Un "foehn" de 150 km/hora nos dio la bienvenida
al apartado fiordo de Tasermiut. Ese fuerte viento que desde la masa glaciar
del inlandsis, sopla por esos enormes brazos de mar con los que cuenta
Groenlandia, dirigiéndose hacia el mar, no dejando navegar por sus aguas. Es
como si los dioses se resistieran a que pudiéramos llegar a este agreste, inhóspito,
hermoso e impresionante lugar apartado de la humanidad, situado en lo más recóndito
del sur de esta gran isla helada. Pero aun así pudimos remontar sus aguas, toda
vez que Njordera, dios vikingo de los vientos, aplacó su cólera
con nosotros por traspasar sus recónditos reinos. No sin antes habernos encomendado
a San Canuto (santo cristiano danés del siglo XI), colocando en sus manos
nuestro devenir por estos hermosos y furtivos lugares, tan apartados de las deidades.
Tasermiut o Ketils Fjord en danés, no es
un fiordo mas de los que salpican las costas de Groenlandia, se trata de un
enclave único, una lamina de agua que se introduce 75 km. hacia el interior de
estas tierras en busca de los dominios del hielo. Un valle glacial inundado por
el mar hace millones de años y modelado por los hielos que a través de él han
buscado su liberación por estas tranquilas aguas. Un mundo mágico y casi
inaccesible, rodeado de imponentes agujas de roca que se pierden en el
horizonte ante nuestra vista. El espectáculo al recorrerlo y caminar por sus
gargantas, en el más completo aislamiento, genera una sensación difícil de trasmitir,
solo el estar allí puede generar ese estremecimiento que los
lugares mágicos tienen.
Qaqortoq
Para llegar hasta allí partimos de Qaqortoq (lugar
blanco), la colorida capital del sur que con sus 3.500 habitantes es la
"gran urbe" de la zona. En ella pasamos una noche y paseamos entre
sus gentes, disfrutando de su transparente luz y de algunos de los lugares con
que agasaja al visitante. Esparcidos por sus calles se pueden ver esculturas
talladas en la roca viva sobre la que se asienta la ciudad, formando el famoso proyecto "Piedra y
Hombre", iniciado entre 1993 y 1994 por el escultor Aka Hoegh vecino de la
ciudad, en el que dieciocho escultores de Groenlandia, Islandia, Dinamarca, Noruega,
Suecia, Islas Aland y Finlandia crearon un total de 24 esculturas,
transformando la población en una galería al aire libre.
Por su puerto, donde atracan buques de gran calado,
pasamos por el club de kayak y visitamos (10 uretes/for person) la fábrica de
pieles de foca "Great Greenland", donde curten y trabajan estas, confeccionando
"bonitas y calientes" ropas para nosotros los humanos. Quiero poner
desde estas notas mías un acento especial sobre esta actividad; durante nuestro
recorrido por las instalaciones de la factoría, insistentemente se nos comentaba
que sus productos son únicamente adquiridos a los cazadores inuits del país,
que los cazan para su propio sostén, reiterando que la campaña internacional de
Greenpeace en contra de esta actividad, les está haciendo mucho daño sobre sus
ventas en el mercado Europeo y Norteamericano, siendo en la actualidad Rusia y
China sus clientes más importantes..........Pero a mí no me cuadraban las
cuentas y tras insistir, me pude informar
de que había en ese momento 200.000 pieles en la fábrica, la mayoría de ellas
de un tamaño muy pequeño .........¿cómo es posible que incluyendo a toda la
población de Groenlandia (57.000 habitantes), cacen 4 focas cada uno para su
sustento, cuando durante el recorrido por sus aguas, el número de cazadores (que si los vimos) de
estos simpáticos fócidos era insignificante?...¿de dónde
pues, sacan el resto de las pieles?......¿tendrán razón los incómodos chicos de
Greenpeace?...............las respuestas, las podéis poner vosotros mismos.
