lunes, 22 de diciembre de 2014

- Tratado de Libre Comercio entre EE.UU. y la Unión Europea (TTIP)

............¿En manos de quien estamos?
Pocas, opacas y filtradas son las noticias que sobre el "hermético" Tratado de Libre Comercio entre la U. E. y los EE. UU, "TTIP" (Transatlantic Trade and Investment Partnership) que en castellano se diría Asociación Transatlántica para el Comercio y la Inversión, hemos podido ver en la prensa diaria, no originando ni titulares, ni noticias en los medios de comunicación masivos. Patrocinado por el flamante presidente de la Comisión Europea, Jean Claude Juncker, anterior jefe de gobierno luxemburgués, el que dio beneplácito y suculentos descuentos a las multinacionales que se domiciliasen en su país, para no pagar impuestos en donde realizaban su efectiva actividad, que ya apoyaba estas polémicas alianzas comerciales antes de sentarse en el sillón de presidente de la Comisión, y que en su día se vio obligado a dimitir de su cargo como primer ministro de su país por un escándalo de espionaje. Ha llegado a mí poder un borrador del mismo que paso a reseñaros de forma esquemática en sus aspectos más "gloriosos", y que cuanto más leo sobre el tema y más me informo…….. MÁS………… me espanto:

- Se está negociando en secreto a espaldas de todos y cada uno de los europeos, siendo además la
poca información que se tiene en ingles, con terminología usada por los técnicos de la OMC (Organización Mundial de Comercio), difícil de digerir por cualquiera de las "pymes" que se mueven en nuestra economía. En el Parlamento Europeo existe una "sala de lectura" (reading room) en la que se preservan algunos de estos documentos, a la que sólo pueden acceder los coordinadores de la Comisión de Comercio Internacional (siete, uno por cada grupo en la Eurocámara), y lo hacen sin bolígrafos, sin móvil, y sin poder en teoría contar lo esos escritos contienen. Para que luego el jefe de las negociaciones por parte de Bruselas, el español Ignacio García Bercero nos trasmita que la transparencia es absoluta. De hecho, los términos del Tratado son secretos con el fin de evitar que se conozcan con exactitud las consecuencias del mismo (su negociación ha sido un enigma durante año y medio), pero gracias a la filtración por parte de Wikileaks del tratado hermano del TTIP, el Acuerdo de Asociación Trans- Pacifico (TTP), hemos podido ver las consecuencias del mismo para la economía mundial, afectando a más del 60% del PIB del planeta. Y si bien su magnitud es inmensa, en el caso de la Unión Europea, fuentes oficiales, afirman la firma del mismo supondría un crecimiento del 1% del PIB de la zona euro, pero se sabe que el dato real que maneja la UE es del 0,1%. 

-Su articulado no tienen tanto que ver con el comercio que su titulado nos anuncia, aunque aspectos comerciales hay en él (como mayores reducciones en aranceles); como en la palpable realidad del control empresarial sobre cualquier aspecto de nuestras vidas, por medio de los derechos de propiedad intelectual y las disposiciones inversores-Estado (las abyectas ISDS), en las que básicamente los derechos soberanos de los estados se ven menoscabados, gracias a la posibilidad de que sean demandados judicialmente por las grandes corporaciones. Incluye un mecanismo de protección de inversiones, que permitirá a las empresas denunciar a los estados (también a gobiernos regionales o ayuntamientos) en los que hayan invertido, solicitando compensaciones millonarias ante un "ente arbitral privado" y no ante los tribunales de justicia nacionales, si consideran que las normativas que apliquen estos estados afectan de alguna forma a estas inversiones. Con la aplicación del tratado, este sistema de arbitraje confiere a las empresas un poder que las iguala con los estados, al poder litigar con estos por medidas que vayan a tomar en cualquier materia. La simple amenaza de un proceso que puede implicar millones de euros de multas para los estados es una poderosa baza negociadora, toda vez que estarán formados por leguleyos sin experiencia judicial alguna y con poderosas razones para fallar a favor de las grandes compañías. 

