Fue después de los horrores de la segunda guerra mundial cuando en Naciones Unidas se decidió crear unas normas que respetaran los mínimos derechos de las personas.
Se necesitaron 1.400 votaciones en la comisión correspondiente de la organización de países, para aprobar un texto de 1.935 palabras, casi a votación por palabra, fueron por lo tanto largos meses de debates y discusiones.
Vienen a mi mente, como en pasados tiempos de lozanía esa simple declaración de derechos era una necesidad en nuestro entorno mas próximo como país, recuerdo como muchos de nosotros teníamos puesta en las paredes de nuestras habitaciones, entre otros signos de libertad esta “Declaración de Derechos Universales”, pero al mirar atrás en el tiempo veo como mucho de su articulado, que en aquellos años estuvieron muy vigentes en nuestro pensamiento, en nuestra forma de vivir y de vindicar en las calles un ansia de libertad de la que carecíamos, se van desluciendo, descolorando y ajando por el desuso o mal uso.
Solo por poner un ejemplo, nos repudia ver las imágenes de África en cualquiera de sus puntos cardinales, daría igual cualquiera de ellos, de norte a sur, de saliente a poniente, hay violaciones de las normas mas mínimas hacia el ser humano, da igual Congo que Somalia, Mauritania o Sudan, Nigeria o Zimbawe; ¿pero seremos capaces en occidente recriminar esas conductas?, si lo que llamamos el mundo civilizado, el primer mundo, hemos desarrollado antes de ayer por no alargarme en el tiempo, invasiones de países con justificaciones espurias, si tenemos un Guantánamo a la puerta de casa, si controlamos los alimentos mundiales, siendo capaces de destruir sus excedentes antes de repartirlos a los lugares de hambruna, somos nosotros la cultura de occidente, los que producimos el armamento que por tenebrosos y oscuros canales de distribución, llegan a esos países y a sus “Señores de la guerra”, que no son mas que simples espantapájaros de los Vladimir Putin o George Walker Bush de turno y podría seguir con una lista de hechos que haría aun mas aburrida tu lectura.
Quiero desde estas notas refrescar nuestras memorias y poner aquí algunos de los artículos de esa Declaración Universal que hoy cumple 60 años. Deseemos que deje de ser un simple papel escrito, un día de vacíos discursos de celebración, una noticia en los telediarios o en la prensa escrita, y se convierta en una realidad palpable, sobre la que todos los países funden su relaciones, recuperándose el espíritu aquel que tenia de cuando en la pared de mi habitación, había un sitio entre otros signos de libertad, reservado para la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
.........................ha sonado el despertador,.......................es la hora,............... me tengo que levantar,.................... que sueño el de esta noche.
Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros.
Toda persona tiene todos los derechos y libertades proclamados en esta Declaración, sin distinción alguna de raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política o de cualquier otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición.
Nadie estará sometido a esclavitud ni a servidumbre, la esclavitud y la trata de esclavos están prohibidas en todas sus formas.
Nadie será sometido a torturas ni a penas o tratos crueles, inhumanos o degradantes.
Nadie podrá ser arbitrariamente detenido, preso ni desterrado.
Toda persona acusada de delito tiene derecho a que se presuma su inocencia mientras no se pruebe su culpabilidad, conforme a la ley y en juicio público en el que se le hayan asegurado todas las garantías necesarias para su defensa.
Toda persona tiene derecho a circular libremente y a elegir su residencia en el territorio de un Estado.
Toda persona tiene derecho a salir de cualquier país, incluso del propio, y a regresar a su país.
En caso de persecución, toda persona tiene derecho a buscar asilo, y a disfrutar de él, en cualquier país.
Toda persona tiene derecho a la libertad de pensamiento, de conciencia y de religión; este derecho incluye la libertad de cambiar de religión o de creencia, así como la libertad de manifestar su religión o su creencia, individual y colectivamente, tanto en público como en privado, por la enseñanza, la práctica, el culto y la observancia.
Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión.
Toda persona tiene derecho, sin discriminación alguna, a igual salario por trabajo igual.
Toda persona tiene derecho a la educación. La educación debe ser gratuita, al menos en lo concerniente a la instrucción elemental y fundamental. La instrucción elemental será obligatoria. La instrucción técnica y profesional habrá de ser generalizada; el acceso a los estudios superiores será igual para todos, en función de los méritos respectivos.
La educación tendrá por objeto el pleno desarrollo de la personalidad humana y el fortalecimiento del respeto a los derechos humanos y a las libertades fundamentales; favorecerá la comprensión, la tolerancia y la amistad entre todas las naciones y todos los grupos étnicos o religiosos, y promoverá el desarrollo de las actividades de las Naciones Unidas para el mantenimiento de la paz.
