Nos desviamos a la izquierda, justo en la desviación de Mambrillas de Lara (a derechas), para tomar una pista en dirección suroeste que nos acercará hasta la Dehesa de Mambrillas. Interesante y bonito robledal donde realizar un esplendido recorrido por entre singulares y centenarios "quejigos", recorriendo la ladera norte de la Sierra de las Mamblas, justo por debajo de su inaccesible y amesetada cumbre. Un sendero en verdad recomendable en cualquier época del año cuando los calores del estío no sean un obstáculo.
Estamos en las históricas tierras de Alfoz de Lara, intensos horizontes dominados por estas planas pero representativas elevaciones que se sitúan a uno y otro lado de la carretera. A la izquierda las altivas cumbres de las Mamblas (mammulas son los pechos de las mujeres), altozanos similares a los existentes en sur de Guadalajara conocidos como "Tetas de Viana". A diestra la Sierra de Peñalara, alargada y chata elevación caliza que domina toda la comarca creando en parte su personalidad. Si desde la perspectiva geológica representa el típico de sinclinal colgado, el proceso humano ha dejado huella en sus cumbres a través de importantes y fortificados "castros" de la Edad del Hierro. Pudiendo así mismo observar como entres sus coloridas paredes rocosas se protegen abundantes y diversas rapaces.
Aconsejable es dedicar la mañana a recorrer esta altiplanicie, ya que forma parte esencial de la historia burgalesa y castellana: Wikiloc | Ruta 'Peñalara' y 'Castillo de Lara' desde 'Cubillejo de Lara'. Pudiendo partir del pueblo de Cubillejo, ya que es de uno de los lugares más habituales para comenzar la ascensión pues de él sale la pista que asciende hasta a la peña por el cordal cimero. Pasamos por unas extensas alineaciones de piedras que formaron parte de la primera muralla del "castro" celtibérico existente entre el 400 y el 200 a. C. y continuamos caminando por la planicie en dirección este, donde observamos una especie de foso que es la segunda muralla defensiva y la entrada ya a la parte central del castro datado en la "edad del hierro", que se sitúa en el extremo más oriental de la meseta y donde se encuentra el punto más elevado y por lo tanto el vértice geodésico (1.296 m.) y el buzón de cumbre. Desde este punto la panorámica es magnífica, observando justo enfrente el Picón de Lara, al que nos dirigiremos y en donde aún quedan los escasos pero relevantes restos del Castillo de Lara. Es en este lugar durante la Alta Edad Media, sobre el 910, donde se le atribuye el nacimiento de Fernán González, quien fuera el primer conde independiente del futuro reino de Castilla. Las vistas desde este otero también son sugerentes: todas las tierras del Alfoz de Lara a nuestros pies con Lara de los Infantes justo debajo, las sierras de la Demanda, Neila y Urbion a nuestra izquierda y a diestra Las Mamblas así como más lejanas las peñas de Carazo y Cervera.Retornamos por el mismo camino hasta llegar a la collada que forman La Muela y la Peña de Lara, para desde aquí tomar el descenso hasta Quintanilla de las Viñas pasando por la Ermita del la Virgen de la Viñas, o bien buscar los senderos que recorriendo la parte bajera de los farallones meridionales de Peñalara, recorrer los covachos eremíticos, observando al tiempo una de las escuelas de escalada de Burgos. Lugar donde se encuentra instalada la espectacular y afamada ferrata "Camino del infierno", de las mejores que existen en la provincia. Realizar esta excursión nos puede llevar entre tres y cuatro horas con tranquilidad.
Ya en Cubillejo de Lara es indispensable acercarnos (2,5 km. por pista sin asfaltar), hasta el interesante Dolmen de Cubillejo o Mazariegos. Un sepulcro megalítico con más de 5.000 años de antigüedad, considerado como prototipo de enterramiento neolítico de corredor, mide 10,5 metros de longitud en la galería de acceso y un diámetro de 4,5 en su cámara funeraria. Aun sin sus losas de cubierta, conserva prácticamente todos los ortostatos (losas verticales), pudiendo distinguir en uno de ellos interesantes grabados rupestres.Seguro que será hora de alegrar el estomago o resarcirlo del ajetreo de la mañana, para ello buscaremos en la población de Quintanilla de las Viñas el restaurante "La Cantinilla", donde podemos degustar una potente olla podrida (previa reserva) que da notoriedad al local y a la población. La "olla podrida" es un suculento plato de cuchara elaborado a base de alubias rojas (famosas y acreditadas son las que se producen en la cercana población de Ibeas de Juarros), con el añadido de un buen cocido (morcilla de arroz, chorizo, tocino, costilla, oreja, rabo, relleno y algunas verduras), pero en vez de garbanzos con alubias.