- Desparecerán los tribunales de justicia de cada estado, en temas relacionados con el comercio y este tratado, en favor de una comisión de arbitraje que ni siquiera se sabe quiénes la nombran. Incluso aunque no logren que estos seudo-tribunales les den la razón, la factura para los estados que se vean inmersos en estos procesos puede ascender a miles de euros por hora de trabajo. Los más prestigiosos expertos en esta materia cobran entre 600 y 800 euros por hora de trabajo, estando fundamentalmente el lucrativo negocio del arbitraje controlado por un puñado de empresas, en su mayoría estadounidenses, que obtienen beneficios millonarios por sus servicios. Teniendo por lo tanto las empresas libertad total para hacer lo que les dé la gana, poniendo a las multinacionales y países en un plano de igualdad. La lectura del borrador del mismo da verdadero pánico, al dar potestad a las multinacionales para plantear demandas si algunas de las administraciones con las que están formadas los estados, efectúan modificaciones en sus normativas, aunque sean para proteger a sus propios ciudadanos. Tildado como "golpe de Estado" encubierto, y un ataque a la democracia, va a quitar soberanía a los estados, además de ser extremadamente injusto ya que sólo los inversores pueden denunciar y reclamar indemnizaciones a los estados, en cambio ni los gobiernos, ni las personas o entidades afectadas por las operaciones de una empresa lo pueden hacer. 

- En lo que respecta al medio ambiente, ataca las actuales regulaciones que sobre ello tenemos los europeos, y a pesar de que el anterior comisario europeo en esta materia, Janez Potocnik,  no ha podido presentar ningún estudio sobre el impacto de esta alianza comercial sobre sus factores ecológicos, la propia Comisión ha evaluado que el impacto en términos de emisión de gases de efecto invernadero producido como consecuencia del TTIP será de más de 11 millones de toneladas, afectando gravemente a los compromisos europeos de cumplimiento del Protocolo de Kyoto. Como ejemplo, este "Tratado" podría servir para importar a nuestro continente la "desregulación total sobre "fracking" que hay en EE.UU. hasta Europa", colocándonos en manos de la América norteña para utilizar una técnica peligrosa en la extracción de gas, que provoca terremotos, además del uso de productos químicos hasta ahora prohibidos. 
 
- Al eliminar las supuestas “barreras al comercio” derivadas de las actuales legislaciones que tenemos con respecto a la protección de las personas, debilitaría: la seguridad alimentaria, el trabajo, y la salud, así como socavaría los derechos digitales. Los intentos de reforzar la regulación bancaria también podrían ponerse en peligro, como el lobby financiero utilice las negociaciones para deshacer las reformas de control financiero que ahora mismo se están aprobando, como por ejemplo: la última multa de la Unión Europea a la banca por manipular el Euribor, o sobre las cédulas hipotecarias en España, que por cierto es el país con mayor número de dichas cedulas en circulación del mundo. Pudiendo las grandes multinacionales que se dedican a sectores como: la sanidad, la educación, o cualquier otro servicio público, exigir a los gobiernos respectivos, como puede ser en el caso español que deje de preservar con los Presupuestos estos servicios, toda vez que esa decisión iría contra sus legítimos intereses lucrativos, pudiendo exigir indemnizaciones millonarias por competencia desleal. Es decir, los estados tendrán que dejar de dar prioridad a aquellas cuestiones de organización social que priman el interés general, el bienestar de la ciudadanía, para poner en el mismo nivel la calidad de vida de sus ciudadanos y los intereses económicos de las grandes corporaciones. 