Cercano al puerto recorremos su barrio colonial, fundado como asentamiento danés por el comerciante noruego Anders Olsen en 1775, a donde los esquimales (inuits) iban a vender sus pieles y grasa de foca, convirtiéndolo en pocos años en un importante centro comercial al que se le denominó "Julianehaab", en honor de la reina Juliane Marie, por aquellos años soberana consorte de Noruega y Dinamarca. Entre casas de madera de finales del siglo XVIII y comienzos del XIX, la más antigua datada en 1797, encontramos en medio de su plaza, la primera y más antigua fuente de Groenlandia, con más de 200 años, centro de reunión y buen lugar para satisfacer las miradas de sus agradables habitantes. En una de las edificaciones más añejas de Qaqortoq se halla el museo de la ciudad, en él podemos observar gran variedad de utensilios de la cultura inuit, bellos y curiosos cuadros en los que se representa su forma de vida, y las reconstruidas habitaciones "Azul" y "Roja" donde se alojaron el explorador polar Knud Rasmussen y el aviador Charles Lindberg.
Muy próximos están tanto la lonja de los cazadores y pescadores con las capturas diarias, como también la roja y blanca iglesia del Salvador, consagrada en 1832, construida y varias veces reconstruida en madera, en la que en su interior, si está abierta, podemos encontrar un salvavidas de la nave Hans Hedtoft, que naufragó en aguas al sur del Cabo Farewell el 30 de enero de 1959, al colisionar con un enorme bloque de hielo durante su primer viaje, al regresar a Copenhague. Una copia de lo que ocurrió por aguas no muy alejadas de estas con el Titánic en 1912, pero en este caso sin ningún superviviente.
Fisgoneamos en unas pequeñas construcciones de madera que
nos encontrábamos de vez en cuando por las calles, se trata de fuentes públicas
para el invierno, en las que los vecinos se pueden surtir de agua cuando todo
esta helado, provistas de un curioso sistema que impide su congelación. Refrescamos
nuestras gargantas durante el paseo con unas cervezas en uno de los más famosos
bares del país, el Artic café, paraíso o infierno de la ciudad según la
dividida moralina visión de los vecinos de la urbe, pero
que a nosotros, blasfemos e impenitentes pecadores, nos pareció a esa hora de
la tarde un lugar de lo más normal y tranquilo.
A menos de una hora de navegación desde Qaqortoq, es posible visitar Hvalsey (Hvalso) o "isla ballena", donde
destacan, en un entorno silencioso y tranquilo, las ruinas de su iglesia que
aún se mantienen parte en pie, las más sobresalientes y mejor conservadas de la época nórdica de todo Groenlandia. La Iglesia se edificó en piedra sobre el año 1300, y mide 16 x 7 mts. de ella proviene la ultima evidencia escrita de la actividad vikinga en estas tierras. El documento describe una boda que se celebró en este templo en septiembre de 1408 entre Thorstein Olafsson y Sigrid Bjornsdatter, hallándose custodiado tan histórico manuscrito en las cálidas aguas mediterráneas de un registro parroquial del Vaticano, muy lejos de las frías árticas de su origen.
La evidencia arqueológica muestra que durante el siglo XV los últimos asentamientos vikingos en Groenlandia fueron desapareciendo. No fue hasta 1721 cuando una expedición encabezada por el misionero noruego Hans Egede, descubrió que estas colonias del sur groenlandés habían dejado de existir sin dejar ningún rastro del motivo. De todas las comunidades europeas medievales, las de la Groenlandia vikinga son las que mejor conservan sus ruinas, precisamente porque sus poblados fueron abandonados intactos.
