Se acercan las puñeteras Navidades, no quiero con esta expresión que se me tome como un anticlerical, es mas bien porque cada año estas celebraciones me gustan menos, son unas fiestas en las que nos lo tenemos que pasar bien por decreto, en las que las familias nos debemos de juntar por obligación, cambiar regalos porque nos lo dice el Corte Ingles y las calles se llenan de luz con miles de bombillitas de distintos colores y formas; es posible que esto de las luminarias, aun con las criticas vertidas este año sobre el costo de tanta luminosidad, sea lo que personalmente más me guste de las Navidades, pero claro................ es que a mí me gustan las urbes con mucha luz y ambiente de ciudad.
También ocurre que por estas fechas las tiendas y los “súper” se llenan de personas de buena voluntad, con la intención de dejarse la paga y hasta el total del limite de la VISA en hacernos sonreír a los que a su alrededor estamos, pero es posible que los medios de comunicación a través de los telediarios, este año nos comuniquen que hay “crisis” y que ojooooooooooooooooooooooo...........y cuidadoooooooooooooooo.
Con este articulo quiero comenzar una serie de ellos, que nos ayudaran a poder soportar estoicamente, no las fiestas, pero si poder elaborar unos platos para nuestros comensales que estén acordes a esta situación de trance económico que padecemos, recreando al mismo tiempo en sus paladares los mejores gustos de la cocina tradicional.
Comienzo con un sencillo plato de aperitivo que se suele compartir entre todos los presentes, unas almejas a la marinera.
INGREDIENTES:
½ kilo de almejas coreanas congeladas que podemos adquirir en “Alcampo” a 4,99 €. el kilogramo (hermosas, buen tamaño y buena carne), pero que sepáis que solo las comercializan en estas fechas navideñas, el resto del año no se encuentran, así que si os gustan hacer acopio.
media cebolla mediana
2 rebanadas de pan del día anterior
medio vaso de vino blanco “peleón”
1 hoja de laurel
azafrán
una cayena
2 dientes de ajo
perejil
aceite
sal
PREPARACIÓN:
dejar descongelar las almejas la noche anterior en un vol con abundante agua y sal, para que suelten la arena y se abran.
freír las rebanadas de pan en un poco de aceite, dejar que se doren bien y queden crujientes.
majar en el mortero, los dientes de ajo, el perejil, la sal (además sirve para que no salpique el machacado del mortero), unos hilos de azafrán y las rebanadas de pan frito.
se pone la cebolla muy picada a pochar a fuego medio, en una cacerola que tenga tapa, se añade también el laurel y la cayena partida en trozos, cuando ya está la cebolla se vierten las almejas escurridas y se dejan a fuego medio fuerte unos minutos con la tapadera puesta. Al preparado hecho en el mortero se le añade el vino y se vierte todo encima de las almejas, se vuelven a tapar la cacerola y se voltea las almejas encima del fuego, se dejan unos instantes mas hirviendo, se sirven a l mesa inmediatamente en una cazuela de barro.
Es bueno bañar pan en el moje que queda o hasta poner unas cucharas para tomarnos el caldo.
Yo aconsejaría para acompañar a este plato, regar el estomago con un Valdeorras.
.............................................................buen provecho.
bueno pues si tenemos que comerle la almeja a la coreana porque no hay otra cosa, vale, somos ciudadanos del mundo y nos tenemos que querer los unos a los otros. Lo que no está tan bien es que sean los del alcampo los que se ganen la vida. tendríamos que relacionarnos más directamente. salud y república.
ResponderEliminarLo siento Pablo, pero yo soy más de cordero, esto de las almejas me parece una distracción innecesaria, es una tendencia natural en mí que ande este una cosa que ande que se quite una que nade o vuele, aunque se pueden hacer algunas excepciones...De todas formas la Alianza de civilizaciones promueve el intercambio y que mejor cosa que unirse a la civilizacion musulmana por algo común como es en mi caso el amor al cordero bien sazonado...
ResponderEliminarQue tengas un buen dia...
PEROLO.
Con respecto a lo de las fechas navideñas, que no se nos olvide ser buenos y querernos mucho. Se ve que el resto del año podemos ser unos cabrones y odiarnos a muerte sin que importe un carajo.
ResponderEliminarSALUDOS