- Los efectos del TTIP sobre el empleo y sobre el mercado de trabajo pueden resultar devastadores; si los supuestos efectos beneficiosos son, cuando más inciertos, los efectos negativos son seguros. La comisión Europea se remiten una y otra vez a las cifras más optimistas de un estudio elaborado en 2013, pero ignoran otras como las que aporta una reciente investigación de la Universidad de Massachusetts, que alerta de la posible destrucción de hasta 600.000 empleos a ambos lados del Atlántico. A la pérdida de puestos de trabajo esperada, deberíamos sumar los procesos de deterioro de las condiciones de trabajo y la carrera hacia abajo en las garantías y protección en el ámbito de los derechos laborales que va a provocar este tratado. Las instituciones democráticas tendrán muy difícil realizar mejoras sustanciales en el mercado laboral o subir el salario mínimo interprofesional, por ejemplo, bajo la amenaza real de demandas internacionales de las empresas concernidas: por haber producido un “deterioro injustificado” en sus expectativas de beneficios legítimos y de negocio. El reciente caso de Coca-Cola, cerrando la fábrica más importante de Europa, ubicada en Madrid, con unos beneficios espectaculares, ante el silencio de los medios de comunicación porque dependen de los pagos que esta empresa les hace en publicidad, es un ejemplo de lo que nos espera. De momento, los tribunales están fallando a favor de los trabajadores, pero tras la firma de este tratado no podrán intervenir. Los diferentes tratados de libre comercio que ya operan por este mundo globalizado, no sólo no han conseguido el propósito de la generación de empleo, sino que lo han destruido tras su entrada en vigor, y además el creado es precario, como consecuencia de la abolición de los derechos colectivos.
- Otro aspecto especialmente afectado será el de la seguridad alimentaria. Hoy en día, aproximadamente el 70% de todos los alimentos procesados a la venta en los supermercados estadounidenses contienen ingredientes genéticamente modificados (transgénicos), en contraposición a los europeos en los que apenas hay, y los que los contengan deben señalarlo claramente en el etiquetado. La ofensiva de la gran agroindustria estadounidense contra esta protección al consumidor es uno de los verdaderos caballos de batalla del TTIP. Con los actuales estándares de seguridad europeos en materia de uso de hormonas o tratamiento con cloro de pollos y pavos, más del 40% de los productos americanos no podrían venderse en Europa. Los negociadores de la nueva normativa se muestran comprensivos con los argumentos de la agroindustria estadounidense, declarándose dispuestos a revisar las medidas de seguridad alimentaria en la UE “con la finalidad de eliminar barreras innecesarias. Como ejemplo en la Unión Europea, hay una lista de alrededor de 1.200 sustancias y productos químicos peligrosos no permitidos en el sector cosmético, mientras que en los EE.UU, solo hay 11. El reglamento REACH en materia de registro, evaluación y autorización de sustancias químicas se apoya en el principio de cautela. En Estados Unidos existe una ley sobre el control de sustancias químicas extremadamente floja y permisiva. Ya no serán los productos los que tengan que demostrar su inocuidad antes de salir al mercado, superando los mecanismos que establecen nuestros controles sanitarios, sino que deberá ser el Estado el que defina su incuestionable peligrosidad para los ciudadanos, cosa harto compleja por lo sencillo que es generar controversias con científicos a sueldo de las empresas. 

- Son nuevas formas y normas más acentuadas y globalizadas para llevar el ultra-liberalismo comercial a gran escala, pretendiendo una apertura total del mercado económico europeo bajo la premisa de adaptación de la legislación europea a las grandes corporaciones norteamericanas. Esto significa la modificación de la legislación interna de la Unión Europea, sino también la sumisión de las legislaciones nacionales. Esta sumisión de Europa supone la reducción de “facto”, de la capacidad del Parlamento Europeo, y de los parlamentos nacionales a legislar sobre los temas incluidos en el tratado, elementos esenciales de la Democracia. Siendo el intento más importante de los poderes económicos de ejercer un control casi absoluto sobre los ciudadanos y por lo tanto se convierte en el enemigo principal de las libertades individuales y de la Democracia. 

