Lugares con magia y misterio que no han perdido el encantamiento por la masificación de visitantes aun quedan por el mundo, y aunque ya prácticamente se llega a cualquier recóndito punto de la geografía del planeta, todavía se pueden encontrar espacios que nos generen esas sensaciones de soledad y aislamiento. Suelen ser los diseminados desiertos extendidos por el planeta y las altivas montañas, los espacios en donde encontramos esos horizontes vírgenes, limpios de ofuscaciones mundanas y de maldosos humanos, que nos llenan de pureza las ansiosas miradas de nuestro ego interior. Pero alejados de nuestras latitudes esos espacios se nos antojan lejanos, tanto en la distancia como en los tiempos, creyendo difícil encontrarlos en nuestra maltratada piel de toro, pero no hay cosa más lejos de esta errónea afirmación. Prácticamente a las puertas de casa, a escasas 4 horas del lugar en el que terminan las populosas reivindicaciones y donde suenan las campanadas de año nuevo, a algo más de 400 km. de esa ajetreada Puerta del Sol madrileña, podemos encontrar uno de esos lugares donde la magia aun huele y las miradas se pueden perder en el horizonte.
Un territorio que todavía no es ni
muy frecuentado, ni excesivamente conocido, siendo mayoritariamente los vecinos
de otras latitudes los que más se acercan a fisgonear entre sus rincones. Un
lugar diferente y agreste, un espacio lleno de cicatrices cinceladas por los
elementos………… un lugar casi perdido en medio de la Hoya de Guadix, en el
oriente granadino.
Es el Desierto de Gorafe, un enorme
conjunto de barrancales, que el agua y el viento han ido generando durante
cientos de miles de años y que hoy se nos presentan como una maravilla de la
naturaleza por descubrir. Perfilado por un perímetro de 45 km. en un área de
116 km2, se ubica en el límite interior de la línea imaginaria que une las
poblaciones de Gorafe, Bácor, Cuevas del Campo, Villanueva de las Torres y el
Balneario de Alicún.
Unas extensas cárcavas que comenzaron
geológicamente a formarse hace 15 millones de años, cuando la zona formaba
parte del Mar de Tetis. La evolución del planeta hizo que se generara un gran
lago en lo que posteriormente sería la Hoya Guadix-Baza, y al ir desecándose
los materiales de aluvión que forjaron sus fondos fueron moldeándose por la
acción de la erosión, fundamentalmente eólica y pluvial. Estos sedimentos
blandos: arcillas, yesos, areniscas, etc. por la acción de los elementos se fueron, y siguen hoy en día, transformándose en una red de innumerables y caóticos barrancos y cárcavas, formando los denominados "badlands" o malas tierras: estériles secarrales donde es difícil la supervivencia humana, de ahí su despoblación.
blandos: arcillas, yesos, areniscas, etc. por la acción de los elementos se fueron, y siguen hoy en día, transformándose en una red de innumerables y caóticos barrancos y cárcavas, formando los denominados "badlands" o malas tierras: estériles secarrales donde es difícil la supervivencia humana, de ahí su despoblación.
Espacios baldíos e improductivos, donde
solo sobreviven las plantas de esparto (también conocidas como
"atocha") y algunos pinos, solo las partes altas y llanas de este
altiplano a 1.000 m. de altitud están cultivadas con olivos y cereales de
secano. Labores que actualmente están transformando en campos de almendros, con
el añadido encantamiento de verlos formando una alfombra blanca y rosada,
cuando a finales del invierno abren sus flores ansiando la vida y la luz.
Ahora totalmente deshabitados, en su
día sirvieron de sustento y hábitat a algunos desfavorecidos humanos, que
encontraron su medio de sostén en la producción rudimentaria de yeso y en la
recolección de esparto como actividades de subsistencia. Seres y familias que moraban
en cuevas escavadas en las rocas,
manteniendo una vida llena de carencias y penalidades. Aunque este tipo de habitáculo no es solo singularidad de estos barrancos, siendo gran cantidad de las poblaciones de la hoya de Guadix-Baza las que se han nutrido durante su historia de este tipo de viviendas, llegando a ser su principal forma de edificación en muchas de ellas durante los siglos pasados y hasta mediados del XX. Pero de ese tema espero poner algunas líneas en otro apartado dedicado a zona de Guadix.
manteniendo una vida llena de carencias y penalidades. Aunque este tipo de habitáculo no es solo singularidad de estos barrancos, siendo gran cantidad de las poblaciones de la hoya de Guadix-Baza las que se han nutrido durante su historia de este tipo de viviendas, llegando a ser su principal forma de edificación en muchas de ellas durante los siglos pasados y hasta mediados del XX. Pero de ese tema espero poner algunas líneas en otro apartado dedicado a zona de Guadix.
