Nos recibió una dominical y gris tarde de gélido enero, fría, húmeda,

Cádiz es para múltiples autores la ciudad más antigua del occidente europeo, mas de tres mil años de historia. Tartessos la poblaron y la mítica Atlántida se ha situado hundida en sus costas. La conquistaron y se establecieron en ella fenicios, púnicos, romanos, bizantinos, visigodos, berberiscos al mando de Tarik y almohades.
Denominada por los fenicios Gadir (ciudad amurallada), originariamente fue una isla que por sus condicionantes geográficos, se convirtió en puerto estratégico próximo a las legendarias Columnas de Heracles (Hércules), el fin del mundo por aquel entonces para los mitológicos griegos.

Este nuevo comercio americano hace renacer la ciudad, que se había quedado anquilosada después de la invasión de los árabes y moriscos, renaciendo un floreciente comercio y una clase social elevada que da esplendor a la urbe. Instalándose en ella durante los siglos XVI y XVII comerciantes de media Europa en especial genoveses, erigiéndose en sus mansiones “Las Torres Miradores” que les servían de vigías en las arribadas al puerto de los buques procedentes de Nuevo Mundo.
Este apogeo del importante comercio de ultramar de la villa, motiva las ansias de rapiña de los corsarios durante los siglos XVI y XVII. Piratas beréberes la atacan en

Esta Alianza hispano-francesa desencadena el traslado y retención en Bayona (Francia) de la familia real española, Carlos IV y Fernando VII, por parte de las fuerzas de Napoleón y la reacción del pueblo español en contra de la invasión Francesa, desencadenando la Guerra de Independencia.

Art. 2. La Nación española es libre e independiente, y no es ni puede ser patrimonio de ninguna familia ni persona.
Art. 13. El objeto del Gobierno es la felicidad de la Nación, puesto que el fin de toda sociedad política no es otro que el bienestar de los individuos que la componen.
Fueron estos movimientos liberales, los precursores de la llegada de la primera republica a

200 años cumplirá el año próximo este moderno articulado, compendio de normas ciudadanas, y Cádiz se esta engalanado al completo, poniéndose resplandeciente para festejarlo. Restaurando edificios simbólicos y rehabilitando casonas linajudas de las que por el casco antiguo abundan.
Callejeando por sus añejos barrios: de Santa Maria, gitano de origen y en donde casi cada portal recoge memoria a algún cantaor, bailaora o torero de postín; el del Pópulo, él más antiguo y medieval de la ciudad, con sus puertas defensivas convertidas en Arcos; el de La Viña, castizo, jaranero y marinero, donde tomarla es obligado; o el de El Mentidero, no tan antiguo como los anteriores pero también con el inconfundible resabio a “Cai”. Recorriéndolos por sus estrechas callejuelas iremos descubriendo las curiosidades con las que esta urbe nos sorprende:
Un nuevo Teatro Romano, el segundo mayor de España, y digo nuevo, aunque data del siglo I antes de nuestra era, por que se encontró en 1980 entre los escombros de una casa incendiada. Comenta su hallazgo un piquetero de la construcción que por aquellos días estaba de huelga, ......... huelga, reivindicación, que palabra tan lejana para los tiempos que hoy corren, mas lejana en el tiempo casi que el origen de este escenario.

Dos catedrales, una vieja que se quedo pequeña (Iglesia de Santa Cruz) y que dispuso construir sobre una antigua mezquita Alfonso X, el rey listo, de origen gótico fue incendiada por los anglo-holandeses en 1596 y reedificada en estilo barroco a principios del siglo XVII. La otra, la Catedral Nueva, se comenzó a construir en 1722 en estilo barroco, pero durante la

Un mercado, el de la Merced, que ha dejado de serlo y es un centro de Flamenco, otro mercado, el de la Plaza de la Libertad, que si que lo es y lo sigue siendo, aunque las reformas que le han hecho, no le han “hecho” un gran favor.
Un malecón.........., situado en el Campo Sur, que aunque a algunos les gusta compararlo con el de la Habana, hay mucha distancia en ello, no siendo esa distancia la puramente física.
Una puerta medieval, el Arco de Pópulo, convertida en sacrosanta y redimidora capilla, donde a cambio de cada diaria misa se libera un alma del purgatorio.............. lugar tenebroso, que para la curia romana de hoy ya no existe.

Rebuscando por la ciudad encontraremos Murillos, Zurbaranes, un Greco, Goyas y hasta un cuadro de Valeriano Bécquer, el que pinto los sátiros dibujos de “Los Borbones en pelota”, hermano del poeta Gustavo Adolfo quien fue el encargado de poner los textos al critico libro del siglo XIX. Pinturas y retazos de una floreciente y esplendorosa época en la que Cádiz era centro de la cultura, el comercio y foco de entrada de los flujos innovadores de las ideas de su tiempo.
La casa de La Contaduría, hoy Museo Diocesano o Museo Catedralicio, en el que podemos admirar temporalmente la Inmaculada de Murillo del Oratorio de San
Felipe Neri, que están lustrando para el próximo año.