- Intenta cercenar el desarrollo de las economías rusas y china, con lo que se creara una gran inestimabilidad geopolítica a nivel mundial. Pues un elemento muy llamativo es que muchos de los funcionarios negociadores, parecen estar muy especializados en el área asiática, lo que ayuda a fortalecer la teoría que tanto el TTIP, como el Tratado de Asociación Trans-Pacífico (TPP) nacen no sólo para ejercer un control sobre el comercio mundial, sino como una trasposición del concepto de bloques nacido en la guerra fría y transformado en la actualidad a tratados comerciales. Ahora ya no es el enemigo el Este Europeo, sino China como potencia comercial emergente. Luego nos extrañaremos de las "movidas" que se ocasionaran en el futuro por distintas partes del planeta y que de una forma u otra nos afectaran. 

La influencia de los "lobbies" en las negociaciones ha quedado más que verificada, por ejemplo, la Cámara de Comercio de EE.UU., la Federación de la Industria Alemana BDI, los lobbies químicos CEFIC y VCI, coalición de la industria farmacéutica EFPIA, DigitalEurope, el Consejo Empresarial Transatlántico, la industria de armamentos ASD, la Asociación de Banqueros Británicos y corporaciones como Lilly, Citi, BMW, Nestlé o Coca Cola, y en el caso de España, sabemos de la participación de Repsol y del Consejo General de la Abogacía Española. De hecho, entre enero de 2012 y abril de 2013, antes de comenzar las negociaciones oficiales entre EEUU y la UE sobre el TTIP, el 92% de los encuentros auspiciados por Bruselas al respecto tuvieron lugar entre la Comisión y estos grupos de presión, y sólo el 4% de los encuentros tuvieron a los representantes de la sociedad civil como protagonistas. Lo que es lo mismo: 520 de los 560 encuentros sentaron a la UE con empresas, y sólo 26 con grupos en representación del interés público. Y de las 154 reuniones mantenidas entre julio de 2013 y febrero de 2014, al menos 113 de los encuentros han sido con empresas privadas, un 74% del total. 

Son más de 30.000 las personas que ejercen como 'lobbistas' en Bruselas, según el Observatorio Corporativo Europeo, y el rotativo británico "The Guardian" aseguraba en un reciente artículo,  que estos  oligopolios influyen en un 75% de las normativas europeas. Mientras Bruselas sigue mostrándose completamente incapaz de aportar argumentos contundentes que justifiquen su apoyo al acuerdo.
 
Cuanto más se conoce su contenido, más crece el rechazo de organizaciones sociales, sindicatos y fuerzas políticas al polémico acuerdo, que todavía resulta casi desconocido para los españoles. Decenas de eurodiputados y expertos de ambos lados del Atlántico han denunciado la opacidad con la que se negocian estos tratados, la pérdida de soberanía que supondría su aprobación para los estados y el excesivo peso de las multinacionales en las negociaciones. Ya se han reunido más de un millón de firmas contra este tratado comercial, recabadas a través de la plataforma Stop TTIP, formada por más de 320 ONGs, sindicatos y fuerzas políticas de 24 países que impulsaron hace unos meses su recogida.
 
Este acuerdo potenciara que las grandes empresas vengan a concursar por las privatizaciones de los servicios públicos, poniendo un verdadero "tsunami" de estas y colocándonos a los pies las multinacionales en Europa. Mientras que desde su tribuna como presidente del laboratorio ideológico del PP, la Fundación FAES, el ex-presidente del Gobierno José María Aznar se sumó a la lista de políticos ultraliberales que han pasado a vender las virtudes del TTIP a bombo y platillo, llegando a declarar a este tratado como "la más importante iniciativa que tiene la Unión Europea sobre la mesa, por no decir la única". Partidos de la izquierda, sindicatos y organizaciones sociales europeas, han subrayado también el riesgo de que el tratado se convierta en una suerte de marco regulatorio internacional al que quedarían supeditados los estados, perdiendo estos prácticamente su soberanía. 

Un Caballo de Troya, como algunos ya lo denominan, creado a iniciativa de las grandes empresas para imponer normas más dóciles para ellos, recortar derechos a los trabajadores y obtener más beneficios, con peligros para el medio ambiente, el sector público o el alimenticio; generando aun más el progresivo aumento de las privatizaciones y colocando a los ciudadanos al servicio de las multinacionales. No es Estados Unidos contra Europa: son las multinacionales de la UE y de EEUU contra las clases medias trabajadoras. 