Hoy estos territorios antaño
"dejados de la mano de dios", están sirviendo como reclamo turístico
a una zona maltratada en el tiempo por su difícil geografía y la pobreza de sus
suelos cultivables. Recuperando una iniciativa, que si se sabe gestionar, no caerá
en manos ajenas, siendo los propios vecinos los que la gestionen………….. pero
cuidado, podremos matar a la gallina que ponía huevos de oro.
Hasta aquí nos hemos llegado para
observar la maravilla de sus formas y sobre todos los colores de sus tierras.
Un compendio de paleta de pintor, completando una gama que abarca desde los
grises casi blancos, hasta llegar a todos los tonos de rojizos claros. Matices
que se han ido formando por zonas y estratos, según se fueron sedimentando en
el fondo de ese lago pre-diluviano, llegando a formar un verdadero crisol de
mezclas que en el caso del Cerro de la Bandera en la Loma de los Pinos,
podríamos hasta imaginar el mástil de la embajada de Austria.
De todos estos abruptos y
espectaculares paisajes sobresalen los Coloraos, sobretodo el conocido como Tollo
de Ciclana. Ante nosotros se muestran unas sensacionales paredes de
tonos rojizos presidiendo el enorme valle en forma de amplio cañón conocido
como "Barranco del Caballo". Desde un punto que forma una curva y
sirve de mirador, observamos la parte más
sobresaliente de estas imponentes formaciones de rosáceos tonos formado por los
estratos de sus sedimentos, cuando esta zona fue un mar y posteriormente un
gran lago.
Ante nosotros se extiende un
autentico escenario visual, como un paisaje de película, más propio de otros
lugares del que nos encontramos, trasladando nuestra imaginación a las lejanas
tierras del oeste americano en el Gran Cañón del Colorado. Con impresionantes barrancos
cuyas paredes llegan en algunos casos los 150 metros de altura, lo que destacan
son sus formas, formando estrechas y finas aristas en sus cúspides, pero sobre
todo lo que más sobresale son sus tonos coloreados en bermejo, por la
abundancia de minerales de hierro en sus partículas arenosas, aunque también
podemos distinguir irisaciones, amarillentas, ocres y blanquecinas.
En otro punto del recorrido la
ruta se asoma a otro gran escaparate desde el que alcanzamos a vislumbrar,
aparte del magnífico panorama de Los Coloraos al completo, los dos grandes
barrancos que tenemos en sendas vertientes de nuestra trocha por el camino de
los Campos Mones y la Loma de las Yeguas: a la derecha la Rambla de Los
Anchurones y a nuestra izquierda el Barranco del Caballo. Como fondo escénico
la sierra de Cazorla, el pico de La Sagra, el cerro Jabalcón, y a sus pies el
Embalse del Negratín.
Al adentrarnos en la Rambla de los Anchurones, nos damos
cuenta de su inmensidad, la ruta discurre por el seco cauce del arroyo,
viniéndonos a la mente, como irá en carga después de las lluvias torrenciales
frecuentes en esta árida zona, que si bien apenas llueve, cuando lo hace, es
sin medida ni control. Vislumbramos una zona pródiga en "chimeneas de
hadas", los conocidos en el argot geológico como “pipings”, formas pétreas bastante llamativas. Piping del inglés Pipe = Tubo, se forman por las escorrentías
de las lluvias torrenciales, generando unas cascadas entre rocas duras y
calizas, que en este caso disuelven con facilidad la arcilla y arenisca
verticalmente formando estos tubos.
