El norte de Namibia mantiene la aridez del resto del país,
aunque más moderada que las tierras desérticas del sur y la costa, siendo a
medida que nos adentramos hacia el interior cuando la vegetación se va
acentuando y la sequedad es menos palpable.
Actualmente, está en proceso la creación de un nuevo parque en la región de Kunene (noroeste de Namibia) que ampliaría en unos 7.000 km2 Etosha, pudiendo aumentar su fauna en alrededor de 1.000 elefantes, 100 leones y 150 rinocerontes negros.
Tras recorrer otros 70 km. en dirección este llegamos a Namutoni, situado en el extremo oriental del parque y cercano de su salida por la puerta Von Lindequist. Se encuentra próximo a la zona más húmeda de Etosha, generando que la observación de fauna sea más complicada por la existencia de mayor vegetación. Es aquí donde se encuentra el fuerte colonial, pintado de impoluto blanco, con una agitada historia ocurrida a principios del siglo XX, sobre la que ya me he referido antes.
Etosha posee rutas transitables para vehículos (estando más que prohibido bajarse de los coches o dar comida a los animales) que recorren todo el parque sin necesidad de llevar un todo terreno. Estas pistas de tierra componen una red que nos conduce hasta las más de cincuenta “waterholes” (pozas de agua), donde poder observar a los animales, que se trasladan hasta ellas para beber. Charcas que son la garantía para la observación del espectáculo de vida salvaje que en ellas se representa a cada instante: elefantes, cebras, ñus, springboks, y las más del centenar de especies que hasta ellas se trasladan a diario para saciar su sed en las pequeñas balsas existentes en el parque.
Nos dirigimos desde la tierra de los "himba" en
las Cataratas Epupa, hacia el impresionante Parque Nacional de Etosha, pero la
distancia (650 km.) y la ruta nos obligan a pernoctar en el camino, parando en Otjitotongwe
Cheetah Farm (Parque de guepardos), donde acampamos
una noche. Situado en el noreste de Namibia, 24 km. al este de Kamanjab en el
lado norte de la carretera, es el hogar de una organización sin fines de lucro,
cuyo objetivo es la conservación de guepardos en un entorno natural. La granja
de 7.000 ha, tiene algunos guepardos domesticados, pero la mayoría en estado salvaje,
de estos muchos comprados a los agricultores para evitar que sean exterminados.
Además de esta actividad, la familia Nel que gestionan
esto, mantienen un campsite (camping) con algunos bungalows y piscina en donde
poderse alojar, además de tomar unas cervezas en un buen acondicionado y
ambientado bar. Un buen lugar para descansar unas horas y aprender sobre la
problemática de los guepardos "Cheetah", que si bien es un animal que
aun no se encuentra en peligro de extinción, está muy perseguido al no estar
protegido por las leyes. Para ello, entre charlas y explicaciones, nos llevan a
un lugar en medio de la extensa finca, donde al atardecer llevan carne para que
se puedan alimentar, todo ello sin poder bajarnos del trasportín de la
camioneta.
Originalmente el guepardo se extendía por la mayor parte de
continente africano, salvo en las zonas desérticas del Namib y Sáhara, así como
en la selva ecuatorial. Llegando también a la India y al Medio Oriente, lugares
donde actualmente están prácticamente desaparecidos. Estimándose que apenas
quedan en todo el mundo unos 7.500 ejemplares, de los que 6.000 se encuentran
en áfrica, de ellos entre 2.000 y 2.500 en Namibia, pero el 95 de ellos en
terrenos privados. Por lo que algunos granjeros han
seguido cazando guepardos; aun siendo el animal mas velos de todos los
existentes; por su tendencia natural de atacar al ganado y su innato instinto depredador.
Con una superficie de algo más de 22.000 Km2 (el
2,70% del país y algo menor que la comunidad de Valencia o algo mayor que
Eslovenia), el Parque Nacional Etosha es uno de los mayores del continente
africano. Fundamentalmente es una enorme planicie de alrededor de 350 x 65 km,
que en su parte oriental se asienta sobre lo que fue hace 12 millones de años
un lago que se desecó, convirtiendo esta zona en un salobral o desierto salado
que habitualmente está cubierto de una capa de arenas arcillosas. Un enorme
horizonte blanco que acompaña nuestra visión casi de forma permanente mientras
dure nuestra visita al lugar. Y que en épocas de abundantes lluvias se inmunda
creando un enorme lago temporal de poca profundidad. Es durante la estación
húmeda cuando miles de flamencos y pelicanos se asientan en esta zona para
aparearse y alimentar sus crías.