Alluitsup Paa
Partimos de Qaqortoq navegando por un complejo sistema de fiordos e islas
que nos asemeja estar en Escocia, pero con multitud de icebergs. Esta zona es ideal
para el avistamiento de ballenas y teniendo suerte, las podremos ver durante la
travesía. Pasamos próximos la pintoresca población de Alluitsup Paa, situada a
la entrada del fiordo de Lichtenau y
calificada como una de las aldeas más bellas de la zona. Aun pequeño, con cerca
de 500 habitantes, es el pueblo más grande del distrito, apodando como la
"capital de las ballenas del sur".La evidencia arqueológica muestra que durante el siglo XV los últimos asentamientos vikingos en Groenlandia fueron desapareciendo. No fue hasta 1721 cuando una expedición encabezada por el misionero noruego Hans Egede, descubrió que estas colonias del sur groenlandés habían dejado de existir sin dejar ningún rastro del motivo. De todas las comunidades europeas medievales, las de la Groenlandia vikinga son las que mejor conservan sus ruinas, precisamente porque sus poblados fueron abandonados intactos.
Alluitsup Paa
En el interior del fiordo, a unos 5 km. de navegación se
halla la antigua misión morava de Lichtenau "El agua, la luz".
Fundada en 1774, fue durante un tiempo el mayor asentamiento permanente en
Groenlandia. El fiordo Lichtenau se ramifica en dos partes al final, uno de los
cuales alberga la cascada más grande de Groenlandia, Qorlortorsuaq, en la otra rama, Sioralik, podemos encontrar las ruinas de una
casa, perteneciente a una antigua granja vikinga.
Este grato e inolvidable instante es truncado por las
noticas que nos llegan de que se aproxima un fuerte foehn, ese grotesco viento
del que ya os he comentado. Cenamos en la pequeña y cómoda cabaña que allí
tiene Aju, nuestro inuit piloto. Abandonamos la idea de hacer una fogata cerca
de las tiendas de campaña para después de la cena, y mientras nos nutrimos a la
luz de las velas, Aju atento a las noticias radiofónicas, confirma las
informaciones que nos han hecho llegar los chicos de Tierras Polares a través de los
teléfonos móviles por satélite "Iridium". Tenemos que salir de allí
con las primeras luces, antes de amanecer, sin desayunar y con las tiendas de
campaña recogidas, si no tendremos que quedarnos dos días aislados en este
minúsculo enclave apartado del resto del mundo.............. A las 4,30 del
amanecer..................diana.
En esta pequeña isla de apenas 5 km2. se hallan ruinas de finales del siglo XVIII y comienzos del siglo XIX. Podemos encontrar cerca de las fuentes termales, los vestigios de un convento benedictino, construido alrededor del año 1000. Entre los restos de este arcaico cenobio, tuvo lugar a mediados del pasado siglo el curioso hallazgo de un pequeño trozo de madera de abeto o alondra. Se trata de un fragmento de un disco semicircular, en forma de media luna, de 70 mm de diámetro, 10 mm de espesor y con un orificio central de 17 mm. La parte más curiosa de esta especie del aro, es tener talladas en su redondeado borde unas muescas triangulares, equivalentes a una rueda dentada, marcadas de forma muy parecida a las que existen en la brújula actual. Es un dato contrastado que la brújula magnética fue conocida en el norte de Europa después de la época de los vikingos. El descubrimiento en Groenlandia de una brújula solar con anterioridad, fortalece la teoría sobre como los vikingos solucionaron el enigma de navegar por el Atlántico Norte sin instrumentos de orientación. Hay especulaciones de que el utensilio encontrado en Uunartoq es el "húsasnotra" que citan las sagas medievales islandesas.
Sermersooq
Con las primeras claridades del día ponemos rumbo a Nanortalik, pasando por las cercanías de isla Sermersooq. No tenia referencias de ella, pero su contemplación al rodearla me causo una enorme sensación de asombro. En sus apenas 130 km2 esta ínsula tiene varias montañas que superan los 1.200 mts. pero lo que más llamo mi atención es lo escarpado de sus paredes y lo tétrico de sus pequeños pero profundos valles glaciares en perfecta U, que llegan casi al mismo mar por el que navegábamos. La imagen de ese amanecer húmedo y plomizo en medio de esas bestias de granito, no es fácil que se borre prontamente de mi mente.
