Dos veces fue sitiada; en el siglo XVI por los otomanos y entre 1940 a 1943 por el Eje Nazi-Fascista de la Alemania de Hitler y la Italia de Mussolini, que la bombardearon sin ningún tipo de miramiento hacia la población, en el que perecieron cerca de 1.500 civiles. Malta fue una de las áreas más intensamente hostigada de la Segunda Guerra Mundial, siendo objeto de cerca de 3.000 incursiones aéreas en los dos años del bloqueo.
En 1565 durante el primero de los asedios, los Caballeros de la Orden de Malta, dirigidos por el Gran Maestre Jean Parisot de la Valette, resistieron contra más de 30.000 soldados y 160 naves musulmanas. La isla logró defenderse en gran parte gracias a la apoyo de las tropas españolas, por aquel entonces potencia hegemónica en la cristiana Europa. Al fracaso turco se sumó seis años después, la derrota de la Batalla de Lepanto ante la Liga Santa, formada por España, Venecia, Génova y la Santa Sede, lo cual el produjo el cese de la expansión islámica en el mediterráneo.
La cancillera Merkel debería echar la vista atrás, repasar sus apolillados libros de historia y no pute… (jorobar) tanto a los países ribereños de este lado de Mediterráneo, que tanto han hecho para que los teutones de hoy estén en esa posición privilegiada.
En 1798 se asentó por aquí Napoleón, que durante su campaña hacia Egipto, tomo las Islas con engaños y artimañas, saqueando su economía ante la pasividad de los Caballeros Malteses que tenían promesa de no alzarse en armas a ningún príncipe cristiano. La ocupación napoleónica fue impopular entre la población maltesa que se rebeló contra los franceses, viéndose obligados a refugiarse en las fortificaciones. Ingleses y el Reino de las Dos Sicilias enviaron en ayuda de los isleños municiones y suministros. Los británicos además enviaron su flota, efectuando un bloqueo de las islas. Las cercadas fuerzas francesas se rindieron en 1800 y los británicos tomaron el control del archipiélago, convirtiéndolo en un protectorado más del Imperio. Así se hace la historia.
El espíritu soberanista de los malteses culmino el 21 de septiembre de 1964, en el que consiguieron su independencia, aun así los británicos permanecieron en su territorio manteniendo un control total de los puertos, aeropuertos, correos, emisoras de radio y televisión. La reina Isabel II seguía siendo la soberana de Malta y un gobernador general ejercía la autoridad en su nombre. El 13 de diciembre de 1974, no obstante, Malta se transformó en república dentro de la Mancomunidad de Naciones (Commonwealth), con un presidente como jefe de estado. El 31 de marzo de 1979 se hizo efectiva la salida de los ingleses, pues rehusaron pagar la tasa exigida por el gobierno maltés para permitir el uso de sus bases; este acontecimiento se celebra como fiesta nacional Día de la Libertad. Malta ingresó en la Unión Europea el 1 de mayo de 2004, suscribiendo el “euro” como moneda el 1 de enero de 2008.
El origen de la palabra Malta es dudoso. La procedencia más admitida es que proviene de la palabra griega μέλι (meli, “miel”). Los griegos la llamaron Μελίτη (Melite), que significaba “dulce como la miel”, probablemente debido a la calidad de la miel producida por las abejas del archipiélago. Los romanos siguieron llamándola Melita, latinización de Μελίτη. Otra derivación tiene como reseña la palabra fenicia Maleth, que significa “refugio”, debido a la gran cantidad de bahías y de ensenadas existentes en el litoral de la isla.
A las pequeñas islas, más que por sus magníficos atractivos turísticos, se las conoce por detalles relacionados con la cultura y su historia. Doradas en la piedra de sus edificios, granate en la cúpula de sus iglesias, azul profundo en cada una de sus vistas, Malta es uno de los secretos mejor guardados del Mediterráneo. Hay que recorrerla con tranquilidad, dejándonos llevar por sus horizontes que nos dirigirán desde sus bóvedas a iglesias y poblaciones, a atalayas fortificadas y también a espacios en donde contemplar esplendidos atardeceres.