Este enorme salegar, que abarca una extensión de 4.800 km2,
es conocido con la palabra anglosajona de "pan" (satén o
cazuela). Generando la toponimia del parque, ya que la palabra "Etosha"
quiere decir “gran lugar blanco” o "gran vacío", refiriéndose a la
visión de esta gran llanura por las tonalidades blanquecinas de la sal
existentes en su superficie. Se cree que en su día por aquí discurría el río
Kunene (actualmente frontera con Angola), pero que algún movimiento sísmico
modificó su trayecto desembocando actualmente en el océano, distante 500
kilómetros.
El resto del territorio del parque está formado mayoritariamente por matorral y sabana compuesta fundamentalmente por arboles "mopane" (80 %) que en algunos casos alcanza los8 metros de altura, siendo
la zona de Halili donde se encuentran los ejemplares más notables. También
podemos encontrar algunas acacias aisladas.
El resto del territorio del parque está formado mayoritariamente por matorral y sabana compuesta fundamentalmente por arboles "mopane" (80 %) que en algunos casos alcanza los
Los primeros europeos que llegaron a
estas tierras fueron: el peligroso eugenista inglés Sir
Francis Galton y el explorador, medio sueco y medio inglés, Charles Andersson.
Que en la primavera de 1851 llegaron hasta Namutoni (por entonces un refugio de
pastores conocido como Omutjiamatunda), descubriendo más adelante el gran lago
seco y salado. En 1885 gran parte de lo que hoy conocemos como Etosha
pasó a propiedad del comerciante y cazador William
Worthington Jordan, al cómpraselo a los jefes de la etnia "ovambo" por
300 libras, importe que fe pagado en especies (25 armas de fuego, carne salada
y una caja de brandy). Esto permitió que durante los siguientes años se
"abrieran" rutas para que cazadores europeos pudieran llegar con más
facilidad, ante la existencia de abundante vida silvestre. Cazándose de forma
incontrolada cantidad de grandes especies en particular: leones, rinocerontes, elefantes,
búfalos, así como otras especies llamativas, llegando algunas de ellas al borde
de la extinción.
Convertida en colonia alemana por la Conferencia de Berlín
de 1885, en 1896 la gubernatura de la zona ordeno la ocupación de prácticamente
todo el norte de territorio (Sesfontein, Okaukuejo y Namutoni),
con el objetivo de exterminar toda la existencia de vida silvestre, en el
intento de frenar la propagación de la pandemia conocida como "murrain"
(muerte), que afectaba al ganado de los colonos. Los teutones edificaron un
fuerte en las proximidades de las fuentes de Namutoni en 1899, pero el 28 de
enero de 1904, 500 hombres liderados por Nehale Mpingana, atacaron a las tropas
del Ejército Alemán que había en la fortificación (7 personas), quedando
totalmente destruido. Esto fue producto de la rebelión por parte de la etnia Ndonga
que se amotinaron por la usurpación de sus tierras para dárselas a los colonos
prusianos, revuelta que conllevó una gran represión, produciéndose un genocidio
que diezmó a la etnia herero, pasando de una población de 80.000 a apenas
15.000. El fuerte fue rehecho más tarde existiendo todavía y declarado como
Monumento Nacional.
La declaración como zona protegida fue temprana, siendo aun
en tiempos de su pertenecía al Reich Alemán, cuando el gobernador de África
del Suroeste (nombre con el que se conocía por aquella época a Namibia)
Friedrich von Lindequist, creo en 1907 este área de protección que contaba con
una extensión de cien mil kilómetros cuadrados. En aquel tiempo la fauna era
mucho más abundante que en la actualidad, pues la región estaba prácticamente
deshabitada y era fácil ver rinocerontes en pleno día. Tras la primera Guerra
Mundial y la derrota alemana, Namibia subsistió como colonia británica y
posteriormente de Sudáfrica. En 1947, los sudafricanos crearon en el noroeste
del país el bantustán de Kaokoland (política de apartheid - segregación
racial), para recolocar a los nativos hereros lejos de las riquezas de las
zonas habitadas por los blancos. Para ello, hubo que reducir la extensión del
parque, que llegaba entonces hasta el mar en Skeleton Coast. En 1958 se
convirtió en Etosha Reserve, pero se redujo su superficie a 55,000 km2.
En 1962 se redujo nuevamente la extensión del parque, cortando definitivamente
la conexión de Etosha con el mar e impidiendo las migraciones anuales de los
elefantes, declarándose como parque Nacional en 1967. Y en 1970 su área se
redujo nuevamente a su tamaño actual de 22.270 kilómetros cuadrados.