Con las primeras claridades del día ponemos rumbo a Nanortalik, pasando por las cercanías de isla Sermersooq. No tenia referencias de ella, pero su contemplación al rodearla me causo una enorme sensación de asombro. En sus apenas 130 km2 esta ínsula tiene varias montañas que superan los 1.200 mts. pero lo que más llamo mi atención es lo escarpado de sus paredes y lo tétrico de sus pequeños pero profundos valles glaciares en perfecta U, que llegan casi al mismo mar por el que navegábamos. La imagen de ese amanecer húmedo y plomizo en medio de esas bestias de granito, no es fácil que se borre prontamente de mi mente.
Tasiusaq
Con las primeras ráfagas del foehn, llegamos al fiordo
Tasermiut, alcanzando la colorida y pintoresca aldea de Tasiusaq, que ni siquiera ha existido en los mapas durante
mas de70 años. Situada en una protegida bahía, a unos 30 km. de la entrada
del fiordo, es una pintoresca población de alrededor de 80 personas, con una
trágica historia, que refleja con pesadumbre el modo de vida, penurias y
vicisitudes que en otros tiempos padecieron los habitantes de estas tierras. En
el invierno de 1856, la caza era escasa y la hambruna mucha, los intentos
desesperados de sus habitantes para ir a lo largo de los 35 kilómetros por el agrietado
hielo del fiordo, con el fin de llegar al pueblo más cercano para abastecerse, terminó
sin éxito. Todos los lugareños murieron de hambre y frío, uno por uno, antes de
que poder llegar a su destino. Los familiares supervivientes repoblaron
nuevamente el lugar en 1933, dedicados fundamentalmente a la pesca y a la cría
de ovejas.
El pueblo poseía una fábrica danesa de productos marinos
hace 10 años y por aquel entonces todo el mundo tenía trabajo. Sin embargo, año
tras año, como resultado de la implacable pesca industrial, las focas y el
salmón de la región están en al límite de su extinción, el bacalao se ha
reducido a la mitad y el pescado seco que les sirve como dieta básica para
pasar los largos inviernos se ha reducido drásticamente.
Hoy en Tasiusaq no hay una sola persona que se gane la vida como pescador. Apenas hay 10 personas empleadas, el resto, si todavía está en circunstancias de trabajar, se dedican en lo posible a la cría de ovejas y al cultivo de patatas, pero situados a estas latitudes y en esta climatología, las condiciones no son muy favorables para estos menesteres. Sus campos compuestos fundamentalmente de tundra húmeda y pedregosa, serían desechados por los agricultores europeos o americanos como no aptos para el cultivo, pero estas hospitalarias y honestas gentes no tienen otra opción. La hierba, insignificante para nosotros, tiene aquí un valor extraordinario por la dificultad de poderla cultivar. Siendo el 70% de la paja o forraje necesario para dar de comer durante el invierno a las ovejas, transportada desde Europa por buques, lo que significa una fortuna para los granjeros de Tasiusaq.
Viven en condiciones muy duras, su vida cotidiana está
llena de extremos retos. El pueblo está a menudo dominado por un viento de
hasta 300 km/h procedente de las tormentas árticas. Es común que enormes icebergs
bloqueen el pequeño puerto o que rebaños enteros de ovejas desaparecen en las
montañas y hasta no es extraño que durante la primavera aparezca algún aislado
oso polar por sus aledaños. Comen de lo que tienen, cortan generosas rebanadas
de grasa de ballena y piel seca de foca, comparables al sabor salado de los
neumáticos y a masticar un correa de pantalón, casi imposible de digerir, sin
que peligre alguna de nuestras piezas dentales, pero para ellos un
placer..............un verdadero manjar.