Misteriosos y únicos enclaves megalíticos podemos encontrar por su limitada geografía de los que mencionare: el Hipogeo Hal Saflieni, los templos de Ggantija, Hagar Qim, Mnajdra y Tarxien o los complejos Ta´Hagrat y Akorba: todos construidos entre los 5.000 y 2.500 años antes de Cristo, declarados conjuntamente Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Para poder visitar estos lugares es interesante sacar la tarjeta del Heritage Malta Pass.
El Hipogeo Hal Saflieni, considerado como uno de los monumentos prehistóricos más importantes del mundo, es un complejo subterráneo excavado en la roca que fue utilizado como santuario, así como para enterramientos por los constructores del templo. Fue descubierto durante unas obras de constucción en 1902, en las cuales los ingleses, potencia colonial en aquella época, mantuvieron durante tres años sin desvelar su existencia, para que no interfiriera en la ejecución de unas instalaciones aeroportuarias. Sus tres niveles subterráneos datan de los años 3.600 a 2.400 antes de Cristo.
Durante la Edad del Bronce se ejecutaron por gran parte de esa pétrea orografía multitud de enigmáticos canales paralelos que hoy se denominan "surcos de carros" (cart ruts), pues es en realidad lo que su visión representa, pero hasta el momento se desconoce su utilidad, aunque múltiples teorías hay sobre su construcción y usos.
De la época romana podemos visitar, entre otras construcciones, catacumbas en donde se enterraba a los cristianos de aquel periodo. Las de San Pablo, al que se le atribuye su paso por las islas, junto con las de Santa Ágata, están localizadas en la ciudad de Mdina/Rabat.
Estos cementerios subterráneos tienen largos corredores cincelados en la roca con tumbas excavadas a ambos lados de las galerías. Durante la dominación romana de las islas no estaba permitido que se enterrase a los muertos dentro de las ciudades, por lo que la mayoría de las catacumbas de Malta fueron excavadas a las afueras de Mdina, que entonces era la capital de la isla.
Dominando los altozanos de las islas de Gozo y Malta vislumbramos las fortificadas ciudadelas de Victoria y Mdina respectivamente, por la que pasear al atardecer nos retrae de forma sugerente hacia el pasado medieval de estas tierras. Sus estrechas callejuelas están llenas de encanto, sus edificios vetustos; palacios e iglesias nos asombran en cada esquina y nos invitan a pasear por ellas.
Hoy estas ciudades-fortín son un atractivo más y su visita cautiva a gran parte de los multicolores viajeros que vienen a estas islas. Desde sus baluartes se pueden divisar casi al completo el territorio en donde se asientan y los crepúsculos desde ellos no serán fácilmente olvidados.
Si algo hay con colorido en la Mdina, sin alguna duda son los balcones, las puertas y sus ventanas. Todas cuidadas con esmero por sus habitantes y con el clásico toque mediterráneo. Aunque ninguna es demasiado llamativa, si es cierto que la gran mayoría atrae nuestra atención. En una de las barbacanas de la muralla encontramos la cafetería Fontanella, donde merece la pena detenerse y disfrutar de las vistas desde su terraza, al tiempo que nos tomamos un cacao con ron y un trozo de tarta de chocolate, de la que dicen es la mejor del mundo……………..pero estas reseñas siempre son así, ……………………. de todas las maneras habrá que comprobarlo.
Para los amantes del mar no hay exceso de playas, estas son más bien escasas, pero buscando podemos encontrar algunas calas en las que sumergirnos en los calurosos días de verano. Pero si que podemos encontrar en la orilla de este Mare Nostrum, pueblos de pescadores con encanto como Marsaxlokk, emplazado al sur de la isla de Malta y a unos 10 km . de La Valletta. Su puerto es un regalo para nuestros ojos, multitud de pequeñas embarcaciones “luzzus”, se disponen atracadas en sus aguas, sus vistosos colores con el sol hacen que nuestra visita se alargue hasta la hora de la comida, cada una de ellas es diferente aunque todas mantienen el azul y amarillo como variable. Como en Venecia, aunque no en la misma cantidad, Malta tiene un tipo de embarcación de pesca, similar a la góndola, siendo uno de los símbolos de Malta. Los Luzzus, que así es como llaman, están pintadas en vivos colores: rojos, amarillos, verdes y azules; llevando a cada lado de la proa el ojo de Osiris, para atraer la buena suerte de este dios egipcio. Son de origen fenicio y algunas tienen hasta toldo para aminorar el calor en los días del estío.