Actualmente, está en proceso la creación de un nuevo parque en la región de Kunene (noroeste de Namibia) que ampliaría en unos 7.000 km2 Etosha, pudiendo aumentar su fauna en alrededor de 1.000 elefantes, 100 leones y 150 rinocerontes negros.
La planicie
que lo caracteriza y la escasa vegetación hacen que la observación de la fauna
salvaje sea mucho más afortunada que en otros parques de África, convirtiendo a
esta reserva uno de los lugres idóneos para su visión y la fotografía. Lo que
le convierte en uno de los lugares imprescindibles de visitar al viajar a
Namibia.
En su interior
se encuentran también pinturas rupestres, con escenas de caza, pero se
encuentras apartadas de les recorridos por donde se mueven normalmente los
visitantes. Debiendo preguntar a los lugareños donde encontrarlas, quienes si conocen
perfectamente los situados donde se hallan rastros de arte primitivo.
La mejor época
para visitar Etosha es durante la época seca, entre mayo y noviembre
(septiembre es un buen mes), porque las charcas de agua se convierten en
lugares de imprescindible visita por parte de las manadas de animales para
poder beber.
En esta zona del país las lluvias son estacionales,
comenzando a finales de octubre hasta abril o mayo, y cuando lo hacen es con
gran intensidad. Las dos corrientes principales de agua que desembocan en la
depresión de Etosha son los ríos Ekuma y Oshigambo. Existiendo así mismo varios
manantiales que mantienen en aceptable estado de uso, pequeñas charcas durante
la larga estación seca. Las tres más importantes se encuentran en las zonas de
acampada de Okakuejo, Halili y Namutoni, mientras que otra docena se encuentra
en los recorridos más visitados entre estos campamentos.
El acceso al parque, que todo él está completamente cercado
(850 km. de valla), puede realizarse por las dos entradas principales: Okakuejo
(Anderson Gate) al sur, y la de Namutoni (Von Lindequist Gate), al este, así
como la menos usada de King Nehale Gate, ubicada al norte.
Existen 3 campamentos en su interior con un potente vallado
a su alrededor: Okakuejo, Halali y Namutoni, donde es posible el alojamiento,
pero mantienen unas normas muy estrictas ya que al ponerse el sol cierran las
puertas, cuando los animales depredadores más peligrosos aumentan su actividad
para ir a cazar. Una pista de tierra une los tres campamentos cruzando todo el
parque de oeste a este. En cada uno de ellos hay una charca para la observación
cómoda de los animales.
El primero de
ellos es Okaukuejo “lugar de las
mujeres", donde aún se mantiene una torre de vigilancia del tiempo de la
colonia germana. Cuenta con todo tipo de servicios, incluido el Etosha
Ecological Institute, y tiene fama de ser el más suntuoso. Pero si en algo
destaca es el ser un lugar privilegiado por su charca, la más cómoda y visitada
de todo el parque. Donde uno se sienta y comienza a ver un espectáculo
faunístico sin precedentes y excepcional.
Halali es el
campamento que se encuentra en pleno centro de Etosha, y su nombre le viene del
cuerno de caza alemán que marca el inicio de la temporada. Desde la entrada de Okaukuejo
hay algo más de una hora en recorrer los 70 km. por pista de tierra que hay
hasta llegar a él. Estratégicamente situado a medio camino entre los otros dos
campamentos, y ubicado a la sombra de los árboles “mopane”, es el mejor destino
para visitar todas las charcas que hay en la reserva. Su charca, situada en la
base de una colina rocosa que se encuentra algo apartada de la zona de
acampada, se encuentra iluminada por las noches, dejándonos ver desde la altura
de su risco la magnífica fauna de los alrededores, tanto en el día con por las
noches, siendo sus atardeceres la especialidad. Es el mejor lugar para ver
animales raros, como ciertos tipos de aves o el leopardo.
Hacia el norte de Halali se halla la pista que penetra en la depresión, donde nos encontramos en medio de esa "nada" blanca.
Hacia el norte de Halali se halla la pista que penetra en la depresión, donde nos encontramos en medio de esa "nada" blanca.
Tras recorrer otros 70 km. en dirección este llegamos a Namutoni, situado en el extremo oriental del parque y cercano de su salida por la puerta Von Lindequist. Se encuentra próximo a la zona más húmeda de Etosha, generando que la observación de fauna sea más complicada por la existencia de mayor vegetación. Es aquí donde se encuentra el fuerte colonial, pintado de impoluto blanco, con una agitada historia ocurrida a principios del siglo XX, sobre la que ya me he referido antes.