Los niños pequeños, aparte de las 3 horas en la escuela, no tienen tarea, por lo que pasan todo su tiempo de juego. Ellos sin duda nos puede enseñar a disparar con rifle, pues han aprendido antes su uso que a leer, pues en Tasiusaq la defensa sobre el oso polar ha sido una prioridad durante mucho tiempo. No encontraremos juguetes por sus arenosas calles, sin embargo, los niños aquí crecen como felices aventureros, pueden dedicarse a trepar por escarpadas rocas o perseguir las sabanas de ropa tendida. La cama elástica ubicada en medio de la población es el sustituto del juego de pelota, su patio de recreo es la plataforma de aterrizaje para los helicópteros, jugando en manga corta, aun cuando las temperaturas de la noche se aproximan a los 0 grados. Ahora su educación es obligatoria, siendo la primera generación que la disfruta y la escuela es el edificio más moderno de la aldea, en él que hay internet vía satélite, también han sido los primeros en comer alimentos importados. Al comienzo de cada semana, cuando el fiordo no está helado o la aldea no está bloqueada por el viento "foehn" de las tormentas árticas que aparecen con frecuencia, los estudiantes viajan en barco durante más de una hora para llegar a la escuela secundaria de Nanortalik.
En este pueblo Inuit (esquimal) se pueden observar hechos
curiosos y situaciones enormemente interesantes. Como, por sorpresa recalar en
su minúsculo fondeadero una antigua nave militar, oriunda de las bacaladeras Islas Feroe "milagrosamente"
reciclada en "barco iglesia".
Durante el verano, cuando los puertos están libres de hielo, navega a lo largo
de la costa groenlandesa, parando en cada pueblo para predicar la doctrina
luterana de Cristo.
La noche del 1 de septiembre tiene un significado
especial para los habitantes de Tasiusaq. Es la fiesta del pueblo, tomando nota
de los 79 años transcurridos desde su nuevo establecimiento después aquel
fatal invierno de mediados del siglo XIX. Los más viejos recuerdan como sus
padres habían llegado hasta aquí con sus kayaks y se habían establecido en
tiendas de campaña hechas de piel de foca. Pero en las mentes de las gentes de
esta hermosa costa, ya no cabe el pensamiento de poder a repetirse el
"volver a morir de hambre". La gente Tasiusaq ya no tienen miedo de
la falta de provisiones para el invierno, su vida parece mucho más segura de lo
que fue en el pasado. Sin embargo una incertidumbre les acecha, de carácter
totalmente diferente. El gobierno de Groenlandia tiene previsto abolir las
pequeñas aldeas con población inferior a 100 habitantes. Debido a los recortes
presupuestarios (hasta aquí llegan también los puñeteros recortes y los hombres
de negro), los vuelos en helicóptero a los pueblos se han reducido y las escuelas y centros
asistenciales se están cerrando.Otro peligro que temen es una próxima invasión minera, con la que el viento sería sustituido por el sonido de las explosiones y las máquinas de trabajo, haciéndoles perder esa sincera sonrisa que nos trasladan junto a sus saludos, en medio de esos paisajes sorprendentes, trastocando su vida totalmente, a lo que se niegan.................... Eso arruinaría nuestra felicidad y nuestra tierra, ¿quién aceptaría sustituir todos los encantos por una gris ciudad groenlandesa, llena de fabricas y plataformas de gasolina?............ no importan lo duras que sean las condiciones de vida, hay que luchar por la felicidad y la sonrisa de todos los días ...
Kuusuaq
Desde Tasiusaq caminamos algo más de tres "leguas"
por un completo escenario alpino cual es el "sendero Saputit". Creado por los habitantes
de Tasiusaq para ir a pescar al gran lago Tasersuaq, repleto de truchas,
encerrado entre impresionantes picos, donde el aire es de cristal claro y la
vista se desliza sin esfuerzo. Entre hermosos lagos cruzamos por las granjas de
Saputit (Saputit Tasia), llegando a la desembocadura del río Kuusuaq, entre el lago Tasersuaq y el fiordo Tasermiut, el más corto
de Groenlandia, apenas 700 mts. y
también el más famoso del sur de Groenlandia para capturar salmón. En su
ribera, curioseando entre sus ruinas, encontramos en unas rudimentarias tumbas
restos óseos de algún inuit de otros tiempos.