Aunque las podemos hallar en cualquiera de los fondeaderos de la isla, es en el puerto de Marsaxlokk donde más concentración de ellas podremos ver. Todos los domingos en esta población se monta un animado mercadillo donde encontrar de todo lo que hay en Malta: pan y pasteles, quesos y especias maltesas, bebidas típicas y pescado, abundante pescado y muy bueno que los propios marineros se ponen a vender justo después de haber recogido sus redes. Se mezclan los puestos de alimentación con las de ropa, embutidos y dulces, frutas y flores, convirtiéndose en un gran mercado al lado del mar, para recorrer o disfrutar de sus olores y sabores, cautivándonos con las hermosas vistas que nos proporciona este estupendo enclave, siempre acariciados por la suave y fresca brisa marina del sureste. Realmente, el nombre de Marsaxlokk está originado por el apelativo del viento del Mediterráneo que viene del sudeste “Xlokk”, más conocido por Siroco.
Cercanas a esta población, en uno de los lugares más meridionales de toda Malta y enclave mágico, junto al mar, en plena la Punta Delimara; encontramos unas vistosas salinas, verdaderas piscinas naturales, frontera entre la tierra, el mar y el cielo. La soledad y el viento son aquí nuestra compañía, a nuestros pies unos veinte metros por debajo del acantilado admiramos las pequeñas cuadriculas donde la mano del hombre unida a la acción del mar han dejado por tiempos estas ajedrezadas laminas de agua.
No muy lejos de esta zona, ya en dirección Oeste encontraremos unos de los lugares naturales más visitados de esta isla, la Blue Grotto (Gruta Azul). Se trata de cuatro cuevas esculpidas por las aguas del mar en pleno acantilado, donde se reflejan en sus transparentes y limpias aguas los brillantes colores de los corales y los minerales de sus calizas piedras, en el que la leyenda nos comenta que en este lugar las sirenas encantaban a los navegantes con sus canciones. Un paseo en bote desde el embarcadero que encontramos en una pequeña ensenada a partir la cual se realiza el recorrido marino por la costa, los acantilados y sus oquedades, el escenario hace de esta visita una verdadera aventura marina. Las "grutas azules" son una visita obligada si estás en Malta, siendo la mejor hora para visitarla es por la mañana, cuando el sol entra en la gruta dando el efecto preciso al agua para que se vean los colores más llamativos.
Siguiendo la ruta paralela a la costa y pasando por los interesantes templos megalíticos de Hagar Qim, y Mnajdra llegaremos a la localidad de Dingli y sus afamados acantilados “Dingli Clift”, que se extienden durante
Las islas de Malta con una extensión de 316 km² (algo más grande que Brihuega en Guadalajara), de los que 246 se corresponden a la isla principal y una población de 413.000 habitantes, (el doble de la de Móstoles); es un país eminentemente religioso, del que se cuenta que existen 365 iglesias, una para cada día del año. El 95% de la población es cristiana y el 85% además es practicante, donde en los días de culto las iglesias están a abarrotar; para envidia de Rouco Varela, pero que sus gobernantes, desde el inicio de la administración laborista en 1971, adoptaron medidas para reducir el papel de la Iglesia en la vida educativa. El episcopado era dueño y señor del 80% de los inmuebles e implícitamente controlaba la enseñanza. El conflicto estalló cuando en 1983 el gobierno expropió sus posesiones y decretó la enseñanza laica a nivel de primaria; finalmente, en 1985 el gobierno y la iglesia firmaron un acuerdo que preveía la gradual vigencia de la laicidad en la enseñanza secundaria.
