Se muestra ante nuestras curiosas miradas la ladera oriental de la Sierra Inodejo enteramente cubierta de viejas y espesas carrascas. Un abismo prácticamente vertical de más de 50 mts. se desploma a nuestros pies, por donde discurre el río Izana que en ocasiones esconde sus aguas bajo las rocas de su cauce, un nuevo misterio con el que seducen estas ásperas tierras sorianas……… todo en un entorno que se nos presenta cómo espectacular. Nos encontramos un año más en el Cerro Castro, junto a la ermita de los Santos Mártires (antes San Cristóbal), donde nos hemos allegado un nuevo verano, para observa e indagar sobre las excavaciones que están descubriendo un castro celtíbero, que datado entre los siglos VI a IV a. C. ya he dado razón en otros párrafos de este blog un año atrás.
Son los arqueólogos Antonio Chaín, César Gonzalo y Francisco Rodríguez, quienes dirigidos por el primero de ellos, están sacando a la luz los restos de una civilización que habitó estas quebrados cerros hace aproximadamente 2.500 años, durante la Edad del Hierro. Descubriendo vestigios de cerámicas, enterramientos humanos, restos óseos de animales, cenizas, así como otros elementos de la vida cotidiana de estas remotas gentes. Todo ello en medio de una estructura urbanística, que aunque incompleta (pues no ha sido aun grande el área excavada) cuando menos es sorprendente, por lo novedoso en el tamaño del edificio descubierto y por los diferentes habitáculos existentes, que descubiertos en el mismo espacio, están bastante separados cronológicamente en el tiempo.
Estudian los citados investigadores, de una posible traslación o mudanza de estos mesetarios de la prehistoria, entre los tres asentamientos existentes en la zona: al que nos estamos refiriendo el “Castro de San Cristóbal”, el “Castilrreño” de Izana y la Villa Romana de la Dehesa en las Cuevas de Soria, separados entre si apenas 2 km. Sobre todo por los motivos que a ello les hubiera obligado a cambiar de hábitat, siendo el entorno, paisaje y territorio prácticamente el mismo…………. teniendo que volver al lugar de origen mil años después, sin conocer su causa.
Los responsables de la excavación, están desarrollando el proyecto denominado “Orígenes”, contando con ayuda de administraciones provinciales, autonómicas, universidades, algún centro educativo soriano y hasta una productora audiovisual. Sustentado en novedosas técnicas y asistido de un equipo pluridisciplinar compuesto por: genetistas, informáticos, físicos nucleares, paleontólogos así como de otras especialidades.
Centrándose esta campaña en buscar la posible relación genética de los antiguos habitantes de estos castros, con los actuales vecinos de las poblaciones anexas. Ya que se tienen datos de los posibles nexos en los diferentes periodos protohistóricos de esas conexiones, concretamente a través de la familia “Írrico”. Teniéndose esos vínculos prácticamente demostrados en estos lugares por lo menos durante 600 años, que son los que separan el “altar” funerario del siglo III a. C. y los “mosaicos” romanos del siglo IV d. C. en los cuales se han encontrado la emblemática de este linaje “IRRICO”, gentilicio de origen celtibero posteriormente ya romanizado. Demostrándonos igualmente que la gran parte de la Iberia romana era habitada por los oriundos pobladores ya colonizados, y que los romanos solo eran una minoría invasora, pero con una influyente cultura.
Durante las excavaciones del presente y anterior verano, han aparecido tres osamentas humanas completas (dos en 2023 y una en 2024), que después de analizados con los actuales y novedosos métodos, podremos saber con exactitud, su datación y su ADN, pudiendo hacer una comparativa de este con la de los actuales habitantes de las aldeas anejas y poder así confirmar si los “Írrico” aún están entre nosotros casi 2.500 años después……….. sería un colofón de gran magnitud y trascendencia al trabajo desarrollado por los arqueólogos sorianos.
Un buen reconocimiento a su labor, no solo por lo que en la actuación se ha encontrado, también por saber hacer partícipe a los pobladores del entorno sobre la importancia de lo que tienen, formando parte de su patrimonio, de su historia e incluso de su ascendencia y estirpe.
Chaín, además de ser un gran comunicador, transmitiéndonos perfectamente sus conocimientos de forma llana y entendible, sabe trasladar perfectamente sus querencias por las cosas que le gustan, interesan y apasionan, es (imagino) un excelente docente en un instituto de Soria (Salesianos) donde da clases.
Los restos que se han podido observan en el Cerro (ahora ya cubiertos para su protección), - interesantes y potentes muros, que hacen de la excavación una de las más vistosas de la provincia-, junto con los elementos que en él se han encontrado y se catalogarán, más los existentes en el Museo Numantino, podrán y deberían estar expuestos en un espacio musealizado de la Villa Romana de la Dehesa. Un lugar que complemente, amplie, active, dé cobertura y nos trasmita a los visitantes el como vivían, guerreaban, habitaban y hasta morían, los que fueran antaño habitantes de estos parajes.
Por último quiero hacer un reconocimiento a los vecinos de Cuevas de Soria y sentirme junto a ellos agraviado, por la infame, incierta, ignorante, falsa e ignominiosa noticia que catalogaba a la población como la más fea de Soria. Que lejos de la realidad están muchos de los medios de comunicación en la actualidad, y como se nota que no se han acercado hasta esta aldea para reafirmar su “aleatoria, farisea y falsa” valoración. Las Cuevas se asienta en un espacio paisajístico extraordinario al final del Cañón del Izana, ostentando un buen ejemplo de templo con ese románico porticado seña de identidad en nuestra provincia. Su caserío se expande de forma aleatoria entorno a un holgado espacio central compuesto por amplio parque con fuente de abundantes y permanentes aguas. Discurriendo por su límite occidental el río entre una copiosa y sutil vegetación, sirviendo de protección a unas bien cuidadas huertas que son dignas de admirar.
Completando la belleza de su entorno están sus gentes, extraordinario colectivo ávido de actividad y aunque no muy numeroso en población, se encuentra bien unido en los quehaceres sociales, celebrando como ejemplo una extraordinaria noche de animas con paso descalzo de brasas, así como recuperación de la tradicional forma de hacer "cisco". Apenas son 54 los censados (que serán menos los permanentes) pero aun con eso mantienen el bar abierto, que no es poco en una aldea de estas dimensiones en la Soria actual. Aún tengo en el recuerdo de “hace años ya”, de cuando nos allegábamos a casa Marcelino (una especie de chigre), para tomarnos unos vinos con un buen lomo de orza o chorizo en aceite, que lujazo......... y decir que esto no es hermoso. No tengo conocimiento de si alguna autoridad local ha hecho alguna declaración en defensa de su pueblo (las he buscado y no he encontrado), pero sirva la mía como desagravio a estas gentes, a este lugar y a esta población……….. estamos y estaremos con Las Cuevas.
Si se han hecho varias declaraciones en contra de tan equivocada manifestación de la mal llamada Inteligencia Artificial.
ResponderEliminarMagnífico reportaje Pablo
ResponderEliminarSe hicieron varios escritos pidiendo a la revista Viajar, rectificaran el "ser el pueblo más feo". Se les envío toda información del pueblo, sus tradicciones, encantos naturales, y su historia. Se les invito a qué viniesen y valorasen por si mismos si el pueblo es bonito o feo, y no hemos tenido respuesta. A los pocos días quitaron el enlace de los.pueblos.mas feos de España y pusieron los mas bonitos en el anterior link. Gracias