Las negociaciones que se están llevando a cabo intentan asimismo convencer favorablemente a otras Agencias del gobierno norteamericano para que apoyen el Tratado. Esto que puede sonar extraño ya que se supone que la negociación es entre la Unión Europea y Estados Unidos y por lo tanto estamos hablando de un Acuerdo transnacional que debiera ser de obligado cumplimiento para ambas partes. No siendo así en el caso de los Estados Unidos, ya que por su estructura existen  Departamentos que gestionan asuntos que se están negociando en el  Tratado Transatlántico de Inversión y Comercio TTIP/TAFTA que son independientes de las decisiones del negociador norteamericano, que en este caso es la Secretaria de Comercio de los Estados Unidos (USTR). Esta peculiaridad, podría crear situaciones absurdas tales como que la Unión Europea en su totalidad tendría que respetar los términos del Tratado, mientras que las áreas fuera de la influencia del Departamento de Comercio de Estados Unidos podrían negarse a aceptar los términos del Tratado correspondientes a sus competencias.
 

¿Qué argumentan sus defensores? 
  • ... El acuerdo sería beneficioso para el crecimiento económico de las naciones que lo integrarían.
  • ... Aumentaría sobremanera la libertad económica y fomentaría la creación de empleo.

  • ¿Cuáles son los aspectos negativos según sus detractores? 
  • ... Los beneficios prometidos se producirían a costa del aumento del poder de las grandes empresas.


  • ... Se desregularizarían los mercados rebajando los niveles de protección social y medioambiental de forma drástica.
  • ... Frente a las agresiones de las multinacionales, se limitaría la capacidad de los gobiernos para legislar en beneficio de los ciudadanos y se reduciría drásticamente el poder de los trabajadores en favor de los empresarios.

  •  Hasta el día de hoy sus mayores críticos califican el TTIP como una pesadilla para la democracia y según estos puntos que hemos visto probablemente lo sea. Sin embargo, estos son sólo los más destacables de sus defectos pero va más allá. Después de que un primer borrador del proyecto se filtrara en marzo de 2014, la Comisión Europea lanzó un programa para consultar a los ciudadanos interesados, pero ocultó ciertas cláusulas provocando una alarma social al considerarse esto un intento de manipular la opinión y silenciar los verdaderos objetivos del tratado. Ahora que ya se ha hecho público en su totalidad, las sospechas no iban mal encaminadas.

     Consecuencias potenciales de su posible aprobación 

    • El tratado no permitiría a los gobiernos aprobar leyes para la regulación de sectores económicos estratégicos como la banca, los seguros, servicios postales o telecomunicaciones.
    • Al someter todas las discrepancias sobre las inversiones exteriores a procedimientos arbitrales privados, ni la justicia ni los gobiernos de los países tendrían poder sobre ellas.
    •  Ante cualquier expropiación las empresas podrían demandar a los Estados exigiendo la devolución de su inversión más compensaciones e intereses.
    • El tratado permitiría la libre circulación de capitales, trabajadores, etc.
    • Se reducirían los salarios y aumentaría, aún más, si cabe, la precariedad laboral.
    • Desaparecería en la práctica del derecho de huelga y se eliminaría la negociación colectiva
    • El acuerdo también se enfocaría intensamente en las barreras no convencionales, algunas de la cuales generan gran controversia entre los ciudadanos de todos los países.
    • Dar vía libre a la industria en la práctica del “fracking” para la extracción de gas y petróleo, cuyos perjuicios para la salud humana y el medioambiente han hecho que aparezcan en todo el mundo grandes movilizaciones contrarias que piden su prohibición.
    • Eliminar las restricciones existentes en Europa sobre el uso de productos modificados genéticamente.
    • Endurecer las leyes sobre el derecho de copia y contra la piratería.
     
