Nuestro primer contacto con Irán es la población de Qom, ya que al ser limitado en días nuestro periplo a las tierras de la antigua Persia, habíamos decidido desistir de visitar Teherán su capital (mucho ruido y pocas nueces), y desde el aeropuerto tomamos definitivamente dirección sur.
A poco mas de 100 km. de la terminal aeroportuaria se sitúa
Qom, la segunda ciudad más "santa" del país y donde todo se relaciona
con el Mausoleo de Fátima. En el extremo oeste de la enorme plaza Astane, nos encontramos
con el impresiónate complejo islámico del Santuario de Fátima Masumeh “La sin
mancha”, (no confundir con la hija del profeta Mahoma), que murió en el año 816
cuando se dirigía a casa de su hermano.
Este portentoso conjunto de edificios de más de 38,000 m2,
está edificado en honor de la hermana de Alí Reza, el octavo imán de los
chiitas, clérigo y erudito del siglo VII del que destaca de entre sus obras el
"Tratado de Oro" un compendio sobre medicina, donde plantea que
muchos males se pueden curar a través de métodos tradicionales y cuidada
nutrición. Entre la rama "chiita" del islam las mujeres a menudo son
veneradas como santas si son parientes cercanos de uno de los "doce imames"
(los directos sucesores espirituales y políticos del profeta Mahoma). Por lo
tanto Fátima es honrada como si de Santa Teresa se
tratase, y su mausoleo es considerado uno de los santuarios más importantes de Irán. Donde cada año, miles y miles de musulmanes chiítas se trasladan para honrarla y pedirle sus bendiciones. Buscan curas para enfermedades, soluciones a los problemas y perdón de los pecados, muy parecido con lo que aquí ocurre con Santiago el Compostelano, Montserrat, Caravaca de la Cruz, Guadalupe, Covadonga y otros lugares de nuestra cercana geografía. Como así mismo también proclaman los clérigos musulmanes "aquellos que realicen peregrinaciones a estos santuarios, ciertamente serán admitidos en el cielo".
tratase, y su mausoleo es considerado uno de los santuarios más importantes de Irán. Donde cada año, miles y miles de musulmanes chiítas se trasladan para honrarla y pedirle sus bendiciones. Buscan curas para enfermedades, soluciones a los problemas y perdón de los pecados, muy parecido con lo que aquí ocurre con Santiago el Compostelano, Montserrat, Caravaca de la Cruz, Guadalupe, Covadonga y otros lugares de nuestra cercana geografía. Como así mismo también proclaman los clérigos musulmanes "aquellos que realicen peregrinaciones a estos santuarios, ciertamente serán admitidos en el cielo".
La primera visión que me llega de la ciudad es en
"negro", prácticamente todas las mujeres van vestidas con el chador
negro de la cabeza a los pies, prácticamente no dejando visibles ninguna parte
de su cuerpo y vestimenta. Es como estar en una ciudad de tuto, y no solamente
en el mausoleo que es obligado su uso, es en toda la ciudad y en cada uno de
los lugares por donde paseamos, un negro perenne que contrasta con los dorados
de sus cúpulas y el azul o verde de los minaretes y de las fachadas de los iwanes
(porches) en los patios de las mezquitas.
Si de por si la abundancia del tono
azabache es relevante, en la festividad de la "Ashura"; la celebración religiosa más importante para los
musulmanes chiitas, y que rememora el martirio del Imán Hussein nieto de Mahoma
en el año 680 (año 61 de la hégira) a mano de los seguidores de la rama
"suni"; la convierte en lo que podría parecerse más a un túnel de la
RENFE que a un evento. Ya no solo las señoras van enfundadas con sus atuendos de
impoluto negro, los hombres también visten camisas de riguroso luto, nada que
pueda competir con alguna de nuestras coloridas fiestas andaluzas (pongamos
como ejemplo religioso El Rocío).
