miércoles, 25 de septiembre de 2024

- Cuevas de Soria…… descubriendo los Írrico, celtíberos del siglo XXI

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Se muestra ante nuestras curiosas miradas la ladera oriental de la Sierra Inodejo enteramente cubierta de viejas y espesas carrascas. Un abismo prácticamente vertical de más de 50 mts. se desploma a nuestros pies, por donde discurre el río Izana que en ocasiones esconde sus aguas bajo las rocas de su cauce, un nuevo misterio con el que seducen estas ásperas tierras sorianas……… todo en un entorno que se nos presenta cómo espectacular. Nos encontramos un año más en el Cerro Castro, junto a la ermita de los Santos Mártires (antes San Cristóbal), donde nos hemos allegado un nuevo verano, para observa e indagar sobre las excavaciones que están descubriendo un castro celtíbero, que datado entre los siglos VI a IV a. C. ya he dado razón en otros párrafos de este blog un año atrás. 

Son los arqueólogos Antonio Chaín, César Gonzalo y Francisco Rodríguez, quienes dirigidos por el primero de ellos, están sacando a la luz los restos de una civilización que habitó estas quebrados cerros hace aproximadamente 2.500 años, durante la Edad del Hierro. Descubriendo vestigios de cerámicas, enterramientos humanos, restos óseos de animales, cenizas, así como otros elementos de la vida cotidiana de estas remotas gentes. Todo ello en medio de una estructura urbanística, que aunque incompleta (pues no ha sido aun grande el área excavada) cuando menos es sorprendente, por lo novedoso en el tamaño del edificio  descubierto y por los diferentes habitáculos existentes, que descubiertos en el mismo espacio, están bastante separados cronológicamente en el tiempo.




Estudian los citados investigadores, de una posible traslación o mudanza de estos mesetarios de la prehistoria, entre los tres asentamientos existentes en la zona: al que nos estamos refiriendo el “Castro de San Cristóbal”, el “Castilrreño” de Izana y la Villa Romana de la Dehesa en las Cuevas de Soria, separados entre si apenas 2 km. Sobre todo por los motivos que a ello les hubiera obligado a cambiar de hábitat, siendo el entorno, paisaje y territorio prácticamente el mismo…………. teniendo que volver al lugar de origen mil años después, sin conocer su causa.

 

Los responsables de la excavación, están desarrollando el proyecto denominado “Orígenes”, contando con ayuda de administraciones provinciales, autonómicas, universidades, algún centro educativo soriano y hasta una productora audiovisual. Sustentado en novedosas técnicas y asistido de un equipo pluridisciplinar compuesto por: genetistas, informáticos, físicos nucleares, paleontólogos así como de otras especialidades.

 

Centrándose esta campaña en buscar la posible relación genética de los antiguos habitantes de estos castros, con los actuales vecinos de las poblaciones anexas. Ya que se tienen datos de los posibles nexos en los diferentes periodos protohistóricos de esas conexiones, concretamente a través de la familia “Írrico”. Teniéndose esos vínculos prácticamente demostrados en estos lugares por lo menos durante 600 años, que son los que separan el “altar” funerario del siglo III a. C. y los “mosaicos” romanos del siglo IV d. C. en los cuales se han encontrado la emblemática de este linaje “IRRICO”, gentilicio de origen celtibero posteriormente ya romanizado. Demostrándonos igualmente que la gran parte de la Iberia romana era habitada por los oriundos pobladores ya colonizados, y que los romanos solo eran una minoría invasora, pero con una influyente cultura.


Durante las excavaciones del presente y anterior verano, han aparecido tres osamentas humanas completas (dos en 2023 y una en 2024), que después de analizados con los actuales y novedosos métodos, podremos saber con exactitud, su datación y su ADN, pudiendo hacer una comparativa de este con la de los actuales habitantes de las aldeas anejas y poder así confirmar si los “Írrico” aún están entre nosotros casi 2.500 años después……….. sería un colofón de gran magnitud y trascendencia al trabajo desarrollado por los arqueólogos sorianos.

 

Un buen reconocimiento a su labor, no solo por lo que en la actuación se ha encontrado, también por saber hacer partícipe a los pobladores del entorno sobre la importancia de lo que tienen, formando parte de su patrimonio, de su historia e incluso de su ascendencia y estirpe.

 

Chaín, además de ser un gran comunicador, transmitiéndonos perfectamente sus conocimientos de forma llana y entendible, sabe trasladar perfectamente sus querencias por las cosas que le gustan, interesan y apasionan, es (imagino) un excelente docente en un instituto de Soria (Salesianos) donde da clases.

 

Los restos que se han podido observan en el Cerro (ahora ya cubiertos para su protección), - interesantes y potentes muros, que hacen de la excavación una de las más vistosas de la provincia-, junto con los elementos que en él se han encontrado y se catalogarán, más los existentes en el Museo Numantino, podrán y deberían estar expuestos en un espacio musealizado de la Villa Romana de la Dehesa. Un lugar que complemente, amplie, active, dé cobertura y nos trasmita a los visitantes el como vivían, guerreaban, habitaban y hasta morían, los que fueran antaño habitantes de estos parajes.

 

Por último quiero hacer un reconocimiento a los vecinos de Cuevas de Soria y sentirme junto a ellos agraviado, por la infame, incierta, ignorante, falsa e ignominiosa noticia que catalogaba a la población como la más fea de Soria. Que lejos de la realidad están muchos de los medios de comunicación en la actualidad, y como se nota que no se han acercado hasta esta aldea para reafirmar su “aleatoria, farisea y falsa” valoración. Las Cuevas se asienta en un espacio paisajístico extraordinario al final del Cañón del Izana, ostentando un buen ejemplo de templo con ese románico porticado seña de identidad en nuestra provincia. Su caserío se expande de forma aleatoria entorno a un holgado espacio central compuesto por amplio parque con fuente de abundantes y permanentes aguas. Discurriendo por su límite occidental el río entre una copiosa y sutil vegetación, sirviendo de protección a unas bien cuidadas huertas que son dignas de admirar.




