Ha desaparecido casi sin darme cuenta, parece como si hace poco hubiera pasado a ver sus azulejos que lo llenaban todo, nunca me detuve a tomarme un fino y nunca me interesó su historia, me parecía una más de esas tabernas genuinas e interesantes que había en el viejo Madrid, en ese Madrid que ahora llaman de “Las Letras”, próximo a Huertas y a la Plaza de Santa Ana, en la trasera del Teatro Español. Pero si ha sido una taberna con historia, ahora que ha desaparecido, ahora es cuando me ha preocupado el saberla, he escudriñado en sus leyendas hasta hacerme una aproximación a ellas. Estas que os traigo aquí son las que he podido recopilar, pero cuantas no habrán sido nunca contadas, cuantos personajes anónimos o conocidos habrán sido espiados por las miradas de aquellos azulejos que sus paredes cubrían. Hoy el bullicio de la noche corre próximo en sus aledañas calles, pero nunca serán comparables las andanzas festivas de ahora, con las juergas de antaño que los muros de este local pudieran contar.
Parece ser que en su origen fue una ebanistería, hasta que en 1898 se abrió como taberna al publico, siendo a partir de 1914 cuando el cantaor flamenco Antonio Chacón después de su viaje por América del Sur, visita con asiduidad este sarao convirtiéndolo en el colmao de moda por aquellos momentos en Madrid, compaginando sus cantes en él con el café de Fornos y mas tarde en Villa Rosa, muy próximo en la vecina Plaza de Santa Ana.
El impulso de este artista flamenco hace que la aristocracia de la época asista a sus veladas que poco a poco van cogiendo auge, convirtiéndose en lugar asiduo de toreros, cantaores, intelectuales, artistas y putas de postín de aquel antaño Madrid, hasta se comentaba que el rey Alfonso XIII por su naturaleza borbona también visitaba el sarao.
El nombre del local no le viene por ninguno de los apodos de sus propietarios, gabrieles son los garbanzos del cocido madrileño y con ese nombre se les denominaba en ese Madrid castizo y burlón de la época, parece ser que los cocidos que se servían en el comedor existente en el primer piso del local eran de refutada fama, compitiendo con los del restaurante “Botín” de la Cava de San Miguel, pero de precio mas ajustado que este.
El aspecto con el que yo lo conocí data de los años 20, cuando la calle de Echegaray, conocida como del Lobo, era el foco de la golfería más selecta de Madrid. En aquellos años un grupo de reconocidos ceramistas decoran sus paredes, Enrique Guijo y su discípulo Alfonso Romero Mesa, este último responsable de la realización de los azulejos del coso de Las Ventas; realizando por encargo algunas veces anuncios de bodegas jerezanas de principios de siglo, escenas quijotescas y flamencas, reproducciones de cuadros de Goya y Velázquez, figuras románticas, escenas taurinas y representaciones del pintor jerezano Carlos González Rajel se asientan sobre sus muros, encontrándose en abundancia escenas arriesgadas para la época, representando campesinas con hermosos senos y ninfas de dudosa apariencia sexual, en una de las composiciones aparece disfrazado de cisne el dios Zeus fundiéndose en un ardiente abrazo con una desnuda Leda; todos estos elementos se encuentran recubriendo la totalidad de este local del nº 17 de la calle Echegaray, esquina al Callejón de Manuel Fernández González, desde el sótano hasta el primer piso todo luce con el brillo de la azujelería, convirtiéndolo en una especie de museo para los gustosos de este arte.
En el primer piso utilizado en su día como restaurante había una representación de la Virgen del Carmen y dibujos de muchas ciudades españolas, denominándosele “cuarto de Las Provincias”.
Como he comentado “Don” Antonio Chacón fue un asiduo, que con sus actuaciones dio y elevó el renombre del lugar, pero también un puntual visitante fue el general Primo de Rivera............. y este no iba a cantar, parece ser que una noche si y otra también se refugia del estrés en algunos de los reservados que en el sótano había, como también el torero Manolete que contaba con despacho propio en donde recibía a sus discretas admiradoras. En el subsuelo encontrábase hasta una plaza de toros, por supuesto circular, con su burladero y todo, se comentaba que era usada por los toreros para parodiar corridas, desnudos, con prostitutas; también un cuarto llamado la Enfermería y otro denominado el Metro, pues se construyo al mismo tiempo que este, utilizándose azulejos de la misma condición de los instalados en el suburbano madrileño.
Fue lugar de reunión de toreros de fama entre otros, Ignacio Sánchez Mejías, Rafael el Gallo y Juan Belmonte, quien se cortó la coleta en este bar tras pasar tres días seguidos de juerga, cantantes y artista como José Cepero, Sabicas, Montoyita, Fosforito, Pastora Imperio, Juanito Mojama, Habichuela o La Niña de los Peines, músicos como Andrés Segovia, pintores como Zuloaga o Julio Romero de Torres que celebró aquí su primer éxito con una jarana colosal bajo la cabeza del toro que mató a Espartero, escritores como Valle-Inclán y Pío Baroja, actrices, actores y demases faranduleros que después de terminar la representación teatral, pasaban por allí a la espera de la llegada del alba, hasta el “generalísimo dictador” se paseo por las salas de este sarao.