Si bien se ha autorizado la entrada a este lugar a los
considerados como infieles o no musulmanes (hasta hace poco tiempo vedada), no
podremos acceder a los recintos mortuorios, a los que solo pueden entrar los
seguidores del credo islámico (féminas por el Iwan de Espejos, señores por el
Iwan de Oro). Para realizar la visita del amplio conjunto religioso formado
por: mezquita, cámara funeraria, tres patios, tres grandes salas de oración, al
menos 8 iwanes y una docena de minaretes, las chicas deben de ponerse en alguna
de sus ocho
entradas un "chador" cubriéndoles todo el cuerpo, que en este caso y por ser foráneas es en color claro, para destacar de las musulmanas. También nos ponen a "nuestro servicio", un voluntario que nos acompaña y nos explica los distintos edificios y sus usos, en nuestro caso una agradable y simpática muchacha de dulce y sonriente semblante.
entradas un "chador" cubriéndoles todo el cuerpo, que en este caso y por ser foráneas es en color claro, para destacar de las musulmanas. También nos ponen a "nuestro servicio", un voluntario que nos acompaña y nos explica los distintos edificios y sus usos, en nuestro caso una agradable y simpática muchacha de dulce y sonriente semblante.
Dominada por su majestuosa cúpula dorada, Qom ha sido habitada
por seguidores chiitas desde el año 712, siendo desde siempre una ciudad
enormemente conservadora, a donde llegan millones de peregrinos cada año. Convertida
a partir del siglo IX en uno de los centros culturales más prestigiosos del
islam, es uno de los centros donde el chiismo está más activo, atrayendo su
escuela teológica, fundada en el siglo X, a estudiantes de más de 120 países
del mundo.
A 110 km hacia el sur se encuentra Kashan, nuestro primer contacto con la verdadera realidad iraní,
que con apenas 350.000 habitantes es una población accesible a escala humana.
Estamos
en la segunda ciudad permanentemente habitada más antigua del mundo, con unos
7.500 años de antigüedad (5.500–6.000 a. C.). Por la que han pasado numerosas e
interesantes civilizaciones, pero de las que apenas existen escasos vestigios,
estando los más interesantes expuestos en el Museo del Louvre de París o en el
Museo Metropolitano de Nueva York.
Parece ser que desde ella partieron los tres Magos de Oriente, siguiendo el halo de una estrella fugaz en pos de un hermoso cuento. Esto puede dar una idea de la importancia y antigüedad de la población.
Parece ser que desde ella partieron los tres Magos de Oriente, siguiendo el halo de una estrella fugaz en pos de un hermoso cuento. Esto puede dar una idea de la importancia y antigüedad de la población.
Ubicada en el borde occidental del desierto Kavir
"Dasht-e Kavir", es una ciudad-oasis en plena Ruta de la Seda. Siendo
el primero de una serie de grandes oasis a lo largo de la travesía que va de
Qom a Kermán. Residiendo fundamentalmente su atractivo en el contraste entre
las resecas planicies del desierto y la frescura de las aguas que generan este
oasis. Preciado y liquido elemento que desde la antigüedad se ha utilizado a
través de un ingenioso sistema de captación y canalización, conocido como.
“qanat”. Tratándose de una red de acequias subterráneas comunicadas mediante
pozos, que han sido utilizados ininterrumpidamente desde su construcción hace
más de 3.000 años.
Mantiene un casco antiguo donde transitar
sin rumbo, con callejuelas donde se apiñan sus
casas de adobe creando una red de estrechos callejones, lleno de
mezquitas, tradicionales casas históricas, así como un curioso y seductor
bazar.
La mezquita Agha Bozorg puede que no sea la más grandiosa y
bella de todo Irán, pero su visión desde la entrada la da un carácter único. Su
simetría de líneas, así como su simpleza, el silencio que se respira a primeras
horas de la mañana sin apenas visitantes y su original patio a un nivel
inferior, lugar donde se sitúa la medersa o escuela coránica, la confieren de
un halo especial, que genera una sensación de sosiego y reposo en el ánimo de
quienes la visitamos.
