
encuentra la Catedral, el Palacio de Gobierno y la zona donde poder encontrar
restaurantes de tipo medio. Aquí, bajo la columnata que protege el lateral del
Palacio Carondelet, encontramos en su muro la frase "Dios no muere" y
bajo ella una placa que indica el lugar donde fue asesinado el presidente de la
Republica Gabriel García Moreno en 1875.
Mas hacia el noreste encontramos la enorme silueta
neogótica de la Basílica del Voto Nacional. Ya retornando por la calle Cuenca y
topándonos de nuevo con restos de arquitectura colonial, encontramos la iglesia
de la Merced. Continuando hasta llegar a la enorme, elegante y vistosa Plaza de
San Francisco, verdadero centro de la ciudad, donde se encuentra la iglesia y
convento de San Francisco, la Capilla de Cantuña, el Colegio de los Sagrados
Corazones, así como el hermoso y blanco edificio del Palacio Gangotena
originario de principios del siglo XVII, levantado sobre la manzana que ocupaba
un anterior templo inca. Hoy es un hotel de lujo en plena plaza, justo en la
intersección de la calle Cuenca con Bolívar. Justo en esta última pero un poco
más arriba, en el nº 105, se ubica el Hotel Boutique
Portal de Cantuña, que instalado en un edificio colonial decorado con sumo
gusto y una buena atención es una excelente elección por su situación y
comodidad. Justo a su espalda en la calle Cuenca, está el museo (privado) de
Arte Precolombino, emplazado en la Casa del Alabado, uno de los edificios más
antiguos de la población, y en cuya fachada reformada en 1671 consta la
siguiente anotación "ALABADO SEA EL
SANTÍSIMO....". Más adelante se encuentra el convento
de Santa Clara, donde conviene llegar a una hora que coincida con algún rezo o
cantico de sus 17 monjas a lo largo del día (Laudes, la Tercia, la Sexta, la
Nona, Vísperas y Completas), y dos calles más al
sur el monasterio del Carmen Alto, frente al cual se encuentra el antiguo Hospital San Juan de Dios, hoy Museo de la Ciudad, y entre ellos por encima de la calle
el conocido como Arco de la Reina, con hermosa visión desde él del Cerro
Panecillo.
Apenas 8 km. del centro de Quito en
dirección norte (Barrio de Miraflores), se encuentra el teleférico Cruz Loma
que nos deposita a una altura de 4.100 m. en la ladera este del cercano (5 km.
de caminata) volcán Rucu Pichincha de 4.698 m.
Las vistas desde estas alturas están garantizadas, siendo aconsejable ir a la
tarde para poder observar el crepúsculo sobre el Cotopaxi
y las luces de la enormidad de Quito en el ocaso, ya oscuro, del día. 25 km.
más al norte se encuentra un Parque Temático con dudoso interés para mi gusto,
se trata de un complejo dedicado al lugar donde se señala la Latitud 00º 00` 00", y repleto de lugares para
comprar y adquirir quincallería turística barata.
Camino ya del sur y dejando a levante el nevado Cotopaxi
llegamos a Latacunga, ciudad que se sitúa a 90 km. de Quito. Fundada en 1534
con el nombre de "Asiento de San Vicente Mártir de Latacunga", ha
sido destruida tres veces en el pasado por el volcán Cotopaxi en 1742, 1768 y
en 1877, reconstruida una y otra vez por esfuerzo de sus habitantes para
convertirla en lo que es hoy, una ciudad atractiva y acogedora. Agradable es
pasear por sus también ajedrezadas calles, admirar los edificios coloniales y de
posterior realización, que fueron construidos con gusto y refinamiento.
Situados fundamentalmente abrazando la Plaza-Parque Vicente León: Catedral,
Palacio Municipal, Gobernación de Cotopaxi. Pero si hay una cosa que sobre sale
de esta tranquila población es la festividad dedicada a la "Mama
Negra", también conocida como Santísima Tragedia, una fusión de de las
culturas indígena, española y africana.
