Esta noche entramos en campaña. Circula por la red este escrito, cuyo contenido comparto, dirigido a la gente con sensibilidad de izquierda. Sé que no será compartido por todos. No pretendo provocar, sino en definitiva, animar a la participación. Espero no molestar ;-)…
Estoy preocupado, muy preocupado por las próximas elecciones. Hay posibilidades ciertas de que Rajoy, Acebes, Zaplana, Del Burgo y sus semejantes vuelvan al poder. Hay posibilidades de que quede establecido que la política que han llevado a cabo el PP y la Iglesia estos últimos cuatro años es rentable en términos electorales. Hay posibilidades de que se demuestre que la forma de actuar de medios de comunicación como la cadena COPE, los diarios El Mundo y La Razón y la web Libertad Digital es la adecuada para obtener la victoria en unas elecciones. Puede ocurrir que los resultados del próximo 9 de marzo muestren que la estrategia de mentiras, calumnias y violencia verbal que hemos visto a lo largo de toda esta legislatura es la adecuada para llegar al gobierno de España.
Sería espantoso que esto ocurriera. Sería espantoso que quienes durante los últimos cuatro años han recurrido a las bajezas más inimaginables para agitar a la opinión pública consiguieran su objetivo. Y pueden conseguirlo. Pueden lograr volver al poder gracias a todas las mentiras sobre los atentados del 11-M, al repugnante uso que han hecho del problema del terrorismo, a las patrañas que han difundido sobre la asignatura de Educación para la Ciudadanía, al alboroto que han orquestado contra la extensión del derecho del matrimonio a la totalidad de la población, a toda la basura que han arrojado contra prácticamente todas las instituciones del estado.
Lo peor es que si consiguen volver a gobernar en nuestro país será gracias también a una parte de la izquierda, gracias a esa izquierda que prefiere quedarse en casa el día de las elecciones rindiendo homenaje a su propia pureza ideológica, a esa izquierda que el 14 de marzo de 2004 encontró motivos para salir a votar, pero que parece haberlos olvidado.
Le tomo la idea prestada a Almudena Grandes: si te consideras contrario/a a lo que en los últimos cuatro años han venido haciendo y diciendo el PP, la Conferencia Episcopal, El Mundo, La Razón y Libertad Digital, pero la idea de votar a la izquierda parlamentaria te provoca algún rechazo, ponte el 9 de marzo por la mañana delante del espejo y repite en voz alta: "No me importa que el PP gane las elecciones; me da absolutamente igual que Rajoy, Acebes y Zaplana gobiernen el país en el que vivo.", y luego abstente de votar.
Si por el contrario prefieres que la estrategia de la deslealtad democrática, la calumnia, la mentira y la incitación al enfrentamiento fracasen en las próximas elecciones, te propongo que intentes animar a todos tus amigos y conocidos de izquierda a que vayan a votar.
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