Toca el turno de visitar la Iglesia de Santa María de las Viñas, una joya de arte visigodo del siglo VII, y posiblemente una de las últimas que se construyeron -junto con Santa María de Melque (Toledo) y San Pedro de la Nave (Zamora)- antes de la invasión árabe. Siendo en 1921 quien Bonifacio Zamora descubrió los restos de este templo, que habían estado ocultos a la vista, semihundida y cubierta por árboles y matorrales. En este monasterio estuvieron enterrados los Fenán Gonzáles, teniendo que haber sido los restos del conde trasladados al monasterio de San Pedro de Arlanza donde por segunda vez fue sepultado.
De lo que fuera un monasterio mucho más amplio, solo nos queda actualmente en pie la capilla mayor con su ábside y el crucero de la iglesia. Su exterior se encuentra decorado con tres orlas superpuestas decoradas a base de racimos de uvas, plantas de vides, pavos, aves y otros elementos. Para poder visitar su interior, del que destaca su arco triunfal de herradura, hay que informarse, pues no está abierta. Ya que en el año 2004 fueron sustraídos de su interior dos relieves de gran interés, que por fortuna fueron encontrados 15 años después (2019) en el jardín de un aristócrata inglés de su casa londinense.
Saliendo del pueblo en dirección sur hacia la carretera de Soria, sobre una curva cerrada a 1,5 km. de la población podemos observar (con mucha atención) un rustico cartel que nos anuncia "icnitas" indicando un camino forestal que sale a derecha, las marcas fósiles de las pisadas están apenas 800 m. Pero si no queremos aventurarnos por esos caminos, 200 metros más adelante por la carretera hay un sitio habilitado para aparcar con carteles de información que nos indican estar en el yacimiento "Las Sereas 7". Un techado protege las huellas de estos enormes saurios allí mismo encontradas.Desde aquí podemos contemplar hacia el meridión una esplendida vista de la Sierra de las Mamblas, nombre que proviene del perfil que forman los pechos de una mujer. Siendo sus singulares relieves plegados un clásico ejemplo de lo que en geología se conoce como sinclinal (pliegue de la corteza terrestre) colgado.
A tiro de piedras tenemos Lara de los Infantes y hasta ella deberemos de acercarnos, ya que se trata de una población de interesante historia, habiendo pasado y habitado tribus celtas - pelendones hace 5.000 años. En el siglo I a. C. fue una prospera ciudad romana apodada "Nova Augusta", a orilla de la "calzada" que unía Numancia con Astorga. Habiéndose encontrado muchos restos de esa época: como el mayor conjunto de Estelas Funerarias de la península ibérica, cercanas a las 250, muchas de ellas formando parte de los muros de las casas y de edificios civiles y eclesiásticos, así como la antigua fragua y una fuente completa. De las raíces visigodas ya ha comentado sobre el templo de Santa María de las Viñas y de la época de repoblación cristiana posterior a la invasión morisca, nos queda la iglesia de origen románico de la Natividad de Nuestra Señora y el recio acontecer de su historia aneja a los señoríos de Lara, los Fernán González y el origen del reino de Castilla. Pero poco queda de aquellos esplendidos tiempos, hoy en Lara de los Infantes apenas vive 26 almas, eso sí, orgullosas de su pasado.Esta comenzando atardecer y tomamos la carretera en dirección a la aldea de Campolara y de ella hacia Mambrillas, no sin antes detenernos en el lugar denominado "La Pedraja", para observar de nuevo otro buen conjunto de "icnitas" en este lugar, con reproducción de un titanosauriforme a tamaño natural. De aquí nos dirigimos a Barbadillo del Mercado para terminar el día donde lo hemos comenzado.
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