Al final del paseo divisamos al otro lado del fiordo, la
esbelta y puntiaguda silueta del Kirkespiret. Junto a ella podremos apreciar el
valle Kirkespirdalen o Itillersuaq, por el que trascurre una antigua ruta denominada
"Paso de Reyes", ya utilizada desde los tiempos vikingos para cruzar
desde el fiordo de Tasermiut al de
Saqqa, cuando el hielo bloqueaba la salida de los fiordos y no permitía
la navegación por ellos. Comienza este atajo en Arpatsivik, rodeado de colinas
con cantidad de pequeños lagos, recorre terrenos típicos de encharcada tundra
por los que se encuentran cantidad de hongos. Finalizando próximo a la mina de
oro de Nalunaq, bajo el inmenso picacho del Kirkespiret, la montaña que domina
toda la zona.
Tasermiut
A medida que nos vamos introduciendo en Tasermiut
percibimos la ausencia de cualquier rastro de humanidad, solo queda de ella,
los restos esparcidos por el fiordo de los vikingos que habitaron sus riberas
hasta llegado el siglo XV. Durante la Edad Media Tasermiut fue unos de los
lugares elegidos por los nórdicos para realizar sus asentamientos. Entre las
numerosas ruinas que en sus orillas se encuentran destaca el monasterio
agustino de Klosterdalen, no por su vistosidad, si no por su aislamiento. Se me
hace difícil imaginar como pudieron vivir, o mejor dicho sobrevivir, entre esta
áspera naturaleza esos monjes ascetas, en aquellos tiempos de dios.
Es salvaje, hermoso, añejo, imponente y sugestivo. Con sus escarpados acantilados de granito, ríos de aguas cristalinas, icebergs, glaciares y majestuosos paisajes, asemeja un paisaje sacado de una irreal película.
Navegamos entre enormes paredes de roca que descienden
hasta posarse junto al agua, pasamos junto a los impresionantes paredes
verticales del Ketil (2.003 m), Ulamertorsuaq (1.858 m), Nalumasortoq (2.045 m), Napasorsuaq (Kirkespiret) (1.590 m) y Tininnertuup (1.720
m), llegamos hasta casi tocar el glaciar Sermeq, una gigantesca cascada de
hielo de 1.300 que muere sobre las frías aguas, descubriendo por encima del
glaciar Sermitsiaq las hermosas y sugerentes agujas del "Minster"
(El Monasterio) 1.940 m. y La Catedral con 2.030 m. Todo el paraje que vamos
divisando es una sorpresa continua, el agua del fiordo es como un espejo donde
las brutales montañas se reflejan en él,............. las vistas sorprendentes. Visitar
este gran valle inundado por el mar y donde se hallan las cimas más bellas y
grandiosas de todo Groenlandia es una experiencia única e irrepetible.
Acampando en las orillas del fiordo, debajo de los inmensos muros verticales del Ulamertorsuaq, recorremos algunos de sus valles caminando entre paisajes glaciares y alpinos, con extraordinarias vistas de la cara sur del Ketil y la norte del Ulamertorssuaq, enormes paredes de 1.400 y 1.200 metros respectivamente, hasta llegar al plateau del circo glacial bajo la impresionante mole granítica del Nalumasortoq. Dividida en dos pulidas paredes gemelas, separadas por una fisura vertical asemejando un "libro", apodo con el cual también se le conoce, esta montaña es de las más apreciadas por los escaladores de todo el sur de Groenlandia.
Nos podemos acercar hasta la base de la muralla cilíndrica
del Ulamertorssuaq, considerada el mejor "big wall" (gran pared) del
Ártico y una de las 10 mejores escaladas del mundo. Su cara oeste se equipara
en dificultad con las más conocidas de El Capitán en Yosemite o el Cerro Torre
en la Patagonia, siendo un gran desafío para escaladores de todo el mundo. La vista de su pared y los glaciares adyacentes
es sobrecogedora.