Completando la belleza de su entorno están sus gentes, extraordinario colectivo ávido de actividad y aunque no muy numeroso en población, se encuentra bien unido en los quehaceres sociales, celebrando como ejemplo una extraordinaria noche de animas con paso descalzo de brasas, así como recuperación de la tradicional forma de hacer "cisco". Apenas son 54 los censados (que serán menos los permanentes) pero aun con eso mantienen el bar abierto, que no es poco en una aldea de estas dimensiones en la Soria actual. Aún tengo en el recuerdo de “hace años ya”, de cuando nos allegábamos a casa Marcelino (una especie de chigre), para tomarnos unos vinos con un buen lomo de orza o chorizo en aceite, que lujazo......... y decir que esto no es hermoso. No tengo conocimiento de si alguna autoridad local ha hecho alguna declaración en defensa de su pueblo (las he buscado y no he encontrado), pero sirva la mía como desagravio a estas gentes, a este lugar y a esta población……….. estamos y estaremos con Las Cuevas.

viernes, 20 de septiembre de 2024

- Luna / Eclipse / Crepúsculo

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El pasado martes 17 por la noche (madrugada del miércoles), pudimos observar como una enorme luna llena aparecía por el horizonte. Era la “superluna” de septiembre que, al ser la este año la más cercana nuestro planeta (perigeo), se nos muestra como la más grande, brillante y espectacular del ciclo anual. Y aun nos quedan dos en este año: el 17 de octubre y el 15 de noviembre. 

Es la última luna llena de este verano, al observarse unos días antes del equinoccio de otoño en nuestro hemisferio. Habiéndose podido visionar durante dos noches seguidas (al atardecer del martes 17 y al anochecer del miércoles 18), ya que la fase de Luna llena comienza doce horas antes y finaliza doce horas después de la hora de plenitud astronómica. Pudiéndose percibir la primera noche al 99,9% y la segunda a un 99,2% de luminosidad.

 

Por si esto no fuera poco, este año ha venido acompañada de un eclipse parcial de luna, mostrándonos un pequeño mordisco de la superficie lunar en su parte superior derecha,  efecto que pudimos ver en la madrugada del día 18 sobre las 4,30 horas, durante aproximadamente media hora.

 

A esta luna llena se la conoce con el nombre de Luna de la Cosecha, por ser tradición de los nativos americanos de cuando recolectaban los productos que cultivaban. Sirviéndose de la luz plena y radiante de nuestro satélite para ayudarles a los agricultores en su recogidas, permitiéndoles alargar el tiempo diario de cosecha. Por este motivo y al ser el “maíz” uno de los alimentos sustancias de su sustento, también se la conoce como Luna de Maíz. Conociéndose en otras latitudes (fundamentalmente asiáticas) como: Luna de las hojas que caen, Luna de otoño, Luna de las hojas doradas o Luna de hojas que amarillean, e incluso Luna del apareamiento (ya que muchos animales como ciervos o alces se aparean durante esta periodo (los corzos lo hacen en agosto). Siendo en muchos países del extremo oriente lugar de celebraciones otoñales, ya sean familiares o de índole agrícola.

 

Este año, además, se han unido varios factores para general un curioso fenómeno que, aunque se produce dos veces al día por efecto de la luna, “las mareas”, este año como hemos podido ver por los medios y a través de los avisos de los responsables marinos, han sido de lo “mas”. Estas fuertes “mareas vivas”, llamadas “septentrinas” por coincidir con el noveno mes del año, esta temporada han superado lo que podría considerarse como natural, llegando a producir imágenes espectaculares sobre todo en la costa norte de nuestro país.

 

Conocidas técnicamente como “mareas astronómicas”, son las causadas por la fuerza de gravedad de la luna y el sol sobre las masas de agua en los océanos, generando las conocidas mareas vivas equinocciales características de finales del verano y comienzo del otoño. A las que hay que añadir los elementos meteorológicos que se pudieran desarrollar por las variables condicionantes atmosféricas: presión, vientos y tormentas. Mareas excepcionales, fundamentalmente las “pleamares”, los días 18, 19 y 20 de este mes, llegando a ser La tercera marea más alta desde que se registran estos hechos, que datan de hace 32 años.

 

El situarnos en el equinoccio otoñal y con la luna en pleno perigeo, ha producido que este fenómeno (repetido periódicamente dos veces al mes con total normalidad), sea esta vez el más intenso de los últimos 20 años. Consiguiendo que las mareas vivas en Galicia, Asturias, Cantabria y País Vasco, suban el nivel del mar entre cuatro y cinco metros, batiendo récords. Estas excepcionales condiciones producen un efecto positivo para visitar lugares costeros de singular valor como pueden ser la Playa de Las Catedrales en Lugo o los Flysch de Zumaia de en Guipúzcoa, donde fuertes “bajamares” hacen surgir espacios que en condiciones normales estarían cubiertos por las aguas.




Y aprovechando las salidas para poder observar la Luna Llena cuando aparece por el horizonte (orto luna), la pudimos completar con un espectacular crepúsculo desde “La Garcimona” (carretera de Los Llamosos a Izana) con el acompañamiento de la silueta de la Sierra Inodejo como colofón escénico…… realmente de unos momentos mágicos.