La capilla del Hospital de Mujeres, una delicia barroco-rococó y eso que a mi esa sobrecarga artística no es lo que mas me llena, aquí encontraremos el único cuadro del El Greco que hay en la ciudad.
En la Plaza de la mina oiremos la algarabía de sus pájaros, en ella encontramos el Museo de Cádiz que alberga una importante colección de arqueología, cuadros entre otros de Zurbarán, Murillo y el “Retrato de familia” de Valeriano Bécquer sobre el que ya he comentado.
El Oratorio de San Felipe Neri, simbólico edificio, donde establecieron su sede las Cortes de Cádiz. Custodio de La Inmaculada, uno de los mejores lienzos de Murillo. Nos lo encontramos cerrado por reforma, al igual que su colindante Museo de Las Cortes de Cádiz en donde podremos observar una curiosa maqueta de la ciudad, mandada construir por Carlos III.
En el Oratorio de La Santa Cueva, durante el siglo XVIII un grupo de notables ciudadanos todos los jueves flagelaban sus cuerpos en penitencia antes de orar y ser perdonados. El Oratorio de estilo neoclásico esta ubicado junto a la Iglesia del Rosario y se aprovechó en su construcción un antiguo aljibe encontrado al azar. Para él Joseph Haydn compuso su obra “Las siete Palabras”, sobre las que Manuel de Falla, gaditano de pro, comento “Qué equilibrio! Ni una sola nota de más ni de menos que las necesarias”. Aquí es donde encontraremos los tres lienzos gaditanos de Goya.

La Torre Tavira es la más emblemática de todas ellas, situada a 45 mts. de altura sobre el nivel del mar, es la cota mas alta de todo el casco antiguo, teniendo desde ella las mejores vistas. Se puede visitar, siendo una de las atracciones mayores de la ciudad. En ella han instalado una cámara oscura de 360º, desde la que nos explicaran los distintos aspectos de Cádiz.
El drago, muy común en las islas canarias, es uno de los árboles simbólicos de Cádiz, ya que se le atribuye tanta antigüedad como a la misma ciudad y está unido a su origen mitológico. Estrabón nos escribe "hay un árbol en Gades, cuyos ramos, doblados hacia el suelo, tienen las hojas de un codo de largo y cuatro dedos de ancho, en forma de espada”. La sabia rojiza, conocida como "sangre de dragón", ha encarnado durante mucho tiempo una importante base económica con la obtención de tintes y pinturas. Durante el siglo XVIII era utilizada por los pintores para obtener matices de color carmín, mientras que los barberos utilizaban su madera para afilar sus navajas.
Uno de los pocos ejemplares que aun quedan en la ciudad se encuentra en el patio de la Escuela de Artes, en el callejón del Tinte.
La rehabilitación del casco histórico ha hecho recuperar una parte importante de sus casonas y palacetes dando una imagen más notoria a la ciudad, algunos de ellos se han reconvertido en hoteles como es el caso del Hotel Argantonio, situado en la calle Argantonio nº 3, el cual recomiendo si pensáis hacer una visita, por su situación, por la calidez de su cuidado diseño, la comodidad que respira y el trato tan agradable con el que nos dispensan.

La Caleta es la playa de Cádiz, de su casco histórico; tan señorial como la Concha de San Sebastián y orgullosos de ello están sus habitantes. El balneario de la Palma y el Real, le dan ese aspecto de finales del XIX tan característico y notable, un lujo de luz y agua.
Casi mas farmacias que bares encontramos por la ciudad y eso que de los últimos ya hay. Tabernas como el Manteca, genuino sabor del Barrio de La Viña, la freiduría de las Flores, en la plaza de Topete, pero mas conocida como la de las Flores o el bar Merodio en la plaza del Mercado. En las paredes de muchas de estas tascas, como si fuera un gran santón, encontramos retratos de Camarón, el gran cantaor flamenco, parido en la vecina población de San Fernando y venerado por parte de los gaditanos como a la mismísima Virgen del Rosario, patrona de la ciudad.
Cádiz es feligrera y devota por tradición, dadivosa de exvotos que encontramos colgados por las paredes de las numerosas iglesias, capillas y oratorios que encontramos por toda la ciudad, muchas de las cuales se esconden tras simples fachadas, como si de una casa de vecinos se tratase.

Curiosa esta “Tacita de Plata”, síntesis de fenicios, romanos, árabes, flageladores, clérigos de renombre, corsarios, piratas sajones, comerciantes genoveses, reyes cristianos y Constitución Liberal; que nos despide al contrario que a nuestra llegada, con esa luz especial, cálida y luminosa del sol de invierno, como queriendo agradecernos el ser visitada.
Muy buenas, Don Pablo:
ResponderEliminarEstupendo su relato de las innumerables virtudes de este rinconcito eterno, confieso que en un principio esperé una descripción más "personal" sobre su estancia en Cadiz, pero según iba adentrándome en su articulo me pareció que su visión general de la ciudad y de su historia ganaba interés con la descripción minuciosa de tantos aspectos y todos ellos tratados de manera somera y profunda...si esto pudiera darse a la vez...que parece no ser posible salvo que se lea su articulo.
En fin ni que decir tiene que me ha gustado y que me lo leído de un tirón y eso créame que en estos tiempos y tratándose de mí es todo un elogio y de los grandes.
Saludos y cuídese.