A las orillas del fiordo y a unos 4 km al norte de campamento se encuentra la montaña Ketil o Uiluit Qaqqaa, una de las más altas de la región con sus 2.010 metros. A sus pies se encuentran las ruinas medievales del antiguo monasterio agustino de Klosterdalen, que dan nombre al valle. La ubicación no es sorprendente, ya que toda esta zona está repleta de vestigios de las antiguas colonias vikingas.
Catalogado como una de las diez maravillas
del Ártico, esta Patagonia del norte, es uno de los lugares más ansiados hoy en
día por osados escaladores de alto nivel, siendo sus graníticas y erguidas
paredes comparables a las de los Alpes, Yosemite o Andes, superándolas incluso
en inaccesibilidad, longitud y dificultad.
Solo tres grupos de alpinistas han
recalado este año en el campamento Tasermiut....entre ellos, unos checos, y
unos españoles miembros de las expediciones Next Stop Greenland y Wild Wolf Sky
Force, que terminaban con
éxito sus objetivos cuando nosotros llegamos. Consiguiendo llegar los
escaladores Iñaki Ituarte, Alex Txikon y Darío Barrio, a la cima del Ulamertorsuaq por
una nueva ruta en la cara suroeste, desde la cual posteriormente, los miembros
del "Proyecto Alas" Álvaro Bultó, Armando del Rey, Toni López y Santi Corella se
lanzaron en Salto Base desde la cumbre de esta gran pared.
El tiempo no fue del todo nuestro aliado durante los días
que por aquí estuvimos, pero aun así, entre las nieblas, pudimos contemplar
estas inmensas montañas y sus umbrías paredes de las que cuelgan vertiginosos glaciares. La práctica
inexistencia de caminos marcados, la grandiosidad de sus cimas sin apenas
referencias, los impredecibles vientos, los grandes ríos difíciles de cruzar por
la inexistencia de puentes, los mosquitos en verano, el estar en una zona casi
virgen y con un clima de alta montaña, hacen de Tasermiut una indudable
aventura.
Agradables son los recuerdos que me han dejado algunos de momentos vividos por allí: de la llegada a la grata y acogedora cabaña de Malaquías en Nuugaarsuk para protegernos del foehn, de la cena de mejillones a dos salsas que recogimos por la tarde, del perro camarada que desde la granja Saputit nos siguió durante día y medio hasta nuestra partida, gimiendo al vernos alejar por las gélidas aguas fiordo arriba, camino del campamento Tasermiut, del viento, del olor a día gris, de la mágica perspectiva de las agujas del Ulamertorsuaq al atardecer y amanecer envuelto por la niebla proyectando su silueta por el cielo, un espectáculo pocas veces visto, del olor de los arándanos y la dimensión de los boletus, de la tenebrosa visión de las agujas de los picos al llegar al campamento, del regalo de una nueva aurora boreal por encima de la picuda silueta del Kirkespiret ............... Un sin fin de sensaciones que por muchas fotos que se obtengan, en ninguna de ellas se pueden representar los instantes y la intensidad vivida.
Tasermiut, sigue siendo por el momento un insólito y extraordinario enclave ártico, solo perturbado por un puñado de humanos, por el que suspiro para que continúe así para perennemente.
Al igual que el
resto de la región del Ártico, el fiordo Tasermiut y sus glaciares están
sintiendo los efectos del calentamiento global. El glaciar Sermitsiaq ha estado
retrocediendo durante el siglo XX estando ahora está a 2 km. del fiordo en el que desaguo
una vez. El poderoso glaciar Sermeq también está en retirada y su hielo apenas
puede tocar las aguas marinas.
Otros signos de
que el clima está cambiando en torno a Tasermiut, se detecta en el creciente
número de icebergs que se desprenden del glaciar Sermeq, y en el crecimiento de vegetación
donde antes sólo había hielo y nieve. Los científicos creen que la masa de
hielo de Groenlandia ha alcanzado un umbral crítico y puede perder su capacidad
de progresar. Esta es una muy pésima noticia para los inuit de la isla, que han
adaptado su estilo de vida durante cientos de años a vivir en este frío clima del
Ártico.