    La Comisión Europea está realizando una campaña informativa tanto a nivel general de todos los países de la Unión Europea, como en los Estados individuales con el fin de ocultar los elementos negativos del Tratado, ensalzando lo positivo para conseguir crear un clima favorable, con la intención de asegurarse de que el acuerdo sea fácilmente ratificado. Para ello nuestros mandatarios europeos han diseñado una agresiva estrategia de comunicación sobre los ciudadanos europeos en todos los medios informativos, intentando generar un estado de opinión favorable sobre el Tratado, influyendo en la prensa más representativas de los países miembros con el fin de que compartan una visión positiva del Tratado y como complemento a este apoyo de los medios de comunicación masivos, buscar personas de especial relevancia que apoyen públicamente las negociaciones. Cosa que en nuestro país no necesitara ser tan intensa porque estamos más fascinados por el culebrón del "Pequeño Nicolás", que del peligro que supone el Tratado Transatlántico de Inversión y Comercio TTIP/TAFTA para las libertades individuales y colectivas en nuestro futuro. 

    Aun estamos a tiempo de detenerlo, si es que su normativa definitiva no nos beneficia, reclamando que se nos informe sobre el contenido exacto de estas negociaciones y sus consecuencias. Permitiendo el debate ciudadano para poder tomar nuestras propias decisiones sobre el mismo. 
     
    Pero algunas de estas clausulas que quiere imponemos este nuevo tratado comercial, no son nuevas para nosotros. No hace mucho hemos podido comprobar cómo la empresa Escal UGS (la constructora ACS), que ha producido los terremotos producidos en Tarragona y Castellón, por la construcción del almacén de gas Castor en el mar a 22 km. de la costa de Vinaroz, cuya propiedad es en dos terceras parte de Florentino Pérez; al renunciar a sus derechos de concesión por los seísmos causados, ha sido inmediatamente indemnizada por el gobierno con 1.350 millones de €, mientras que los "dependientes" llevan años esperando sus subsidios varios años, pero Florentino ha cobrado. El ministro de industria Sr. Soria (que no tiene que ver afortunadamente con la ciudad Numantina, pues es nativo canario) nos comunico a todos los españoles que: "no había otra opción" que indemnizar a ACS, debido a que cuando se aprobó la construcción en 2008 (la herencia de Zapatero) se incluyó una cláusula por la que se permitía la renuncia del constructor en el caso de que la inversión se considerase no rentable (cosa que no se ha podido comprobar , pues el motivo del cierre es que su construcción estaba provocando los temblores en la costa levantina).  

    El coste será financiado ahora por los consumidores de gas, mediante nuestro recibo mensual y a lo largo de 30 años a un tipo de interés del 4,2% (a más del doble de lo que está la deuda española, hoy al 1,68%). Siendo ENAGAS (sociedad también con mayoría gubernamental), la que se hará cargo del pago para que no se infle más el déficit del estado (cosa que enojaría a nuestros jefes Europeos). Al Frente de esta sociedad estatal está, Marcelino Oreja Arburua, nieto del ministro de Franco, Manuel Arburúa (al que cumplimentaban todos los días mis abuelos paternos, pues eran los porteros de donde vivía), ex eurodiputado por el P.P. más tarde nombrado de forma también "digital" presidente de FEVE (Ferrocarriles de Vía Estrecha, sociedad estatal), y a los nueve meses trasladado a la vicepresidencia de ENAGAS; entre sus otros méritos está el de ser "hijo de" Marcelino Oreja Aguirre, ministro en 1976 (UCD) y ex-parlamentario en el Congreso y Parlamento Europeo con el P.P; un chico que vale tanto para los trenes como para el gas. También forman parte del consejo de la compañía gasística: Antonio Hernández Mancha (Presidente de A.P. de 1987 a 1994), Isabel Tocino ministra con Aznar y opusdeista de pro (y miembro también del Consejo de Administración del Banco de Santander, del que así mismo forman parte, el igualmente ex-ministro "pepero" y súper-empresario hotelero Abel Matutes, y Villar Mir, al que dedicare que mas delante algunas letras mas). Sentándose también en el consejo de la Empresa Nacional de Gas: Ana de Palacio, hermana de Loyola de Palacio, las dos ministras también con el ínclito Aznar (entre otros muchos cargos)……………. y que luego justifiquen lo de la "puerta giratoria"………….. cuando la verdadera puerta giratoria para muchos de ellos, debería ser la que está utilizando en el Penal de Segovia el Sr. Jaume Matas i Palou, sentenciado a cárcel por robar de nuestro dinero, otro "ex", en este caso como presidente de la Comunidad Balear y también ministro del inefable Aznar. 

