A apenas 9 kilómetros de Quintana Redonda, Navalcaballo es una población de unos 81 habitantes (contando con cenca de 300 en los años 60 del siglo pasado), un ejemplo mas de lo que algunos denominan la “España vaciada”, producto de las condiciones en que se vivía en estos lugares a mediados del siglo XX y que aun no se ha sabido corregir, si es que esto es viable. Aunque en esta localidad puede que con el tiempo y las circunstancias favorables, sea posible que tenga su futuro asegurado: dista apenas 11 km. de la capital, se sitúa a algo menos de tres de la autopista Medinaceli – Soria, cruzando por sus cercanías la futura y demandada “Autovía del Duero” o lo que por aquí se conoce como Autovía Valladolid - Soria – Tudela y por si estas circunstancias no fueran suficientes, han tenido la valentía de invertir futuro en un polígono industrial que poco a poco va cogiendo cuerpo y consolidándose de manera discreta………… una forma de generar actividad y empleo a la juventud local.
Se le conoce como Luna de Castor, a la que se puede observar en fase llena durante el plenilunio otoñal, que este año seria el día 19 de noviembre. Comenzando aparecer sobre el horizonte por levante a las 17,54 horas, prácticamente a la misma que el sol se ocultaba por poniente, las 17,46. Los dos con tonos rojizos, dándonos una la bienvenida por el Cerro de San Marcos y despidiéndose el otro tras la Sierra Inodejo.
Plenilunio es la fase lunar que transcurre cuando la Tierra se encuentra situada entre el Sol y la Luna, los tres casi alineados. Consiguiendo de esta forma una iluminación cercana del 100%, lo que nos permite observar espectaculares imágenes.
A este espectacular fenómeno de nuestro onírico y solitario satélite, también se le conoce como la brillante Luna Escarchada o Luna Helada. Recibiendo el nombre de “castor” por ser en este tiempo cuando los trampero americanos (del norte) ponían sus cepos para cazar a estos grandes roedores, de los cuales solo buscaban su suave, cálida, apreciada y valiosa piel, ya que por una de ellas se llegaba a pagar hasta 9 “dólares” a principios del siglo XIX. También parece achacarle su nombre al hecho de que estos animales se preparaban activamente en esta época otoñal para soportar los crudos inviernos.
Además en este año (segundo de pandemia), durante los días 21 y 22 de noviembre, de no haber sufrido la borrasca que ha dejado a medio país helado y algo blanco, hubiéramos podido observar el comienzo del anochecer y próximas a la luna dos estrellas brillantes, con los mitológicos nombres de “Pólux” y curiosamente “Castor”.
Coincidente con este efecto lunar, también se desarrollará el ultimo eclipse parcial del año (cuando la Tierra se interpone entre el Sol y la Luna) que, según nos informan los servicios geográficos y astronómicos, será el mas largo que se ha producido en los últimos 580 años, prolongándose durante unas 6 horas. Lastima que desde nuestras tierras hispanas este efecto no lo hayamos podido observar.
Y para terminar los fenómenos “celestes” en este mes de los “sagitarios”, también hemos tenido dos eventos de lluvia de estrellas: El primero durante el jueves 4 y el viernes 5 cuando nos bombardearon “Las Táuridas”, para dos semanas después ser el turno de “Las Leónidas” quienes cruzarán el firmamento arañándolo con sus fugaces estelas. Siendo este segundo episodio, además de llamativo y espectacular, curioso y singular, toda vez que no se repite cada año, pudiéndose únicamente observarse tres veces cada siglo, además de involucrar a ciento de meteoritos cada hora, convirtiéndose el fenómeno en uno de los acontecimientos mas potentes de este tipo.
Solo espero que algunos de los que asiduamente leéis estos párrafos hayáis podido disfrutar de estos momentos.
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