Si quieres conocer el texto integro pincha en este enlace:
http://www.un.org/spanish/aboutun/hrights.htm
Se necesitaron 1.400 votaciones en la comisión correspondiente de la organización de países, para aprobar un texto de 1.935 palabras, casi a votación por palabra, fueron por lo tanto largos meses de debates y discusiones.
Vienen a mi mente, como en pasados tiempos de lozanía esa simple declaración de derechos era una necesidad en nuestro entorno mas próximo como país, recuerdo como muchos de nosotros teníamos puesta en las paredes de nuestras habitaciones, entre otros signos de libertad esta “Declaración de Derechos Universales”, pero al mirar atrás en el tiempo veo como mucho de su articulado, que en aquellos años estuvieron muy vigentes en nuestro pensamiento, en nuestra forma de vivir y de vindicar en las calles un ansia de libertad de la que carecíamos, se van desluciendo, descolorando y ajando por el desuso o mal uso.
Solo por poner un ejemplo, nos repudia ver las imágenes de África en cualquiera de sus puntos cardinales, daría igual cualquiera de ellos, de norte a sur, de saliente a poniente, hay violaciones de las normas mas mínimas hacia el ser humano, da igual Congo que Somalia, Mauritania o Sudan, Nigeria o Zimbawe; ¿pero seremos capaces en occidente recriminar esas conductas?, si lo que llamamos el mundo civilizado, el primer mundo, hemos desarrollado antes de ayer por no alargarme en el tiempo, invasiones de países con justificaciones espurias, si tenemos un Guantánamo a la puerta de casa, si controlamos los alimentos mundiales, siendo capaces de destruir sus excedentes antes de repartirlos a los lugares de hambruna, somos nosotros la cultura de occidente, los que producimos el armamento que por tenebrosos y oscuros canales de distribución, llegan a esos países y a sus “Señores de la guerra”, que no son mas que simples espantapájaros de los Vladimir Putin o George Walker Bush de turno y podría seguir con una lista de hechos que haría aun mas aburrida tu lectura.
Quiero desde estas notas refrescar nuestras memorias y poner aquí algunos de los artículos de esa Declaración Universal que hoy cumple 60 años. Deseemos que deje de ser un simple papel escrito, un día de vacíos discursos de celebración, una noticia en los telediarios o en la prensa escrita, y se convierta en una realidad palpable, sobre la que todos los países funden su relaciones, recuperándose el espíritu aquel que tenia de cuando en la pared de mi habitación, había un sitio entre otros signos de libertad, reservado para la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
.........................ha sonado el despertador,.......................es la hora,............... me tengo que levantar,.................... que sueño el de esta noche.
Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros.
Toda persona tiene todos los derechos y libertades proclamados en esta Declaración, sin distinción alguna de raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política o de cualquier otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición.
Nadie estará sometido a esclavitud ni a servidumbre, la esclavitud y la trata de esclavos están prohibidas en todas sus formas.
Nadie será sometido a torturas ni a penas o tratos crueles, inhumanos o degradantes.
Nadie podrá ser arbitrariamente detenido, preso ni desterrado.
Toda persona acusada de delito tiene derecho a que se presuma su inocencia mientras no se pruebe su culpabilidad, conforme a la ley y en juicio público en el que se le hayan asegurado todas las garantías necesarias para su defensa.
Toda persona tiene derecho a circular libremente y a elegir su residencia en el territorio de un Estado.
Toda persona tiene derecho a salir de cualquier país, incluso del propio, y a regresar a su país.
En caso de persecución, toda persona tiene derecho a buscar asilo, y a disfrutar de él, en cualquier país.
Toda persona tiene derecho a la libertad de pensamiento, de conciencia y de religión; este derecho incluye la libertad de cambiar de religión o de creencia, así como la libertad de manifestar su religión o su creencia, individual y colectivamente, tanto en público como en privado, por la enseñanza, la práctica, el culto y la observancia.
Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión.
Toda persona tiene derecho, sin discriminación alguna, a igual salario por trabajo igual.
Toda persona tiene derecho a la educación. La educación debe ser gratuita, al menos en lo concerniente a la instrucción elemental y fundamental. La instrucción elemental será obligatoria. La instrucción técnica y profesional habrá de ser generalizada; el acceso a los estudios superiores será igual para todos, en función de los méritos respectivos.
La educación tendrá por objeto el pleno desarrollo de la personalidad humana y el fortalecimiento del respeto a los derechos humanos y a las libertades fundamentales; favorecerá la comprensión, la tolerancia y la amistad entre todas las naciones y todos los grupos étnicos o religiosos, y promoverá el desarrollo de las actividades de las Naciones Unidas para el mantenimiento de la paz.
Si quieres conocer el texto integro pincha en este enlace:
http://www.un.org/spanish/aboutun/hrights.htm
como de costumbre...muy buen artículo...nuestro mundo se desarolla y vamos olvidandonos de la gente que no tiene la libertad que nosotros tenemos. Gracias por recordarnos una fecha tan importante
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