No muy lejos, se ubica el barrio en donde se concentran las
tradicionales casas de adobe perteneciente a ricos
comerciantes del siglo XIX. Tras altos muros que no dejan imaginar su interior,
se esconden de la vista mundana estos palacios que hasta nuestros días se han
podido conservar. Algunos de ellos han sido convertido en hoteles de
referencia, otros en restaurantes y varios son merecedores de ser visitados: Casa Abassian, Palacio
Tabatabei y Khan-e Boroujerdi. Junto a ellas el baño público o hammam del Sultán Amir Ahmad con su
terraza-tejado, desde donde divisar esplendidas vistas de la ciudad. Muy próximo
se encuentra el pequeño y coqueto mausoleo dedicado al susodicho sultán, un
lugar de quietud y oración a donde acuden las gentes de la barriada para
redimir sus faltas. También en esta zona encontramos una destilería donde
obtienen el "agua de rosas", afamado producto de Kashan que podemos
encontrar por muchos lugares.
Pero si hay algo que para mi destaque fundamentalmente de
Kashan es su bazar. Dos kilómetros de galería cubierta de bóvedas, con tiendas
de lo más diverso para uso de los locales, donde apenas hay foráneos y donde
las tiendas de turistas están muy limitadas. Un mercado donde pasear por la tarde con tranquilidad y
entretenerse en ver ante tus ojos como se desarrolla la cotidianidad de la vida
de estas gentes. Solo en el pequeño caravasar de Timche-ye Amin od-Dowleh, es donde la esencia del bazar pierde su
atmosfera, pues es aquí donde la concentración de los multicolores rostros pálidos
se acentúa, y donde ya observamos tiendas dedicadas al turismo: alfombras, cerámicas
y algunas antigüedades, junto a delicadas teterías. La verdad que el lugar es
hermoso con su pequeño estaque en medio de la sala y las impresionantes y
trabajadas cúpulas que decoran sus techos, dejando pasar la claridad del
exterior por los tragaluces cenitales.
Pero aun nos queda una sorpresa………. lo mejor, encontrar una
de las escaleras que ascienden a los tejados y poder pasear por encima de las
cúpulas, observando una nueva perspectiva de la ciudad. Esto sí que es un
momento mágico de verdad, a nuestros pies la ciudad y una panorámica de abovedados
techos de adobe ante nuestros ojos. Solos ante este caos de amasijo de entradas
y salidas de los distintos edificios y patios que se hayan por debajo nuestro,
y nosotros paseando sorteando las cúpulas y sus claraboyas…….. y al fondo
resaltando sobre el horizonte de la urbe los minaretes de las mezquitas.
A las afueras de la ciudad se sitúan los Jardines Fin,
donde los días de fiesta (viernes) un gentío de familias locales acuden a aliviar
sus ansias de verdor y frescor. También, donde grupos de adolescentes alumnas
uniformadas con sus vestimentas escolares, requieren a los foráneos retratarse
con sus teléfonos móviles.
Debemos transitar unos 80 km. hacia el sur, para llegar
hasta Abyaneh. Un rustico pueblo de
montaña con la uniformidad cromática de estar sus casas todas construidas en
barro rojo, lo que le hace ser diferente y original en todo el Irán. También
mantienen su singularidad la vestimenta de sus mujeres, que en contraposición de
los abundantes tonos negros que vemos por todo el país, aquí visten con alegres
y floridos estampados en tonos claros, una sensación que nos alegra la vista.
Y ya acercándonos a la localidad de Natanz camino a Isfahán, se encuentran las controvertidas instalaciones de enriquecimiento de uranio que tanta tensión generan a los americanos del norte, en especial al Sr. Trump.
Y ya acercándonos a la localidad de Natanz camino a Isfahán, se encuentran las controvertidas instalaciones de enriquecimiento de uranio que tanta tensión generan a los americanos del norte, en especial al Sr. Trump.
Muchas gracias Pablo, me ha hecho recordar la hospitalidad de este pueblo. Maravilloso país lleno de nuestra propia historia. Estupendas fotos llenas de vida, un lujo...
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