Entre las iglesias notables que por su geografía podemos encontrar quiero destacar la de Mgarr. Se trata de una iglesia relativamente nueva, cuya construcción comenzó a principios del siglo XX y terminó un poco antes de mediados de siglo, manifestándose como una réplica de la célebre y reputada iglesia de la vecina localidad de Mosta. Resalta su enorme cúpula y su particular forma ovalada, que si bien no alcanza a las dimensiones de la cúpula de la de Mosta, se incorpora a la lista de iglesias con las cúpulas más grandes del mundo, algo que asombra en un pueblo no muy grande, ni destacado como Mġarr. Comentan que la forma peculiar ovalada de la cúpula se debe a la fabulosa e intensa venta de huevos que se tuvo que efectuar en conseguir fondos para la construcción de la iglesia. La terraza que forma la plaza frente a la iglesia, situada en un alto, nos proporciona un lugar excelente para contemplar las antiguas haciendas, las casas, los verdes campos cultivados que descienden hasta la cercana bahía de Gnejna y la aplacible vida de una población fundamentalmente dedicada a la agricultura como Mġarr; también para tomarnos un “capuchino” o una “grappa” en alguna cafetería de las que la rodean.
Imprescindible es visitar la Catedral de Mosta, un bello templo de gran planta que conserva la tercera o cuarta bóveda religiosa más grandes del mundo (aquí no se ponen de acuerdo los medidores de iglesias). Es fácilmente visible desde casi cualquier cota elevada de la isla de Malta. Su cúpula (The Mosta Dome), que venimos a visitar, es la parte central de la "Iglesia de Santa María Asunción", también conocida como "Rotunda de Mosta". Su visita exterior impresiona, pero una vez dentro nos quedamos deslumbrados al mirar hacia el techo y ver esa enorme cascarón decorado, que no parece terminar nunca, como su fuera la réplica maltesa del admirado, por el genuino arquitecto madrileño Ricardo Aroca, “Panteón de Roma”.
Mellieha, población que en tiempos fue una villa rural, se ha convertido en una ajetreada localidad turística, como gran parte de la costa noreste de la isla. Desde su iglesia parroquial, posada en la cima de una colina divisamos una hermosa panorámica de la bahía de Mellieha, así como de las islas de Comino y Gozo. El templo es relativamente nuevo, edificado muy a finales de 1800, pero está salpicado de curiosos detalles ornamentales, sobre todo su exterior: dos torres, cinco campanas dedicadas cada una de ellas a un santo diferente y la cúpula característica las iglesias y feligresías de Malta. Está emplazada en la parte de la urbe que mira a la extraordinaria Ghadira Bay, por lo que las vistas desde sus inmediaciones sobre la bahía son impresionantes.
Al entrar, sobrecoge la luminosidad del templo, tanto por sus colores claros como por su amplitud y las dimensiones magnificas de su cúpula, 37 mts. de diámetro. Otra de las cosas curiosas de esta iglesia, es la anécdota ocurrida el 9 de Abril de 1942, en plena II Guerra Mundial, cuando fue alcanzada por una bomba que agujereó parte de la cúpula, recorriendo gran parte del suelo sin explotar, para asombro de los cerca de 300 parroquianos que había en aquel momento en misa, a lo que denominaron el "Milagro de la bomba de Mosta".
La magnífica cúpula posee artesonados dorados, salvo en el lugar donde se dice calló la bomba, el casetón que falta en ella se dejó así para recordar el hecho y la magia del "Milagro".
Desde aquí podemos acercarnos a La Torre de Santa Ágata, uno de los parajes más característicos de la zona, situada en una elevada colina, las vistas sobre las islas de Comino y Gozo, así como de Ghadira Bay son espectaculares. Se trata de una construcción con fines defensivos y militares construida en 1649 por los Caballeros de la Orden de Malta. Debe su importancia, a su valiosa ubicación en la zona noroeste de la isla de Malta, de ahí que fuera utilizada durante mucho tiempo para advertir posibles agresiones enemigas y trasladar señales de alerta hacia los centros militares que la Orden tenía establecidos en La Valletta, a través de la red de torres vigía esparcida por la accidentada costa maltesa.
Su diseño con de cuatro torreones, contaba en la época con 4 lugartenientes que la ocupaban de forma permanente, aunque en algunos momentos llegó incluso albergar a 50 personas.
No es conocida por el nombre de Torre de Santa ágata, sino que se la conoce como "The Red Tower" (la Torre Roja), debiéndose el nombre al color encarnado con el que está pintada en la actualidad. La torre se divisa más agraciada de lejos y de noche, cuando está alumbrada, lo que da a la torre una particularidad y naturaleza únicas, formando parte del grupo de torres defensivas más significativas y célebres de la isla de Malta.
