tag:blogger.com,1999:blog-8717496660396089461.post997903415268361005..comments2024-03-08T17:51:52.981+01:00Comments on Pablo Font: - ...........................HoyPablo Fonthttp://www.blogger.com/profile/04669977807705140583noreply@blogger.comBlogger1125tag:blogger.com,1999:blog-8717496660396089461.post-56179515730855367292008-06-01T16:58:00.000+02:002008-06-01T16:58:00.000+02:00Aquí te dejo otra de mis ya clásicas "tortillas me...Aquí te dejo otra de mis ya clásicas "tortillas mentales, como repulsa al maltrato y asesinato de MUJERES.<BR/><BR/>Una de mis más angustiadas “tortillas mentales”, que nunca deberían ocurrir, para no darme motivos de tenerlas que escribir. <BR/><BR/>Rosas rojas para una mujer. <BR/><BR/>Esta es la historia de una niña como otra cualquiera de nuestra sociedad, que siendo joven se enamoro locamente de un compañero del instituto, ambos se procesaban amor eterno y su convivencia era de lo más feliz, sus padres y hermanos estaban encantados con su relación. <BR/><BR/>Un día de un mayo cualquiera Samuel que así se llamaba el, apareció con un enorme ramo de rosas rojas que le regalo a María, su chica amada pues así se llamaba ella, el nombre de ambos es un echo intrascendente en esta su historia de amor, solo sirve como mero detalle que amplia la información. <BR/><BR/>Ni que decir tiene que a María el regalo de su amado la estremeció, no tanto, por su regalo, si no las palabras que Samuel dijo a continuación, ¡María!, ¿te quieres casar con migo? Que las dijo con rubor y ella, con un si quiero loca de amor respondió y sellaron esa petición suya, con un gran beso, el que se dieron abrazados con gran demostración de amor. <BR/><BR/>Ya con el paso del tiempo, compraron casa, donde cultivaron su amor, siendo el producto del mismo la niña que al poco tiempo les nació. <BR/><BR/>Samuel encontró un empleo nuevo, que en un principio a ambos les convenció, fue, el de camionero y pensaron que con el paso del tiempo ahorrarían el dinero suficiente y con el mismo, poder comprar un camión. <BR/><BR/>El tiempo transcurría en la pareja con gran deseo y amor, ya que su estancia con María era corta, pues se pasaba semanas sin regresar por su casa, conduciendo el camión. <BR/><BR/>En uno de sus regresos Samuel pregunto a María, con quien as pasado el día, a lo que esta le contesto ¡con quien quieres que lo pase!, si me falta lo importante, tu anhelado regreso la esperanza del momento, el de encontrarnos los dos. <BR/><BR/>Sin mediar palabra alguna Samuel la abofeteo, estaba mas bien cargado, cargado por el alcohol y siguió dándola golpes, hasta que uno mas fuerte, sin sentido la dejo. <BR/><BR/>A la mañana siguiente, a María, su familia pregunto ¿Qué te ha pasado en la cara? ¡Handa que menudo moretón tienes! Y María con aplomo les respondió, me he caído en la bañera y me he dado un buen coscorrón. <BR/><BR/>A la otra semana su marido regreso, siguiendo con insultos y golpes, sin motivo ni y ninguna explicación, dejándola cara y cuerpo con un terrible moretón. <BR/><BR/>La Madre y sus hermanas al verla días después, en tal estado, la preguntaron las dos y María sin consuelo a ellas al final se confeso, es que Samuel me pega, sin ningún motivo o razón, no se que hacer, pues no soporto mas que me pegue y me someta a semejante humillación y es delante de la niña, que queda muda de rabia corriendo a su habitación. <BR/><BR/>Con ayuda de su familia, María no sin protestar, por que no quería, lo denunció en los Juzgados, quedando listo para sentencia, al cabo de un año o dos, dándola alojamiento, entretanto su familia, a María y a su hija Concepción. <BR/><BR/>Transcurridos unos dos años el juzgado los cito a María y a Samuel, para pronunciar sentencia de separación, con medidas cautelares, según la legislación. <BR/><BR/>María se hallaba sentada en un banco del juzgado, en el pasillo a la entrada, esperando que empezara la vista de resolución, de tan penoso suceso, que vino, sin ton, ni son, no se explicaba María, cuales habían sido las causas, que les llevo a esta situación, si fueron por culpa suya, o tal vez fueran culpa del alcohol, o tal vez fueran circunstancias ajenas, las que llevaron a Samuel a actuar de esa manera, del maltrato sin ton ni son. <BR/><BR/>Al cavo de un rato la puerta de entrada al juzgado se abrió, apareciendo por ella Samuel, llevando en su mano izquierda, un enorme ramo de rosas rojas, y la de la derecha dentro del bolsillo de su pantalón, en su cara se percibía una leve sonrisa, María al verle se quedo muy sorprendida, pues no hallaba explicación, a ese ramo de rosas rojas, su corazón latía con enorme excitación, mientras por dentro decía, ¡no puede ser!... ¡Será!.. ¡Realidad ó Dios!... ¿acaso?..... ¿Ó tal vez?… Que se yo… en esto estaba María, cuando Samuel se acerco, sacando de su bolsillo una pistola descargándola el cargador y gritándole fuertemente mente, ¡Rosas rojas yo te traigo!… ¡Rosas rojas!.... ¡para tu entierro María!... ¡para tu entierro mi amor!..... <BR/><BR/>Espero y deseo que este relato mío, no vuelva a reproducirse jamás. <BR/>Dedicado a toda persona en iguales o parecidas circunstancias, mi más sincero respeto hacia todas ellas.Anonymousnoreply@blogger.com