Etosha posee rutas transitables para vehículos (estando más que prohibido bajarse de los coches o dar comida a los animales) que recorren todo el parque sin necesidad de llevar un todo terreno. Estas pistas de tierra componen una red que nos conduce hasta las más de cincuenta “waterholes” (pozas de agua), donde poder observar a los animales, que se trasladan hasta ellas para beber. Charcas que son la garantía para la observación del espectáculo de vida salvaje que en ellas se representa a cada instante: elefantes, cebras, ñus, springboks, y las más del centenar de especies que hasta ellas se trasladan a diario para saciar su sed en las pequeñas balsas existentes en el parque.
Son pequeño y someros pozos de entre veinte y cien de
metros de diámetro, vacíos de vegetación en sus alrededor por el trasiego de
los animales, en los que el nivel freático ha aflorado, permitiendo que en la época
seca la fauna pueda beber. Interesantes son: Nebrownii, donde los elefantes se embadurnan
con el polvo calizo existente, dando la sensación de que son blancos o la de
Aus, donde en la época de lluvias hay cientos de impalas que dificultan el tráfico
por la pista que llega hasta ella. También la de Salvadora con el agua de mejor
calidad y donde no es difícil observar guepardos, leones o avestruces. En la zona de Namutoni destacan las de Andoni
en la observación de aves, y Chudop la más óptima para visionar jirafas y
elands.
Espectacular es llegar hasta una de las charcas y encontrar
manadas de cebras, springbooks, búfalos, antílopes, elefantes y otras variadas
especies dirigirse hasta la lámina de agua e introducirse en ella para saciar
su sed. Impactantes son también las imágenes de como centenares de animales
detienen su marcha, al presentir la llegada de algún león cercano, no
atreviéndose a llegar a la charca, hasta que el riesgo ha pasado.
Charcas para el avistamiento de animales existen en los tres campamentos, aunque estas son artificiales y por las noches un poco peliculeras, al haber instalado en ellas unas luces rojas (ortocromáticas) para poder observar a la fauna que llega hasta ellas en la oscuridad. De esta manera facilitan el acercamiento a la fauna salvaje a los turistas más cómodos o de más edad.
Charcas para el avistamiento de animales existen en los tres campamentos, aunque estas son artificiales y por las noches un poco peliculeras, al haber instalado en ellas unas luces rojas (ortocromáticas) para poder observar a la fauna que llega hasta ellas en la oscuridad. De esta manera facilitan el acercamiento a la fauna salvaje a los turistas más cómodos o de más edad.
Aunque Etosha
es un paraíso para la observación de las aves, su principal interés son los
grandes mamíferos, relativamente fáciles de observar, sobre todo en la época
seca cuando se concentran en las charcas que se encuentran al sur del "pan".
Siendo uno de los pocos parques naturales en África donde se pueden observar
los "big five game", (los cinco grandes de África): león, elefante,
búfalo, leopardo y rinoceronte. Estando todas las grandes especies africanas
representadas, convirtiendo a Etosha en un espectáculo para de naturaleza
salvaje. Siendo además uno de los parques que cuenta con rinocerontes negros,
esquivo animal que se encuentra en peligro de extinción.
Se han
contabilizado 114 especies de animales, 340 de pájaros, 110 de reptiles, 16 de
anfibios y un de pez bastante sorprendente. Entre los grandes mamíferos se han
contado 250 leones, 500 rinocerontes, entre 2.000 y 3.000 elefantes, unas 3.000
jirafas, 7.000 ónixs y alrededor de 20.000 cebras. El más abundante es la
gacela saltarina conocida como springbok, estimándose existen más de 20.000
ejemplares. Además de leopardos, guepardos "Cheetah", antílopes, kudus,
elands, ñus, chacales, zorros y hienas, entre otras especies.
Entre las aves, solo citar las más grandes: avestruces de las que se contabilizan unas 4.000, águilas, cigüeñas, garzas, avutardas, buitres, flamencos, pelícanos, secretarios, grullas blue crane el pájaro nacional sudafricano, etc.
Entre las aves, solo citar las más grandes: avestruces de las que se contabilizan unas 4.000, águilas, cigüeñas, garzas, avutardas, buitres, flamencos, pelícanos, secretarios, grullas blue crane el pájaro nacional sudafricano, etc.