Continuamos hacia el sur cruzando por las poblaciones de
Ambato y Riobamba. De la primera destacar su trazado en forma de damero con la
Plaza-Parque Montalvo como eje principal, en la que destaca el horroroso
edificio de su Catedral, que no se merece más comentarios. De Riobamba cabe
reseñar que se trata de la capital del Chimborazo, la mayor altura de todo
ecuador con 6268 m. Una población donde podemos visitar la estación del famoso
Ferrocarril Transandino que comunicaba Guayaquil con Quito, salvando el
obstáculo conocido como la "Nariz del Diablo". Con el paso del tiempo
y los nuevos sistemas de trasporte ahora ese tren se ha trasformado en gran
parte para uso turístico. Y cono no podía ser de otra manera yendo de viaje con
"Enric", tuvimos que acercarnos hasta la Plaza de Toros, la
Monumental Raúl Dávalos de Riobamba, Capital Taurina del Ecuador.
Más al sur se sitúa Cuenca o como reza su verdadero nombre
"Santa Ana de los cuatro Ríos de Cuenca", que con casi 463 años de
antigüedad esta preciosa población del sur ecuatoriano está declarada
Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO desde 1999. Esta antigua ciudad de sabor colonial, calles adoquinadas,
casonas de los siglos XVIII y XIX e iglesias barrocas, seduce a los viajeros
por el contraste y modernismo que en ella se respira en comparación con otras
poblaciones del país.
Debemos recorrer las calles Simón Bolívar y Mariscal Sucre,
para comprobar la excelente arquitectura de sus edificaciones coloniales y
criollas. Visitar la Plaza-Parque Calderón, La Catedral y
la Iglesia del Sagrario o Catedral Vieja, la Plaza de las Flores junto a la
iglesia del Carmen, la Plaza San Francisco con la Iglesia dedicada a este Santo,
con un buen lugar para tomarla a su lateral "La Cofradía" donde nos
prestarán una excelente atención y buenos platos para elegir, sin duda unos de
los aconsejables sitios de la ciudad. Los mercados: el colorido Mercado 9 de
Octubre con sus santeras en la plaza haciendo curaciones (restregando hierbas
por el cuerpo de los posesos), y el conocido como 10 de Agosto al comienzo de
la Calle Larga donde nos dimos una autentica comida criolla en sus
establecimientos del primer piso.
La Calle Larga es una buena
representación de la ciudad. Si la recorremos en su totalidad alcanzaremos ver
desde la confección de los afamados sombreros de Paja Toquilla (mal llamados
Panamá), hasta entrar en el interesante Museo Pumapungo (Puerta de León) donde
podemos pasear por entre las ruinas incas de este barrio que formaría parte la
ciudad de Tomebamba, uno de los principales
centros urbanos del imperio incásico. También en esta travesía se ubican algunos
interesantes templos (iglesia de Todos los Santos), así como las Casas Colgantes
que dan al rio Tomebamba y el Puente Roto. Curioso seria entrar en el nº 121 de
esta calle (Sumaglla - folklor - Antigüedades), donde vive una de las
descendientes de la noble familia Toral, Cecilia Toral Vázquez de 76 años, una encantadora señora mayor que nos
da todo tipo de explicaciones sobre sus antepasados, y nos deja pasear por las
vetustas estancias de su casa, verdadero museo viviente de mediados del siglo XIX. Esta familia descendientes de españoles de Ávila, en la actualidad es la 9 generación.
Desde Cuenca nos dirigimos hasta Ingapirca
para visitar sus interesantes ruinas Incas, sin duda el situado arqueológico
precolombino más importante y mejor conservado del país ecuatorial. El nombre de Ingapirca proviene del "kichwa" y
significa "muro o pared del inca", siendo el símbolo del dominio
incaico hasta la colonización de la América Latina por parte de los españoles.