El paisaje quiere asemejarse a algunos de sus hermanos
mayores repartidos por el mundo: los grandes desiertos árabes de "Wadi
Rum" o "Rub al-Jali", las rasas y estériles planicies de Utah o
Arizona, en los U.S.A. del norte, los Atacama del sur, o los desiertos persas
de Lut y Kavir. Y aunque Los Colorados no llegan a ser el Monument Valley en
Arizona - Utah de los indios navajo o Mesa Verde de los indios pueblo, conforman
un fantástico paisaje, mágico y espectacular. Siendo al ponerse el sol, en el
ocaso del día, cuando estos colores acrecientan sus tonos haciéndose sus rojos
más intensos para los ojos de los mortales humanos que hasta aquí nos acercamos
a disfrutarlos.
Otro de los lugares más vistosos, es acercarnos hasta el vértice Geodésico de la Loma de los Pinos, justo en la cúspide del Cerro Banderas. Desde su cima observamos
unas panorámicas de 360 º al completo: sobre la zona desértica hacia el sureste
de lo que denominan las olas, y en el lado contrapuesto a poniente norte, como
no podía ser de otra manera Los Coloraos. Así como las cadenas montañas que
rodean la cuenca del Guadiana Menor y la Hoya de Guadix-Baza, que haciendo un barrido visual desde el norte y en sentido del
reloj encontramos: las Sierras de Cazorla, Segura y Las Villas, la Sierra de Castril y Sierra Seca; al noreste, La Sagra y al este la
mole del Jabalcón; al sureste, la Sierra de Baza y al sur Sierra Nevada; al oeste la Sierra de Huétor-Harana y Mencal; y, finalmente, al noroeste, Sierra Mágina.
Transitar por entre estos, despeñaderos,
quebradas y hendeduras, no es fácil, lo comprobamos a nuestro rededor, como
ejemplo la impresionante y profunda "Rambla del Pollo", que hacia el este,
podemos observar a nuestra izquierda un profundo barranco que discurre entre
enormes paredones y grandes formaciones de color rosáceo, con vistas hacia el
Jabalcón y el embalse del Negratín. En sus paredes podemos distinguir una
singular formación, son los Filetes de la Loma de
los Pinos, mal llamados Filetes del Diablo, nombre que le han dado algunos
foráneos para hacerlo más sugerente, sin necesidad de ello, pues simplemente su
visión desde el mirador los hace como
poco inquietantes. Y al poco llegamos al punto de partida, pero los itinerarios
por la zona son múltiples e interesantes, solo tenemos que preguntar o
escudriñar un poco en los lugares de información, para saciar nuestras
expectativas sobre estos olvidados y misteriosos barrancos.
Como contraposición a tanto requiebro pétreo y turbador,
pero también en la zona y en medio de este baldío y yermo espacio, nos
encontramos la "Casa del Desierto". Antagonismo a todo lo visto con
anterioridad, una construcción novedosa y vanguardista edificada por la firma
norteamericana "Guardian Glass", que sorprende por su estética
futurista en medio de la nada………… o del todo, según se analice. Pues se ubica sobre
una terraza baldía en el desierto de Gorafe, pero con unas sugestivas vistas a
los cuatro puntos cardinales, aunque tendrá que soportar unas temperaturas de
hasta -10º en invierno y más de 45º en verano. Queriendo resaltar su capacidad
para dotar a las personas de un espacio habitable en un lugar que en principio
no estaría preparado para ello. Inaugurada no hace aun un año (8-05-2018), se
prevé este durante un año en funcionamiento, pero parece ser que van a
prorrogar su uso hasta noviembre de 2019, estando en alquiler su "alojamiento" hasta
un máximo de "dos" días, a un precio de 150 € por noche y limitado a
dos personas, sin mascotas.
Instalada a algo más de 5 km. de un municipio tan rural
como Gorafe, genera en su entorno un contraste que surge a simple vista. Siendo
la antítesis a la vivienda tradicional de la zona, las casas-cueva, pues levantada
sobre un armazón de madera, desprotegida y sometida al inclemente rigor de los
elementos, está prácticamente construida en vidrio. El mismo material que forman
sus paredes (interiores y exteriores) totalmente transparentes y que permiten
mantener una temperatura estable dentro de los tres módulos de los que consta
la vivienda (dormitorio, cocina, sala de estar). En total, 20 metros cuadrados para
una casa capaz de ser auto eficiente energéticamente gracias a paneles
fotovoltaicos que permiten que el sistema de producción de energía y el de
filtrado de agua con los que cuenta la construcción funcionen correctamente.
Muy bonito Pablo, yo estuve hace poco por Guadix, y de este desierto ni me enteré. Un buen motivo para volver
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