Continuando la ruta hacia el Oeste, más allá de afamada Torre, por una carretera llena de baches que trascurre por una especie de planicie, se llega al punto conocido como Marfa Ridge. El encanto del lugar reside en lo solitario, salvaje y agreste de este soberbio cabo, desde el que se inicia un acentuado descenso, entre verdes campos hacia las aguas del Mediterráneo, llegando hasta unos acantilados verdaderamente abruptos y verticales, continuamente erosionados por las batidas del mar, con unas espectaculares vistas sobre los escabrosos acantilados con unas panorámicas de Ghadira Bay y Mellieha, así como de la isla de Gozo.
Otro de los lugares naturales imprescindible de visitar es “Azure Window” (Ventana Azul), situado en la costa Oeste Isla de Gozo, en las proximidades de Dwejra Point, a unos
Uno de los lugares más admirables que podemos encontrar en la isla de Gozo, también uno de los preferidos por los coloridos turistas que visitan la isla, por ello os aconsejo ir temprano, nada más desembarcar del ferry.
Para completar su visita nos acercaremos al pequeño, original, coqueto y cercano embarcadero de “Dwejra Inland Sea" (Mar Interior), donde cogeremos un bote que después de atravesar un túnel natural de 35 m . salir a mar abierto, donde recorremos las proximidades de la Ventana Azul desde el mar, contemplando los corales naranjas de sus rocas y ese azul intenso de las profundas aguas. Los colores y el misterio que desprende la cavidad es impresionante, parece imposible que la barca pueda atravesar tan estrecha diaclasa, cincelada por la naturaleza, en pleno acantilado, desde este lago interior y el mar abierto.
Cruzando de nuevo la isla, camino ahora de la costa Norte, nos detenemos en el santuario de "Ta' Pinu", no es una iglesia añeja, pero destaca por su ubicación en medio de los campos y por su altiva construcción, de su blanco e inmaculado interior, destacar la colección de exvotos que existen en la sacristía; ortopedias y artilugios de todo tipo cuelgan por paredes y vitrinas, un espectáculo más cercano al siglo XIX que al XXI, un desprecio a la medicina y una añagaza a esa “fe” católica en la que se refugian sus adeptos seguidores.
Poco después atravesamos la población de Zebbug (aceitunas), cruzándonos con la vistosa portada de su Iglesia Parroquial, dedicada a Felipe de Agira, patrono de las Fuerzas Especiales de los Estados Unidos.
Ya en el mar encontramos lo que íbamos buscando, las Salinas de Qbajjar, cercanas a la población y puerto de Marsalforn, el más importante de la isla. Situadas en la bahía de Xwejni, son un espectáculo sorprendente, un espacio lleno de cuadriculas, donde los tonos ocres y azules resaltan entre la costa y el horizonte, unas cubetas a la orilla del mar que las olas se encargan de rellenar, creando verdaderos espejos donde se refleja un nítido cielo. Estas salinas de origen romano, se siguen explotando en la actualidad. En la antigüedad una ración de sal era el jornal que recibía la soldadesca por su trabajo, el “salarium”, de donde procede la palabra “salario”. Estos blancos cristales eran usados como trueque, sirviendo también como moneda de cambio por todo el Mediterráneo.
Los habitantes de Gozo trabajan estas salinas desde hace muchos siglos y por ello la isla era muy conocida por su producción de sal, ya desde la antigüedad.
Al otro lado de la pequeña bahía observamos entre los increíbles tonos azules de este mar la silueta de un calizo peñasco, es la Colina de la Luna “Lunar Hill”, relieve más propio de nuestras Bárdenas Reales que de tierras maltesas. Este pequeño y maravilloso rincón de Gozo sirve de inspiración para muchos artistas malteses y algunos otros foráneos.
Y tal como os he prometido, el atardecer lo realizamos en Victoria/Rabat, la ciudadela-capital de Gozo. Desde sus atalayas contemplamos los verdes y fértiles campos que la rodean, recorremos sus añejas callejuelas, visitamos su Catedral y nos relajamos inmersos en historias de Caballeros……..los de la Orden de malta.
Solo me queda referenciar “La Valletta” , capital de Malta, pero eso será otra historia, lo dejo para otro día. Para poder conocer "La Valletta, la barroca capital de Malta", pinchar aqui .
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