Fiestas privadas se celebraban en sus sótanos donde la gente “guapa” se congregaba para beber, divertirse y pasar a mayores, fiestas que duraban hasta el amanecer en un local que permanecía abierto 24 horas al día, pagando a algunos de los principales cantantes de flamenco de la época; gente que se cargaba de barriles de jerez, compraba "estimulantes" en alguna farmacia cercana y bajaba a las cuevas para celebrar fiestas que duraban hasta tres días, Ava Gardner se pasaba por algunas de estas fiestas cuando se distraía de Frank Sinatra.
Durante la década de los 60 la zona se convirtió en un lugar sucio y sórdido con bares de mala reputación, sus calles son frecuentadas por legionarios, personajes de los bajos fondos madrileños, chulos, prostitutas y gentes de dudosa vida. Es cuando se quitan los azulejos que cubrían la fachada y el local se convierte en un prostibulo regentado por una “Madame”.
Llegamos a mediados de los años 80 y se hace con el local un director de teatro argentino, parece ser que fue aquí en donde a su llegada allá por 1979 desde el país Austral, se tomo su primera cerveza madrileña, torno con los años amistad con la “señora” que lo tutelaba, convenciéndola de su traspaso y reconvirtiendo el local nuevamente en un centro dedicado al flamenco y los olorosos y dorados vinos de nuestro sur peninsular, atrayendo al turismo y a la juventud hacia su local.
Pero como la codicia del ladrillo y la especulación no tiene limites, los propietarios del edificio lo venden en el año 2004 por 800 millones de esas pesetas que algunos añoramos, desalojando a su gestor y cerrando el establecimiento hasta la fecha. Hoy la finca esta en venta como apartamentos de lujo, aunque el recinto de Los Gabrieles y sus azulejos están declarados como de “máxima protección”, habiéndose hecho una rehabilitación de él por parte del Ayuntamiento de Madrid en la que se ha invertido mas de tres millones de euros, sin que se sepa hasta la fecha que finalidad se le dará a esta bohemia y vividora taberna, un colmao histórico que ha quedado perfectamente descrito en el libro ” Vida y cante de Don Antonio Chacón”, autentico retrato del entorno de la calle Echegaray.
En Los Gabrieles se filmó y desarrolló la serie de televisión “Juncal”, protagonizada por el gran actor Paco Rabal.
Hasta un castizo chotis madrileño esta basado en él.
Pedro Almodóvar quiso festejar en su visita a Madrid de la cantante Madonna con un recorrido por este establecimiento.
Los músicos de Ketama y el cantante Paco Ibáñez, así como la fotógrafa francesa Christine Spengler, utilizaron los azulejos para promocionar sus obras.
Joaquín Sabina nos relata en su extraordinaria canción “De purisima y oro” ese Madrid de Los Gabrieles, de Chicote y de Riscal, de calcetín sudado y hambre, donde se refugiaban anarquistas y faranduleros, tiempos oscuros de un Madrid, azul falangista y estraperlista.
Se nos ha ido Los Gabrieles como taberna de recio sabor, no sabemos si volverá abrir o se convertirá en un museo del azulejo, desconocemos que harán en esa histórica esquina, pero de momento aun nos queda “La Venencia”......en la misma calle, en la misma acera, un poco mas arriba.
Despues de la envidia que pasé leyendo la historia de Quintana, me alegra descubrir tu vena "madrileña" y castiza.No hay nada como el mestizaje.
ResponderEliminarSeguerimos descubriendo estos rincones, hay muchos...........
La musica vieja y nueva........ uf!
Jarroncito de china,
Me siento un poco menos vivo sabiendo que ha desaparecido tan entrañable taberna. Son capaces de poner cualquier cosa. Hasta un McDonalds. Dentro de poco nos va a saber todo a "ketchup".
ResponderEliminarGracias, Pablo.
Daniel B.
Yo siempre he pensado que el día que desaparezca "Casa Labra" ya Madrid nunca volvería a ser el mismo. Hace ya unos cuantos años comprobé con desesperación que la tienda de bicicletas de Bahamontes en plena plaza de Zocodover en Toledo había sido sustituida por un McDonalds. Hay cosas que habría que hacer todo lo posible por que no ocurrieran. Tiene que haber alguna manera.
ResponderEliminarel manuel
A éstas violencias contra nuestra Madrid también deberian oponerse los indignados ! Asì se mata su alma castiza y su historia!!!
ResponderEliminarJavier Moriones
Estimado Pablo,
ResponderEliminarEstoy investigando sobre la representación de la guitarra en los azulejos del café de los Gabrieles, realizados por A. Romero y E. Guijo. ¿Podría darme las referencias de las fuentes que utilizó para escribir su artículo para que yo profundice el tema? Mi dirección email para contestar es : 20ciane-at-voila.fr.
Gracias de antemano
Hola Vinciane.
ResponderEliminarSiento no poderte ayudar mucho sobre lo que me pides.
La referencias de mi articulo, las saque de algunos recortes de prensa sin mucha informacion, el local esta cerrado y el resto de los datos los saque por internet y sobr comentarios de las gentes de la calle.
Solo que has podido ver en el articulo es la informacion de la que dispongo.
He intentado mandarte un correo electronico, pero la direccion que me has dado me da error
Un saludo
Bueno, no voy a decir quien soy, pero en no mucho se volverá a abrir este magnifico local puede que con un nuevo formato algo distinto, pero la misma esencia
ResponderEliminarsaludos a todos.
Espero poder disfrutar de nuevo de este precioso e histórico local.
ResponderEliminarGracias por este recorrido por esta linda taberna madrileña. Ojalá pronto abra de nuevo sus puertas y podamos volver a disfrutar de su bella ceramica!
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