Se trata de una importante zona ceremonial, que unió a diversas culturas a
través del Tahuantinsuyo y se convirtió, al igual que Machu Picchu en Cuzco, como
emblema del poder de la civilización Inca al norte.
Camino de Guayaquil atravesamos el Parque Nacional de Cajas, pero el día no estaba para muchos
amigos: viento, lluvia y altitud, nos hizo desistir de quedarnos más rato a
disfrutar de este paisaje montañoso a una altitud de más de 4.000 m. lleno de
lagos, que en número próximo a los 800 cubren este territorio. La carretera que
une Cuenca con Guayaquil lo cruza por la mitad, siendo su punto de máxima
altura la Loma de Tres Cruces, lugar donde s dividen las aguas que van a la cuenca
del Amazonas y por ende al Océano Atlántico de las que van al Pacifico. Dicen
que debe su nombre a los que murieron aquí de frio al intentar cruzar por estas
montañas.
Guayaquil nos da la bienvenida en un
día gris plomizo, lo que provocó que la imagen de la ciudad fuera ya de esa
tonalidad aunque saliera el sol posteriormente. Pero es que la segunda ciudad
en importancia de Ecuador, aunque la más poblada, tampoco tenga unos agraciados
elementos que la hagan resaltar sobre otras, aunque algunos lugares tengan
cierto interés. Como su novedoso y cuidado Malecón, que se extiende a lo largo
de 2,5 km. por la orilla del gran
estuario del rio Guayas, al que han tenido que adosar una reja para
mantener su seguridad, ya que Guayaquil es considerada una de las urbes más peligrosas de Ecuador. Al final de este magnífico atracadero se ubica el histórico barrio de Las Peñas, origen de la población en tiempo de los colonizadores españoles a mediados del siglo XVI, también el colorido Cerro Santa Ana coronado por el faro desde el que se obtienen unas completas vistas de la ciudad y al que se accede ascendiendo los 444 escalones que hay hasta su cima.
mantener su seguridad, ya que Guayaquil es considerada una de las urbes más peligrosas de Ecuador. Al final de este magnífico atracadero se ubica el histórico barrio de Las Peñas, origen de la población en tiempo de los colonizadores españoles a mediados del siglo XVI, también el colorido Cerro Santa Ana coronado por el faro desde el que se obtienen unas completas vistas de la ciudad y al que se accede ascendiendo los 444 escalones que hay hasta su cima.
En el otro extremo encontramos la curiosa Torre Morisca (Torre
del Reloj) y a su altura pero fuera del recinto el edificio de la Municipalidad
que por la noche se desnuda y se viste de colores, junto a la Universidad de
las Artes y el Palacio de la Gobernación. Por detrás el Parque Seminario más
conocido como Parque de las Iguanas, por encontrarse gran cantidad de estos reptiles
entre sus praderas y arbolado. Preside el lugar la Catedral Metropolitana, tocándonos
pasar por allí justo el día anterior que el parlamento votaba permitir el
aborto en casos de violación, ni que decir tiene que el discurso tremendista, apocalíptico
y dantesco que a través de unos enormes altavoces instalados en el exterior de los
accesos al templo se podía escuchar en medio mundo. Tenga la seguridad el Sr. Arzobispo
de Guayaquil su presencia eterna junto al señor, pues su discurso se podía oír hasta
en lo más alejado del cielo, y seguro que Dios estuvo atento a sus incendiarias palabras
(el derecho al aborto en caso de violación fue rechazado al día siguiente por el
parlamento, lo de los altavoces funciona).
Solo nos queda ir a la Plaza del Centenario y volver por el
Bulevar 9 de Octubre, pero como ya he dicho Guayaquil es una ciudad que no da mucho
más de sí, utilizada para ser lugar de paso para ir al archipiélago de las Galápagos,
al cual nos vamos a dirigir.
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