Nanortalik
Después de recular
todo el fiordo de Tasermiut en un día frio y gris plomizo, llegamos a
Nanortalik ateridos y entumecidos por frio y el viento de la lancha. Menos mal
que nos esperaba el Sol, con esa claridad que solo en estas tierras tiene,
también la agradable calefacción del hotel Tupilak y la seductora emoción de
poder dormir en cama tras tantos días de techados de nailon y duros suelos.
Nanortalik que permanece aislada por el hielo durante
gran parte del año, es la ciudad más meridional del país, la mas "habitada"
de todo el sur, unos 1.500 habitantes y la decima "aglomeración
urbana" del toda Groenlandia. Está situada en una pequeña isla a 85 km. al
noroeste del Cabo Farewell, el extremo más austral del país y su nombre
significa "lugar de los osos polares". Debido a su situación, esta
zona fue una de las primeras partes de Groenlandia donde en el siglo X y XI
se establecieron los vikingos, y uno de
los últimos al que llegaron los inuits. La ciudad fue fundada en 1770 como
Nennortalik. En 1797 comerciantes de Julianehaab (Qaqortoq) establecieron un
puerto comercial permanente en Sissarissoq, pero debido a lo limitado de su
fondeadero en 1830 la población fue reubicada tres kilómetros el norte, donde hoy
la encontramos.
Tiene más encanto que Qaqortoq y merece la pena peregrinar
por ella, sobre todo por sus increíbles vistas, su museo y sus gentes. Posee un bien conservado barrio colonial, donde que encontramos una curiosa y
atractiva iglesia de principios del siglo XX. Construida en madera blanca y roja, sigue siendo
en la actualidad la única iglesia que sirve a la congregación religiosa
(luterana), considerada como un elemento cultural
importante, goza de un estatus de protección desde el año 2.004. Punto de referencia en la población, es la
llamada Knud Rasmussen Rock o Roca de Cara de
Piedra, que se encuentra justo a la iglesia. Muy próximo
está el museo, el mejor de toda la zona sur de Groenlandia, que se encuentra
distribuido por cinco casas y bastante completo, una pena el no poderlo
visitar por falta de tiempo. Junto a él, una especie de mástil hace las veces
de mirador y las vistas desde este altozano, con las coloridas casas de la ciudad
y su bahía, son de no perdérselas.Sin casi enterarnos de por donde pisábamos, caminamos por el viejo cementerio al ascender unas grandes rocas lajas para admirar el espectáculo de nuestro rededor. Nos acercamos a la lonja del pescado y al puerto, donde juegan pescando unos niños con las inagotables sonrisas en sus caras. Atravesamos la aldea con sus casas de atractivos y sugerentes colores, para acercarnos al bar del hotel Kap Farvel, donde tomar una cerveza y contemplar como la parte "beoda" de la urbe, danza y juega a un caprichoso billar con bolos. Y nos preparamos para disfrutar otra noche de Auroras Boreales, esas "luces del norte" que bailan graciosamente en medio de este magnífico escenario celeste.
Acompaño
mi relato con el video The Arctic Light,
de TSO Photography (Terje Sorgjerd) grabado en tierras árticas (Islas Lofoten),
seducido con la mágica música de Marika Takeuchi.
Haciendo mías las
palabras de Karlos Simón, que escudriñando por este medio he
encontrado................ me despido hasta el proximo escrito.
Os puedo asegurar
que he visto paisajes que no imaginaba que existían. He visto gente,
niños y cazadores que cuando te veían siempre sonreían. Este país es diferente,
vive gente en paz, viven para vivir, se conforman con lo que tienen, que en
realidad, es todo, es la naturaleza, es la vida.
Este artículo, junto con Groenlandia.........la
blanca "Tierra Verde" completa la serie sobre la visita a esas
tierras, realizada entre los meses de agosto y septiembre de 2012.
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