Recorrer Etosha durante los tres días que por allí
estuvimos, observando cantidad de animales salvajes en plena libertad, fueron como
ver un documental de la 2 o un reportajes del National Geographic, pero sin estar delante del televisor. Namibia
tiene el reconocimiento de haber sido el primer país en introducir en su Constitución
la protección de la naturaleza y la biodiversidad.
Aparte de ser el territorio por el que debemos transitar
para poder llegar a nuestro destino en el Delta de Okawango, Caprivi es una franja
o pasillo de tierra de 450 x 35 km en territorio de Namibia, con una curiosa
ubicación entre Angola y Botswana, y bordeada por los ríos Okavango, Kwando,
Chobe y Zambeze. Que además tiene la particularidad, única en el mundo, de
compartir en un punto frontera con cuatro países, así como una peculiar
historia.
Alemania, que tenían colonias en áfrica del sur tanto en el
Atlántico como en el Índico (actualmente Namibia y Tanzania), aspiraba poder tener
una vía de comunicación que pudiera conectar sus dos territorios. Para intentar
conseguir sus fines pactaron con los ingleses un acuerdo en 1890, por el que
los germanos cederían sus intereses en la isla de Zanzíbar, y los Ingleses
devolverían a los Teutones la isla de Heligoland situada en el Mar del Norte, proporcionándoles
así mismo una franja (Caprivi) de tierra de 450 kilómetros de largo y 30
de ancho, mediante la cual podían llegar hasta el río Zambeze y por el lago Tanganica llegar al Océano Índico. Lo curioso del asunto (y que los ingleses si sabían pero los teutones no) es que el explorador inglés David Livingstone había descubierto 35 años antes la imposibilidad de navegar el Zambeze por la existencia de las Cataratas Victoria, e incluso ya existían buenos mapas de la zona.
de ancho, mediante la cual podían llegar hasta el río Zambeze y por el lago Tanganica llegar al Océano Índico. Lo curioso del asunto (y que los ingleses si sabían pero los teutones no) es que el explorador inglés David Livingstone había descubierto 35 años antes la imposibilidad de navegar el Zambeze por la existencia de las Cataratas Victoria, e incluso ya existían buenos mapas de la zona.
Durante mucho tiempo este territorio fue refugio de
bandidos, y durante los años de la lucha por la independencia de Namibia, así
como por la guerra civil angoleña, no se pudo circular por esta carretera que
une el norte de Namibia con las Cataratas Victoria y Zambia. Con la
pacificación de Angola y la disminución del contrabando, la región se ha serenado.
Al comienzo de
la Franja de Caprivi y en su parte oeste se encuentra la ciudad de Rundu. Población
situada junto a la frontera de Angola, donde podemos disfrutar de otro de los bellos
paisajes de Namibia y un lugar para visitar, por sus amables gentes y sus
espectaculares puestas de sol. Bañada por el río Kavango que
hace de línea de separación entre Namibia y Angola durante 400 km.
Por fin
tenemos una tarde para descansar y lo hacemos en el Kaisosi River
Lodge, que situado
7 km. al este de la población de Rundu, se ubica en la orilla sur del río
Kavango (la norte pertenece a Angola). Un oasis de paz para pasar unos días por
parte de los amantes de la naturaleza. Un alojamiento muy confortable y con
cierto grado de elegancia, que es el justo merecimiento de haber pasado más de
una semana alojados en tiendas de campaña, por las tierras de los
"himba" y el parque de Etosha". Desde el embarcadero del
alojamiento, se pueden realizar recorridos en barco cada tarde por el río para
ver la puesta de sol.
Entramos en Botswana, para acercarnos hacia el delta de rio
Okavango, habiendo disfrutado durante unos días de un espectáculo único en el
Parque Nacional de Etosha, con unas imágenes en mi retina que nuca se me
olvidaran, pues ha sido la mayor concentración de fauna salvaje que en mi vida
he podido observar. Y aunque por aquí os he dejado estas letras y fotos para
que os hagáis una idea sobre la diversidad y magnitud de su silvestre fauna, Etosha
no es un lugar para contarlo, es un territorio para verlo……. para vivirlo.
Ya llevamos quince días y esta es la quinta de las entregas elaborados durante mi reclusión, internamiento y aislamiento coronavirulesco........... buen ritmo, cada tres días una (que creativo nos hace este secuestro).
Ya llevamos quince días y esta es la quinta de las entregas elaborados durante mi reclusión, internamiento y aislamiento coronavirulesco........... buen ritmo, cada tres días una (que creativo nos hace este secuestro).
Una buena narrativa e interesante viaje Pablo.
ResponderEliminarLas jirafas de la última foto necesita un giro. Me ha gustado