    Pero volvamos a Florentino Pérez: Presidente del Real Madrid, fusco concejal del ayuntamiento capitalino, el que después le recalifico su ciudad deportiva en una "truculenta" operación urbanística, que hoy podemos contemplar con las cuatro altivas "Torres del Real Madrid", que servirían para pagar las deudas y los exagerados fichajes. Operación que con arrojo y vehemencia defendió en la SER el director-presentador del nocturno programa deportivo "El Larguero" José Ramón de la Morena (Joserra), poniendo a parir a cualquier detractor del proyecto. Las "cuatro torres", símbolo de ese Madrid portentoso, en el que todos "vivíamos por encima de nuestras posibilidades", talayas que después quedarían en las manos de: 

    - OHL. Empresa constructora de Juan Miguel Villar Mir ministro "posFranco en el gobierno de Carlos Arias Navarro (el de "españoles Franco ha muerto"), y ahora dueño de la manzana de oro madrileña (la comprendida entre la Puerta del Sol, Calle de Alcalá, Plaza de canalejas y Carrera de San Jerónimo, la creme de la creme, a la que también ha modificado su uso urbanístico "La Botella", regidora capitalina,  para que no le falte nada a este señor en su afán de acopiar billetes de esos de color granate. 

    - Sacyr Vallehermoso. Una de las seis grandes constructoras españolas, que se ha ido ampliando (no sin problemas legales en su ejecución) a base de operaciones de fusión y compra de otras compañías, como muchas de las autopistas de peaje (en la sombra) actuales, o el casi 10% de participación en Repsol. 

    - Repsol YPF, después Caja Madrid, más tarde Bankia, y por ultimo CEPSA (Abu Dhabi IPIC), en alquiler con opción de compra en 2016. Con los apellidos de las manos por las que ha pasado, está todo dicho........ Al final se quedan con este trozo de la tarta los sauditas. 

    - Mutua Madrileña. Una mutualidad de seguros de coches principalmente (ahora también metida en el negocio sanitario; por aquello de que se huelen también los billetes granates que reparte Don Ignacio, versus Sr, González, ínclito presidente de la comunidad Madrileña); que en vez de mejorar a sus mutualistas se dedica también a la globalización a través del ladrillo. 

    Estas y algunas cosas más podemos vivirlas en un futuro no muy lejano, de aprobarse el oscuro y siniestro tratado del TTIP, que a espaldas de la ciudadanía se está negociando en los despachos de la Unión Europea.  

    Por fortuna para los ciudadanos y para desdicha de la Comisión Europea, se ha filtrado un documento interno elaborado por el Área de cooperación entre los servicios de la Comisión y los Estados miembros con el fin de indicar de manera precisa la estrategia a usar en la defensa del Tratado Transatlántico de Inversión y Comercio. Dicho documento fue suprimido del medio de comunicación que lo hizo público, pero gracias a este medio de  Internet, que no sólo tiene ventajas para los servicios de "información" de los estados, sino también para los usuarios, existen copias de ese documento. 

    Siento fastidiaros las fiestas con estas cosas, pero es lo que hay, aunque espero recompensaros con alguna "receta para unas navidades aun en crisis". Si alguno de los que seguís esta información estáis interesados, os mando un documento elaborado por John Hilary (*) sobre este acuerdo a vuestro correo electrónico, que me podéis remitir a través de un comentario en esta página.
     
    (*) Hilary es director ejecutivo de la organización "War on Want" y profesor honorario por la School of Politics and International Relations de la Universidad de Nottingham.

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